Back to Top

contacto@nuestrarevista.com.mx

headerfacebook headertwitter
 

CEUVOZ, la palabra diciente (1)

Gerardo Moscoso Caamaño

El Centro de Estudios para el Uso de la Voz nace de la experiencia adquirida por años en escenarios y aulas de toda la República por parte de profesionales lo cual les permitió identificar la necesidad de concebir el modelo académico que cristalizó el 14 julio de 2006, inaugurando el CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL USO DE LA VOZ; CEUVOZ con el patrocinio de CONACULTA, INBA, FONCA y la SEC del entonces Gobierno del DF, con la idea de colaborar a descentralizar el conocimiento en estos oficios a nivel nacional. La Misión ha sido establecer grupos especializados para la investigación, enseñanza, renovación y divulgación de métodos para la preservación y la sana emisión de la voz hablada y cantada. Así, el CEUVOZ, asume el compromiso de preservar la Voz y la Palabra, como Patrimonio Cultural, Educativo y Artístico de nuestro país y de Iberoamérica.

Sus objetivos son:

1.- Investigar, enseñar, renovar, certificar y establecer grupos especializados en métodos para la voz hablada y cantada, a fin de elevar la calidad de la creación artística y la educación en nuestro país.

2.- Prevenir la salud del aparato fonador mediante el aprendizaje y la aplicación la técnica vocal. Preservar la palabra del docente en el aula, del actor desde el escenario, del locutor en los medios y de todos aquellos cuya labor profesional requiera el uso de la voz.

3.-, Descentralizar el conocimiento mediante las promociones de un eje educativo: Diplomado de La Sabiduría de la Voz y la Palabra Diciente.

4.- Fomentar el estudio del español y la Lectura de Comprensión, para colaborar al uso correcto y en defensa de nuestro idioma, que es identidad. Y posicionar al CEUVOZ como el centro de educación, capacitación e investigación de la técnica vocal y expresión verbal en México y en Iberoamérica.

De esta institución singular, han egresado 22 generaciones del “Diplomado de la voz y la palabra diciente”, cerca de 400 egresados, más de 280 del interior del país (entre ellos algunos de Coahuila), más de 70 de la Ciudad de México y también alumnos de Chile, Colombia, España, Uruguay, etc. (Continuará) 

Cultura en la 4T

Gerardo Moscoso Caamaño

No cabe duda de que la cultura ya no tiene un papel protagónico en la vida social, no solo en la Comarca, sino en todo México. 

Hace años, la cultura ocasionaba fenómenos de apasionamiento y polémica que, hoy, parecen reservados al futbol, a la música de banda, reguetón, etcétera.

Se puede vivir sin la creación, como se puede vivir sin cultura, como se puede también vivir sin libertad. 

La historia de la humanidad es la de una larga conquista de las necesidades materiales que le permiten al hombre poder dedicar más tiempo y energía a las necesidades del espíritu; pero ahora, yo pregunto a esta administración federal ¿hasta cuándo piensan seguir dándoles a los creadores de este país atole con el dedo?

Cuando una compañía de danza o teatro, por ejemplo, tiene calidad y compromiso, y además ostenta un repertorio vivo, quiere decir que se ha accedido a una de las formas de manifestarse más antiguas del alma humana, que se ha comprendido que las artes escénicas son un vehículo serio y profundo de reflexión y comunicación, que son las depositarias de la historia del hombre a lo largo de toda su vida y que las convierte en herederas de ese inconsciente colectivo.

No se trata tampoco aquí de lo que un creador o promotor aislado ofrezca, sino más bien de una labor conjunta, de muchos para muchos, y en la que todos, creadores, promotores y receptores, debemos participar. 

Sin el trabajo comunitario, sin equipo, no hay resultados, pero tampoco los habrá sin un pensamiento crítico que permita orientar las políticas públicas de cultura a mediano y largo plazo. 

Las artes, todas, sirven para construir ciudadanía y ciudad, cohesión social y generan economía. 

Por ello, es necesario que los apoyos lleguen a quienes trabajan con capacidad por y para la cultura, para las artes en general y de una manera eficaz, a largo plazo. 

Eso significaría invertir en la autoestima de un pueblo, en su esperanza, en sus anhelos, en su bienestar, en la cohesión del tejido social.

Un derecho fundamental es la participación en la vida cultural y también la esencia imprescindible de la promotoría cultural. ¿A Sergio Mayer o Chucha Rodríguez les interesa algo más allá de su protagonismo chafa? 

La política y la cultura, la economía y la salud, no pueden seguir siendo el basurero de los improvisados e incapaces que nos llevarán al depósito de cadáveres putrefactos si no se pone un alto a lo que está a la vista de todos. 

 

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Confusa está Jesusa

Gerardo Moscoso Caamaño

Los elementos básicos de la gestión cultural en el desarrollo de las prácticas artísticas, en particular el teatro, deberían servir para propiciar la reflexión sobre la subvención actual de estas prácticas y su vinculación con las políticas culturales y educativas, así como la relación de centros culturales con el patrimonio cultural y la generación de públicos.

Habría que desglosar, para que la clase política de la 4T, concretamente la Senadora Jesusa Rodríguez, entienda de una vez, que, en la gestión cultural, el apoyo de becas a creadores, es una obligación, un derecho humano a la cultura y una responsabilidad de los tres niveles de gobierno en las diferentes entidades de nuestro país.

Dirigiéndose al público, a través de textos fundados en la palabra y en temas que podrían ser los típicos de una conferencia, de un mitin ideal o de un debate, el Maestro Luis de Tavira, en una entrevista reciente, advirtió: 

“Donde gobernantes y ciudadanos prescinden del teatro, se cae en la intolerancia, la tiranía y los sectarismos”. 

Y continuó: “el Teatro tampoco es una manifestación folclórica convertida en mercancía, el teatro es la construcción de la conciencia, el arribo a la condición espiritual de los seres humanos. 

De esta forma la tarea de quienes lo hacemos es la personificación para salir al encuentro del espectador. Tendría que estar tan claro cómo se sale al encuentro de una relación personal “.

Al Teatro le compete un interés, el cultural, común al dramaturgo, al director, a los actores y a los espectadores; que, por tanto, cuando se reúnen, cumplen un “rito cultural valiente y sincero. 

Los proyectos a futuro, por ejemplo, en el Teatro Salvador Novo, administrado por el Gobierno del Estado de Coahuila, a través de la Secretaría de Cultura, deben considerarse como un bien común de todos los coahuilenses, y, aunque es rarísimo que la burguesía no ilustrada y autoridades estatales de cultura de la Comarca asistan a nuestras actividades, se debe caminar por la misma línea trazada hasta ahora: su gestión va encaminada a lograr un mayor y mejor uso y disfrute por parte la población de la Región.

 

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

Actuación y política

Gerardo Moscoso Caamaño

Un actor si está bajo de energía durante una función, por las causas que sean, y no la produce y controla, sucede que pierde credibilidad, (verdad escénica) y va desarrollando su trabajo de manera rutinaria, cayendo en un estilo “naturalito,” o, si no, imitando a aquellos personajes que serían su alter ego. 

Si hacen pausas, (eternas a veces), sin contenido emocional, viene la mala actuación y aparece el fingimiento, la falta de autenticidad, de sinceridad y de precisión que todo buen actor o político debería de tener para desempeñar su personaje como creador o aspirante a servidor público del más alto rango.

A los políticos les suele suceder lo mismo que les pasa a muchos actores cuando a fuerza de repetir siempre el mismo choro o texto, se cansan, mecanizan y sacan la función o el discurso adelante porque no les queda de otra, es su chamba.

Me explico: Esto pasa cuando hay mal entrenamiento en la política y la actuación, se desconcentran, y, como consecuencia, aparece el fingimiento, la ocultación (“yo tengo otros datos”), la simulación y el estereotipo, por lo que el pueblo y público, por muy manipulado y desinformado que pueda ser, acaba finalmente, por no creerles.

Esto mismo que les sucede a los malos actores con reiteración, ahora les ocurre en gran parte, a los políticos de la 4T (Jesusa Rodríguez, Sergio Mayer, Olga Cordero, AMLO y su carnal Marcelo, etc.), son pésimos actores. Muchos de ellos ni saben conferenciar ante la gente. Obsérvelos bien, analícelos a fondo y saque sus conclusiones.

Hay que prepararse para enfrentar al público, tener pasión por su trabajo, buena dicción, proyección de voz, resistir los embates que, para bien, (aplausos, halagos, hurras, vivas, bravos y demás adulaciones), o para mal, (abucheos, mentadas de madre, bolsas con orines o rechiflas), reciben de la gente a la que políticos o actores se quieren dirigir.

Pero, sobre todo, debería de haber una elemental congruente entre la palabra y la acción, una verdad tan palpable para la audiencia a quienes se dirigen para que no quede un resquicio de duda en la credibilidad del orador o del histrión. 

 

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

La mañanera “Gansada”

Gerardo Moscoso Caamaño

Hace ya mucho tiempo que el poder del conocimiento se ha ido transformando en el conocimiento del poder. 

La ciencia contemporánea, heredera experimental de la religión de la edad media, cumple, respecto a la sociedad de clases, las mismas funciones: contrarresta, con su eterna inteligencia de especialista, la mañanera “gansada” en los medios de comunicación.

Hoy, la toma de conciencia de muchos jóvenes, el escepticismo del mundo de la política de otros tantos adultos; el desencanto, la desesperanza y la decepción de la que se presume echándole implícitamente la culpa de todo lo que nos ocurre a los demás, no es sino un pretexto para justificar la débil democracia que hemos construido como sociedad entre todos los mexicanos. 

Ley de causa y efecto.

Ahora, todo eso, evidentemente, nos sume en el mal humor, el hartazgo y el exabrupto. Se diría que nuestra democracia nos ha servido esencialmente para darnos cuenta de lo que ocurre en ella. 

La violencia, el encarecimiento de la vida, el desempleo y la putrefacción social van aumentando nuestros niveles de irritación, de enojo o de resentimiento contra los demás, a los que hacemos responsables de nuestra propia enajenación. 

Así es fácil ser pasto de dogmas y caer en posiciones de fanatismos. 

Se está peligrosamente polarizando a los mexicanos. Lo que se nos dice por las redes sociales, en los noticieros o programas de televisión, se suele creer a ciegas porque la capacidad de discernimiento que otorga el análisis proveniente a su vez del conocimiento profundo, no es nuestro fuerte.

Actualmente es una situación insostenible, hay un caos altamente industrializado, que suministra a muchas personas autos, aparatos electrodomésticos, computadoras, etc., pero que no satisface, en cambio, las más elementales necesidades humanas de las mayorías, como espacios habitables, servicios de salud, agua potable, alimentos, educación de calidad y cultura

Es el momento de la imaginación, en cuanto a proyecto de gobierno que pueda concretarse en el futuro, por medio del voto, en acciones precisas, en la defensa, como objetivo último, de una sociedad más justa, que produzca en paz, que trabaje mejor, que sea más consciente y participativa, y sobre todo que promueva la ética. 

 

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

Página 7 de 10