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Rubén Aguilar Valenzuela
Como todos los años, desde hace doce, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), que promueve la Real Academia Española y la Agencia Efe, dio a conocer la palabra del año, el pasado 19 de diciembre.
Las doce palabras contempladas en la recta final eran: alucinación, fango, gordofobia, iniquiokupa, mena, micropiso, narcolancha, pellet, reduflacción, turificación, woke y dana.
La palabra elegida ha sido dana y la razón que han dado los organizadores es: "En primer lugar, a su gran presencia en los medios de comunicación, que se incrementó exponencialmente tras las graves inundaciones causadas por este fenómeno atmosférico en el este y en el sur de la península ibérica a finales de octubre, en las que fallecieron más de 200 personas y muchas otras resultaron afectadas por los múltiples destrozos ocasionados. En segundo lugar, a su interés lingüístico y las dudas que aún genera su escritura en los hablantes".
Es evidente que la elección tiene relación directa con la tragedia del pasado 29 de octubre, que provocó la muerte de 223 víctimas en la provincia de Valencia, siete en Castilla-La Mancha y una en Andalucía.
Y la FundéuRAE afirma que "Lo ocurrido en España se suma a otras fuertes catástrofes climáticas que han tenido lugar este año, como las inundaciones en Perú, Europa central, Estados Unidos o Brasil". En México y pienso que en los demás países de lengua española o castellana no se utiliza la palabra dana para describir este tipo de eventos.
El País, en España, hizo una consulta a través de la web del diario y de la cuenta principal de Instagram en la que participaron 1400 lectores, que también eligieron a dana como la palabra del año. Si esa consulta se hubiera hecho en cualquier país de América Latina seguro que no habría salido esa palabra como la del año.
El diccionario académico recoge esta voz como lexicalización del acrónimo DANA, que corresponde a la expresión depresión aislada en niveles altos, que se escribe con minúsculas. La definición completa, como término propio de la meteorología, es: "Depresión en niveles altos de la atmósfera, que, aislada de la circulación general atmosférica, se mueve de forma independiente y puede producir grandes perturbaciones con precipitaciones muy intensas". Dana, como sustantivo común, se escribe con minúsculas.
La palabra hace relación directa al uso de una palabra en el español que se habla en España, y considero que la Real Academia Española en esta ocasión actuó como la academia de España y no de la lengua española, que se habla en los países de América Latina y por minorías en otras regiones del mundo.
La palabra del año elegida en 2023, fue polarización; en 2022, inteligencia artificial; en 2021, vacuna; en 2020, confinamiento; en 2019, emojis; en 2018, microplástico; en 2017, aporofobia; en 2016, populismo; en 2015, refugiado; en 2014, selfi; en 2013, escrache y en 2012, austericidio.
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Rubén Aguilar Valenzuela
Iniciamos el 2025 con un nuevo régimen político, distinto al que se establece en la Constitución de 1917, que es la que supuestamente nos rige. Habrá que ver si en el futuro, el gobierno y Morena, con sus aliados, deciden seguir cambiando la Carta Magna, para que en el texto exprese la realidad del régimen político que ahora nos rige.
El presidente López Obrador (2018-2024) inicia la construcción del nuevo régimen, era el mayor de sus propósitos al asumir la presidencia de la República, pero no lo pudo concluir, porque no tenía la mayoría calificada en ambas cámaras. En la elección del 2 de junio pasado el voto popular, tampoco dio al gobierno, a Morena y sus aliados, la mayoría que necesitaban para hacer cambios a la Constitución.
Todavía en la presidencia maniobró, para que el INE, ya había logrado meter consejeros afines a su proyecto, entre ellos su presidenta, que hiciera una interpretación de la Constitución, que luego avaló el TEPJF, también con magistrados simpatizantes a su causa, que hicieron una interpretación "legal" para otorgar a Morena y a sus aliados una sobre representación en las cámaras que no les dio el voto popular.
A pesar de esa sobre representación, a la presidenta Sheinbaum (2024-2030) no le alcanzaban los votos en el Senado para sacar adelante las 18 reformas constitucionales prometida por su antecesor, como parte de la construcción del nuevo régimen, que ahora ella tenía que sacar adelante. Para eso se recurrió a la compra de senadores de la oposición y a un magistrado de la SCJN. Es ella la que culmina la construcción del nuevo régimen político. ¿Seguirán los cambios?
En el nuevo régimen la figura central es el Poder Ejecutivo, al que se le ha dado nuevas atribuciones constitucionales y metaconstitucionales, que implican tres nuevas realidades políticas: El Poder Legislativo y el Poder Judicial están sometidos al Poder Ejecutivo; se establece una República central donde los gobiernos estatales están sometidos al Poder Ejecutivo y se eliminan todos los mecanismos de Estado para acotar el Poder del Ejecutivo.
¿Cómo llamar a este nuevo régimen político? En los 80 años que el PRI mantuvo de manera ininterrumpida la presidencia de la República, el Poder Ejecutivo era el centro del sistema político, como lo vuelve a ser ahora. En este tiempo hay que añadir una alta dosis de ideología, que se incorpora a la que fue una de las corrientes del PRI, la del nacionalismo revolucionario estatista, ahora adornado, en lo político, no en lo económico, con elementos de las dictaduras supuestamente socialistas de América Latina. Esta es la ideología de Morena, que viene de esa corriente priista.
En los tres primeros meses del gobierno de la presidenta Sheinbaum, se han aprobado 72 reformas a la Constitución, algo nunca visto, todas en línea de perfilar el nuevo régimen político, que a ella tocará gestionar y vivir de sus beneficios, que tiene que ver con la concentración de poder en su persona. Habrá que buscar un nuevo nombre, para definir al sistema político donde ya no hay distinción de poderes y ningún tipo de acotamiento al Poder del Ejecutivo. Y donde los votos de la mayoría se obtienen por la vía de la corrupción, ejercida desde Palacio Nacional.