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Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Fiestas decembrinas y más trabajo sin paga para las mujeres

Haidé Serrano

Las reuniones son el centro de las fiestas decembrinas. Para algun@s, el encuentro de quienes han estado lejos. Son vacaciones para una gran parte de la gente. Son festejos de familias, las familias de sangre y las “elegidas”, es decir, compuestas por amistades. Como sucede en lugares como Quintana Roo, con ciudades pluriculturales y en las que convivimos personas de todo México y el mundo.

Especialmente en nuestro país, las convivencias giran alrededor de la comida. Nuestra cultura está nutrida por platillos con reminiscencias precolombinas e ingredientes de diversas partes del mundo; banquetes únicos que se preparan especialmente en Navidad.

La cena del 24 de diciembre es una de las comilonas más importantes del año. En muchas ciudades, los guisos son tan elaborados que toman días de preparación. Y también requieren la colaboración de varias personas.

Además de la comida, son días de limpieza profunda en las casas; se cree que se debe recibir el año en un entorno atildado para que el Año Nuevo llegue con sólo buenas nuevas.

Es decir, son días de mucho y mucho trabajo en el hogar. Trabajo que se suma al cotidiano. En otros casos, trabajo que se acrecienta con las niñas y niños en la casa, porque están de vacaciones en la escuela.

Y a todo esto, ¿quién hace todo ese trabajo? Pues las mujeres.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi del 2022, el 74 % de las mujeres en México realizan todos estos trabajos sin remuneración alguna, vaya sin reconocimiento; se espera que toda esta chamba la hagan las mujeres porque les toca, porque se saben las recetas, porque siempre lo han hecho, porque les sale mejor que a los hombres, “porque no trabajan, sólo están en la casa”, porque “ni modo que los hombres empiecen a estas alturas a aprender cómo se hacen los romeritos o el bacalao, pero ¡qué idea!”.

Este porcentaje seguramente no considera el factor de cómo se dispara para las mujeres el trabajo en las fiestas decembrinas. Cómo, después de preparar fiestas acordes con las fechas, con todo lo que ello implica, además tienen que limpiar todo durante y al día siguiente.

Los trabajos de limpieza del hogar, así como de la cocina, que se remuneran en México también los realizan las mujeres. Según la misma encuesta, el 91 % de este trabajo los desempeñan las mujeres. Siendo ocasiones que generan muchos quehaceres, las mujeres que realizan estas tareas en sus casas, lo hacen también en otras para ganar dinero. Aunque son fechas de vacaciones, no para ellas, porque con las presiones que hay para consumir, dar regalos, gastar en opíparas cenas, la exigencia es trabajar dobles o triples jornadas.

Y así, entre luces navideñas, buenos deseos, mensajes de amor, las mujeres siguen haciendo el trabajo que les corresponde a todas las personas integrantes de las familias. Mientras algun@s descansan, ellas trabajan sin parar. Mientras algún@s disfrutan las fiestas, ellas son explotadas y víctimas de violencia económica. Mientras los hombres celebran, las mujeres les atienden, miman, porque es lo que se espera de todas, todos y todes.

Las fiestas decembrinas son una estupenda ocasión para mirar de cerca quién hace todo el trabajo para que podamos celebrar. Y tomar acción y responsabilidad para asumir que son tareas que también nos tocan a tod@s. Es momento de dejar de beneficiarnos con el tiempo, el esfuerzo y trabajo de las mujeres, que son nuestras mamás, hermanas, hijas, primas, tías, abuelas, esposas, novias, o sea, todas las mujeres de nuestras vidas.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: "La peor enemiga de una mujer es otra mujer"

Haidé Serrano

La expresión “la peor enemiga de una mujer es otra mujer” sale a relucir profusamente en conversaciones, talleres o encuentros donde se explican y abordan la discriminación y violencia en contra de las mujeres. La mencionan todo tipo de personas. A veces, para argumentar que el machismo es, también, culpa de las mujeres. Otras, para sentir que se defienden si se sienten aludid@s. Algunas más, para retrasar el avance en la eliminación de las desigualdades.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, esa expresión está enfocada en preservar el sistema patriarcal. Un entramado cuya visión androcéntrica ha determinado un orden social donde las mujeres existen en subordinación a los hombres.

Y la frase, tramposamente, desvía el foco de la clave: el patriarcado; pone en el centro de la inconformidad de las mujeres a otras mujeres, haciendo creer que las mujeres son las únicas portadoras del orden social que juega en nuestra propia contra.

Como el caso reciente del periodista Joaquín López Dóriga, quien dio una clase de misoginia y violencia política en contra de la invitada a su programa, la candidata Clara Brugada. Y en la que expresó “Yo soy producto de la educación de mi madre” para tratar de justificar su violencia, pues la llamaba “señora” en lugar de candidata. Además de la insistencia de López Dóriga para denostar la paridad de género.

O el caso del ex presidente Vicente Fox, quien se refirió a Mariana Rodríguez Cantú, titular de Amor por Nuevo León, como “dama de compañía”, lo que es violencia política en razón de género.

Y lo expresado, hace unos días, por el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado de Quintana Roo, Heyden Cebada Rivas, en un foro en una universidad de Cancún: “Yo siempre lo he dicho (…), muchas veces, el obstáculo de otra mujer son ustedes mismas”, declaración que realizó en la inauguración, en tono paternalista, animando a las mujeres a “aprovechar el momento y capitalizarlo, porque <<es el tiempo de las mujeres>>”.

La fracción IX del Artículo 20 Ter, del Capítulo IV BIS relativo de la Violencia Política en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, señala que: «difamar, calumniar, injuriar o realizar cualquier expresión que denigre o descalifique a las mujeres en ejercicio de sus funciones políticas, con base en estereotipos de género, con el objetivo o el resultado de menoscabar su imagen pública o limitar o anular sus derechos». https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV.pdf

Las mujeres hemos nacido y crecido en el mismo sistema patriarcal que el resto de las personas. Este orden masculino nos ha inculcado numerosos prejuicios en contra de personas de nuestro mismo género que es esencial desmontar y desvelar su origen para no continuar perpetuándolos.

Todas las personas tenemos esta tarea y responsabilidad, sin embargo, son obligaciones mayores cuando quienes las expresan tienen un megáfono, son personas servidoras públicas, periodistas y, más aún, si están encargadas de la justicia; por cierto, la justicia, la gran ausente cuando se trata de las víctimas de feminicidio y de todas las violencias en razón de género en México.

De acuerdo con la investigación de Valeria Durán para Mexicanos contra la corrupción y la impunidad: “En los últimos diez años se han registrado siete mil 246 feminicidios y menos del 25% de esos crímenes ha terminado en una sentencia condenatoria. En México, la impunidad en los delitos de feminicidio es del 76 por ciento.”.

La importancia de llamarse Irinea Buendía Cortés

Haidée Serrano

Irinea Buendía Cortés es defensora de los derechos humanos y activista. En noviembre del 2022, emprendió una caravana por todos los estados de la República Mexicana para que se conozca la Sentencia Mariana Lima Buendía.

Esta sentencia es un hito en México, pues gracias a la lucha de Irinea, a su búsqueda de justicia para su hija Mariana Lima Buendía, quien fue asesinada por quien fuera su esposo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México se pronunció por primera vez sobre el fenómeno del feminicidio. Y sentó un precedente sumamente relevante para las mujeres víctimas de violencia feminicida, pues obliga a todas las autoridades a investigar cualquier muerte violenta de una mujer como feminicidio, hasta que se descarte lo contrario; así como a aplicar la perspectiva de género para resolver si existen razones de género relacionadas con su muerte.

¿Por qué Irinea Buendía Cortés, después de más de 13 años que emprendió su lucha por la justicia y de conseguir un logro tan grande continúa alzando la voz? Porque, en sus propias palabras, quienes investigan, procuran e imparten justicia NO CONOCEN la Sentencia Mariana Lima Buendía. Su propuesta es la iniciativa de ley Mariana Lima Buendía para que se investiguen con perspectiva de género todas las muertes violentas en mujeres. Y que se incluyan también los suicidios y accidentes. Además, la propuesta incluye que se sancionen a las personas servidoras públicas que obstruyan la justicia, que incurran en omisiones, que no incluyan la perspectiva de género. Porque se convierten en parte de un sistema misógino y corrupto que impide el acceso a la justicia y la verdad.

En su travesía y participación en diversas reuniones en México, Irinea Buendía Cortés ha destacado estadísticas que sustentan su propuesta: “En esos 13 años que yo me dediqué a buscar justicia por el caso de mi hija, Mariana Lima Buendía, se acumularon 165 mil 798 muertes violentas de mujeres hasta el 2022; 108 mil 584 muertes de mujeres por accidentes hasta el 2022; 40 mil 915 homicidios de mujeres en México hasta el 2022; 16 mil 209 suicidios de mujeres en México hasta el 2022. Y la fuente de esta información es SEGOB y INMUJERES Y ONU MUJERES. Y ustedes mismos o mismas pueden consultar en esa página. En donde no sabemos qué fue lo que pasó con esas carpetas de investigación. ¿Qué se hizo? Si realmente se investigó, si no se investigó. Si hubo una sentencia, si abandonaron los casos. Si quedaron en la impunidad. No sabemos qué fue lo que hicieron con esas muertes violentas que son 165 mil 798 muertes violentas de mujeres en toda la República Mexicana.”

“México está lleno de sangre. A México lo han convertido en un cementerio nacional también por las desapariciones que está habiendo y que muchas veces culminan en feminicidio. ¿Quién está desapareciendo a todas las personas que finalmente no son encontradas y que las autoridades tampoco han querido hacer absolutamente nada? (…) Nuestros hijos no son cifras, son vidas de personas que estuvieron en este espacio y que no pueden negarles esa justicia, y esa investigación que nosotras solicitamos de parte de las fiscalías, ya sea de desaparición o de feminicidios, y que el Poder Judicial no tiene la sensibilidad para poder hacer esas investigaciones. A nosotras como madres de víctimas o familiares de víctimas, nos tratan como personas liosas, chismosas, quejosas, mitoteras, que no tenemos qué hacer en nuestras casas, pero lo que queremos es saber dónde están nuestros familiares, dónde está la justicia y la justicia para los casos de feminicidios.”

Irinea Buendía Cortés está en Quintana Roo. Se presentó este miércoles en el Congreso de Quintana Roo, invitada por la diputada Mildred Ávila Vera, además de otras diputadas y diputados. La activista también realizó actividades en Cozumel y se presentará hoy en Cancún.
https://www.milenio.com/opinion/haide-serrano/columna-haide-serrano/la-importancia-de-llamarse-irinea-buendia-cortes

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Haidé Serrano

El espacio público es un espacio violento y peligroso para las niñas, adolescentes y mujeres. El acoso, los gestos y comentarios no solicitados y desagradables, tocamientos, violencia sexual y hasta el feminicidio son cotidianos en ámbitos rurales y urbanos de México. Pero el espacio público es también el megáfono para exigir un alto a la violencia, porque las calles también son de las mujeres.

Esta violencia sistémica en contra de las mujeres inhibe el goce de sus derechos humanos. Y se ha convertido en una emergencia nacional que, en lugar de disminuir, crece.

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) arrojó que, en septiembre de 2023, 67.4 % de las mujeres de 18 años y más consideraron que vivir en su ciudad es inseguro, contra un 54.1% de los hombres. El porcentaje de mujeres en Cancún es mayor, de 83.3%. Mientras que en Chetumal es de 53.9%.

Por ello, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, es la oportunidad para visibilizarla y para reforzar la exigencia al Estado y a la sociedad toda para ponerle un alto.

Este sábado se llevarán a cabo numerosas manifestaciones, muchas de ellas en el espacio público, que el patriarcado ha designado como violento para las mujeres. Este día confluyen en las calles las expresiones de millones de víctimas, el clamor de las y los deudos de miles de personas desaparecidas y quienes han muerto a manos de feminicidas y de todas aquéllas que rompen el silencio.

Las protestas en los espacios cívicos son también una recuperación de lo que a las mujeres se les ha arrebatado: la seguridad en el ámbito público. Son gritos que demandan el reconocimiento a sus derechos fundamentales y el fin a la violencia por su condición de género.

El descontento de millones de personas que se expresa cada 25 de noviembre es la voz también de quienes ya no pueden hablar ni defenderse. Pero también esa voz es una oportunidad para las autoridades, una oportunidad para escuchar. No para reaccionar ni reprimir, sino garantizar la seguridad de las personas manifestantes. Y entender su responsabilidad y de una vez por todas asumir el compromiso hacia la eliminación de la violencia contra la mujer.

También es la ocasión para que todas, todos y todes prestemos atención. Ir más allá de nuestros prejuicios y del argumento cómodo que etiqueta a las manifestantes como vándalas. Indagar cuánto formamos parte de actitudes, pensamientos y valores machistas que mantienen a millones de mujeres en situación de violencia. Y así poder comprender un poco más este problema social que nos atañe por igual. Y que afecta principalmente al 52 % de la población de este planeta.

De acuerdo con ONU Mujeres: “La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más extendida de todo el mundo. Se estima que 736 millones de mujeres —casi una de cada tres— han sufrido violencia física o sexual por parte de la pareja, violencia sexual fuera de la pareja, o ambas formas, al menos una vez en su vida. Más de cuatro de cada cinco mujeres y niñas (el 86%) viven en países sin una sólida protección legal o en países que no disponen fácilmente de los datos.”

¡Participa activamente para eliminar la violencia en contra de las mujeres este 25 de noviembre y todos los días del año!

@HaideSerrano dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo, una plataforma sobre feminismo, perspectiva de género, igualdad, derechos humanos y paz. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Columnista en Luces del Siglo y Milenio. Conductora de Luces del Siglo El Podcast. Licenciada en Comunicación y maestra en Género, Derecho y Proceso Penal.

Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo: Hablemos de violencia económica hacia las mujeres

Haidé Serrano

La violencia económica hacia las mujeres es una de las violencias menos identificadas y más frecuentes. Según la más reciente Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), 8 de cada 10 mujeres de 15 años y más dijeron haber sido víctimas de algún tipo de violencia, y el 30 por ciento de ellas señaló haber sido víctima de violencia económica. Sin embargo, pienso que ese 30 por ciento es en realidad porcentaje mucho mayor y que puede alcanzar el 100, dado que las mujeres no saben que han vivido este tipo de agresión numerosas veces y en circunstancias diferentes a lo largo de sus vidas.

La violencia económica es: “Toda acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral.” (LGAMVLV, Artículo 6, Fracción IV, 2007).

La razón principal que mantiene a las mujeres en una situación de discriminación y desigualdad es que están confinadas al espacio doméstico, es decir, se encuentran desempeñando tareas del hogar y de cuidados sin recibir ninguna remuneración por este trabajo.

En México, las mujeres dedican 43 horas a la semana al trabajo no remunerado del hogar, en comparación con 15.9 horas a la semana que dedican los hombres; esto es 2.3 veces más que los hombres (México cómo vamos 2021).

En nuestro país, las tareas del hogar y de cuidados alcanzaron un valor económico de 6.8 billones de pesos en 2021.

Esto significa que las mujeres aportaron 2.6 veces más valor económico que los hombres por su trabajo no remunerado.

“Las mujeres no pueden lograr la igualdad en el lugar de trabajo si están en una posición desigual dentro del hogar. Eso implica lograr condiciones equitativas y asegurarse de que el hecho de tener hijos o hijas no impida a las mujeres participar plenamente en la economía y hacer realidad sus esperanzas y aspiraciones”, declaró Carmen Reinhart, Vicepresidenta Sénior y Economista en Jefe del Grupo Banco Mundial.

Aparentemente, cada vez más las mujeres participan de la economía remunerada. Pero si se miran más de cerca las estadísticas, de acuerdo con la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del Inegi, en el primer trimestre del 2022, se registró que las mujeres participaron del 45.6% del sector laboral, un indicador que lleva 10 años estacado. Y la razón principal es la desigualdad en los hogares que les impide a las mujeres su pleno desarrollo.

@HaideSerrano dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo, una plataforma sobre feminismo, perspectiva de género, igualdad, derechos humanos y paz. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Columnista en Luces del Siglo y Milenio. Conductora de Luces del Siglo El Podcast. Licenciada en Comunicación y maestra en Género, Derecho y Proceso Penal.

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