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Sobre la melancolía

Rubén Aguilar Valenzuela 

La melancolía es un tema central en la obra del antropólogo Roger Bartra y en La melancolía moderna (FCE, 2017) reflexiona una vez más sobre esta realidad.

En otras obras ha publicado sobre la influencia de la melancolía en las vidas de Emanuel Kant, Max Weber y Walter Benjamín.

Y ahora analiza las de Soeren Kirkegaard, Alexis de Tocqueville, Abraham Lincoln, Edgard Allan Poe, Ralph Blakelock, Edvard Munch, Giorgio de Chirico, Paul Delvaux, Edward Hopper, Winston Churchill y Samuel Beckett.

En los tres capítulos introductorios, antes de abordar el análisis de los personajes mencionados, reflexiona sobre el hecho de la melancolía.

Así, en el primer capítulo, aborda la obra del filósofo coreano-alemán Byung-Chul que ha estudiado nuestra época a la que define como de violencia neuronal.

Bartra plantea que los nuevos tiempos han traído "desesperación y tristeza por el mal funcionamiento de la democracia".

Y esto provoca el surgimiento de "alternativas populistas de derecha e izquierda" que generan en la sociedad confusión y abre la puerta a regímenes autoritarios e incluso dictatoriales.

En el segundo capítulo se adentra en el tema de manera más clara y cita a Víctor Hugo quien dice "la melancolía es la felicidad de estar triste".

Bartra plantea que "pareciera ser que la condición melancólica surge con gran fuerza en la cultura cuando en el transcurrir del tiempo se derrumban los valores tradicionales y se pierde el sentido de la historia".

A partir del Renacimiento, asegura el autor, la melancolía se introduce en el arte como un motivo muy concreto. Desde esa época nunca ha dejado de ser un tema en el arte.

De manera detallada, en el capítulo tres, aborda el tema de María Magdalena como expresión de la melancolía en dos cuadros de Artemisa Gentileschi, artista barroca italiana del siglo XVII. Uno de ellos en el Museo Soumaya de la ciudad de México.

Trata también sobre las láminas Le Carceri d´ Invnzione que dibuja el arquitecto italiano Giovanni Piranessi, a mediados del siglo XVIII.

Bartra en el ensayo muestra como a lo largo de la historia el arte, la literatura y la reflexión psicológica y filosófica, incluso teológica, han abordado el tema de la melancolía.

La melancolía se hace presente en los hombres y mujeres de todos los campos de la actividad humana. En los personajes que analiza en esta ocasión hay filósofos, políticos, artistas plásticos, poetas y dramaturgos.

En ocasiones la melancolía puede ser impulso a la creación de ideas y obras, pero también puede llevar a la inacción y al sufrimiento.

El texto está muy bien construido y Bartra en el desarrollo de cada uno de los capítulos dialoga con una gran cantidad de autores.

La melancolía moderna
Roger Bartra
FCE, 2017
pp. 98

Violación de los derechos humanos

Rubén Aguilar Valenzuela 
De diciembre de 2018, cuando el nuevo gobierno asumió el poder, a octubre de 2019 la CNDH abrió 1,041 expedientes de quejas contra el Ejército, la Guardia Nacional, la Marina, la Policía Federal y la SSPC por presunta violación de los derechos humanos.

En el último año del gobierno del presidente Peña Nieto, de enero a noviembre de 2018, los expedientes abiertos fueron 1,082, 41 casos más que en el primer año de la actual administración.

Ahora, contra el Ejército se presentaron 430 casos frente a 283 del año anterior, 147 más; contra la Marina 202 frente a 257 del año anterior, 55 menos; contra la Policía Federal 248 frente a 507 del año anterior, 259 menos, de acuerdo a la CNDH.

En el caso de la Guardia Nacional que no existía en el sexenio pasado, aunque es el Ejército con otro uniforme, se registraron 24 denuncias y contra la SSPC, que tampoco existía, 137.

Las denuncias en la actual administración son por: Detención arbitraria; faltar a la legalidad; trato cruel, inhumano o degradante; prestar indebidamente el servicio público; incumplir con las formalidades de orden de cateo; emplear arbitrariamente la fuerza pública; tortura; privar de la vida; retención ilegal y casos que no se puede determinar que son los más.

La CNDH ha abierto carpeta a todas estas quejas, pero hasta ahora no ha dicho cuáles casos merecen alguna recomendación a las instituciones del Estado que presuntamente han violado los derechos humanos de los quejosos. Por ahora, el actual gobierno no ha recibido ninguna recomendación del CNDH por estas denuncias.

El cambio de la estrategia de seguridad, que en palabras del presidente López Obrador se traduce en la frase "abrazos y no balazos", no ha disminuido la denuncia de presuntos hechos de violación de los derechos humanos por las Fuerzas de Seguridad del Estado que se mantienen en el mismo nivel del último año del gobierno anterior.

En el caso del Ejército las carpetas abiertas por denuncias ciudadanas crecen de manera notable al pasar de 283 a 430 de un año al otro. Algunos especialistas plantean que el aumento tiene que ver con el Ejército ahora realiza una serie de funciones relacionadas con la seguridad pública que no le corresponden.

Los estudios del tema plantean que el Ejército y la Marina no están preparados para las tareas de tipo policial que ahora desempeñan y eso abre el espacio para que se cometan actos que atentan contra los derechos humanos de la población.

En los hechos, con la nueva administración, no hay un cambio perceptible en la forma de actuar las Fuerzas Armadas y por eso las denuncias ante la CNDH se mantienen en los mismos niveles de la administración anterior. Habrá que ver si en el futuro las cosas cambian. Por ahora eso no ha sucedido. Ahí están los datos.

La prensa y el poder

Rubén Aguilar Valenzuela  

 
La novela de Enrique Serna, El vendedor de silencio (Alfaguara, 2019), que se inspira en la vida del periodista Carlos Denegri (1910-1970) tiene muchas lecturas y una de ellas, pienso la más interesante, es cuando se describe la relación que se establece entre la prensa y el poder.

Julio Scherer, el fundador de la Revista Proceso, después de haber sido expulsado por el presidente Luis Echeverría (1970-1976) del periódico Excélsior, alguna vez dijo que "Denegri fue el mejor periodista del siglo XX, pero también el más vil".
 
Denegri durante más de 30 años, precisamente desde las páginas de Excélsior, fue el periodista más poderoso de México y que en algún momento la Agencia AP lo nombró "uno de los diez periodistas más influyentes del mundo".

Serna, a partir de su investigación, construye un personaje complejo y verosímil en sus muy distintas facetas. En todas está el ser humano que aparece lleno de contradicciones. Es un hombre culto, cosmopolita, políglota y que como pocos conoce el oficio de periodista, y al mismo tiempo es corrupto, estafador, chantajista y mentiroso.

Denegri hizo del periodismo un negocio, Serna dice que "era sin duda El Rey Midas del Cuarto Poder. No había otro periodista más rico y poderoso. Fue el rey de una opinión pública prostituida. Ganaba más dinero por su silencio". En su época de mayor éxito cobraba grandes cantidades de dinero, por no publicar sus investigaciones sobre personajes de la política.

El éxito de Denegri como periodista comienza a partir de su cobertura de la Segunda Guerra Mundial. Desde Europa escribe crónicas en primera persona en las que se presenta como un corresponsal de guerra que sortea todos los peligros, para realizar su trabajo e informar a sus lectores. Esos reportajes tuvieron gran impacto entre periodistas y lectores.

Es la época en la que surgen periodistas como Scherer García, Carlos Septién García, Roberto Blanco Moheno, Ernesto Julio Teissier, Alfredo Kawage Ramia y Jacobo Zabludovsky. Unos resisten la compra del poder, pero otros no solo sucumben sino que hacen de ésta su forma de vida personal y profesional. Escriben por encargo del poder y cobraban sus trabajos.

Serna describe el régimen político, creado y gestionado por el PRI, y da cuenta del abuso del poder, de la manera en como los recursos públicos se hacen privados, de los políticos que quieren llegar a la cima de los cargos públicos no para servir sino para enriquecerse. La impunidad es la condición de que todos eso sea posible.

Denegri es la figura paradigmática de la relación entre la prensa y el poder. Fue un maestro del chantaje y del uso de sus relaciones e influencias con el sector político y también con los empresarios. A partir del sexenio de Miguel Alemán, hizo periodismo de sociales, para aprovecharse de que los nuevos ricos querían salir en los periódicos, para ostentar su riqueza.

En 1968, el ascenso de Scherer García a la dirección de Excélsior marca el declive de Denegri y de su manera de trabajar. Al cambio de la manera de hacer periodismo y de las transformaciones que ocurren en el país se une el proceso de degradación total del personaje preso del alcohol y ya con claros rasgos de locura.
 

Diálogo entre dos papas

Rubén Aguilar Valenzuela 
Los dos papas (Estados Unidos - Reino Unido - Italia y Argentina, 2019) dirigida por el brasileño Fernando Meirelles (Ciudad de Dios y Jardinero fiel) y con guion de Anthony McCarten (Bohemian Rhapsody y Las horas más oscuras) construye, a partir de algunos datos reales, una supuesta larga conversación entre los papas Benedicto XVI (Anthony Hopkins) y Francisco (Jonathan Pryce).

La estructura del guion es una obra maestra que hace de esa conversación algo no sólo posible sino creíble. El director y el guionista ofrecen una mirada íntima, llena de humanismo, de los cardenales Ratzinger y Bergoglio y también de la relación entre ellos.

Son dos hombres que han decidido ser sacerdotes y permanecer en la Iglesia, pero cada uno entiende la manera de ser y de estar en forma muy diferente. Los dos son honestos y actúan conforme a su manera de entender el Evangelio, el seguimiento a Jesús y el papel de la Iglesia.

Los dos encuentran la forma de dialogar y dar razón de su fe. Se respetan como seres humanos. Uno confía del otro. Los dos saben que quieren el bien de la gente y que la Iglesia se ponga de su lado, pero desde concepciones muy distintas e incluso distantes.

La obra de Mirelles y McCarten no pretende ser un análisis de la Iglesia y sus crisis. Esa no es su intención. Lo que se proponen, lo logran con creces, es tratar de entender la vida interior de Benedicto XVI y Francisco como seres humanos con luces y sombras.

Los dos son hombres de fe e integrantes de la Iglesia. En ella ocupan posiciones claves. Benedicto XVI decide renunciar al papado. Lo hace con honradez y valentía. La realidad lo supera. Decide que el suyo no es el pontífice que necesita la Iglesia.

El jesuita argentino Bergoglio quiere renunciar al obispado y termina aceptando la tarea de ser papa en sustitución del alemán Ratiznger. Eso es lo que le piden las circunstancias. Tiene el aval de su antecesor y de los demás cardenales. La tarea es enorme.

El director utiliza imágenes de archivo de noticieros de televisión y las locaciones del mismo Vaticano. Eso da a la construcción ficticia de la conversación el carácter de un documental. Las escenas en la residencia de verano del papa, lugar del primer encuentro, las que suceden al interior de la Capilla Sixtina y los funerales de Juan Pablo II contribuyen a esa sensación.

Las actuaciones de Jonathan Pryce (Francisco) y Anthony Hopkins (Benedicto XVI) son extraordinarias. Los dos hacen creíbles a sus personajes y les imprimen una gran cantidad de matices. Se expresa su rivalidad y diferencia, pero también su entendimiento y cercanías.

Los dos papas
Título original: The Two Popes
Producción: Estados Unidos-Reino Unido-Italia y Argentina, 2019.

Director: Fernando Meirelles
Guion: Anthony McCarten
Fotografía: César Charlone
Música:  Bryce  Dessner
Actores: Jonathan Pryce, Anthony Hopkins, Juan Minujín ...

Sexo, erotismo y amor

Rubén Aguilar Valenzuela

 
En 1993 Octavio Paz (1914-1998) escribe el ensayo La llama doble (Seix Barral-Biblioteca Breve, 1999), que se integra de nueve partes que reúnen reflexiones, imágenes y metáforas sobre el amor que relacionan la poesía, el pensamiento y la vida del autor. Paz sobre el texto dice que "me enamoré. Entonces decidí escribir un pequeño libro sobre el amor".

Sobre este texto se han escrito muchos estudios y reseñas. Paz ofrece una reflexión sobre la historia del amor en Oriente y Occidente porque "el ocaso de nuestra imagen del amor sería una catástrofe mayor que el derrumbe de nuestros sistemas económicos y políticos, sería el fin de nuestra civilización"·

En esta obra, dice Liliana Muñoz, "se funden el poeta, el ensayista, el lector, el hombre: el Paz que escribe es el Paz que vive y ha vivido –que ha sentido y padecido– la pasión amorosa. El movimiento de La llama doble es pendular: Paz utiliza como eje la memoria histórica para articular su propia visión del amor, iluminando –embelleciendo– cada pasaje con imágenes poéticas que constituyen en cierto modo la cristalización de sus lecturas".

Paz en el texto reflexiona sobre tres llamas: sexo, erotismo y amor que son "manifestaciones de lo que llamamos vida", pero creación humana son solo el erotismo y el amor. Las tres llamas se necesitan, pero manifiestan estados diferentes. Hay una graduación que va del sexo al amor pasando por el erotismo. El sexo es lo instintivo y lo más primitivo, el erotismo es ceremonia del deseo y de los cuerpos y finalmente viene el amor, que es la entrega incondicional al otro.

Sin sexo no hay reproducción. Es una necesidad, para que la humanidad siga existiendo, pero el hombre y la mujer en su encuentro deben trascender la sola función de multiplicarse. El erotismo, un escalón en el proceso de humanización, no se sujeta al fin de la reproducción, y permite el encuentro de los amantes en el gozo compartido.

El lenguaje propio del erotismo es la mirada, la imaginación, la palabra y el cuerpo. Se expresa en el deseo de estar con el otro, de tocar al otro y de ser uno con él. Es también sexualidad, pero de otro modo. El erotismo conduce al amor, pero no necesariamente en todos los casos.

Paz plantea que el amor está presente en todas las civilizaciones, aunque de distinta manera. El amor es erotismo transformado. En su búsqueda encuentra que el amor tal como hoy día se entiende en Occidente surge con la idea del amor cortés en la Provenza francesa en los siglos XI y XII. Es la consagración total a la amada, al amado, que implica la vida sexual y erótica con sola una persona.

En versión de Paz un grupo de poetas, en el espacio de 200 años, crearon la manera de cómo entender el amor que hoy día sigue presente en Occidente. Esos poetas revolucionaron el contenido y la imagen del encuentro de la pareja. Los amantes, en su condición de amantes, eran iguales. Solo en esa igualdad puede fructificar el amor.

El amor como lo entiende Paz se da siempre en la relación con el erotismo. La amada, el amado, que es el objeto del deseo, supone una persona real y tangible, no una idea abstracta. Siempre se ama a una persona en concreto.

Paz, en la figura del asceta y el libertino, encuentra los dos extremos en el impulso del amor erótico. Los dos tiene en común que niegan la reproducción. El primero a través de la castidad se propone la comunión con Dios y el segundo busca en el placer por sí mismo el sentido de la vida. Uno y otro  buscan romper con las convenciones del mundo. Uno y otro también enfrentan la vida en solitario.

Los dos renuncian a la pareja y todas las parejas, dice Paz, son la réplica de la pareja original. Aquella que por el pecado fue expulsada del Paraíso. Desde entonces, la pareja busca aquello que la reconcilie con el Paraíso perdido que es, precisamente, el amor. Y el amor penetra y traspasa el tiempo, para crear un espacio propio donde no existe el principio y el fin sino solo el tiempo que no tiene tiempo. La eternidad.

En el encuentro erótico, cada uno de los integrantes de la pareja se crea y recrea. Uno y otro son lo mismo, pero no son lo mismo. El erotismo es, dice Paz, un acto de "creación y destrucción. Es instinto: temblor pánico, explosión vital", que deja atrás la función primaria de la reproducción, para dar lugar al amor.

El amor solo es posible entre personas realmente humanas. Es un amor muy distinto al amor de los hijos, de los padres y de los amigos. Este amor, del que se habla en el libro, requiere del "elemento erótico, la atracción hacia un cuerpo".

Entre la religión y el amor hay una estrecha relación y Paz afirma que "nuestra poesía mística está impregnada de erotismo y nuestra poesía amorosa de religiosidad". El Cantar de los Cantares es un poema erótico que alimenta la imaginación y la sensualidad. El éxtasis místico siempre ha estado asociado al placer sexual.

La llama doble
Octavio Paz
Seix Barral-Biblioteca Breve
México, 1999
pp. 221

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