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Alice Guy Blaché: La directora de cine que la historia borró

Haidé Serranoo 

Alice Guy Blaché está considerada como la primera mujer en dirigir una película narrativa en la historia del cine, es decir, una película de ficción. Es la pionera olvidada de una industria multimillonaria que hasta hoy se niega a reconocer la participación de las mujeres en las áreas más importantes. Por ejemplo, entre 2018 y 2022, las mujeres representaron solo el 26% de los directores de largometrajes en Europa.

Cuando pensamos en los pioneros del cine, los nombres de Georges Méliès y Lumière, por mencionar los más famosos, son los primeros que asoman. Pero también estaban las mujeres creando sus óperas primas, escribiendo guiones y produciendo. Alice Guy Blaché nació en 1873 en Francia y dirigió en 1886 "La Fée aux Choux" (El hada de los repollos), considerada en la historia actualizada como la primera película de ficción de la historia del cine.

A diferencia de sus contemporáneos, Alice Guy Blaché entendió el poder narrativo de este nuevo arte y creó las primeras piezas cinematográficas narradas, mismas que hoy conocemos como el cine de ficción, es decir, casi todas las películas. Fue una creadora prolífica, pues dirigió y produjo más de mil filmes, en los que experimentó con técnicas, sonidos y colores.

Además, se convirtió en una de las primeras mujeres en tener un estudio de cine propio. En 1910, fundó su propia compañía en Estados Unidos, llamada Solax. Así logró dedicarse al cine y ganar dinero para sostenerse, algo aún impensable en muchos países en esa época, sociedades en que las mujeres eran obligadas a depender económicamente de sus maridos (cosa que aún hoy prevalece).

A pesar de su enorme legado y contribuciones técnicas, Alice Guy Blaché fue borrada de la historia del cine. ¿Quiénes son los autores de la historia del cine? Pues “señoros” machistas que incluso atribuyeron su trabajo a colegas hombres.

Es reciente el reconocimiento a Guy Blaché, tomó 100 años, pero ha llegado de la mano de mujeres, feministas y autoras como Alison McMagan en su libro “Alice Guy Blaché, una visionaria perdida del cine (2008)”, quienes han asignado el lugar que merece en la historia del cine.

Parece una batalla de nunca acabar. Las mujeres están creando todo el tiempo en todos los rincones del mundo. Y el patriarcado está trabajando todo el tiempo para que esto no suceda.

Reconocer a las mujeres como Alice Guy Blaché es un acto de justicia histórica, que impacta en el presente y el futuro. Ella no solo es la madre del cine como lo conocemos, sino una inspiración para tantas otras creadoras que resisten hoy ante un sistema que les intenta callar.

Veamos películas de Alice Guy Blaché. Hay varias disponibles en la red. Y veamos cine creado por mujeres, con la conciencia de todos los obstáculos que han tenido que sortear para que su obra llegue a nuestras pantallas.
https://www.milenio.com/opinion/haide-serrano/columna-haide-serrano/alice-guy-blache-directora-cine-historia-borro

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Zuckerberg quiere más “energía masculina”

HaidéeSerrano

Las declaraciones del CEO de Meta Mark Zuckerberg sobre aumentar la “energía masculina” en el mundo corporativo han prendido las alarmas sobre más cambios que se avecinan para aumentar la desigualdad, no sólo para quienes trabajan en esa empresa sino en la moderación en las redes sociales.

La energía masculina según Mark Zuckerberg es pasar tiempo con amigos hombres y golpearse entre ellos, porque para él, la energía masculina es buena y se necesita más de ella en la cultura corporativa, especialmente el aspecto que celebra la agresión.

En los entornos laborales es fácilmente detectable esta energía asociada a los hombres. Se trata de comportamientos agresivos, deselales, machistas, sexistas, humillantes y degradantes.

Por ejemplo, la dominancia en la toma de decisiones. O bien, la simulación de la paridad o la igualdad, cuando las áreas clave, como las económicas siguen en manos de los hombres.

Están las machoexplicaciones o mansplaining, práctica común de los hombres que consiste en interrumpir o hablar por encima de las mujeres explicando lo que ellas exponían, aunque no tengan idea del tema o no sean los expertos.

El sexismo en la asignación de tareas continúa, cuando se asume que son las mujeres las que deben encargarse de tareas “menores” como organizar reuniones, tomar notas, preparar el café, pedir comida a domicilio, entre muchas más.

Los comentarios sexistas o misóginos, que van desde bromas o comentarios sobre sus cuerpos, apariencia física, forma de vestir, lo que comen o dejan de comer.

Presentar las ideas de las mujeres como propias, robar sus proyectos, o invisibilzar sus contribuciones a los mismos.

La “energía masculina” también se expresa en la resistencia a líderes mujeres, pues se sigue cuestionando las capacidades o autoridad de las jefas; además de que inhibe el ascenso de más mujeres y promueve la desconfianza hacia su liderazgo. Desde luego sucede en un ámbito de favoritismo entre hombres que perpetua las desigualdades.

Otra expresión es la normalización de la cultura laboral de horas excesivas. Desacredita a quienes priorizan un balance entre vida y trabajo, y genera una competencia que a la larga es insostenible.

Esta “energía masculina” predomina no sólo en los entornos laborales sino en el mundo entero. Las declaraciones de Zuckerberg deberían ser un llamado para cuestionar cómo estas formas tóxicas de una supuesta “energía masculina” afectan no sólo a las mujeres, sino a los hombres y la sociedad entera.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: El pacto de 70 mil hombres en Telegram

70-mil-hombres.jpgHaidé Serrano

El periodismo feminista tiene la capacidad de revelar facetas de la actualidad ocultas en el día a día, realidades que no aparecen en los medios de comunicación porque en estos predominan las agendas machistas; en otras palabras, si las redes o los medios no exponen prácticas misóginas y criminales contra las mujeres, parece que no ocurren, es decir: lo que no se nombra no existe.

Así lo demuestra la investigación de las periodistas Isabel Ströh e Isabel Beer, del equipo STRG_F de la cadena pública alemana ARD, quienes descubrieron en Telegram grupos de 70 mil hombres que compartían información sobre cómo sedar, drogar y violar a mujeres.

La investigación titulada “Manuales de violación en Telegram: destapan una red de chats sobre agresiones sexuales con decenas de miles de usuarios” revela reuniones de hombres en Telegram, quienes distribuían videos y fotos de las agresiones a sus víctimas, lo que en México está tipificado como Violencia digital.

Beer y Ströh se infiltraron en varios grupos de Telegram donde pudieron presenciar cómo los hombres ofrecían incluso a sus madres y hermanas para que otros pudieran violarlas. A lo largo de un año, las periodistas dieron seguimiento a las conversaciones que incluían consejos de cómo adormecer y agredir sexualmente a mujeres; además, proporcionaban enlaces a tiendas en línea donde poder comprar somníferos y otros medicamentos disfrazados de productos de belleza.

El reportaje de Beer y Ströh pone de manifiesto cómo las plataformas digitales forman parte de un acuerdo entre hombres para mantener la violencia en contra de las mujeres. La falta de moderación y la permisividad en estos espacios facilita la coordinación para que los hombres mantengan prácticas criminales, lejos de la justicia y en la oscuridad de la impunidad.

La pieza periodística también evidencia la cultura de violencia en contra de las mujeres, así como el pacto patriarcal entre hombres para perpetuar el control, dominación y poder sobre las mujeres; este acuerdo, en el caso de los grupos de Telegram está bastante claro, pues se comparten aprendizajes, se encubren y protegen para evitar ser descubiertos y sancionados; tienen plena conciencia de que lo que hacen es un delito y no se delatan ni denuncian.

Estas alianzas entre hombres son las que sostienen al patriarcado y sus dinámicas de violencia contra las mujeres. Mientras la mitad de la población mantenga un acuerdo para violentar a la otra mitad difícilmente las políticas públicas para erradicar la violencia contra las mujeres prosperarán.

Son los hombres quienes tienen que romper el pacto patriarcal, dejar de ser cómplices, de guardar silencio, de mirar a otro lado, avergonzarse también y, sobre todo, denunciar.

¿Hasta cuándo? Ni una menos, ni una más: exigimos un alto a la violencia ahora.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Izpilotzama, la madre del mestizaje

Haidé Serrano

Es posible que sea la primera vez que escuchas este nombre: Izpilotzama. Ella fue quien se casó con Gonzalo Guerrero, considerado el “padre del mestizaje” en México. Una versión de la historia de la colonización es que fue Guerrero antes que Hernán Cortés quien tuvo hijas e hijos en territorio mexicano.

El nombre de Izpilotzama es casi desconocido porque los relatos que conocemos se han centrado en Gonzalo Guerrero y han olvidado a quien incluso le salvó la vida. En Quintana Roo, él tiene estatuas, pinturas, calles y colonias con su nombre. Izpilotzama no tiene ninguna, sólo donde aparece con Guerrero y en muchas de esas imágenes sentada a los pies de él.

Él no decidió quedarse en tierras mexicanas, sino que naufragó en la costa cercana a Chetumal y fue capturado por las huestes de Nachan Can Siu.

Izpilotzama lo conoció siendo un cautivo. Ella era hija de Nachan Can Siu, el cacique o rey de la región. Por eso, algunos se refieren a ella como princesa. Algunas versiones cuentan que ella tenía 20 años y él 32.

Según Mario Aguirre Rosas en su libro “Gonzalo de Guerrero, padre del mestizaje iberoamericano” existe un manuscrito con las memorias de Guerrero, donde este escribió de puño y letra cómo fue su primer encuentro con Izpilotzama:

“…erase como un trono ese donde se sento Nachan Can Siu e mandome traer e tubome en pie adelante de ellos e tomaron consejo de la mi persona e llamaron a la moza la esta mi maguer e llamaronla por el su nombre qe es Izpilotzama e vinose ella con las sus mozas e subio al estrado e los viexos qe ai se estaban sentados levantaronse e agacharon las sus cabezas e ella parose xunto al Nachan Can Siu su padre e dixole su padre si tomabame por marido e señalome con la piedra larga verde qe tiene en la su mano diestra e ge tiene muchas plumas en los sus estremos a ella dixo jolom qe es si e me fizieron entender ge gerian ae yo me sometiese e fiziese a todas las sus costumbres de ellos e yo dixe muchas veces qe si jolom qe si pues vide ge asi se salvase la mi vida e no obiese con la mi persona ziguon qe esto es el sacrificio e llegose mucha gente a la aqella casa qe es la maior qe ai ay en este poeblo e oe es de adobe e de piedra mui bien labrada e cortada e la su techumbre mui alta e se esta toda llena de colgaduras de tela de muchos colores e llena de esteras el soclo e tiene 8 estanzias e dieronme de comer con las magueres mozas e mozos qe ai abia e dieronme lecho e un indio qe me sirviese qe es este xiel Sinac Siu qe enseñome a abrir las mis orexas con los estos boxeros qe vo cengo e dolime de esto muchos dias e posiome este indio Sinac los colgajos redondos verdes de piedra e canotillos de oro puro qe pesaban mucho e me dañaban.”

Fue Izpilotzama quien le salvó la vida a Gonzalo Guerrero al elegirlo como esposo (otros compañeros de Guerrero que también naufragaron fueron asesinados por los mayas). Fue ella quien con esa elección inauguró el mestizaje, pues procreó con Guerrero cinco hijos. Le dio así a Guerrero su libertad y lo convirtió en una figura relevante en su comunidad y en la posteridad.

Así como Izpilotzama, los nombres de muchas mujeres han sido sepultados por el patriarcado. “La historia es de los vencedores” reza el dicho, historias que son contadas por hombres reseñando las hazañas de otros hombres, como si el planeta sólo estuviera poblado por ellos.

Vale la pena preguntarse en cada momento de nuestro presente y nuestro pasado: ¿dónde están las mujeres?, ¿qué papel desempeñamos en tal o cual suceso? Así podremos imaginarnos o conocer el otro lado de la historia, que ha quedado oculto por los “vencedores”, donde las mujeres sí existimos, participamos y también elegimos y tomamos decisiones que cambiaron el curso de ciudades y países.

Izpilotzama es más que una referencia en el mestizaje mexicano o iberoamericano, ella es la verdadera madre del mestizaje y merece el lugar que le corresponde en nuestra historia.

@HaideSerrano es maestra en Género, Derecho y Proceso Penal y licenciada en Ciencias de la Comunicación. Dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Columnista en Luces del Siglo y Milenio. Conductora de Luces del Siglo El Podcast. Consejera del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias de Quintana Roo.

Navidades feminicidas en el paraíso

Navidades-feminicidas-en-el-paraiso.jpgHaidé Serrano

María Patrón Pat organizó protestas, bloqueó calles, incluso la avenida más importante de Cancún, la de la Zona Hotelera, y creó el colectivo de Madres Buscadoras de Quintana Roo, para presionar a las autoridades y que encontraran a su hija Francisca Mariner.

Logró que el feminicida de su hija, su pareja Ángel Conrado Salas Blanco, fuera detenido y juzgado por el crimen de la joven de 17 años, dos años después del crimen, sin embargo, este nunca quiso revelar el lugar donde Mariner podía ser encontrada.

Más de cuatro años después, María Patrón Pat fue informada por las autoridades que durante todo este tiempo los restos de su hija Francisca Mariner siempre estuvieron en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Cancún.

“Francisca estuvo cuatro años y medio en el Semefo”, dijo en un video María Patrón Pat posterior al hallazgo este 23 de diciembre. “Cuatro años y medio buscándola por todos lados y mi hija estaba allí. Le doy las gracias a la ciudadanía, a mis amigos, a los que me conocen. Gracias por ser empáticos, por entender la angustia de las madres que salen a buscar a sus hijos, por entender cuando les cerramos las calles, cuando bloqueamos la zona hotelera. Gracias por apoyarnos. Sé que a muchos les provocamos ciertas circunstancias, pero es la única manera en la que podemos presionar a las autoridades para que trabajen. Lo único que quería era encontrar a mi hija, que se hiciera justicia, porque ella no le hacía mal a nadie”.

Las festividades navideñas en el paraíso, como suelen referirse a Quintana Roo, están lejos de ser festivas y paradisiacas para las mujeres.

Este 24 de diciembre en la capital de Quintana Roo, Chetumal, fueron encontradas sin vida una niña de 9 años y su madre, ambas en su hogar. Según la prensa local, fue el padre de la niña quien las encontró y dio el aviso a las autoridades.

Igualmente, en Chetumal, en la colonia Casitas, encontraron este 24 de diciembre, en el interior de su domicilio un cuerpo en estado de descomposición; y según datos extraoficiales, los restos corresponden al cuerpo de una mujer.

El 23 de diciembre, se reportó otro feminicidio en Cozumel, cuando un ciclista descubrió el cuerpo sin vida de una mujer, arrojado a la maleza cerca de la ciclovía y detrás de un poste de concreto.

Este mismo día, en Playa del Carmen, se reportaron dos feminicidios más. Pobladores encontraron cerca del basurero de la ciudad, también conocido como Relleno Sanitario, los cuerpos de dos mujeres que presentaban huellas de tortura e impactos de arma de fuego.

El 25 de diciembre, Janeth “N”, de 33 años de edad, y su hijo de 10 años, fueron asesinados por sicarios quienes les dispararon desde una motocicleta. Transitaban en las calles de Cancún, en un vehículo donde también estaba la madre de Janeth y un bebé, quienes sobrevivieron al ataque. Janeth dejó en la orfandad a tres niños.

Otros asesinatos fueron reportados el 29 de diciembre, y hasta el momento no se ha identificado si son hombres o mujeres quienes perdieron la vida, como el de la colonia irregular Avante, en Cancún, donde hallaron un cuerpo envuelto en una cobija.

¿Hasta cuándo? Ni una menos, ni una más: exigimos un alto a la violencia ahora.

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