Rubén Aguilar Valenzuela

El conjunto conventual de San Francisco de Asís forma parte de la declaratoria del Centro Histórico de Lima, Perú, como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco en 1991.

Historia

Una vez fundada Lima, el 18 de enero de 1535, el rey Carlos V ordena a Francisco Pizarro que hiciera la donación de un gran espacio para construir la iglesia y convento de la Orden de Frailes Menores(OFM). Ocupaba la octava parte de la ciudad y en su tiempo fue el espacio más grande de un complejo religioso en América.

El franciscano fray Francisco de la Cruz levantó una pequeña ramada que usó como capilla. Poco tiempo después el fraile tuvo que ausentarse y el solar quedó abandonado. Pizarro lo añadió entonces, al que había sido dado a los dominicos y destinó otro para los franciscanos, en el lugar que ocupa hoy la Capilla de Milagro.

En 1546, llega a Lima fray Francisco de Santa Ana, quien luego de recuperar el terreno, edifica una modesta y pequeña iglesia, que después será ampliada de manera conjunta con el convento con el apoyo del virrey Andrés Hurtado de Mendoza, protector de la Orden.

La construcción original de 1557 fue de adobe y madera. Durante el siglo siguiente, el templo fue objeto de una serie de arreglos y decoraciones que terminaron por convertirlo en una maravilla del arte en la época virreinal. Su construcción no era en aquel tiempo muy sólida, por lo que en 1614, el arquitecto y obrero mayor del convento, fray Miguel de Huerta, advirtió que los pilares del templo tenían escasos cimientos y estaban colocados sobre cascajo.

En 1655 en Lima ocurre un terremoto que destruye el complejo conventual y se pierden grandes riquezas artísticas. En 1656, el arquitecto portugués Constantino de Vasconcellos diseña el nuevo conjunto. El alarife limeño Manuel Escobar se hace cargo de la construcción. En 1657 el virrey de Luis Enríquez de Guzmán, conde de Alba de Liste, pone la primera piedra. En 1669, se hace cargo de la obra el nuevo comisario general de la orden, fray Luis de Cervela, quien logra culminarla. La nueva iglesia se inaugura en 1672 y las obras continúan hasta1729.

Atrio

Es una gran plaza al frente de la iglesia y a la entrada del convento. En el siglo XVI, las dimensiones originales debieron haber sido mayores a las actuales.

Arcada de entrada

La entrada al convento es una portada del siglo XVIII con tres arcos en el primer cuerpo. En el segundo, al centro, un arco de medio punto con un remate que es un frontón abierto. A los lados dos ventanas ovaladas con un frontón triangular en la parte alta. El vestíbulo de la portería tiene techo de madera labrada, con zócalos de azulejos sevillanos. Hay cuatro pinturas de santos. Un templete de estilo rococó del siglo XVIII, trabajado en madera y decorado en pan de oro.

 

Iglesia

- Exterior

La fachada – portada barroca es una obra de 1664 labrada en cantera. Tiene tres cuerpos. El primero al centro un arco de medio punto que se enmarca en dos columnas dobles acabaladas con capiteles corintios. El segundo cuerpo son tres nichos, en el del centro que es mayor, una imagen de la Virgen María, y a los lados dos nichos con imágenes de santos. Arriba del segundo cuerpo una estructura muy trabajada con arcos. El tercer cuerpo es la ventana del coro que es ovalada. Al centro en la parte superior una cruz.

La fachada – portada se enmarca en dos torres que tiene dos cuerpos y una cúpula. El primer cuerpo es parte de la fachada-portada y corre a lo alto de la misma. El segundo tiene arcos de medio punto alargados en la parte frontal y posterior. Las cúpulas se sostienen en una estructura octagonal con arcos de medio punto en la parte frontal y posterior. Sobre la cúpula una linternilla.

- Interior

La iglesia tiene una planta basilical de tres naves. En la nave central en el techo tiene unas figuras geométricas que parecen de influencia indígena. Las naves se dividen por grandes arcos de medio punto. Toda la estructura es de mampostería. En el ábside una cúpula circular con ventanas. El altar mayor es neoclásico.  

- Coro

La sillería del coro tiene 130 sitios y cada uno con un panel labrado en madera de un santo franciscano. El conjunto es del siglo XVIII y la madera de cedro vino de Panamá.

- Sacristía

La sacristía se concluye en 1730. Destaca la portada, realizada en 1729 por el Alférez Lucas de Meléndez. En su interior, se encuentra una cómoda de 1650 con relieves de santos, utilizada para guardar ropas y ornamentos litúrgicos. También alberga pinturas del apostolado atribuidas al taller de Francisco de Zurbarán. En las fichas técnicas se indica cuándo está pintado por un integrante del taller y cuándo han sido retocados por uno de éste. Un árbol genealógico de los franciscanos de 1743. La bóveda sufrió daños en el terremoto de 1966, pero fue restaurada en la década de 1990 con ayuda del gobierno español.

- Catacumbas

Las catacumbas son una estructura compleja de arquitectura sencilla. El guía mencionó, también lo dice la guía que utilizamos en nuestro recorrido por la ciudad, que aquí, a lo largo de los años, se enterró a 70 000 personas. Hoy es un osario. Este tipo de construcciones no me dice nada.

Convento

El claustro es de forma cuadrada de dos pisos y los once arcos de medio punto de cada lado son de mampostería pintados de color crema. Se sostienen en pilastras. El patio tiene una fuente al centro y está adornado con árboles. Hay una reja que cubre los arcos del claustro bajo. Las pilastras que sostienen los arcos y las paredes están adornadas con azulejos valencianos. En un lugar la fecha de 1620. Los techos de los pasillos son de madera. En la parte alta de la pared 39 cuadros realizados en 1671 con la vida de san Francisco de Asís. Cuando en 1974 se descolgaron los lienzos, para restaurarlos, se descubrió que detrás de estos había pinturas murales del primer tercio del siglo XVII. Los techos son de estilo mudéjar, realizados con madrea de cedro traída de Nicaragua.

La cúpula original es obra de 1625 atribuida a fray Miguel Huerta con madera traída de Costa Rica. En el terremoto de 1940, la parte central de la media naranja se vino abajo y en 1969 es restaurada por el arquitecto Alberto Barreto Arce con la colaboración del cuzqueño Juan de Dios Muñoz. Lo original son las esquinas o pechinas.

Claustro alto.

- Biblioteca

La biblioteca del siglo XVII tiene dos niveles y aloja 20 000 libros que van del siglo XV al XVIII. Al segundo nivel se asciende por dos escaleras de caracol hechas en madera. Hay cuatro claraboyas en el techo que dan muy buena luz. Los anaqueles están llenos de libros antiguos.

- Sala capitular

Hay dos hileras de asientos con espaldar elevado que rodean la sala y tienen al centro como unión de las dos hileras, la cátedra o tribuna, la cual está coronada por el escudo de la Orden; en el centro se encuentra una talla en madera en alto relieve con la imagen de fray Juan Duns Scoto, así como la imagen de la Inmaculada Concepción. Esta sala es histórica, porque en ella el clero regular firmó el Acta de la Independencia, mientras que en la catedral la firmaron los miembros del clero secular.

- Sala de Profundis

La Sala de Profundis exhibe una colección de once lienzos que representan la "Pasión de Cristo" y que se atribuyen al taller del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens.

- Refectorio

La Última Cena del belga Diego de la Puente que pinta en 1586. Jesús y los apóstoles comen cuyo y beben en keros que son las copas de oro de los incas. San Juan a la derecha de Jesús con un tratamiento iconográfico que me pareció poco común. Hay la intención de mostrar que el apóstol es el discípulo amado de Jesús. A la entrada del refectorio, se conserva la sillería, hay un Cristo del siglo XVIII que se atribuye a Alonso Cano. Dos cuadros que se atribuyen al taller de Zurbarán.

- Salas museo

El conjunto todo es un museo, pero hay algunas salas donde se exhiben los tesoros artísticos del conjunto conventual. Hay un acervo muy importante de óleos de los siglos XVII y XVIII.

 

Comentario

En 1535, en la recién fundada Lima, el conquistador Francisco Pizarro entrega un gran terreno a la Orden de Frailes Menores (OFM), para construir iglesia y convento. Los franciscanos no lo ocupan de inmediato y es hasta 1546, con la llegada a Lima de fray Francisco de Santa Ana, quien en estos terrenos edifica una modesta y pequeña iglesia. La construcción de 1557 era de adobe y madera.

Durante el siglo siguiente, la iglesia fue objeto de una serie de arreglos y decoraciones que terminaron por convertirlo en una maravilla del arte en la época virreinal. En 1614, el arquitecto fray Miguel de Huerta, advirtió que los pilares del templo tenían escasos cimientos. En 1655 el Lima ocurre un terremoto que destruye el complejo conventual y se pierden grandes riquezas artísticas.

En 1656, el arquitecto portugués Constantino de Vasconcellos diseña el nuevo conjunto. El alarife limeño Manuel Escobar se hace cargo de la construcción. En 1657 el virrey de Luis Enríquez de Guzmán, pone la primera piedra. En 1669, se hace cargo de la obra el nuevo comisario general de la orden, fray Luis de Cervela, quien logró culminarla. La nueva iglesia se inaugura en 1672, pero las obras continúan hasta 1729.

De la obra original del siglo XVI ya no existe nada, todo lo que ahora se puede ver son edificaciones del siglo XVII y XVIII. En el interior del convento hay obras de un gran valor artístico entre ellas atribuidas al taller de Francisco de Zurbarán y al taller del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens. La Última Cena de belga Diego de la Puente. El claustro mayor, con dos niveles, es muy bello, en sus paredes azulejos valencianos de 1620 y grandes cuadros con escenas de la vida de san Francisco de Asís de 1671.

Es notable la cúpula mudéjar de madera, en la escalera que une el primer y segundo nivel del claustro mayor. La biblioteca con 20 000 ejemplares de libros del siglo XV al XVIII. La Sala Capitular, la Sala de Profundis y el refectorio. En las salas del museo dedicadas a exponer obra de arte hay piezas de extraordinaria calidad.

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Visitas:

  • 1992; 2014; 2024

Fuentes consultadas:

  • Notas de mis visitas.