Rubén Aguilar Valenzuela
La escritora Leila Slimani (Rabat, Marruecos, 1981) es hija de padre marroquí y madre franco-argelina, y de ella es la novela El país de los otros (Editorial Cabaret Voltaire, Madrid, 2021). En 2017 gana el Premio Gancourte por su novela Canción dulce.
El país de los otros se cuenta la historia de Mathilde, una joven alsaciana, que en 1944 se enamora de Amine Belhach, combatiente marroquí del ejército francés durante la II Guerra Mundial.
Al fin de la guerra se casan y el matrimonio viaja a Marruecos para establecerse en Meknés, ciudad en la zona del Protectorado de Francia con importante presencia de militares y colonos franceses.
Primero viven con la madre y los hermanos de Amine, y después se instalan en una finca de tierra pedregosa que Amine hereda de su padre, quien se proponía cultivar frutales y almendros. Ahora esta tarea la asume el hijo.
En un primer momento para Mathilde todo es nuevo e interesante, pero pronto se va a sentir agobiada por el ambiente asfixiante de su nuevo país. Amine, vuele al entorno cultura en el que nació, y con enormes esfuerzos se dedica a intentar hacer productiva la finca heredada.
Ella ahora vive asilada en el campo, en medio de una gran soledad, un arduo trabajo, y una vida muy austera. Ahí se dedica a crear a sus dos hijos. Como extranjera despierta desconfianza en su entorno donde empiezan los primeros intentos de liberación de Marruecos de Francia.
Personaje central de la novela es Aïsha, la hija mayor de Amine y Mathilde, una niña inteligente y perceptiva. En ella se concentran las tensiones y contradicciones culturales de la pareja. Asiste a un colegio de religiosas católicas donde, de una y otra manera, sufre el desprecio de las otras niñas porque no es una europea como ellas.
Aïsha, tiene el pelo rizado, usa ropa pobre hecha en casa, y llega tarde al colegio en una camioneta llena de cajas de fruta para el mercado. La hermana Marie-Solange, le enseña a rezar a Jesús, aunque aprende a no mencionarlo fuera del colegio. Es feliz cuando juega con los hijos de los trabajadores agrícolas en la finca.
La novela, que abarca diez años de vida de la pareja, es la primera parte de una trilogía que narra la vida de tres generaciones de una familia marroquí. La autora se inspira en su propia historia familiar. Todos los personajes habitan en "el país de los otros": los colonos, la población autóctona, los militares, los campesinos y los exiliados. Y sobre todo, las mujeres que viven en el país de los hombres y deben luchar por su emancipación.
Slimani, penetra en las diferencias culturales, que obliga a todas y todos a tener que saber convivir con esa realidad. Sus personajes viven en tensión permanente, entre uno y otro mundo. Son ciudadanos de una específica condición, pero también seres humanos como todos los demás. A partir de sus vidas, la autora indaga sobre la condición humana, sobre la manera en que los seres humanos, hombre y mujeres, se comportan, a partir de esta situación particular.
Su estilo es directo y provocador, con descripciones de situaciones y personajes muy realistas y poderosas. Habla sobre realidades difíciles, complejas y dolorosas de una manera que solo ella lo puede hacer. Es algo muy propio, que interpela al lector, que lo enfrenta a acontecimientos que suceden, pero que se suelen evadir o tratan de minimizar. No es su caso.
Ella de esta trilogía ha dicho que "lo más difícil ha sido contar la historia de mis padres, porque mis abuelos ya habían muerto, pero mi madre sigue ahí y eso lo hace más difícil. Pero sí que tengo pudor; lo que no tengo es vergüenza. A la hora de escribir, no hay que sentir vergüenza".
Y afirma que escribir esta obra "fue un placer enorme, como volver a casa, a mi infancia y a mi país. Y luego también tuve la suerte de tener una abuela que sabía contar historias muy bien. Mi abuela era impresionante. Era una mujer alta, de ojos claros (...) Y sí, llamaba mucho la atención porque hablaba árabe, bereber, tenía un físico impresionante y además era divertida".
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Leila Slimani, al terminar en el liceo francés de Rabat, va a París para estudiar en el Instituto de Estudios Políticos y, posteriormente, en la Escuela Superior de Comercio donde se especializa en medios de comunicación. Después de ejercer varios años como periodista en L'Express y Jeune Afrique, decide dedicarse por completo a la literatura. Su primera novela En el jardín del ogro (2014), recibe el reconocimiento unánime de la crítica. Actualmente es la representante francesa en el Consejo de la Francofonía.
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Versión original. La obra se publica en francés en 2020 por la Editorial Gallimard y en 2021 es español por la Editorial Cabaret Voltaire en una traducción de Malika Embarek López.