Back to Top

contacto@nuestrarevista.com.mx

headerfacebook headertwitter
 

La Misión Jesuita de la Tarahumara

Rubén Aguilar Valenzuela

La Misión Jesuita de la Tarahumara (México - Argentina, 2024) es un documental en tres partes del argentino Sergio Raczko que trabaja en los Estudios Roque González de Santa Cruz, Colegio El Salvador, Provincia Argentino - Uruguaya de la Compañía de Jesús, Buenos Aires, Argentina.

 

- Primera parte

 

El documental, que dura 33 minutos, inicia con los preparativos de la celebración de la Semana Santa, fiesta fundamental de la cultura rarámuri, en las comunidades de San José del Pinal, Guaguachiki y Samachiki, en la Sierra Tarahumara, estado de Chihuahua, en México. De estos lugares presenta a los rezanderos y a la gobernadora indígena de Samachiki, Rebeca González Moreno.

 

Se puede ver, como parte de los preparativos, que implican, entre otras cosas, el acondicionamiento del lugar y la elaboración de arcos de ramas de pino, algunos bailes tradicionales, en particular de matachines, y oír la música propia de los rarámuris que se toca con violín, flauta y un tambor especial propio de esta cultura.

 

Luego, el documentalista, hace que jesuitas y otras personas, se presenten, y estas después van a intervenir, para dar cuenta del mundo rarámuri con su historia, su cultura, su cosmovisión, su teología, su religiosidad, sus festividades, y otros elementos que ayuden a entender a este pueblo originario y el trabajo de los jesuitas con ellos, que ya tiene más de 400 años.

 

De los jesuitas que trabajaron en la misión, pero ya no están, se presentan: Pedro de Velasco Rivero; Sergio Nicolás de la Rosa Dávila; Alejando Cancino y José Martín del Campo.

 

Y de los jesuitas que ahora trabajan en la misión se presentan: Enrique Mireles, el superior; Javier Ávila; Jesús Reyes Muñoz; Luis Gilberto Alvarado; Esteban Cornejo; Félix Velasco; Sebastián Salamanca y Alberto Murguía.

 

Se presentan también Carlos Vallejo, que fue jesuitas, salió de la Compañía de Jesús, y con su familia se quedó a vivir en la sierra; a Guillermo Torres Laombe, historiador de la diócesis de la Tarahumara, y al historiador jesuita Arturo Reynoso, que trabaja en el Iteso de Guadalajara, Jalisco, universidad de los jesuitas.

 

Después de esta introducción se empieza a contar la historia de los jesuitas en la Sierra Tarahumara y su primer contacto con los rarámuris, a partir de las intervenciones de los jesuitas y otras personas que ya fueron presentadas y de otros historiadores y especialistas que participan en el documental.

 

San Francisco de Borja (1510-1572), tercer padre general de la Compañía de Jesús, en 1572 envía a los jesuitas al virreinato de la Nueva España, ya antes, en 1568, los había mandado al virreinato del Perú. Siendo general publica unas primeras  normas e indicaciones, que los jesuitas deben seguir en el trabajo misional, y en ellas insiste en la importancia de que aprendan las lenguas de los pueblos originarios donde van a misionar. Los historiadores Miguel León Portilla y Alfonso Alfaro, y Carlos Vallejo, especialista en la cultura y lengua rarámuri, subrayan la importancia que los jesuitas, desde un principio, daban al aprendizaje de las lenguas de los pueblos originarios para realizar su trabajo misional.

 

En 1592, el padre jesuita Gonzalo de Tapia, funda en el hoy estado de Sinaloa, las que va a ser las primeras misiones permanentes de los jesuitas en el norte de la Nueva España, para después avanzar hacia los hoy estados de Sonora y Durango. En 1601, el padre Pedro Méndez (1579-1543), desde Chínipas, en el hoy estado de Chihuahua, es el primer jesuita que entra a la Sierra Tarahumara y establece contacto con los rarámuris, y en 1608, el padre Juan Fonte (1574-1616) recorre la región. Las rutas de entrada de los primeros misioneros a la Tarahumara van a ser desde las misiones de Sinaloa, Durango y Parras, en el hoy estado de Coahuila.

 

En la parte final de este primer documental se explica, a través de los jesuitas que entrevista el documentalista, la importancia del bautismo, para los rarámuris. La palabra rarámuri "pagoma", significa lavado. Y los rarámuris utilizan esa palabra para nombrar al bautismo. Ellos, pues, son el "pueblo lavado", los "pagotuam". En su concepción ser rarámuri es ser un "pagotuam", un bautizado. Hay escenas de padres jesuitas en la Tarahumara bautizando a niños y niñas.

 

- Segunda parte

 

Al inicio del documental, que dura 46 minutos, se habla de la existencia de las misiones de la Alta y Baja Tarahumara, la división se origina a partir de la existencia de barrancas muy profundas que dividen el territorio al que se accede por entradas muy distintas. Las misiones de la Baja Tarahumara se fundan entre 1604 y 1753 y la de la Alta Tarahumara inician en 1673 y continúan hasta la supresión de la Compañía de Jesús en los territorios de la Corona española en 1767. En total, en la época de la Colonia, se establecieron 24 Centros de Atención Indígena, desde los que se prestaba servicio a 79 pueblos de visita. Un total de 103 sitios.

 

El documental da cuenta de las primeras rebeliones de indígenas tepehuanes y rarámuris en la Tarahumara. En su origen hay dos grandes causas: el mal trato que los indígenas recibían de los españoles en las minas, y los intentos de "reducirlos" en pueblos. Se comenta el libro del jesuita bohemio, Joseph Neumann (1648-1732), que documenta las rebeliones, rarámuris en un texto escrito en latín: Historia de las sublevaciones que contra los misioneros de la Compañía de Jesús y sus auxiliares promovieron las naciones indias ante todo la Tarahumara en América Septentrional en el reino de Viscaya (1626-1724).

 

Frente a la primera rebelión, los jesuitas cambian su estrategia y ya no intentan concentrar en pueblos a los rarámuri, hacer "reducciones", que habían resultado tan exitosas en Paraguay, y optan por establecer Centros de Atención Indígena, con una iglesia y la casa de los padres, sitios a los cuales, para las celebraciones, bajan los rarámuris, desde las montañas donde viven aislados y dispersos.

 

Se explica con amplitud, la importancia de la celebración de la Semana Santa para los rarámuris, fiesta sincrética que incorpora elementos de esta ancestral cultura, que se asienta en la Sierra Tarahumara hace 2000 años, y otros que fueron traídos por los jesuitas europeos. Se habla de la religiosidad y de la teología rarámuri, que asume que hay un Dios Padre y Madre, que al mismo tiempo es solo uno. El sentido de esta fiesta en particular es para recordar - celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Las danzas que representan la lucha entre el bien y el mal. La música y el sonido de los tambores.

 

En el calendario litúrgico de los rarámuris hay tres ciclos: El Ciclo de invierno. Es la época del baile de los matachines con vestidos coloridos. La música de violín y guitarra. De acuerdo a las entrevistas que hace el documentalista existen rituales y celebraciones milenarias que son anteriores a la llegada de los jesuitas, como el "Yúmari" y el "Tutuguri". Según Carlos Vallejo, especialista en la cultura rarámuri, son celebraciones que deben ubicarse como parte de una tradición que tiene su origen en los grupos que migraron de Asia al continente de América por el estrecho de Bering.

 

El Ciclo de Cuaresma y Semana Santa. Que se celebra con procesiones, el Vía Crucis, y diverso tipo de danzas y música, ahora, a la guitarra, el violín y los tambores, se añade la sonaja. El Viernes y el Sábado Santo, los hombres, también los niños, se pintan la cara y las manos de blanco, con puntos rojos. La bebida en común del tesgüino, batari en lengua rarámuri, una cerveza de maíz fermentado. El batari, presente en todas las fiestas comunitarias, se ofrece, antes que a nadie, a Dios. El fin de este ciclo litúrgico termina con la quema del Judas, que simboliza que se quema al mal. El tercer Ciclo es el de la Navidad.

 

De las fiestas, el documentalista, registra con su cámara el conjunto de las celebraciones, que incluye la preparación, la celebración propiamente tal, con la misa y la homilía del sacerdote, y luego las danzas con la música, propia de los rarámuri. Hay escenas de las celebraciones en el exterior de las iglesias, y también al interior delas mismas. Y tomas de día y de noche. El registro documental de las fiestas es en las comunidades de San José del Pinal, Guaguachiki y Sanachiki.

 

Esta segunda parte del documental termina con presentar como en la escuela primaria de la comunidad de Rejogochi, se enseña a las niñas y a los niños, las celebraciones tradicionales de la comunidad rarámuri, el profesor Ramiro Chávez Ramírez, habla de la importancia de que se mantengan las tradiciones y su contenido espiritual. Hay escenas de una lucha tradicional entre niñas, por un lado, y niños, por otro. En la parte final del documental se registra el cambio de gobernador en la comunidad de Guaguachiki, lo que ocurre cada tres años. Sale una gobernadora y entra un gobernador. Las intervenciones de estas personas son en rarámuri.

 

- Tercera parte

En este la tercera y última parte, que dura 17 minutos, se da cuenta del regreso de los jesuitas, en 1900, a la Sierra Tarahumara. En 1767, a la expulsión de los jesuitas de los territorios gobernados por la corona de España, es la Orden de Frailes Menores (OFM), los franciscanos, quienes se hacen cargo de las misiones de la Tarahumara. Se establecen en doce de ellas y no en la totalidad de los centros misionales que habían fundado los jesuitas. Les suceden los misioneros de San José o padres Josefinos, una congregación mexicana fundada en 1872.

 

El jesuita belga Aquiles Gerste (1854-1920), que ya trabajaba en México, a petición del presidente Porfirio Díaz, hace un recorrido por lo que fueron las misiones de los jesuitas en la Sierra Tarahumara en 1892. Los indígenas rarámuri, con los que se entrevistan, le dicen que ojalá regresen los "ropa negras", que seguían, después de 125 años, estando muy presentes en la memoria de ese pueblo originario.

 

En 1900, a invitación del obispo de Chihuahua, José de Jesús Ortiz (1849-1912), los jesuitas regresan a la Sierra Tarahumara, después de 133 años de haber salido de ella, y se instalan en Sisoguichi. El grupo inicial está integrado por los padres Antonio Arocena, José María Vargas, Pablo Louvet (1865-1939), como superior, y el hermano coadjutor Nicasio Gorgorza. Se encuentran que los rarámuris que siguen siendo cristianos y todavía celebran las fiestas y ceremonias a las que dieron forma junto con los antiguos jesuitas.

Es en 1950 que se crea la misión suijuris de la Tarahumara, ya esperada de la Diócesis de Chihuahua. En 1958 se establece el Vicariato Apostólico de la Tarahumara y su primer obispo es el jesuita Salvador Martínez Aguirre (1897-1987), al que sucede el también jesuita José Llaguno Farías (1925-1992). En 1993 se crea la Diócesis de la Tarahumara, a cargo de un obispo diocesano, José Luis Dibildox Martínez (1943-2018). Ahora los jesuitas siguen ahí presentes, como responsables de algunas parroquias, y realizan distintas actividades pastorales y sociales, y hay otras que están a cargo de sacerdotes diocesanos.

 

----------

El documentalista argentino Sergio Raczko, desde 1989, ha realizado documentales, en el proyecto "Las Misiones Jesuíticas en América", son ya 36 años de trabajo. En esta ocasión nos presenta "La Misión Jesuita de la Tarahumara", en tres partes, con una duración total de una hora y 36 minutos. Con muy pocos elementos, él hace todo, cosa que también ocurre con otros documentalistas, nos presenta una panorámica general, sobre la historia de 400 años de trabajo de los jesuitas en medio de los rarámuris en la Sierra Tarahumara, y también nos ofrece una mirada sobre la cultura rarámuri, su teología, su religiosidad, y la manera de celebrar su liturgia sincrética, a partir de sus propios elementos y los que introducen los jesuitas en el siglo XVII.

La cámara, en manos de Raczko, y también el sonido que graba, nos permiten presenciar las ceremonias religiosas de los rarámuris, dentro y fuera de las iglesias, en el día, pero también en la noche. Se centra, sobre todo, en la manera que celebran la Semana Santa. Las entrevistas, que el documentalista realiza a los jesuitas que han vivido en la Tarahumara, que ahora tienen otras tareas, y los que viven en ella, ofrecen una mirada profunda sobre la cosmovisión y la teología rarámuri.

El de Raczko, es un gran trabajo, hecho con sensibilidad, agudeza e inteligencia. Con respeto y también admiración frente a lo que ve, registra las escenas que deben de estar, para dar una idea acabada de lo que se propone, que se conozca la cultura rarámuri y el acompañamiento de la Compañía de Jesús, entre ellos, por ya más de cuatro siglos. Su trabajo deja ver, que hay una relación cercana, que podría calificarse como especial, entre los rarámuris y los "ropa negras", los jesuitas.

---------

 

En el documental hay grabaciones de las misiones de: Nombre de Jesús Carachi; Dulce Nombre de María de Sisoguichi; San Francisco Javier de Cerocahui; Nuestra Señora del Pilar de Norogachi; San Miguel Arcángel de Churo; San José de Pamachi; Santa María de Populo de Guaguachiki; Nuestro Padre San Ignacio de Papajichi; Santos Cinco Señores de Cusárare; Nuestra Señora de Dolores de Sauachiki; San Ignacio de Arareko; San José del Pinal y la Escuela - Albergue Rejogochi.    


La Misión Jesuita de la Tarahumara  

Título original: La Misión Jesuita de la Tarahumara

Producción: México- Argentina, 2024  

Dirección: Sergio Raczcko

Guion: Sergio Raczcko

Fotografía: Sergio Raczcko

Musicalización: Sergio Raczcko

Locución: Mara Gallegos

Actuación: Personas involucradas en los hechos

Sistema Nacional de Inteligencia (SNI)

Rubén Aguilar Valenzuela

El general de división Carlos Demetrio Gaytán (Ciudad de México, 1949), en esta la conversación trece, habla de la necesidad urgente de crear un verdadero Sistema Nacional de Inteligencia (SIN) con el asesoramiento de las Fuerzas Armadas del país, pero también de países como Israel, Francia e Inglaterra.

En base a la estructura del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), una vez reorientadas sus funciones, "debe sumarse toda la información policial existente, verificada y comprobada, al SNI, para que sea útil a la estructura nacional de seguridad pública, y no solo al grupo político que detenta el poder en su momento".

Para eso se necesita recuperar y actualizar la Plataforma México, que dependía de la Secretaría de Seguridad Pública, que fue desmantelada, de manera inexplicable, en el sexenio anterior.

El SNI, dice quien fuera subsecretario de la Sedena, debe proponerse formar "una verdadera policía científica que coadyuve con la ministerial en la persecución del delito".

En su visión, "desde hace décadas, la estrategia de combate al crimen en México ha sido el despliegue masivo de tropas, el patrullaje con Bases de Operaciones Mixtas y el establecimiento de Puestos de Control en vías de comunicación".

Y señala que "estas acciones han sido impugnadas y hasta confrontadas por la ciudadanía y organizaciones no gubernamentales, por estar, de hecho, al margen de la ley y por restringir algunas de las libertades consignadas en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, como la libertad de tránsito y la presunción de inocencia".

Lo anterior, "independientemente de la poca efectividad y nula eficiencia en la tarea asignada. Este procedimiento se asemeja al concepto de salir a pescar. Ya que no se realiza el despliegue para explotar información, sino para ver qué resultados pueden obtenerse mediante una revisión aleatoria".

Y agrega que "los datos hablan por sí mismos. Se dan aseguramientos importantes como hallazgo, de manera eventual, pero su mayor logro consiste en alcanzar un efecto disuasivo, aunque efímero, es decir, en tanto que la fuerza permanezca en la ubicación seleccionada. Cuando se retiran, todo regresa a la normalidad. Además, esto es siempre y cuando la población no decida agredir a las tropas y obligarlos a retirarse del lugar, como lo hemos constatado repetidamente".

Para el doctor en Alta Dirección, "los seguimientos físicos son el más arcaico modo de vigilancia y obtención de información. La inteligencia hoy se realiza con tecnología; compartiendo bases de datos y actualizándolas de manera permanentemente". Insiste en que se debe privilegiar la inteligencia ante que la fuerza, pero debe ser real y no solo un discurso políticamente correcto.

También se requiere operar la contrainteligencia, "para realmente comenzar a ganar terreno en las tareas de seguridad, es indispensable hacer impredecible el despliegue, los efectivos, así como los recursos empleados por las fuerzas de seguridad. Es decir, negar información al adversario. Eso es parte de la contrainteligencia, tarea que va de la mano con la inteligencia".

Y finaliza esta conversación señalando que "igualmente, es necesario conocer las condiciones en que operan los integrantes del crimen, es decir, quienes son; que líneas delictivas siguen; dónde operan; cuál es su modus operandi en cada giro; cómo operan logísticamente; quienes coadyuvan con ellos cualquiera que sea el motivo".

Gabriel Orozco y su Politécnico Nacional

Rubén Aguilar Valenzuela

El Museo Jumex presenta la exposición Gabriel Orozco: Politécnico Nacional, la primera que se monta de este artista en un museo de México desde 2006.

Exposición

La muestra presenta 300 obras que el artista ha realizado en distintas etapas de su carrera, que van de pequeñas esculturas hasta instalaciones complejas, entre fotografía y dibujo, acompañadas de pintura, escultura, ensamblajes y juegos.

En colaboración estrecha con el artista, Briony Fer ha curado la exposición y ha tenido la colaboración de Carolina Estrada García.

Orozco, en las obras que se exponen, entrelaza técnicas que ha desarrollado a lo largo de los años, como la capacidad de rotación, el concepto de simetría y la posibilidad de dar materialidad al tiempo.

El abanico de obras que se presentan, desde las más pequeñas a las más grandes, es una oportunidad para hacer un balance de la situación artística actual de Orozco, teniendo en cuenta lo que ha hecho a lo largo de su carrera.

 

A principio de la década de 1990, Orozco desarrolló su método de trabajo seleccionando materiales locales y accesibles, a menudo encontrados o prefabricados para realizar esculturas y fotografías espontáneas.

 

Estos hallazgos fortuitos permitieron que su obra se dejara permear por el lugar en donde era creada. Y esto es posible ver con claridad en esta exposición. 

Comentario

Gabriel Orozco es uno de los principales artistas mexicanos contemporáneos que también ha sido una figura relevante y con reconocimiento en el arte internacional durante más de tres décadas, desafiando constantemente el concepto de lo que puede ser el arte, cómo se hace y en qué se centra.

La curadora, Briony Fer, dice que "esta exposición se compone de una serie de gambitos. Imaginemos un gambito como la jugada inicial de una partida o el lanza - miento de un dado o, en el caso de Gabriel Orozco, el arco de vuelo de un búmeran contra el cielo. Desde el principio, cuando se dio a conocer como artista, ya le interesaba la idea del juego, tanto real como inventado, y la relación entre las reglas y el azar". (Gabriel Orozco: Politécnico Nacional, Briony Fer, Número 32, 2025, Museo Jumex, México)

Y que "juegos y deportes de todo tipo —futbol, críquet, ajedrez, billar, béisbol, ping-pong— le han servido de campo de juego. En su serie Atomists [Atomistas], realizada originalmente para la instalación The Empty Club en Londres en 1997, superpuso fotografías encontradas de deportes con configuraciones diagramáticas de círculos de colores, rechazando la forma habitual de pensar sobre la oposición entre forma y materia para hacer que cada una se comportara como el motor de la otra".

Plantea que "Orozco no es matemático ni geómetra, aunque sí un polímata interesado en la filosofía y la historia de la ciencia, así como en la arquitectura y la ingeniería. No utiliza los círculos como figuras geométricas para demostrar algo, sino como herramientas o dispositivos de trabajo. Más que formas puras dentro de una composición, como podríamos pensar tradicionalmente de su función pictórica, los pone a trabajar".

 

"Y, en configuraciones más o menos complejas, crean movimiento por rotación, tanto si pensamos en una multiplicación de bicicletas como en un cuadro. También rememoran momentos anteriores de ruptura dentro de la historia del modernismo, concretamente los de las vanguardias históricas de principios del siglo XX. Ya en la década de 1990, Orozco perseguía un extraño compuesto de las construcciones planetarias utópicas del artista revolucionario ruso Rodchenko y el ready-made de Duchamp de una rueda de bicicleta, además de pensar en los collages de escombros urbanos de Kurt Schwitters".

 

Añade que "pensar en las múltiples "técnicas" de Orozco, por tanto, no es sólo una cuestión de pensar si utiliza técnicas artísticas tradicionales como la talla o el vaciado, el esmalte o el empaste. Se trata más bien de preguntarse cómo utiliza herramientas de rotación y simetría, entre otros modus operandi —es decir, otras formas de trabajar— para crear nuevas relaciones y correspondencias entre las cosas. En el proceso, desestabiliza lo que creemos saber sobre el mundo. Incluso a lo largo de una extensa carrera, en la que es normal que los artistas cambien radicalmente, Orozco ha manifestado con frecuencia su deseo de "decepcionar". "Decepción" significa no trabajar según las expectativas, dejarse llevar en direcciones inesperadas, no hacer lo predecible".

 

Según Fer, Orozco "para ello, ha desarrollado una forma de trabajar que parece una estrategia de desvío deliberado, de divergencia o incluso de inversión. Los juegos reales que ha incorporado a su obra hacen ciertamente vívido este aspecto de su práctica. Otras veces, simplemente está implícito o se insinúa, sin hacerse explícito. Puede que todo esto sea un elaborado juego creado por el artista, cuyas reglas son oscuras: al menos, a menudo da la sensación de que las tácticas siempre implican un riesgo, que él nos propone como espectadores de su obra para que las descubramos."

En 2006, vi una exposición de Gabriel Orozco, en el Palacio de Cristal del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, y ese mismo año otra en el Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, estas, junto con otra en el Museo Ludwigde Colonia, Alemania, formaron parte de una serie de retrospectivas que celebraron la trayectoria de Orozco hasta ese momento. En estas se mostraban instalaciones, esculturas, fotografías y dibujos que exploraban la relación entre objetos cotidianos y espacios, a menudo con un enfoque en la interacción y la percepción.

Los dueños de las grandes plataformas tecnológicas

Rubén Aguilar Valenzuela

 

En El País Semanal (06.07.25), "La era de la tecnopoliítica", todos los artículos se dedican al tema, uno de estos, "Excéntricos y visionarios: así son los 15 'tecnobros' que dominan el mundo", de Karelia Vázquez, presenta una semblanza de los hombres "más poderosos y polémicos" del mundo.

 

"Sus empresas y productos, de Meta a Amazon, pasando por TikTok o Nvidia, marcan el ritmo de una sociedad impulsada por los avances tecnológicos y enganchada a las pantallas", dice Vázquez. Ofrezco una síntesis de estas semblanzas, que vale la pena conocer.

 

Mark Zuckerberg. Estados Unidos (41). Director ejecutivo de  Meta. En 2004 funda Facebook. En 2012 compra Instagram y en 2014, WhatsApp. Su fortuna, es de 236 000 millones de dólares. Apuesta por la realidad aumentada y la IA.

 

Zhang Yiming. China (42). Fundador de ByteDance, compañía matriz de TikTok y Douyin, el TikTok chino. Es la persona más rica de China, con 45 363 millones de euros. Evita cualquier tipo de conflicto con el Partido Comunista Chino.

 

Tim Cook. Estados Unidos, (64). CEO de Apple. Sustituye a Steve Jobs. Perfil público bajo. Entre 2011 y 2020, duplica los beneficios de la compañía. Ha sustituido a China por la India para fabricar el iphone.

 

Sam Altman. Estados Unidos (40).CEO de OpenAI. ChatGPT, ya tiene 800 millones de usuarios activos semanales, el 10% de la población mundial. Su fortuna es de 2800 millones de dólares.

 

Jeff Bezos. Estados Unidos (61). Fundador y presidente ejecutivo de Amazon. Propietario de Blue Origin y The Washington Post. Amazon monopoliza las ventas online. Su fortuna es de 200 000 millones de dólares.

 

Sundar Pichai. India (53). CEO de Google y Alphabet. Suyo es el éxito de Google Drive y Google Chrome. A partir de 2015, cuando es nombrado director ejecutivo, el valor de las acciones de Google aumentó 400%.

 

Elon Musk. Sudáfrica (53). CEO de Tesla, fundador de SpaceX, cofundador de Neuralink, y dueño de X (Twitter). Se propone "conseguir una simbiosis" entre el cerebro humano y la IA. Su fortuna es de 424 000 millones de dólares.

 

Liang Wenfeng. China (40). Fundador de DeepSeek, app gratuita, que en 2025 desplazó a ChatGPT. Es CEO de High-Flyer, que utiliza la IA para tomar decisiones de inversión.

 

Reed Hastings. Estados Unidos (64). Cofundador y presidente ejecutivo de Netflix. Su patrimonio es de 2000 millones de dólares.

 

Peter Thiel. Alemania (57). Cofundador de PayPal y Palantir, que proporciona software al Pentágono. Apoya la investigación en gerontología. Su patrimonio es de 20 900 millones de dólares.

 

Daniel Ek. Suecia (42). Fundador en 2008 de Spotify, que ha cambiado para siempre la industria de la música. Se le considera la persona más poderosa en esta industria.

 

Shou Zi Chew. Singapur (42). CEO de TikTok. Perfil público bajo. Se ha prorrogado la decisión de Donald Trump de prohibir esta plataforma en Estados Unidos.

 

Jensen Huang. Taiwán (62). En 1993 funda Nvidia, que es la proveedora de más del 70% de los chips que hacen posible la tecnología de la IA. En 2024 Nvidia superó en Bolsa los 2.5 billones de dólares.

 

Alexandr Wang. Estados Unidos (28). Fundador de Scale AI. En 2025 firmó acuerdo con el Departamento de Defensa de EE UU para utilizar los modelos de IA de su empresa en aplicaciones militares. Su fortuna se calcula en 2000 millones de dólares.

 

Pável Dúrov. Rusia (40). Fundador de Telegram, una de las plataformas de comunicación que acumulan más usuarios en el mundo. Reside en Dubái. Su fortuna asciende a 15 500 millones de dólares.

 

Reza y Dios te hará rico

Rubén Aguilar Valenzuela 

Según nos cuenta Ángel Munárriz (El País, 03.07.25), la pastora estadounidense Paula White (59 años), en febrero de 2025 asumió el cargo de directora de la recién creada Oficina de la Fe de la Casa Blanca, desde tiempo atrás se ha desempeñado como asesora espiritual del presidente Donald Trump (2025-2029).

 

Ella forma parte de una corriente teológica que en Estados Unidos se conoce como el "Evangelio de la Prosperidad", que sostiene la religiosidad va ligada al éxito económico. En el libro Money Matters (El dinero importa), en podcasts y programas de televisión sostiene que existe una relación directa entre el dinero y el sistema de valores personales.

 

White ha hecho fortuna, en la cantidad de sus fieles y en el monto de sus ingresos, como predicadora estrella de una corriente religiosa cuyos postulados, resultan incluso "escandalosos", para los más fieles seguidores del presidente Trump. A pesar de esto ha asumido su cargo.

 

Para ella y un grupo de pastores como Creflo Dollar, que predica en Georgia; Joel Ossteen, en Texas, y Ken Copelanda, actor y televangelista, la "prosperidad económica del creyente" se deriva de la "voluntad de Dios".

 

Copeland en su libro Las leyes de la prosperidad, sostiene que la relación Dios es una inversión y llega a decir que: "¡Ningún banco en el mundo ofrece este rendimiento!". Para White y los pastores de esa corriente teológica, la abundancia de dinero es un criterio "para medir la fe".

 

Munárriz, sostiene que "las implicaciones políticas de esta teología mercantilista son evidentes. Si la riqueza se asocia a una buena relación con Dios -relación que, por cierto, es posible engrasar adquiriendo la variopinta mercadería que venden los predicadores-, la pobreza queda reducida a un mero "signo de impiedad" de quien la sufre, como ha analizado el columnista del Financial Times Edward Luce(...)".

 

Trump, ya como político, se ha esforzado en presentarse como presbiteriano, y aunque no se le identifica como un creyente piadoso, tiene un gran arraigo en el electorado cristiano conservador, que lo ve como encarnación de una virilidad autoritaria arraigada en el imaginario del Evangelio, según la historiadora Kristin Du Mez en su libro Jesús y John Wayne (2022).

 

El "Evangelio de la Prosperidad", de acuerdo a Du Mez ha permeado en el cristianismo estadounidense y "la idea de que Dios bendice a los buenos cristianos con éxito material está bastante extendida. A menudo va de la mano de la oposición a cualquier tipo de "dádiva" gubernamental a los pobres, considerados indignos y culpables de su pobreza", y añade que "este mensaje contradice las enseñanzas cristianas tradicionales sobre la bendición de Dios a los pobres y la idea de que es más difícil para un rico entrar en el reino de los cielos que para un camello pasar por el ojo de una aguja".

 

Para el teólogo español Juan José Tamayo (1946), el "Evangelio de la Prosperidad", en una de las expresiones más crudas de "la alianza entre el neoliberalismo económico, el ultra conservadurismo político y el fundamentalismo religioso" que "está arrebatando al cristianismo su mensaje original". Tamayo acaba de publicar, Cristianismo radical (Trotta,2025), en el que hace una contrapropuesta teológica al "cristoneofascismo", en el que se inscribe la corriente teológica, que promueve White.

Página 9 de 196