Back to Top

contacto@nuestrarevista.com.mx

headerfacebook headertwitter
 

Sólo es saber sumar

Francisco Tobías

La economía mexicana creció, es decir produjimos más bienes y servicios en el mes de enero de este año respecto al último mes del 2022 el crecimiento fue del 0.6% según el INEGI.

Es cierto que el incremento en la producción no es una cifra grande, incluso es casi insignificante, sin embargo, es un porcentaje mayor al crecimiento que logramos en enero de 2020, previo al inicio de la pandemia del Covid-19, en aquel mes el aumento en la producción fue de 0.4%. Según datos previos del mismo INEGI en febrero 2023 también tuvimos un crecimiento del 0.4% respecto a enero del mismo año y del 0.3% respecto al mismo mes del año anterior. 

Más que número y cifras los economistas intentamos comprender y entender lo que sucede en la misma economía.

Por eso utilizamos las cifras que nos proporcionan ciertas dependencias, como el INEGI, organismo o instituciones para realizar análisis de lo sucedido, de lo que esta sucediendo y la “predicción” de lo que sucederá.

En la medición del Producto Interno Bruto, indicador que se utiliza para medir el crecimiento o decrecimiento de una economía, se contemplan 4 sectores, en los cuales se agrupan las actividades económicas de acuerdo con las características de su producción. 

El sector primario, conocido también como el agropecuario, se contempla el aprovechamiento y producción de recursos agrícolas, minerales, pesqueros, forestales.

En el sector secundario, que es llamado sector industrial, se incluye toda la producción de bienes que se obtienen mediante un proceso productivo, como la construcción, la fabricación de velas, de autos, de sartenes, de computadoras y todas las mercancías que son tangibles, almacenables, así como transferibles.

El sector de servicios es conocido como sector terciario, en el cual se aglomeran todos los servicios que se ofrecen en la economía, tales como atención médica, servicios financieros, hotelería y funciones que realizamos los servidores públicos. Actualmente, aunque de manera gradual se irá considerando por separado, en el sector de servicios se incluyen el sector cuaternario, el cual comprende las actividades económicas que se basan en la intelectualidad, la llamada economía del conocimiento, como lo es la educación, el desarrollo de la tecnología, la cultura y la investigación científica.

Parece que es sencillo medir el PIB, incluso no es más que una suma de todo lo que producimos, en los 4 sectores de la economía, pero recuerde para nuestra tranquilidad económica que la economía depende de los economistas como el clima de los meteorólogos. 

Banca rotta

Francisco Tobías

Hace unos días algo provocó que retumbará el sistema financiero de los Estados Unidos, ocasionando que el resto de las economías se pusieran en alerta, pues el Silicon Valley Bank (SVB) quebró, a pesar de ubicarse en la posición 16 del ranking de bancos de nuestros vecinos del norte.

Antes de explicar el motivo que ocasionó la quiebra del SVB es interesante exponer algunos conceptos. Los bancos son intermediaros financieros, cuyos orígenes se remontan a la antigua Grecia y a Babilonia, el funcionamiento de estos se puede explicar de manera sencilla, aunque no es tan sencillo su funcionamiento. Los ahorradores acuden al banco para cuidar, preservar y hacer crecer su dinero, la institución le paga al ahorrador una tasa de interés. Por su parte los consumidores o empresarios que requieren de algún crédito ya sea para comprar o realizar inversiones acuden al banco, para solicitar un crédito, la institución financiera al otorgarles un prestamos, les cobra un extra, es decir les cobra una tasa de interés, por supuesto que esta segunda tasa de interés es mayor a la primera, a la que se le paga al ahorrador, la diferencia entre ambas tasas de interés sirven para pagar los gastos y costos del funcionamiento del negocio y por supuesto para generar utilidades.

Gracias a los bancos comerciales, la economía se mantiene activa, a pesar de ser en la inmensa mayoría de los países empresas privadas tienen un papel fundamental en el sistema económico.

La banca quiebra, cuando se vuelve insolvente, de hecho, el término “banca rotta”, se popularizó en la república de Génova, lugar en el cual durante el Siglo XVI los prestamistas realizaban sus negocios en lugares públicos como las plazas donde colocaban una mesa y se sentaba sobre un banco, y cuando estos se quedaban sin solvencia eran obligados por la autoridad en quebrar el banco, para que los ciudadanos supieran que ese prestamista no estaba en condiciones de continuar con el negocio.

Hoy en nuestros días sucede lo mismo, no me refiero al hecho de que quiebran la banca, sino en que la banca quiebra cuando se queda sin dinero. Y fue lo que le sucedió al Silicon Valley Bank.

El SVB realizó inversiones, comprando bonos del banco central de Estados Unidos, la FED, cuando empezaron aumentar las tasas de interés, sin embargo, debido a la inflación, la FED tuvo que volver subir la tasa de interés, ocasionando que el SVB tuviera que pagar una tasa de interés mayor a sus ahorradores provocando que las tasas que pagará el banco fueran mayores a las que cobrará, era lógico que se avecinaba la quiebra y sus clientes lo supieron muy a tiempo.

Este banco con sede en California contaba con pocos ahorradores, quienes además de tener cuentas grandes, están bien informados. Al darse cuenta de que, el banco estaba en apuros, los ahorradores deciden ir al banco para retirar su dinero, ocasionando que el SVB se convirtiera en insolvente.

Para la banca mexicana y sus ahorradores la quiebra del SVB será un hecho lejano, que no provocará efectos, por razones sencillas, el Gobierno de Biden, la FED y el departamento del tesoro de los EUA, intervinieron de manera rápida y eficiente para evitar que la incertidumbre siguiera creciendo, además de que en las inversiones de bancos mexicanos en el SVB no son significativas.

Bien lo dijo Henry Ford: “Es bueno que la gente no conozca el sistema bancario y monetario, si no habría una revolución mañana por la mañana”.

 

¿Y si comemos dólares?

Francisco Tobías

El dólar baja y baja, los precios suben y suben, ¿por qué? Hemos visto en los últimos meses que precio del dólar baja, incluso ha llegado a niveles más bajos de los últimos 5 años, sin embargo, hemos sufrido las de Caín con el aumento del precio de todos los productos, principalmente de la canasta básica. Siempre nos han hecho creer que cuando tenemos un peso fuerte, un dólar barato, nuestra economía va bien, pero ¿es cierto?

Cuando el dólar está “barato” no necesariamente significa que nuestra economía va bien, todo se reduce y explica en el mercado.

Ese lugar que en todos lados existe y que no se puede tocar, no se ve, tampoco se huele ni se escucha, pero que su comportamiento en ocasiones tan caprichoso nos complica la satisfacción de nuestras necesidades es el mercado.

Cuando existe abundancia de una mercancía el precio de esa mercancía es bajo, cuando la existencia es poca el precio es alto, ejemplo de ello son las piedras, las piedras que están en el monte tendrían en el mercado un precio muy muy bajo, sin embargo, un diamante o el oro, piedras preciosas, tiene un valor demasiado alto, el motivo, según los clásicos es la escasez, entre más escaso sea un bien o servicio su precio es mayor. Lo mismo sucede con las monedas.

A la economía mexicana están llegando o entrando muchos dólares, como nunca en la historia, por tres factores principalmente, el primero es por las exportaciones que realizamos las cuales son mayores a las importaciones, dichas transacciones se realizan en dólares, como generamos un superávit, es decir vendemos más de lo que compramos nos quedamos con más dólares de lo que requerimos para las compras. Además, los trabajadores mexicanos que están en los Estados Unidos colaboran en gran medida para que el dólar se mantenga a un tipo de cambio bajo, pues ingresaron gracias a su trabajo casi 59 mil millones de dólares. El tercer factor, nada honroso, se debe a la venta de drogas mexicanas en los Estados Unidos, específicamente del fentanilo.

Es cierto que el precio del dólar afecta al precio de las mercancías, pues muchos insumos y materias primas se compran en dólares, sin embargo, hay factores que tiene un “peso” mayor como lo es la cantidad de dinero que circula en la economía, los incrementos en las tasas de interés que afectan de manera negativa la inversión, la escasez de materias primas e insumos que se ha generado por la guerra entre Rusia y Ucrania, además de las consecuencias post pandemia del Covid-19.

Mientras el dólar en menos de 5 años cuesta 4% menos respecto a su valor del 2018, el precio de alimentos básicos como el azúcar ha aumentado 100%, no se necesita ser un gran economista para saber las cosas nos van bien que, aunque el dólar este barato el dinero del bolsillo alcanza cada vez menos para satisfacer nuestras necesidades básicas.

Definitivamente, no todo lo que brilla es dólar.

La educación va primero

Francisto Tobías

No es casualidad que las economías más desarrolladas, las economías donde se ofrecen las mejores condiciones de vida, sean aquellos que cuentan un servicio educativo de mayor cobertura, de mayor especialidad y de mayor calidad.

A pesar de que la relación no es equivalente en los rankings de desarrollo económico y nivel educativo, es evidente que existe una relación directa entre la calidad de vida de los habitantes de un país y la calidad de educación que se ofrece. Países como Noruega, Finlandia y Dinamarca han logrado el desarrollo económico basado en la educación, consiguiendo los niveles de vida más alto en la actualidad.

Mientras países cuya calidad del sistema educativa es mala, la calidad de vida de sus habitantes también es mala, como sucede, desafortunadamente, con países como Afganistán, Nigeria y Sudán.

La inversión, aunque los economistas se empecinan en considerar la educación pública como parte del gasto público, en educación debe de dar las oportunidades a los estudiantes de adquirir conocimientos, civismo, desarrollar habilidades y valores que le permitan el día de mañana poder acceder a un mercado laboral, cada vez más competitivo, de una manera fácil y rápida. La educación en México, en todos sus niveles, debe de perfilarse para generar lideres del mercado laboral, para generar tanto mano de obra como profesionistas de calidad que puedan competir en el mundo cada vez más globalizados, donde se compiten por las oportunidades contra profesionistas de todo el mundo.

No es casualidad que Elon Musk decidiera instalar la Gigafactory de Tesla en la región norte de México, pues además de contar con infraestructura, cadenas de proveeduría y la cercanía con los Estados Unidos, cuenta con una gran cantidad de instituciones de educación media y superior, cuyos gradados podrán ofrecer su trabajo, por supuesto obteniendo mejores ingresos.

Definitivamente existe una relación directa entre la educación, la calidad de la educación y la calidad o nivel de vida de los habitantes de una economía, las baterías del desarrollo económico de nuestro país deben de estar enfocadas en la preparación académica desde la infancia de los futuros ciudadanos, de manera paralela con la educación media y superior, en las cuales se requiere de tecnología, de docentes en continua preparación, de actividades extra académicas y de una administración eficiente que este centrada en los alumnos y su desarrollo.

Ninguna evolución social, ningún cambio en los proyectos sociales, ninguna modificación o “transformación” será resultado de la ignorancia. Y la única ventaja de que ésta se vea cada “mañana” será el recordatorio de cuánta falta hace la educación.

Bien lo dice el maestro Juan Campos, “La educación es un acto de Dignidad Social”.

¿Y el bate para qué?, estamos jugando soccer

Francisco Tobías

Durante la infancia de muchos de nosotros cuando jugábamos con los vecinos del barrio, de la colonia, de la cuadra, o en mi caso con los de la privada, nos poníamos de acuerdo muy rápido, si decidíamos jugar tochito, todos sabíamos que no se necesitaríamos bates de béisbol o bien algunas piedras para simular una portería, las reglas estaban escritas de acuerdo con los “usos y costumbres”, y todos estábamos de acuerdo en cumplirlas; en la economía sucede lo mismo.

Desde hace poco tiempo la empresa norteamericana Tesla, dedicada a la fabricación de autos eléctricos, ha evidenciado su interés por instalar una planta de producción de camiones eléctricos en el estado norteño de Nuevo León, que generará 10 mil empleos.

El objetivo más importante y principal de cualquier empresa es la generación de utilidades, bien lo dijo Adam Smith: "No es de la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su preocupación por sus propios intereses". Toda empresa para obtener mayores ganancias busca reducir sus costos, debido a que los salarios son más bajos aquí que en Estados Unidos es más conveniente para Tesla instalarse en México, pero además se consideran otros factores, la mayoría influyen en los costos y utilidades, como lo son los gastos de traslado, sí también la cantidad disponible de agua tratada, la infraestructura vial, infraestructura ferroviaria, aérea, educativa, hospitalaria, de entretenimiento, la seguridad, la certeza jurídica, son la cadena de suministro que hay en la región, la infraestructura industrial, el clúster automotriz de la región que ya de por sí abastece a Tesla, entre otros factores más.

La inversión que Tesla tiene planeada para Nuevo León no es “peccata minuta” de hecho será la inversión más grande que se haya realizado en ese estado, con un monto de 10 mil millones de dólares. Es evidente que Elon Musk, propietario de la empresa no tomaría la decisión de gastar un monto mayor al PIB de 25 países, sin realizar un análisis a profundidad, a nadie le gusta perder dinero y menos al hombre más rico del planeta. Por cierto, dicha inversión no sólo beneficiaría a Nuevo León sino a todo el sureste de Coahuila.

Trastocar las reglas del mercado y de la economía no generan certidumbre jurídica ni económica sino todo lo contrario, provocando incluso un aislamiento del resto de los participantes, generando que incluso quienes ya están participando busquen otros lugares para continuar con su producción, generación de empleos y utilidades.

Cuando el presidente de la república intenta participar en la decisión de Tesla para evitar que se instale en el norte de México, genera incertidumbre, y viola las reglas del juego llamado capitalismo.

Elon Musk, Tesla, el mundo y nosotros estamos jugando futbol soccer, no puede llegar AMLO con una pelota de béisbol para intentar ponchar la economía, simplemente lesionará a los jugadores con su bate. Así es la economía, así es el capitalismo, aunque no nos guste, y no podemos jugar con otras reglas.

Página 6 de 21