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Museo Arqueológico Zona Arqueológica de Olimpia. Olimpia, Grecia

Ruben Aguilar 

 

Edificio

En 1885 se inauguró el museo que fue el primero creado fuera de Atenas. El espacio queda rebasado y en 1966 empieza la construcción del nuevo edificio que se termina en 1975 obra del arquitecto Pátroklos Karantinós. El traslado de las obras llevó tiempo. En 1982, el museo abre sus puertas.

La museografía es de Nikolaos Gialouris y Ismini Trianti. El escultor S. Trianitis instala la Victoria de Peonio sobre un zócalo ad hoc. Se exhibe al público desde 1994. El museo fue renovado en el marco de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, por lo que estuvo cerrado desde septiembre de 2003 hasta marzo de 2004.

- Primer edificio 

 

  

Los trabajos arqueológicos en el sitio pronto requirieron de un edificio para albergar los descubrimientos. El banquero y filántropo Andréas Syngrós lo financia. Es un proyecto de los arquitectos y arqueólogos alemanes Wilhelm Dörpfeld y Friedrich Adler que inician los trabajos arqueológios en Olimpia. Es un edificio neoclásico sobre la colina de Drouva a la entrada del lugar. Se inauguró en 1885. En 1954 se daña por un terremoto y es cuando se decide la construcción del nuevo museo. Tras permanecer cerrado por años desde 2004 acoge al Museo de la Historia de los Juegos Olímpicos (no lo vistamos).

Colección

La exhibición se organiza en las doce salas. En el vestíbulo se encuentra una maqueta del sitio en los años de su apogeo en la  época romana.

Sala 1. Prehistoria

Los objetos expuestos pertenecen a los periodos que van del neolítico (4000-3000 a.C.) al periodo geométrico (VIII a.C.) Provienen de excavaciones en el terraplén norte del Estadio Olímpico y son los vestigios de la ocupación más antigua. Objetos de piedra y cerámica del 2700 a.C.-2000 a.C.). Figuras votivas de barro del 1000 a.C.

La civilización micénica (1600-1100 a.C.) está representada por objetos de terracota, piedra y bronce encontrados en diversas tumbas principalmente en las colinas de Zouni y Kalosaka (1400-1200 a.C.), cerca del museo. Vasos micénicos, con decoración lineal simple, y diversos tipos de ánforas y de copas. Hay también figuras femeninas de terracota.

 

Siglo VIII a.C.

Al final se ven tres placas de bronce de Asiria del VIII a.C. Su decoración es una procesión de sacerdotes que llevan animales al sacrificio y un desfile de guerreros. Estas placas fueron reutilizadas para recubrir objetos de madera que no se conservan.

 

Siglo VIII a.C.

Sala 2. Periodos geométrico y arcaico

Se exponen objetos de bronce, principalmente de las épocas geométrica y arcaica (X y VI a.C.). Hay armas, escudos, cascos, calderos de todos los tamaños, desde miniaturas, a talla normal y monumental. Un caldero sobre trípode del siglo IX a.C. es el más antiguo. También trípodes, figuritas y placas decoradas. Se considera una de las colecciones de bronces antiguos más importantes del mundo. Bronces del siglo IX al VIII a.C. Bronce asirio el VIII a.C. Figuras del período geométrico del VIII-VII a.C.

 

Siglo V a.C.

Las ofrendas a Zeus constituyen la gran mayoría y demuestran la influencia y la riqueza del santuario desde este periodo.

Provienen del inmenso altar formado por cenizas de animales que le fueron sacrificados en el Altis. Los arqueólogos han encontrado, en las cenizas, un gran número de figurillas de bronce y terracota con representación de animales y humanos. Los más antiguos (IX a.C.)

Hay una figura femenina que cabalga como amazona (VIII a.C.), un grupo de siete mujeres desnudas danzando en círculo (VIII a.C.). Las figuras animales son de caballos y de toros. Los calderos eran un tipo de ofrenda a Zeus muy recurrente. Un caballo de principios del siglo VII a.C. de bronce de mayores dimensiones que las otras estatuillas similares marca el paso del Período Geométrico a la Época Arcaica.

 

Siglo VII a.C.

 

 

Siglo VIII a.C.

La Época Arcaica marca el primer apogeo del santuario y los objetos de bronce de este período son muy abundantes: figuras, placas, armas y escudos. Los guerreros o las ciudades vencedoras en combate consagraban a Zeus sus armas y armaduras de manera simbólicas, no todas a escala. Con frecuenciaeran grabadas con el nombre del donante. Los escudos votivos llevan a menudo Gorgonas. Se han encontrado cascos votivos en el sitio por centenares, los más numerosos de tipo corintio.

En la sala se expone la acrótera central de terracota del templo de Hera. La interpretación más extendida es que simboliza al sol. Una cabeza monumental de la diosa, de estuco, fue descubierta en las proximidades del templo. Es obra de un taller del Peloponeso del 600 a.C. Otros plantean que procede de un grupo votivo de Zeus y Hera que estaba en el interior templo; otras proponen que se trata de la cabeza de una esfinge.

Sala 3. Periodo arcaico tardío y escultura arquitectónica

Se exponen objetos de terracota que son vasos de producción local y fragmentos de cornisas y frontones que provienen, sobre todo, de los tesoros de Megara y de Gela. Hay joyas de bronce. Son objetos de finales de la época arcaica e inicios de la época clásica. En medio de la sala un león, obra de un taller corintio, es uno de los primeros ejemplos de escultura monumental (680-670 a.C.). El frontón del Tesoro de Megara mide 5.70 metros de largo y 0.75 metros de alto. Representa una gigantomaquia, con una sola de las doce figuras que tenía y es un gigante en buen estado de conservación. Se ven las figuras de Zeus, Atenea, Heracles, Poseidón y Ares. Serpientes y monstruos marinos completan la decoración en los ángulos.

 

 

Tesoro de Meagra 520 a.C.

 

Sala 4. Terracotas monumentales

 

Siglo IV a.C.

  

Alberga estatuas monumentales de terracota. El grupo escultórico más célebre es el de Zeus raptando a Ganimedes obra de un taller corintio (480-470 a.C.). Fue la acrótera central de uno de los tesoros. Los hay de otros: un delfín saltando sobre las olas (400 a.C.), un león sentado (V a.C.) y una cabeza de Atenea (490 a.C.). Se exhiben también objetos de bronce. Los cascos de Milcíades y Hierón I ofrendas a Zeus. Es el que Milcíades llevó en la batalla de Maratón (490 a.C.) Al lado se expone un casco asirio, botín de esa misma batalla. El casco ofrecido por Hierón celebra su victoria contra los etruscos en la batalla de Cumas (474 a.C.). Una cabeza de ariete de bronce encontrado cerca del muro oeste del estadio? data de la primera mitad del siglo V a. C. y está decorado con una cabeza de carnero.

5. Sala central. Frontones y metopas del Templo de Zeus

Aquí se exponen los frontones, 42 estatuas en total, y metopas del Templo de Zeus. Los frontones se esculpen al final de la construcción del templo 457-456 a.C. Son las primeras obras del periodo clásico del arte griego. Pausanias atribuye el frontón oriental a Peonio y el occidental a Alcámenes, pero ahora hay acuerdo que son obras de un único autor al que se le llama Maestro de Olimpia.

Todas las estatuas son de mármol pario, salvo la del frontón oeste, que son mármol pentélico, signo de una restauración durante la antigüedad. Diversas trazas de color muestran que los frontones estaban policromados.

  • Frontón oriental    

 

 

Es de 470 a.C. - 456 a.C. Tiene 26.39 metros de largo y 3.15 metros en su punto más alto. Ninguna de las 21 estatuas está completa. No se han encontrado rastros de los carros de bronce y tampoco de las armas de los personajes. Las figuras se ordenan como se encontraron en las excavaciones. Es tema de discusión.

 

El frontón se dedica al mito de la carrera entre Enómao y Pélope por la mano de la hija del primero, Hipodamía. Se representan los momentos anteriores a la carrera, y están distribuidas de manera simétrica en torno a la figura central que es Zeus, árbitro de la carrera. A su derecha el bando de Enómao donde figuran Enómao, su mujer Estérope, su cuadriga, criados, uno ha sido identificado como Mirtilo, auriga de Enómao, y en el ángulo extremo una representación del río Alfeo. A la izquierda el bando de Pélope, al que sigue Hipodamía, su cuadriga, criados y al final una representación del río Cládeo.

  • Frontón occidental 

 

 

 

 

El frontón occidental (470-456 a.C.) mide 26.39 metros de largo y de 3.17 metros en la parte más alta. Hay 21 figuras. Está dedicado al mito de la lucha entre los lápitas de Pirítoo y los centauros de Euritión. Los personajes se distribuyen en grupos de centauros tratando de secuestrar a las mujeres lápitas mientras estas se resisten, alrededor de la figura central que representa a Apolo. En los extremos hay una serie de mujeres lápitas que asisten horrorizadas a la lucha. Los grupos más importantes son los que están alrededor de Apolo que representan, a su derecha, la lucha entre Euritión y Deidamía, recién desposada con Pirítoo, que está detrás de ellos dispuesto a golpear a Euritión, y a su izquierda otra lucha entre un centauro y una mujer lápita, tras los cuales vemos a Teseo en postura semejante a la de Pirítoo. La imagen que representa a Apolo es la mejor conservada.

 

Apolo es la figura central y tiene 3.10 metros de alto. Con la mano deercha hace un gesto de apaciguamiento. En la otra mano sostiene un arco, ahora desaparecido. A su izquierda Teseo y Pirítoo. A la derecha, el mejor preservado, está Hipodamia agredida por Euritión, al que Pirítoo se apresta a golpearle. A continuación, un hombre joven es agarrado por un centauro. La mujer lápita luce el vestido rasgado y se libera de un centauro herido por la espada de un lápita arrodillado. En el ángulo dos figuras femeninas.

  • Metopas 

 

Las doce metopas (1.50 por 1.60 metros) adornaban los frisos del templo. Estaban colocadas en grupos de seis. Representan los 12 trabajos de Heracles. Las mejores conservadas son las cuatro que representan los episodios de los Pájaros del Estínfalo; el original de la tercera metopa está en el Museo del Louvre. Son de mármol de Paros y han sido atribuidas al Maestro de Olimpia.

Sala 6. Victoria de Peonio

 

Se expone la estatua en mármol de la Niké (Victoria) del escultor Peonio fechada entre 425 a.C. y 421 a.C. Está dedicada a Zeus. La firma del artista está en el zócalo. Es un encargo de los habitantes de Naupacto y Mesenia como ofrenda por su victoria sobre los espartanos en la batalla de Esfacteria o en una de las últimas batallas de la Guerra arquidámica.

La estatua mide 2.15 metros y se econtraba sobre un pedestal de 8.81 metros al sureste del Templo de Zeus en el Altis. Se considera es la primera estatua monumental de Niké en la historia. Es también la primera representación conocida de una Niké en tres dimensiones. Hecha de mármol de Paros. Está deteriorada y le faltan las alas, el himatión (manto) que flota tras ella y el rostro. A pesar de eso se ve el movimiento que el escultor imprime a la figura que es notable. La Victoria desciende del Olimpo con las alas desplegadas y posa los pies en el suelo. Su quitón (túnica) revela sus formas y proporciones. En los brazos hay rastros de pintura. Bajo sus pies estaba un águila de la que no queda más que la cabeza. Sus alas eran de metal.

 

Sala 7. Taller de Fidias

Se exhiben herramientas del escultor Fidias. Y también moldes y utensilios que se utilizaron para la talla de la estatua de Zeus, una de las siete maravillas del mundo. En 1958 se econtró el taller que pudo ser identifcado por el hallazgo de una figura que llevaba la inscripción: “Soy de Fidias”. Hay otras piezas de la mitad del siglo V a.C. que también están firmadas por él.

Sala 8. Hermes de Praxíteles

Se expone el Hermes con el niño Dionisio una de las grandes obras de Praxíteles. Es de 343 a.C. y está hecha en mármol de Paros. Se elabora como ofrenda, para el santuario de Olimpia de parte de los eleos y arcadios, para conmemorar el tratado de paz que firman. Pausanias dice haber visto la escultura en la cella del Templo de Hera.

El conjunto escultórico representa a Hermes desnudo que descansa apoyado en un tronco de árbol mientras juega con Dioniso recién nacido, al que sujeta con el brazo izquierdo mientras le enseña un racimo de uvas que tiene en la mano derecha. Éste se ha perdido junto con el brazo cortado por encima del codo.

En la mano izquierda debió tener un caduceo, también desaparecido. El gesto de ambos es de dulzura y tranquilidad actitud que es habitual en las obras de Praxíteles. Hay restos de pintura marrón rojiza en los cabellos y en una sandalia de Hermes.

 

Sala 9. Periodo helenístico

Se exponen objetos de la época helenística fechados entre los siglos IV a.C. y I a.C. Aunque las estatuas que se ofrecieron en el santuario fueron numerosas casi todas desparecieron. Una posibilidad es que fueron llevadas para adornar Constantinopla, como sucedió con la estatua de Zeus, otra que se destruyeron a causa del edicto de Teodosio II, después de unos terremotos, o bien que se usaron en los hornos de cal en los siglos siguientes. Se pueden ver en esta sala, además de cerámicas, una estatua pequeña y alargada que se  identifica con Dioniso (IV-III a.C.), una escultura de mujer sentada (siglo I a.C.), una cabeza de Afrodita y fragmentos de estatuas y de edificios como el Leonideo y el Filipeo.

Sala 10. Ninfeo

Aquí está la primera parte de la colección romana del museo. Las estatuas provienen del ninfeo erigido por Herodes Ático y su esposa Apia Annia Regila, en 160, para solucionar el problema de abastecimiento de agua al santuario. En un lado las estatuas, más o menos completas, del nivel superior de la fuente están dispuestas en forma de arco, recordando la forma original del monumento.

Representan la extensa familia de Herodes Ático: la cabeza de Marco Atilio Metilio Bradua (abuelo de Regila), el cuerpo sin cabeza de Regilo (hijo de Herodes y Regila), Atenes (hija menor de Herodes), el cuerpo descabezado de Tito Claudio Ático Herodes (padre de Herodes Ático); una estatua central de Zeus, copia en mármol de un original de bronce del año 430 a.C.; una estatua femenina sin cabeza del estilo “Gran herculanea” e identificada como la de Regila; la estatua también acéfala de Apío Annio Trebonio Gallo (padre de Regila); Atilia Caucidia Tertula (perteneciente también a la familia) y Elpinice (hija mayor de Herodes).

En el centro de la sala, como en el centro del estanque superior de la fuente, hay un toro de mármol con una inscripción que señala había sido dedicado a Zeus por Regila, esposa de Herodes y sacerdotisa de Deméter Kharmine. En el lado opuesto de la sala, junto a las ventanas, se exponen las estatuas del nivel inferior del ninfeo, que representan a los miembros de la familia imperial: la estatua sin cabeza del emperador Marco Aurelio, que estaba erigida en un naiskos (del cual también proviene un capitel corintio expuesto en la misma sala); Faustina la Mayor (mujer de Antonino Pío); Faustina la Menor (hija de Antonino Pío y mujer de Marco Aurelio); una estatua de mujer joven que podría representar a Galeria Lucila o Annia Aurelia Galeria Faustina, hijas de Marco Aurelio; la cabeza de Lucio Vero de joven. Se puede contemplar también una estatua completa de Marco Aurelio, una estatua de Adriano y una estatua acéfala identificada como Herodes Ático, proveniente también del naiskos.

 

Sala 11. Periodo romano: Metroo y Hereo

El Metroo es un pequeño templo dórico situado en el Altis entre los tesoros y el Templo de Hera. Fue dedicado a Cibeles en el siglo IV a.C. y transformado en época romana en templo de Augusto y Roma. En la pequeña sala se exponen partes de estatuas del edificio donde se encontraba la figura de Agripina la Menor, madre de Nerón, en calidad de sacerdotisa, con la cabeza cubierta con su himatión, y del emperador Tito. Y partes del Templo de Hera (Hereo) (II d.C.): una estatua de un noble eleo no identificado, una estatua de Popea Sabina (segunda esposa de Nerón) y una estatua de Domicia Longina (mujer de Domiciano).? Hay utencilios y objetos romanos del siglos II a.C.-III d.C. Estupendos vidiros del siglo I-III a.C.

Sala 12. Últimos años

Está dedicada a los últimos siglos del santuario. Se exhiben vasos y utensilios domésticos de terracota, objetos de bronce y otros metales como hachas, picos, layas o martillos, que cubren el periodo del siglo II a finales del siglo VI y principios del siglo VII cuando el santuario es definitivamente abandonado. Los objetos descubiertos en las excavaciones del cementerio romano de Frangonissi, a dos kilómetros al este de Olimpia, utilizado del siglo I al IV, se exponen aquí: joyas, juguetes (muñecas y figurillas de animales), y sobre todo vasos de vidrio y un enócoe del siglo V a.C. Los últimos objetos cronológicos y museográficos son jarras de terracota, hechas a mano y producidas por tribus eslavas establecidas en la región en los siglos VII y VIII.

Comentario

Es un museo extraordinario. Cada sala tiene piezas de enorme valor del arte griego y universal. La gran mayoría de estas se han encontrado en las excavaciones arqueológicas del sitio. Hay objetos desde la fundación de la ciudad hasta ya avanzada la época romana. Se encuentran obras extaroardinarias del período arcaico y clásico, pero también del helenístico y el romano.

En el conjunto de las piezas sobresalen los frontones y metopas del templo de Zeus, la Victoria de Peonio y Hermes con el niño Dioniso de Praxíteles. Los especialistas están de acuerdo en señalar que la colección de bronces es la más importante del mundo.

La museografía y la iluminación es muy buena y eso hace que las piezas luzcan mucho. Hay grandes espacios, para que éstas se pueden ver a la distancia y así gozar de cada una de ellas. La visita es una experiencia única. Es algo que se debe ver por lo menos una vez en la vida. Disfruté mucho el recorrido. Es, entre otras cosas, estar presente frente a la obra original que uno ha visto muchas veces en reproducciones y láminas.

La vida y el pensamiento de Dietrich Bonhoeffer

Rubén Aguilar Valenzuela 

De Robert Coles, profesor emérito de la Universidad de Harvard, es la edición y la introducción de Escritos esenciales (Editorial Sal Terrae, 2001) que reúne texto del pastor y teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), que fue asesinado por el régimen fascista en Alemania.

Coles en la introducción hace un recorrido por los momentos claves de la vida de Bonhoeffer, pero sobre todo se centra en el proceso personal que vive a la llegada de los fascistas al gobierno de su país y la ruta que sigue en contrario del alineamiento de la iglesia luterana al nuevo gobierno.

El texto se divide en ocho capítulos, que son una selección de textos escritos por Bonhoeffer en diferentes etapas de su vida:

El primero. Es una conferencia de 1928 cuando ocupa el cargo de vicario de la comunidad luterana en Barcelona, que es su primera misión, una vez que termina su tesis de doctorado. En ella habla de Jesucristo y la esencia del cristianismo.

El segundo. Contiene la introducción a la obra ¿Quién es y quien fue Jesucristo?, Christologie en la versión alemana, que es un curso de cristología que impartió en 1933 en el mismo año que Adolf Hitler se convierte en el canciller de Alemania.

El tercero. Son fragmentos del texto El precio de la gracia, Nachfolge en la versión alemana, que se publica en 1937. Es la obra más radical de las que se conocieron en vida del autor. En ella manifiesta su preocupación por la naturaleza idolátrica del Estado nazi y también por los compromisos de los supuestos cristianos alemanes que sustituyen la obediencia a la cruz por la lealtad al régimen.

El cuarto. Es un capítulo de la obra Vida en comunidad, Gemeinsames Leben en la versión alemana, donde da cuenta de la experiencia de vida comunitaria, que él encabeza entre 1935 y 1937. Esto ocurre en el seminario que establece con el objetivo de formar pastores para la Iglesia confesante. La obra se publicó en 1939. Para Bonhoeffer la formación de los seminaristas no sólo debería centrarse en los estudios académicos sino también en la oración, la formación espiritual y la reflexión sobre la escritura. En 1937, el seminario fue clausurado por la Gestapo.

El quinto. Son cartas circulares que Bonhoeffer escribe después del cierre del seminario de la Iglesia confesante. En ellas trata de animar a los hermanos dispersos, para que no se desanimen, pese a la creciente opresión del régimen, y mantengan el coraje, la fe y la esperanza.

El sexto. Son fragmentos de su obra Ética, Ethik en la versión alemana, que se publicó de manera póstuma en 1949. Bonhoeffer trabajó años en este texto. Es una de sus obras más importantes. Cuando fue arrestado por el régimen fascista la obra se quedó en fragmentos y sin el armado final. Después de terminada la guerra este trabajo lo hizo su amigo Eberhard Bethge.

El séptimo. Son reflexiones, para un reducido grupo de amigos que conspiran contra Hitler y algunos miembros de familias involucradas en un complot contra el dictador. El nombre es Después de 10 años. Balance del tránsito al año 1943. Un ejemplar se conservó debajo de las tejas de la casa de los padres de Bonhoeffer en Charlottenburg. El texto se incluye en Resistencia y sumisión que es una obra póstuma.

El octavo. Son cartas y apuntes escritos entre 1943 y 1945 en las diversas cárceles donde estuvo preso. Éstas forman parte Resistencia y sumisión. Son cartas escritas a su amigo Eberhard Bethge y hay una a su madre.

Del pastor y teólogo dice Coles en la introducción: "El corazón del legado espiritual que Bonhoeffer nos dejó no se encuentra en sus palabras y sus libros, sino en la forma que empleó su tiempo en la tierra, en su decisión de vivir como si el Señor fuera un vecino y un amigo, una constante fuente de coraje e inspiración, una presencia tanto en los afanes como en las alegrías, un recordatorio de las obligaciones y afirmaciones del amor y también del significado decisivo de la muerte (pues la manera en que morimos manifiesta como hemos vivido quiénes somos)".

Y añade que "Bonhoeffer abandonó la destreza en el lenguaje, la brillantez en la formulación abstracta; renunció a los juramentos, las promesas, declaraciones y argumentaciones a favor de su confesión religiosa. Al final llegó hasta todos nosotros que ansiamos hambrientos y sedientos, la gracia de Dios. Y -eso es lo que yo creo-, sin darse cuenta (¿cómo podía ser de otra manera?) inconscientemente, se convirtió en su testigo y receptor. El don espiritual que nos hizo es, especialmente su vida. Los principios que estudió y debatió en sus escritos gozan de autoridad por la manera en que vivió su vida".

Bonhoeffer, después de que Hitler toma el poder, es muy consciente de que las posiciones que toma y predica lo pueden llevar a la muerte. Sabe que se puede acomodar como lo ha hecho la iglesia luterana en bloque y que por eso no será mal visto y más bien recibirá el aplauso. Su ética y su manera de entender el Evangelio y el seguimiento de Jesús no se lo permiten. No puede ceder ante el poder. Hacerlo es traicionarse a sí mismo y también en lo que cree. Bonhoeffer me impresiona mucho y su pensamiento sigue vigente. Su reflexión y sus obras conserva su actualidad. Van a lo más hondo del ser humano.

Escritos esenciales
Dietrich Bonhoeffer
Editorial Sal Terrae
Santander, 2001
pp.169

 

Versión original: Dietrich Bonhoeffer Writings Selected, Introduction by Robert Coles, Orbis Books, Maryknoll, Nueva York, 1998. Traducción de los textos originales no publicados previamente al español de Ramón Alfonso Díez Aragón. Primera edición en español 2001.

 

La avaricia por el oro

Rubén Aguilar Valenzuela 
El director español Agustín Díaz Yanes filma Oro (España, 2017) a partir de un breve relato inédito de Arturo Pérez Reverte. Los dos ya habían trabajado juntos en la película Alatriste (España, 2006) cuando el director lleva al cine al personaje creado por el novelista que se mueve en la España del siglo XVII.
 
En esta ocasión la historia se sitúa en el siglo XVI en América. Un grupo de conquistadores va a la búsqueda, dentro de la selva, de una ciudad que dice la leyenda está construida toda de oro.

Los expedicionarios son hombres, pero en el grupo hay dos mujeres. La esposa de quien hace cabeza y la compañía de ésta. Las escenas de la selva están filmadas en Panamá.

A lo largo de la ruta los integrantes del grupo se enfrentan a los ataques de las comunidades indígenas, a la selva y los animales que la pueblan, pero sobre todo a la violencia entre ellos mismos. Se matan, sin más, por distintas y triviales razones.

Los 40 integrantes de la expedición salen del imaginario Puerto Cristo para adentrarse a la selva a las órdenes de Gonzalo de Baztán (José Manuel Cervino). El viaje dura 72 días y al final solo quedan dos con vida. Ellos pueden constatar que la leyenda es solo leyenda. No hay la tal ciudad.

El relato de Pérez Reverte es una ficción inspirada en textos del siglo XVI escritos por los conquistadores. En la película el licenciado Ulzama (Andrés Gertrudix) es el encargado de escribir el diario de la expedición, mismo que da lugar a contar la historia.

La avaricia por el oro guía el comportamiento de todos los integrantes del grupo. Por él están dispuestos a morir y matar. El realismo que le imprime el director sobrepasa la propia realidad. El sudor, la sangre y la muerte son los y protagonista de la película.
 
Lo mejor es la fotografía que está bien cuidada y los paisajes naturales que registra la cámara. La narración es plana y le falta estructura dramática y profundizar en la caracterización de los personajes. Los actores sobreactúan. La película no me dijo nada y no me gustó.
 
Oro
Título original: Oro
Producción: España, 2017

Dirección: Agustín Díaz Yanes
Guion: Agustín Díaz Yanes de una historia de Arturo Pérez Revert.
Fotografía: Paco Femenía
Música: Javier Limón
Actuación: Raúl Arévalo, Óscar Jaenada, José Coronado, Bárbara Lennie, Juan José Ballesta, Antonio Dechent, José Manuel Cervino y Amaruk Kayshapanta.

El presidente, la sociedad y el COVID-19

Rubén Aguilar Valenzuela  
El gobierno carece de credibilidad en la información que proporciona sobre el COVID-19. El 53.5 % piensa que existen más enfermos de los que reconoce el gobierno y solo el 26.4 % dice que el número es correcto (Consulta Mitofsky, 25.03.20)

De acuerdo a una encuesta de Reforma (24.03.20) el 42 % si le cree al presidente cuando habla del COVID-19, pero el 41 % no le cree. Sobre el tema la población está dividida en partes iguales. El presidente debería, para el caso, tener niveles de credibilidad superiores al 80 %.

La mayoría, el 46 %, piensa que el gobierno no habla con la verdad en el caso del COVID-19 contra el 39 % que considera sí lo hace. El 46 % asegura que el gobierno ha actuado a tiempo contra el 44 % que dice no lo ha hecho.

Para el 51 % de la población el gobierno no está tomando las medidas necesarias, para hacer frente a la crisis frente al 41 % que dice sí lo está haciendo.

El 81 % de la población piensa que el presidente debe de suspender todos sus eventos públicos y sólo el 11 % que los debe continuar. El mandatario actúa en contra de lo que estima la gran mayoría de la población.

Y por lo mismo si el presidente se infectara, el 55.1 % de la ciudadanía dice que sería por no atender a las recomendaciones, para enfrentar la pandemia y 20.9 % por mala suerte como le puede pasar a cualquiera, de acuerdo a Consulta Mitofsky.

El 56 % de la ciudadanía considera que el sistema de salud no está preparado para enfrentar la crisis contra el 39 % que dice sí lo está, según Reforma.

A un alto porcentaje de la población, el 79 %, le preocupa que a él o su familia puedan contagiarse con el COVID-19 contra el 20 % que no le preocupa. El 62 % no ve posibilidades de contagio y el 29 % sí.

El 62 % de la población ha modificado su vida cotidiana a raíz de la pandemia. El 71 % ha dejado de saludar de beso, el 66 % ya no saluda de mano, el 58 % ya no va a restaurantes y bares y el 48 % ha cancelado su asistencia a eventos.
 
Para el 46 % de la población el mayor impacto de la pandemia a nivel mundial será una crisis económica, para el 22 % el número de miles de muertos y para el 26 % ambos casos.

El 91 % de la ciudadanía considera que la crisis del COVID-19 va a afectar su economía familiar en la encuesta de Reforma y el 52.1 % que la afectación será mucha, según Consulta Mitofsky.

La mayoría de la población, el 56 %, no sigue las conferencias de prensa del gobierno sobre el tema y 44 % sí lo hace. A principios del mes no lo hacía el 73 %. Han aumentado las personas que sí les ponen atención.

Estas dos encuestas registran la visión de la ciudadanía al final del mes de marzo. Es altamente probable que en los próximos días se modifique lo que la sociedad piensa. El gobierno debería estar muy atento a lo que considera la ciudadanía y hacer caso a lo que esta plantea.  
 

La comunicación del gobierno ante el COVID-19

Rubén Aguilar Valenzuela

Al problema objetivo de la pandemia COVID-19 se añade la equívoca y contradictoria política de comunicación del gobierno, para enfrentar la crisis. De entrada, ubico siete grandes errores:

Dos conferencias, para hablar del mismo tema. La de las 19.00 y la mañanera del presidente. El vocero oficial del tema, el subsecretario de salud, encabeza la de la tarde, pero también está presente, con frecuencia, en la de la mañana. En la primera actúa como técnico y en la segunda como político. El mismo se contradice y sabotea. Y el presidente siempre mal informa sobre el tema y sabotea la comunicación oficial y sus orientaciones.
El esfuerzo constante del discurso del presidente y de los funcionarios del sector salud, por minimizar la gravedad del COVID-19 y de los efectos que pueda tener. Esto provoca entre los especialistas, los medios de comunicación y la sociedad, dudas y sospechas. La idea que comunica del gobierno no es la de tranquilidad sino de que algo esconde y transmite, lo quiera o no, la sensación de que las cosas son peores a lo que dice.
El mensaje vacío del presidente de que el país está preparado, para resolver el problema de salud y el económico. Frente a los datos objetivos los discursos del presidente suenan demagógicos y de vulgar propaganda política que son ajenos a la realidad y a la visión que tienen los especialistas, los medios de comunicación y lo que la sociedad percibe.
Los mensajes tímidos y confusos de las autoridades, nunca una definición contundente, sobre la etapa en la que se está y lo que debe hacerse. Esta ambigüedad sistemática provoca desconfianza y desconcierto entre los especialistas, los medios de comunicación y lo que la sociedad percibe. Los gobiernos de los estados y la sociedad han decidido tomar medida por su cuenta al margen de lo que diga el gobierno.
La idea instalada en el imaginario público, no son buenos argumentos, de que los otros países en todo el mundo se toman medidas que las autoridades mexicanas se niegan a implementar. Entre otros temas está el número de pruebas, para detectar el COVID-19, el cierre de fronteras, la suspensión de vuelos y los cercos sanitarios. El gobierno no ha sabido contrarrestar esta visión.
La actitud del presidente quien con sus acciones y discursos sabotea las normas de sanidad que su propio gobierno ha establecido. Por la vía de los hechos dice que éstas valen, para los otros sectores de la vida nacional, pero no para él. Al parecer el mensaje mesiánico que quiere transmitir es que él está por encima de esta contingencia y es invulnerable.
Las recomendaciones del presidente. No invita a la población a cumplir con las normas de salud y ser especialmente cuidadoso sino en una posición obscurantista y contraria a la ciencia promueve se confíe en la magia y en el uso de amuletos protectores.

Las semanas pasan y no se ve que de parte del presidente y de los funcionarios exista una autocrítica a la manera como se comunican, para hacer las modificaciones correspondientes. Todo señala, piensan que su comunicación está bien y es exitosa, a pesar de sus resultados, y todos los días de manera reiterada cometen los mismos errores.

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