Si bien es cierto que las recientes elecciones realizadas en los estados de Coahuila e Hidalgo no pueden considerarse ni laboratorio ni escarceos para definir lo que pudiera ocurrir en la elección federal del próximo año, algunos de sus elementos y componentes sí podrían auxiliar el análisis del qué hacer para los actores políticos que en ellos participan, sobre todo en las entidades federativas que vivirán procesos electorales locales.
Entre los estados en los que se renovarán gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos están Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
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Una vez pasadas las elecciones locales en Coahuila que le dieron un triunfo arrollador al Partido Revolucionario Institucional, vendrán los respectivos análisis para saber que fue lo que llevó a este resultado electoral. Definitivamente son varios factores y hay que irlos analizando despacio y con mucha atención.
David Marcial Pérez, en el diario El País, describe lo sucedido en la pasada semana de la siguiente manera: “A trompicones, pero finalmente Morena ha logrado sacar adelante una de las medidas más polémicas de la austeridad impuesta por Andrés Manuel López Obrador. Pese a tratarse de una exigencia del propio presidente y pese a contar con mayoría absoluta en el Congreso, el partido en el poder ha tenido que arremangarse para conseguir la aprobación del decreto que elimina 109 fideicomisos públicos. Una medida que, desde que fue planteada en abril, ha encontrado un fuerte rechazo tanto entre los partidos de la oposición como entre los sectores científico, cultural, académico y deportivo, beneficiarios de esta vía de financiación segada definitivamente este martes en el pleno del Congreso.