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Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: El odio a las mujeres y la violencia ácida

Haidé Serrano

“Si no vas a estar conmigo, nunca más vas a volver a estar con nadie”. Estas fueron las palabras de Efrén García Ramírez, entonces esposo de Carmen Sánchez, antes de arrojarle ácido a la cara.

“Abrió una botella de refresco, yo creí que era eso, y me la arrojó en la cara. Me empezó a arder. Las quemaduras no duelen, arden. Era un ardor horrible y empecé a darme cuenta cómo mi cara y mi cuello, en segundos, empezaron a crecer. Era un dolor terrible. Luego salió de la casa rapidísimo, yo me quedé gritando y mis hermanas llegaron a auxiliarme, no sabían qué era lo que me había arrojado. Se me pegó, no se podía quitar, por más que me enjuagaba. Incluso cuando llegue al hospital me lo trataban de quitar con mangueras de presión, pero no se quitaba”, relata Carmen Sánchez sobre la agresión de quien fuera su esposo y padre de sus hijos, Efrén García Ramírez, quien hace unos días fue sentenciado de manera ejemplar a 46 años de cárcel por este delito.

La justicia llegó nueve años después. Sin embargo, esta sentencia es muy relevante. Es la primera en México y América Latina en su tipo. El agresor fue enjuiciado por feminicidio en grado de tentativa. Y se sienta un precedente para otros agresores que se atrevan a cometer este delito.

También conocida como “violencia ácida”, esta tiene una carga de odio extremo hacia las mujeres. Las consecuencias de un ataque como este son gravísimas, como la muerte; si la víctima sobrevive, puede perder extremidades y tener cicatrices de por vida. Por si fuera poco, el impacto económico es enorme; las cirugías, medicamentos y atención médica son especializados y carísimos, lo que dificulta la recuperación. Además de las secuelas psicológicas, la vida nunca vuelve a ser la misma.

No hay cifras oficiales sobre el número de mujeres que han sido atacadas con ácido en México, sin embargo, una solicitud de transparencia hecha por Milenio a las autoridades de salud indica que: “Al menos 3 mil 354 mujeres han sido víctimas de ataques con ácido en México durante los últimos 12 años. Entre 2010 y 2022, en promedio, 270 mujeres por año fueron ingresadas a algún hospital del sector salud federal tras ser blanco de agresiones con sustancias corrosivas, o productos químicos; en la mayoría de los casos este delito fue perpetrado por hombres.

“Sin embargo,el cálculo se queda corto, pues no se tiene información certera sobre los hospitales estatales y privados o de las mujeres que decidieron no ser atendidas.”

En conmemoración de María Elena Ríos, la saxofonista originaria de Oaxaca, quien fue atacada con ácido en 2019, se creó la iniciativa Ley Malena, que propone que esta violencia sea reconocida como feminicidio en grado de tentativa. Las reformas a las leyes prevén sanciones mayores y reparación de daños a las víctimas, cosa que hoy no existe.

El odio a las mujeres tiene una de sus expresiones más extremas en los ataques con ácido. Hemos avanzado, pero falta mucho. La resiliencia de las mujeres nos da esperanza. Como la de Tina Turner, quien confesó en su autobiografía: “Una vez me arrojó café caliente a la cara provocándome quemaduras de tercer grado”, un ejemplo de la violencia que vivió a manos de su esposo, Ike Turner. Ella escapó, reinició su vida y su carrera. Para las mujeres que viven relaciones con hombres violentos, mentirosos, infieles, Tina Turner dejó la siguiente frase: “No tengas miedo, nada puede ser peor de donde estás ahora mismo”. Vivirás en nuestra memoria, Tina.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: El engaño pederasta o grooming

Haidé Serrano

Hay que hablar del grooming o engaño pederasta. Sasha Sokol ha puesto en los titulares de los medios este abuso, en que las niñas y niños son quienes están en mayor riesgo; más ahora con el acceso fácil e inmediato que se tiene a internet. A las numerosas puertas abiertas que tienen los pederastas para acercarse a todas las personas. Porque lo digital es igual de real que lo presencial.

La definición de la página del gobierno federal señala que el grooming o engaño pederasta es: “Es cuando un adulto mediante engaños y mentiras se gana la confianza y establece algún tipo de amistad con una niña, niño o adolescente a través de Internet, ya sea vía redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, correo electrónico, entre otros, con el fin de obtener imágenes o videos con connotación o actividad sexual. Estas imágenes o videos están destinados al consumo de pederastas o a redes de abuso sexual a menores con el objetivo de llevar a cabo abuso y/o explotación sexual o prostitución infantil.”

Sasha Sokol dijo sobre la relación de abuso con Luis de Llano: “Estar con él me hacía sentir una niña especial, vista; porque el personaje al que todos a mi alrededor admiraban, aplaudían y respetaban, en lugar de irse con una mujer despampanante, me había mirado a mí. No solo no rechacé sus avances, aún con miedo y nervios, sin entender bien qué significaban, los acepté porque me hicieron sentir bien. Como otras víctimas de un abuso sistemático, tardé mucho tiempo en tomar conciencia sobre lo que viví.”

Luis de Llano estableció con ella una relación de abuso, asimétrica e ilícita, cuando él tenía 39 y ella 14 años. Hace unos días, fue condenado por daño moral, no por el delito de abuso pederasta, porque este ya había prescrito, pero sí por violentar la dignidad de Sokol, su integridad física, intimidad y honor.

Este abuso pederasta o grooming sucede en varios niveles y peligro, desde las conversaciones sobre temas íntimos y sexuales, hasta el encuentro sexual. El acosador logra establecer un vínculo de confianza y logra aislar a la víctima, separarla de su red de apoyo, de sus familiares y amigos. Desde luego, los pederastas eligen a personas especialmente vulnerables para obtener fotos, videos, videollamadas y citas presenciales.

Las voces de todas las personas importan. Pero cuando una voz famosa rompe el silencio para denunciar, ensancha el camino hacia la justicia. Les da herramientas, valor, referencias, a las personas que tienen menos recursos para acceder a su propia justicia. Y Sasha Sokol usó el poder de su voz para “visibilizar este problema y prevenir el abuso de otros menores”, como lo dijo en sus redes sociales.

La confesión y denuncia de Sasha Sokol ha tenido una ola expansiva en México, de la que veremos cambios para que la pederastia salga cada vez más de la oscuridad. Para que este delito deje de ser normal en su totalidad. Para que no se violente ni abuse más a ninguna niña y niño.

No es fácil para mujeres de renombre internacional alzar la voz en su defensa. Se exponen a un sistema feroz que puede acabar con sus carreras. A empresas con todo el poder, como las televisoras y disqueras, para aniquilar, difamar y hasta orillar al suicidio a quienes se salen del redil.

Luis de Llano deberá ahora disculparse públicamente y abstenerse de hablar sobre los hechos, además de pagar una suma económica que está por establecerse.

“Todas las víctimas merecen ser tratadas con respeto. Todos los abusadores deben ser juzgados implacablemente. Sólo entonces, México dejará de ser uno de los países con más casos de abuso infantil. Espero que mi voz y mi historia sirvan para que así sea”, concluyó Sasha Sokol en la entrevista que le dio a Elena Reina de El País.

Las cosas van cambiando. Ladrillo a ladrillo, vamos derribando el obelisco del patriarcado. Gracias Sasha Sokol.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Calladitos se ven más machitos

Haidé Serrano

Hace unos días circuló en redes sociales el audio de una conversación entre dos jóvenes de Mérida, Yucatán. Es una charla sobre lo que pasó la noche anterior. Intercambian puntos de vista sobre cómo uno de los dos golpeó a su amiga, en la calle, en público. Cómo llegó otra joven a defenderla. También, cómo el amigo del agresor se excusa por no haber intervenido porque también le tocarían los golpes. Son estudiantes universitarios.

Sobre las agresiones hacia la joven, quien al parecer fue su novia, al joven violentador se le escucha decir: “¡Qué bueno estuvo!, ¡me ´mama´ esa adrenalina!, ¡qué rico! Para que se eduque esa zorra de mierda”.

El joven atacante no expresa culpa ni arrepentimiento. Al contrario, incluye más expresiones de gozo e insultos a su relato. Responsabiliza a la víctima de que él se ponga así, porque “no mide” las consecuencias ni el nivel que alcanzará su ira.

También, el agresor le reclama a su amigo no haber respondido una llamada telefónica posterior al suceso. Y le advierte: “Acuérdate que los amigos son primero, acuérdate de eso”.

Este es un ejemplo de cómo funciona el “pacto patriarcal” entre los hombres, como lo definió Celia Amorós. En la modalidad de pacto de silencio, el acuerdo machista es también una solidaridad entre hombres que les asegura la continuidad de la dominación y el poder a través de la violencia. Particularmente, cuando se trata de violencia hacia la mujer.

La complicidad y silencio están en primer lugar. Esta modalidad del pacto patriarcal está incluso por encima de cualquier ley. Así, numerosos delitos en contra de las mujeres permanecen impunes. Son justificados y encubiertos por algunos hombres, y claro, con la ayuda también de algunas mujeres.

Otra evidencia pública de pacto patriarcal y del pacto de silencio entre los hombres que violentan a mujeres se hizo viral en voz del comediante Ricardo O. Realizó una transmisión donde reveló diversas violencias perpetradas por sus colegas y amigos en contra de varias mujeres. Y van desde violencia familiar, violaciones sexuales y acoso. Ricardo O. sabía de estos delitos y no denunció. Prefirió callar y ponerse del lado de los hombres agresores. Sólo ahora, cuando se sintió ofendido, dejó de encubrir a sus cuates.

“El hombre sólo guarda silencio, y el resto del trabajo lo desarrolla la ideología de la masculinidad y las instituciones patriarcales”, refiere a este respecto Roberto Garda. Y además explica que “quienes comúnmente reciben la violencia generan complicidades que reproducen las formas de dominación, y generan alianzas y estrategias para sobrevivir. Así, todos reproducen las relaciones de abuso de poder que impone la masculinidad y se convierten en tornillos y engranes del dispositivo de poder masculino.”

Las modalidades del pacto patriarcal se encuentran en diversas las relaciones, son interseccionales, interétnicas y culturales, como lo señala Amorós. Funcionan para perpetuar las desigualdades.

Tenemos una gran tarea por delante. La tienen particularmente los hombres, quienes son los actores principales de la violencia hacia las mujeres.

Calladitos no se ven bonitos, al contrario, eso los hace cómplices cotidianos. Por ello, #RompanElPacto ¡ya!

 

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Madres Buscadoras, no hay nada que festejar este 10 de mayo

Haide Serrano

“Este 10 de Mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta”, así se escuchó el clamor a lo largo de este día. En México y varias partes del mundo se celebran a las madres. Sin embargo, no todas pueden festejar. Las Madres Buscadoras viven lo indecible al no saber de sus hijas e hijos desaparecidos.

Romana Rivera Ramírez ya estaba en duelo por el fallecimiento de su hijo varón, cuando su única hija Diana García Rivera desapareció. Fue en Cancún, Quintana Roo, el 22 de febrero del 2020. Romana se convirtió así en una Madre Buscadora. La desesperación por dar con el paradero de su hija, la llevó a fundar el Colectivo Verdad Memoria y Justicia. A partir de esa tragedia, se dio cuenta de los cientos de madres que están buscando a sus familiares, no solo en Cancún, Quintana Roo, sino en todo México.

Según datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, tan solo en este año se tiene registro de 3 mil 926 personas desaparecidas y no localizadas en México. Pero se sabe de una cifra negra porque no llega a los datos del gobierno. Se habla de más de 100 mil personas desaparecidas en el país, hasta la fecha.

Las Madres Buscadoras realizan las tareas que no cumplen las fiscalías o las policías del país. Son ellas las que efectuado en muchos casos investigaciones exitosas. Sin embargo, exponen su vida. Hace unos días, la madre buscadora Teresa Magueyal, fue asesinada. Ella era integrante del colectivo “Una promesa por cumplir” y buscaba a su hijo José Luis Apaseo, desaparecido en Guanajuato desde el 2020.

La exigencia de justicia y de verdad sostiene a estas mujeres que, con una enorme esperanza de encontrar a sus familiares con vida, realizan tareas de búsqueda, desprotegidas, cuando las autoridades debieran garantizar su protección y seguridad. Familias enteras se encuentran expuestas a la delincuencia organizada al realizar estas tareas.

“Las familias merecen protección y justica, no la muerte o la desdicha de morir sin saber dónde está su ser amado”, dijo el representante Adjunto en México de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jesús Peña Palacios, ante el asesinato de Teresa Magueyal.

Este 10 de mayo, miles de Madres Buscadoras se manifestaron en varias partes del país para exigir justicia. En la Ciudad de México, se realizó la XII Marcha de la Dignidad Nacional, Verdad y Justicia para las Víctimas de Desaparición Forzada. En Cancún, las Madres Buscadoras de Quintana Roo y artistas visuales se manifestaron en la Fiscalía y pintaron murales con los rostros de sus familiares desaparecidos. El colectivo de “Buscadoras por la paz” se manifestó en Hermosillo, Sonora. El colectivo Oaxaqueños hizo lo propio en ese estado. Asimismo, en Acapulco, Chiapas y Veracruz; en Coahuila, el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos.

“No hay nada que festejar, estamos muertas en vida”, dijo Rosa Icela Velasco Acosta, madre de Christian Velasco, desaparecido desde el 2021.

Romana Rivera Ramírez señaló que la falta de empatía tanto de la sociedad como de muchas personas del servicio público es un factor que debe cambiar. Por eso, pide la participación, el voluntariado, de la gente, para dar de su tiempo y apoyar las búsquedas de las madres. Además, de compartir las fichas de búsquedas. Y a las autoridades, la exigencia es un interés mayor, que supere al permanecer sentados a la espera del “oficio” para tomar acción.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Las mujeres nacimos “para agradar”

Haidé Serrano

“Toda mujer es educada en la ley del agrado, aunque no lo sepa. Y todo varón presupone esa educación que la otra ha recibido y es consciente de ello”. - Amelia Valcárcel

“El destino de la mujer es agradar y ser subyugada”.- Jean-Jacques Rousseau

La vida de las mujeres se ha regido por un sistema de creencias y mandatos que convergen en una cosa, agradar. Un destino que se marca desde el nacimiento. Una serie de reglas que se nos imponen desde las costumbres y la cultura, y que la filósofa y escritora Amelia Valcárcel ha acuñado con el término la“Ley del agrado”.

Las mujeres vivimos regidas por la “Ley del agrado” y, la mayor parte del tiempo, no lo sabemos. Esta ley, al ser parte del sistema de lo querido y lo apreciado, como señala Valcárcel, es decir, de la costumbre, es una ley que orienta nuestra forma de ser. No es explícita, casi invisible y si se desobedece se sanciona duramente, con violencia.

“Si no agradas estás perdida. Hagas lo que quieras hacer, hazlo de modo tal que aquello ni levante sospechas ni levante cólera. Sonríe, sé sumisa, o aparéntalo. Vete por un camino lateral. La ´Ley del agrado´ exige lo siguiente de una mujer: Cállate. Esa es la exigencia matriz. Mira y calla. Observa y ayuda. ¿A quién? A los tuyos, no a otros. Apiádate. ¿De quién? De los tuyos, no de otros. Es una muy dura ley y es verdad que es una ley de las tinieblas”, señala Valcárcel.

La educación, tanto en la casa, la calle, los medios, la escuela, es el instrumento principal para inculcar las diversas expresiones del agrado. Se crean así una serie de mandatos orientados a agradar, ¿a quiénes? No a nosotras, NO, desde luego. ¡A los hombres!

Las mujeres que se rebelan a los roles impuestos por el patriarcado, por ejemplo, que salen del ámbito privado para participar en el público. Las mujeres que ejercen su ciudadanía y sus derechos. Esas mujeres saben que desafían la “Ley del agrado” serán sancionadas por la sociedad machista con violencia en cualquiera de sus modalidades. Las rebeldes, las desagradables, las desobedientes, serán víctimas de feminicidios, violaciones, desapariciones, ataques con ácido, golpes, entre más ejemplos.

Las mujeres que no obedecen la “Ley del agrado” también son aquéllas que se niegan a “servir” a la sociedad contra la exigencia de ser madres. Las que eligen vivir su sexualidad en libertad. Las que renuncian a “adornarse” como objetos para el consumo masculino. Las que estudian algo que solo es “para hombres”. Las que tienen preferencias sexuales que escapan a la heteronormatividad. Esas mujeres ya no son agradables.

Tampoco son “damas” las que participan en política,“no se ven bonitas”, porque no se quedan calladas. “Deberían quedarse en casa cuidando a los hijos y al marido”, vociferan las y los machistas. Insultan a quienes protestan en las calles por los derechos de las mujeres y les llaman “feminazis”. Se vuelven mujeres fastidiosas porque gritan y hacen pintas en las calles.

Queremos agradar también en la cama. Casi el 70 por ciento de las mujeres que han participado en encuestas ha dicho que alguna vez ha fingido un orgasmo.

Atendemos la “Ley del agrado” incluso cuando no defendemos nuestros puntos de vista ni ideas o proyectos, porque no queremos ser la “conflictivas, no queremos parecer antipáticas y que nos señalen como las que siempre molestan. Mucho menos que nos califiquen con ese otro insulto machista tan cotidiano: las “mal co3$%&” o “mal atendidas” en la cama.

O bien, cuando la pareja nos ha pintado el cuerno y preferimos no hacer una escena o escándalo. Porque una dama sabe cómo comportarse, es decir, no hace olas. Los alborotos son para las fastidiosas, las que no agradan.

“Doy total preferencia a las mujeres casadas [...] son esmeradas y dóciles [...] y están obligadas a llegar hasta el límite de sus fuerzas para hacer frente a las necesidades de la vida. (Declaraciones de un patrono inglés, 1844)”

Esa “Ley del agrado” está en nuestro ADN. Para Amelia Valcárcel está en nuestra alma. Lo terrible es que esto de agradar nos sale “naturalito”. Tenemos tantas ganas de agradar que muchas veces lo hacemos sin pensarlo, sin que nos lo pidan. La filósofa Ana de Miguel dice que la “Ley del agrado” nos rige a las mujeres, igual que la gravedad rige a los planetas.

Y lo que es peor, esta ley va totalmente en contra de nosotras, de nuestra libertad, de nuestros intereses, de nuestra economía, de nuestra salud física, emocional y mental.

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