En la mañanera del pasado 9 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo público un informe confidencial, que, según se dijo, llegó de manera anónima a Palacio Nacional.
A solicitud del presidente, el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, leyó el documento que llegó a Palacio Nacional, una versión ejecutiva de una estrategia que se realiza en contra de la actual administración. Proyecto BOA, lo llamó, donde se pretende formalizar un grupo opositor que logre quitarle curules a Morena en las elecciones de 2021 y desterrar al mandatario del poder en el 2022 con la revocación de mandato.
El documento parte de la premisa de que a un año de las elecciones federales y locales el Presidente mantiene aceptación arriba del 50%, y Morena, aunque ha perdido terreno, se proyecta como la primera fuerza en San Lázaro y al menos en 10 de las 15 gubernaturas a renovarse en el 2021.
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Quisiera compartirles lo que yo he vivido, observado en estos 10 meses, porque efectivamente la 4T, como tal, como un conjunto claro y acabado de objetivos, no existe; por el contrario, este gobierno de la 4T está lleno de contradicciones y éstas se expresan concretamente en luchas de poder al interior del gabinete, que yo lo he notado en varias líneas, dijo el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo Manzur.