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¿El papa Francisco va a renunciar?

Rubén Aguilar Valenzuela
La muerte del papa emérito Benedicto XVI, el pasado 31 de diciembre, ha despertado todo tipo de especulaciones sobre la posibilidad de la renuncia del papa Francisco. El 11 de febrero de 2013, Benedicto sorprendió al mundo cuando anunció que dejaría su cargo el 28 de febrero del mismo año, por razones de salud y avanzada edad. Nacido en 1927, fue nombrado papa el 19 de abril de 2005, cuando tenía 78 años. Presentó su renuncia a los 85 años y vivió como papa emérito una década, más tiempo del que duró su papado; al morir había cumplido 95 años.


Ilustración: Fabricio Vanden Broeck
 
 
La renuncia anterior a la suya ocurrió en 1415, cuando el papa Gregorio XII (1406-1415) dejó su cargo para poner fin al Cisma de Occidente, un periodo en el que tres religiosos se asumían como papas legítimos. De acuerdo al Derecho Canónico de la Iglesia católica, el cargo de papa es vitalicio y dura hasta la muerte del pontífice. En los más de 2000 años de la historia del papado solo se han dado seis o siete renuncias.
 
El papa Francisco tenía 76 años cuando el cónclave de cardenales lo nombró líder de la Iglesia el 13 de marzo de 2013. El pasado 17 de diciembre cumplió 86 años. La situación de Francisco no es la misma que aquella que Benedicto enfrentaba al momento de su renuncia. En esa época los burócratas de la Curia Romana, por la vía de los hechos, conducían los destinos de la Iglesia. Francisco inició el proceso de transformación de la Curia apenas asumida su responsabilidad, para devolver al papa su autoridad plena, que se había perdido en los últimos años del papado de Juan Pablo II. En los ya diez años de su pontificado ha sufrido los embates de los sectores más conservadores de la Iglesia, en particular algunos obispos de Estados Unidos, pero ha continuado con su proyecto de cambio.
 
En agosto del año pasado, Francisco citó a los cardenales en Roma para explicar y analizar la operación de la nueva Constitución Apostólica (Praedicate Evangelium) en la que el Vaticano trabajó nueve años y que entró en vigor desde el pasado junio. Esta Constitución, uno de los más relevantes aportes del papado de Francisco a la Iglesia, modifica la estructura organizativa de la Curia Romana y sustituye la que en 1988 promulgó Juan Pablo II. La propuesta avanza en la descentralización de la Curia y abre la puerta a una mayor presencia de laicos y mujeres en la Iglesia. Además, establece una estricta regulación que amplía el control, la vigilancia y las sanciones para evitar los abusos a menores.
 
En un acto de fuerza, en esa misma ocasión nombró a 21 nuevos cardenales, de manera que el Colegio cardenalicio cuenta ahora con 229 cardenales; de estos, sin embargo, sólo 132 son electores. Los que pueden elegir son los que tienen menos de ochenta años; los otros pueden asistir al cónclave, pero no votan. Ahora los cardenales nombrados por Francisco son 113, de los cuales 83 son electores: claramente la mayoría. Los electores nombrados por sus antecesores son ya sólo 49.  La distribución geográfica de los cardenales es la más amplia en la historia de la Iglesia: 107 proceden de Europa, 54 de ellos electores; de América, sesenta, 38 de ellos electores; de Asia, treinta, veinte de ellos electores; de África, veintisiete, diecisiete de ellos electores; y de Oceanía, cinco, tres de ellos electores.

A la hora de nombrar cardenales, Francisco ha buscado asegurar que sean obispos; que estén de acuerdo con el cambio en la Iglesia, que pertenezcan a las distintas regiones del mundo y que trabajen en las diócesis de las periferias. Lo que ahora se puede ver es que el papado de Francisco sigue con una agenda amplia que avanza en su proyecto de cambio —a veces radical— de las estructuras eclesiales. A pesar de sus problemas de movilidad, ha demostrado ser un papa muy activo. Francisco ha hablado públicamente de su situación de salud. En una entrevista con Julian Quirós y Javier Martínez-Brocal, del periódico ABC de Madrid, dijo que "la Iglesia no se gobierna con la rodilla, sino con la cabeza". Por si alguien tuviera dudas.
 
Se sabe que sectores particularmente conservadores de la Iglesia jerárquica se proponen aprovechar la muerte del papa emérito para lanzar una ofensiva contra Francisco con el objetivo de hacerlo renunciar, para citar a un cónclave que nombre a un nuevo papa. Francisco, acusado de hereje por estos grupos, tendrá que enfrentar la andanada de estos jerarcas ultraconservadores, que son una absoluta minoría dentro de la Iglesia, pero que hacen mucho ruido y generan problemas que no pueden ignorarse.
 
Alberto Melloni, historiador de la Iglesia, citado por Daniel Verdún, corresponsal de El País en el Vaticano plantea: "La oposición que tiene Francisco dentro de la Iglesia no debe minusvalorarse. Todos los papas la han tenido, también los gobernantes. Hasta cierto punto es normal. El problema es que ahora las resistencias apuntarán directamente a su dimisión y a un cónclave que cambie el eje del pontificado". Y añade que "Benedicto se fue pensando que se seguiría su línea ―su candidato preferido era Angelo Scola―, pero no fue así. Si la presión para la dimisión crece y se hace fuerte, para el papa será un problema. Porque la única condición de la renuncia es que debe ser libre. De modo que cuanta más presión tenga, más impensable será ese paso a un lado. El Papa no puede rendirse a la voluntad de los otros".
 
Verdún entrevistó también a Austen Ivereigh, biógrafo de Francisco y una de las personas que mejo lo conocen, quien le dijo que "la muerte de Benedicto abre el camino a renunciar cuando llegue ese momento" y que "parecía inconcebible que lo hiciera con su predecesor vivo. Pero al mismo tiempo creo que es un pontificado con mucho camino por recorrer y veo a Francisco mejor que el año pasado en términos de salud y energía".
 
La actitud del papa Francisco y los reportes de los vaticanólogos y de quienes lo conocen sugieren que no hay ningún elemento que señale la intención del papa de renunciar. Por el contrario: los hechos y datos muestran a un papa en gran actividad. Los sectores más conservadores ya no podrán recurrir al papa emérito al que intentaron, en más de una ocasión, utilizar como un freno y contención al actuar del papa Francisco.  Lo que sigue en el tramo final del pontificado de Francisco, ya sin la mirada de Benedicto, es acelerar y consolidar los cambios para aprovechar la lucidez de la que todavía goza.
 
En la entrevista con los periodistas del ABC, el papa hace una análisis de las personas conservadores en la Iglesia que "se aferran a lo que se hizo antes. El problema no es la tradición. La tradición es la fuente de inspiración. La tradición son nuestras raíces que te hacen crecer y van andando y creciendo y te hacen crecer en vertical. El problema es andar hacia atrás". Añade que "en italiano lo llamo 'indietrismo': 'No, mejor estar como se hacía antes,' 'es más seguro,' 'no arriesgues'. Ese marchar hacia atrás". Continúa con su reflexión: "Decía un músico que la tradición es la garantía del futuro. Y otro, que la tradición es la fe viva de los muertos; pero el tradicionalismo es la fe muerta de los vivos".
 
El papa está consciente de que se enfrenta a grupos que no quieren cambiar y se refugian en el pasado. Ante la pregunta ¿qué ocurre si un pontífice queda repentinamente impedido por problemas de salud o accidente?, el papa responde: "Yo ya he firmado mi renuncia [. . .] Le dije [a Tarcisio Bertone, el secretario de Estado del Vaticano]: 'En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen'".
 
Después de la muerte del papa emérito se plantea la necesidad de normar la existencia de esta figura, que solo tiene diez años. Ivereigh, el biógrafo de Francisco, asegura que este "mismo dijo que, si no se acomete, existe el riesgo de crear una autoridad paralela con la figura del emérito. Benedicto siempre fue muy leal, pero es indudable que algunos opositores le usaron de una forma escandalosa para dañar al Papa". Es al actual obispo de Roma a quien toca dar forma jurídica, dentro del Derecho Canónico, a esta figura que podrá repetirse en el futuro.

Museo de Arte Eclesiástico e Histórico 

Rubén Aguilar Valenzuela

Monasterio de Rila

Bulgaria

 

Edificio

Está en una de las áreas del monasterio, que se funda en el siglo X, por san Juan de Rila, pero el actual edificio es del siglo XIX.

 

Colección

La colección se integra con piezas de los siglos XIV al XIX. En particular de este último siglo. La gran mayoría son íconos, pero hay también libros, documentos, vestimenta y objetos que se utilizan en las celebraciones litúrgicas.  

 

Comentario

Por la importancia del monasterio pensé que me iba a encontrar con piezas más antiguas y de mayor valor artístico. En las diferentes destrucciones del edificio se fueron perdiendo las obras de arte del pasado.

Ahora gran parte de los objetos que se pueden ver son obras del siglo XIX. No todos los íconos expuestos me parecen obras de arte. Algunos artísticamente son pobres.

 

Twitter: @RubenAguilar

 

 

2022: Ópera, música y teatro

Rubén Aguilar Valenzuela
Después del enclaustramiento derivado de la pandemia, que estuvo en vigor de marzo de 2019 a finales de 2021, al inicio de 2022 de nuevo empezamos a ir a espectáculos públicos. De los que en el año quiero destacar los siguientes:

- La sed de los cometas. Ópera, obra conjunta del compositor Antonio Juan-Marcos y la escritora Mónica Lavín. Se inspira en su novela histórica Yo, la peor, que aborda la vida de la religiosa jerónima y gran poetisa sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), en el marco de la realidad de la época virreinal.

La historia se cuenta – canta a través de cinco personajes: La soprano Cecilia Eguiarte, que interpreta a sor Juan Inés de la Cruz; la mezzosoprano, Frida Portillo, a la virreina María Luisa Manrique; la contralto Araceli Pérez Martínez, a Juana de San José, la esclava de sor Juana; el tenor Enrique Guzmán, a Carlos de Sigüenza y Góngora y el barítono Rodrigo Urrutia, al padre Antonio Núñez de Miranda, confesor de sor Juana. Sala Netzahualcóyotl, Centro Cultural Universitario-UNAM, Ciudad de México.

- The Silence of Sound. Espectáculo de la directora Alondra de la Parra y la mimo Gabriela Muñoz. La música a cargo de la Sinfónica de Minería, dirigida por de la Parra, la actuación es de Muñoz y la creación audiovisual de Mariona Omedas. Se cuenta una historia, con rasgos autobiográfico de la directora, de una persona, que su vida cambia cuando descubre la belleza de la música.

La dirección de Alondra de la Parra y la actuación de Gabriela Muñoz son memorables. La puesta en escena está muy bien lograda es un todo, donde cada elemento está en su lugar. Ninguno quita presencia al otro, la música está ahí, la actuación y también la ambientación con las imágenes y las luces.

El programa musical: Claude Debussy (1862-1918); Bela Bartok (1881-1945); Igor Stravinsky (1882-1971); Weber (1786-1826); Berlioz (1803-1869); Massenet (1842-1912); Sibelius (1865-1957); Serguéi Prokófiev (1891-1953); Federico Ibarra (1946) y Johannes Brahms (1833-1897). Palacio de Bellas Artes. Ciudad de México.

- Madre Coraje y sus hijos. Obra de teatro que Bertolt Brecht escribe en 1939 durante su exilio en Suecia. La acción se desarrolla en el marco de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) entre católicos y protestantes. Madre Coraje es una vendedora ambulante que para sobrevivir sigue en su carromato, lleno de mercancías, al ejército sueco. La acompañan sus hijos. En esas circunstancias saca partido de la guerra y del sufrimiento. La versión y dirección es de Luis de Tavira. Producción de la Compañía Telón de Arena, de Ciudad Juárez, Chihuahua, Centro Cultural Helénico, Ciudad de México.

- El convivio del difunto. Obra de teatro de Martín Zapata, quien también dirige. Alejando (Erando González), el médico familiar, anuncia que Mauricio (Arturo Beristain) ha muerto. Leonor (Mariana Giménez) su pareja lamenta su pérdida. Lo extraño e inaudito es que Mauricio, después de muerto, sigue hablando. A pregunta de Leonor, el médico le dice que no hay duda de la muerte. Producción de la Compañía Nacional de Teatro (CNT). Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (CENART), Ciudad de México.

La última cinta de Krapp. Obra del dramaturgo y novelista irlandés Samuel Beckett (1906-1989), Premio Nobel de Literatura 1969. En 1958 escribe este monólogo. La obra cuenta la historia de Krapp que desde hace más de 30 años graba en cintas su vida, para dejar registro de ella. Al cumplir los 69 años, decide escuchar la grabación del día que cumplió 39 años. En la libreta donde lleva anotado el orden de las cintas, encuentra donde está la de esa noche. En la obscuridad de un cuarto escasamente iluminado, prende la grabadora y oye la cinta. Dirección de Sandra Félix y actuación de Luis de Tavira. La Gruta, Centro Cultural Helénico, Ciudad de México.

Furor. Obra de los dramaturgos alamanes contemporáneos Lutz Hübner y Sarah Nemitz, la traducción al español es de Stefanie Weiss y Luis de Tavira y la dirección escénica de Luis de Tavira. La historia cuenta que Heiko Braubach, funcionario público y candidato a alcalde, atropella a Enno, un joven drogadicto. Éste se detiene para auxiliar al accidentado. La investigación, que recoge el testimonio de quienes presencian el accidente, determina que no hay ninguna responsabilidad de Heiko en los hechos. Las actuaciones de Stefanie Weiss, Rodrigo Virago y Juan Carlos Vives son naturales y creíbles. Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (CENART).
 

2022: La persecución y detención de migrantes

Rubén Aguilar Valenzuela
En 2022, en el marco de la política migratoria del actual gobierno, de enero a noviembre se arrestaron a 388 611 migrantes, de acuerdo a la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Es el doble que en 2019, primer año de López Obrador, cuando se detuvo a 182 940 migrantes. En los primeros cuatro años de esta administración federal el total de los detenidos suman 969 900 y al terminar el sexenio podrían ser 1 729 000.

En todo el sexenio de Peña Nieto (2012-2018) fueron 820 214, en el de Calderón (2006-2012), 511 414 y en el de Fox (2000-2006) 1 109 365. Al terminar este gobierno será el que más migrantes haya detenido en la historia del país.

El 96% de los arrestos corresponde a migrantes de naciones del continente. Por primera vez en este siglo, los venezolanos ocuparon el primer lugar.

Esto al sumar 81 264 detenciones, cantidad que representa 18 veces más que en el año previo, cuando fueron sólo 4 360. Expresión de la situación que se vive en ese país.

Le siguen los hondureños, que disminuyen de 128 054 en 2021 a 67 677 en 2022, y los guatemaltecos, que pasan de 81 199 a 64 658.

Crece de manera significativa la cantidad de los cubanos detenidos que sumaron 38 087, por 7 590 un año antes, y de los nicaragüenses 36 152, por 15 mil 481.

Reflejo también de la crisis económica, política y social que hoy está presente en esos países y de manera particular en los gobiernos en el poder.

Llama la atención, es también una cantidad histórica, el aumento de colombianos detenidos, que pasó de 1 262 a 25 998 en tres años. Las detenciones de haitianos disminuyeron significativamente al pasar de 19 210 a 2 831.

Del total de migrantes que se detuvieron en 2022, el 15% fue de menores de 18 años y el 9% de menores de 12 años.

Los migrantes detenidos proceden de 137 países: 28 de América y el Caribe, 39 de África, 34 de Europa, 32 de Asia y 4 de Oceanía.

El número de las detenciones hace relación a la situación de los países de origen de donde proceden los migrantes y también al endurecimiento de la vigilancia migratoria de las autoridades mexicanas.

La Segob en 2022 reportó la "devolución" -mediante deportación o retorno asistido- de 98 299 migrantes, de estos 90% procedían de Centroamérica.

A 133 769 se les expidió un "oficio de salida", documento que permite transitar por territorio nacional por un tiempo determinado, y a 10 369 un oficio de regularización migratoria.

El resto, 146 174, corresponde a extranjeros sujetos a algún procedimiento administrativo y a solicitantes de refugio, cantidad que crece año con año.

Los cárteles mexicanos en América Latina y el Caribe

Rubén Aguilar Valenzuela
 
En 2022 se intensificó la presencia de grupos del crimen organizado de México en América Latina y el Caribe, de manera particular el Cártel del Pacífico (CP) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La presencia de los cárteles mexicanos ha crecido y consolidado, desde sus estructuras en nuestro país, en Centroamérica, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela, dónde están desde hace años.

En el marco de una estrategia de expansión han abierto nuevos espacios en Brasil, Argentina, Chile y Uruguay.

Los países de Centroamérica, América del Sur y del Caribe son tierra de mercado (compra y venta), pero también plataformas para exportar la droga hacia Estados Unidos y Europa.

Las autoridades de los países involucrados consideran que la presencia de los cárteles mexicanos explica, en parte, el aumento de la violencia en esos países. Las autoridades chilenas, para mencionar un caso, plantea "que la llegada del crimen organizado implica más violencia, más armas y más homicidios".

En esas latitudes se asume que los cárteles mexicanos son organizaciones con estructuras sofisticadas, que operan en el marco de una planificación profesional a gran escala.

Y también son conscientes de que la región concentra solo el 8.0 por ciento de la población, pero aquí ocurre el 40% de todos los homicidios del mundo.

En versión de José Meléndez (El Universal, 13.07.22), el modelo de penetración de los cárteles mexicanos ha variado y ahora siguen modalidades adecuadas a las características de cada país de América Latina y el Caribe.

Las vías de traslado de la cocaína desde Colombia y Perú, que utilizan los cárteles mexicanos para llevarla a Estados Unidos, se ha diversificado y de manera simultánea recurren al tráfico aéreo, marítimo y terrestre.

Se señala la importancia que tiene Venezuela, para los cárteles mexicanos, desde pistas de ese país despegan aviones con cocaína que antes se ha trasladado de Colombia y Perú, para llevarla a Estados Unidos y Europa.

La capacidad operativa, en el marco de una plantación profesional, de los cárteles mexicanos no está en duda dentro y fuera del país y tampoco el componente de violencia que ejercen.

En el actual modelo mundial de lucha contra los cárteles del narcotráfico, lo único que se puede concluir, en particular para el caso de los mexicanos, es que seguirán creciendo dentro y fuera de México.

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