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Partido que se parte se la parten

Los procesos electorales locales ordinarios que se celebraron el 5 de junio de 2022 en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, dejaron muchas lecciones tanto para los gobiernos federal y estatales, para los partidos políticos y, sobre todo, para la ciudadanía en general.

Para tratar de encontrar y entender las lecciones, vale la pena partir de que la participación política comprende una gama de acciones diversas: atención a la información política en los medios masivos, discusión política dentro del seno familiar o en el centro de trabajo, proselitismo espontáneo sin intención, voto en las elecciones, acción comunitaria, asistencia a actos políticos, relaciones con políticos y funcionarios públicos, aportación de fondos a causas políticas, militancia partidista, trabajo de partido, realización de tareas de campaña, entre otras.  

Estas formas de acción política de los electores conducen, de algún modo, a orientar su voto.

La participación política está impulsada por el interés propio, el sentido del deber ciudadano, el impacto percibido del gobierno sobre la vida propia, el sentido de eficacia política de la acción personal, el conocimiento de las opciones políticas disponibles.  La gente vota, hace campaña, se manifiesta, hace huelga o motines porque piensa que el gobierno puede solucionar algún problema individual o de grupo. 

El modo como se llevan a cabo todas estas tareas también califica la participación política y puede variar de ser completamente racional, abierta, partidista, sistemática, activa y comprometida, a sólo ser fruto de las circunstancias y emociones del momento o de la manipulación; asimismo, puede dirigirse al mantenimiento del statu quo u orientarse al cambio. (manual.inep.org)

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Estrategia de seguridad y percepción ciudadana

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) dio a conocer, el mes de abril pasado, la percepción de la población sobre la seguridad pública.

En marzo de 2022, 66.2% de la población de 18 años y más consideró que es inseguro vivir en su ciudad. Este porcentaje nacional no representa un cambio estadísticamente significativo con relación a los porcentajes registrados en marzo y diciembre de 2021, que fueron de 66.4 y 65.8%, respectivamente. En esta edición, 16 ciudades y demarcaciones sí tuvieron cambios estadísticamente significativos frente a diciembre de 2021, 7 tuvieron reducciones y 9 incrementaron.

En marzo de 2022, 71.1% de las mujeres y 60.4% de los hombres tuvieron una percepción de inseguridad.

Las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Fresnillo, Ciudad Obregón, Zacatecas, Cuautitlán Izcalli, Irapuato y Guadalajara con 97.1, 94.1, 91.7, 89.5, 87.6 y 87.1%, respectivamente.

Las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron: San Pedro Garza García, Tampico, Piedras Negras, Mérida y Saltillo con 11.7, 20.4, 22.2, 22.4 y 24.1%, respectivamente; mientras que la demarcación Benito Juárez registró 25%.

En específico, 76.4% de la población siente inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 70.2% en el transporte público, 61.7% en el banco y 58.6% en las calles que habitualmente usa.

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El Movimiento Médico

Al regreso de su gira por Centroamérica y el Caribe, Andrés Manuel López Obrador anunció que con Cuba se firmó un acuerdo en salud que incluye la contratación de más de 500 médicos de la isla para enfrentar el déficit que tienen nuestro país, en particular en las zonas más vulnerables; el envío a aquella nación de médicos generales mexicanos, becados por su gobierno, para formarse en especialidades; y la importación de la vacuna cubana contra el covid-19 para aplicarla en niños.

El mandatario argumentó que debido a las políticas neoliberales que dejaron fuera de la educación pública a miles de aspirantes a estudiar medicina, México tiene un déficit de médicos generales y de especialistas.

"Podemos tener hospitales, pero no tenemos pediatras, y más si se trata de ir a trabajar a hospitales en zonas pobres, porque los profesionales de la medicina, pues tienen familia y quieren trabajar donde puedan ir sus hijos a la escuela o tengan mejores condiciones para su desarrollo".

De inmediato tal acuerdo de contratación fue recibido con críticas por parte de líderes de opinión, opositores políticos e incluso miembros de distintos colegios de especialidades, quienes expresaron su desaprobación y una “enérgica protesta” en contra de la medida.

Miembros de distintos colegios de especialistas contraargumentaron que en México sí hay médicos con capacidad avalada por las Universidades de la República, los cuales fueron formados con el conocimiento de las necesidades de la población del país, entre los cuales se encuentran algunos desempleados o empleados de manera eventual y con salarios muy bajos.

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