La actual crisis en materia de salud, provocada por la aparición y desplazamiento por el mundo del virus Covid-19, ha generado incertidumbre en los pueblos y sus gobiernos. México, desafortunadamente, ha sido alcanzado por el fenómeno. Ante la embestida, en apariencia oportunista, de los opositores de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en un ambiente de confrontación, su estado ideal, se ha puesto en guardia, y para ello ha actuado en dos vertientes.
Por un lado, ha puesto a trabajar a su aparato burocrático para atender el tema concreto del desarrollo del virus mediante campañas de atención e información diaria, y, por otro, utilizando su imagen y presencia mediática y en territorio con el fin de mantener el control sobre el gobierno.
Tal decisión López Obrador la ha verbalizado en los siguientes términos: “¿Saben qué quieren los conservadores?, que yo me aísle. Imagínense, no habría conducción, o sí habría la conducción de ellos, porque en política no hay vacíos, los vacíos se llenan y eso es lo que ellos quieren, que haya un vacío, para que se apoderen ellos de la conducción política del país, de manera irresponsable, porque todo lo que están haciendo es por su coraje ante los cambios que estamos llevando a cabo”. (milenio.com)