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Preparen, apunten, aranceles

Francisco Tobías

El presidente Trump ha impuesto un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones que realizan en Estados Unidos desde México y Canadá, más allá de analizar las consecuencias del aumento en los precios que al final pagaran los consumidores norteamericanos o la supuesta contracción en las economías canadiense y mexicana, es interesante advertir que estamos entrando a una guerra comercial, en la cual participaremos los integrantes de la mayor zona económica de mundo.

Con la medida impositiva que decretó el gobierno de los Estados Unidos, hacía México y Canadá, podrán llegar otras acciones similares por parte de los otros 2 integrantes del T-MEC, ocasionando así una escalada de impuestos y restricciones erosionando no sólo el comercio, sino las relaciones políticas y diplomáticas. Entrando así a una guerra comercial, en la cual al final todos saldremos perdiendo.

Las guerras comerciales se generan para debilitar una economía, poniendo barreras, es decir impuestos a las importaciones, y así buscar influir en la economía de otros países, aplicando así una política proteccionista, procurando cuidar el mercado propio además de perjudicar a otro país. Como ejemplo muy actual son los aranceles que Trump acaba de imponer a los productos de México, Canadá y China. Más allá de la justificación de Washington, al asegurar que los aranceles son en consecuencia de la migración ilegal, así como el tráfico desmedido de fentanilo hacia ese país, las consecuencias pueden ser desastrosas para los tres socios comerciales de América del Norte. Pues mientras los norteamericanos tendrán que pagar más en el precio final, Canadá y México sufrirán de contracciones, es decir una reducción en su PIB ocasionando desempleo y desinversión.

Bien valdría la pena recordar las palabras del político e inventor norteamericano, Benjamín Franklin, considerado como uno de los padres de los Estados Unidos de América quien dijo: “Nunca existió una buena guerra ni una mala paz”, frase que el primer estadunidense se refería a la guerra armada y que bien puede aplicarse a la guerra comercial.

Sólo como forma de finalizar mi comentario: los precios aquí en México también van aumentar.

La mano invisible

Francisco Tobías

Cuando la economía nació como ciencia “formal”, en 1776, surgió la primera escuela económica, es decir la primera corriente del pensamiento que supone afirmar la manera en que funciona la propia economía. Entre los economistas clásicos, término asignado por don Karl Marx, se incluyen pensadores como Adam Smith, Thomas Malthus, David Ricardo, Say y otros más.

El primer economista, quien es incluso llamado el padre de la economía, fue Adam Smith, quien dictó las primeras ideas de cómo funciona la economía, asegurando entre otras cosas, que existen fuerzas, la oferta y la demanda, en el mercado, las cuales interactúan entre ellas mismas, acomodándose para llegar a un equilibrio y así lograr el bienestar social sin la necesidad de que el gobierno intervenga.

A ese actuar “natural”, que provoca el equilibrio entre la oferta y de la demanda, es conocida como “la mano invisible”.

Las teorías neoliberales tienen como base las mismas ideas de la teoría clásica, asegurando que lo mejor que puede suceder en el sistema económico es decir a su mínima expresión la intervención del Estado. Es por ello que cuando se habla de las acciones neoliberales, se hace referencia a las acciones mercantiles, ventas, gubernamentales.

Una de las frases más famosas que existen en la economía es precisamente “la mano invisible”, frase que se le atribuye a Adam Smith, quien supuestamente escribió esa expresión en su libro “La riqueza de las naciones”, enunciado que tiene la misma característica a la del Quijote de la Mancha; quien supuestamente le dijo a fiel escudero “Sancho, dejad que los perros ladren, es señal de que cabalgamos”. Ya que ninguna de las dos frases aparece en sus respectivos textos, es decir ni Adam Smith escribió de la existencia de “la mano invisible”, ni don Miguel de Cervantes escribió, en prisión, alguna frase sobre el ladrido y la cabalgata de sus principales personajes.

Nómadas Digitales

Francisco Tobías

Pareciera que la frase “la historia se repite” se presenta en vida económica de la sociedad y por lo tanto la misma sociedad transita en un círculo terminando donde inició.

Durante la prehistoria, es decir antes de la invención de la escritura, las sociedades eran nómadas, de hecho, hace 2 millones 700 mil años la dispersión en la humanidad inició, por supuesto gracias al nomadismo de las comunidades que estaban asentadas en el África.

Hace 5,225 años se logró construir la primera ciudad del mundo, la cual fue organizada por los sumarios y cuyo nombre era Uruk.

Después de 5 milenios, 2 siglos, 2 décadas y 1 lustro la tendencia de las nuevas generaciones en convertirse en nómadas digitales.

Gracias a las nuevas tecnologías, al proceso de globalización; el cual puede troncarse con la llegada de Trump a la Casa Blanca, y con herramientas como el internet, cada día hay más personas que tiene un trabajo o un empleo totalmente remonto, aprovechando estas características para recorrer el mundo. Existen estudios que afirman la existencia de entre 35 y 40 millones de nómadas digitales en el mundo.

Este tipo de trabajadores han ocasionado un cambio “las reglas del juego” para ellos mismos y han provocado que muchos gobiernos vean en ellos una fuente importante para atraer divisas, es decir dinero de otra parte del mundo. Países como México, Colombia, Brasil y Argentina han emitido una visa especial para este tipo de trabajadores a distancia.

Nuestro país es la segunda economía de América con más nómadas digitales, sólo atrás de los Estados Unidos, se tiene una estimación, que en nuestra economía se encuentra el 5 por ciento del total de los nómadas digitales. En el 2023 este tipo de trabajadores generaron una derrama económica por 524 millones de pesos, equivalente al 15 por ciento de las utilidades generadas por el turismo.

Tal vez la historia no se repita, pero bien lo dijo l escritor Mark Twain "la historia no se repite, pero a menudo rima”.

Imprimir dinero

Francisco Tobías

El dinero es la herramienta más utilizada para adquirir bienes y servicios, los cuales nos ayudan a satisfacer nuestras necesidades, pudiéramos llegar a pensar que, si hay más dinero en el mercado, los consumidores tuvieran, por lo tanto, más dinero para así poder realizar sus compras, consumir las mercancías y así satisfacer sus necesidades; y ¿entonces por qué no se imprime más, mucho dinero?

En distintos países, en distintos momentos, por diversas circunstancias las autoridades han decidido imprimir más dinero del que soporta su economía. Por ejemplo, entre 1921 y 1923 Alemania sufrió de hiperinflación, aumento descontrolado y exagerado de los precios de manera muy rápida, cuando ese país europeo tuvo que pagar las reparaciones ocasionadas por la primera guerra mundial. Hoy Venezuela sufre del mismo fenómeno económico, la hiperinflación, también gracias a la emisión, sin soporte económico, de dinero, utilizándolo como una herramienta del populismo.

Pero, ¿cuál es el motivo de que al imprimir más dinero se ocasiona inflación? Cuando hay más dinero en el mercado, a ese dinero los economistas lo llaman masa monetaria, los consumidores tienen el dinero para adquirir más mercancías, afectando así la fuerza de la demanda en el mercado, sin embargo, la oferta, que es la otra fuerza del mismo mercado, no está preparada, por lo que se ocasiona una escasez de las mercancías, provocando que estas aumenten de precio y generando así primero inflación o en el peor de los casos hiperinflación.

En nuestro país la única autoridad, valga el trabalenguas, autorizada para emitir monedas y billetes es el Banco de México (Banxico), el cual es un organismo autónomo, cuyo objetivo principal es evitar que el peso pierda valor por medio de la inflación.

La emisión de dinero está respaldada por la confianza de quien lo emite, Banxico para nuestra economía, y el valor del dinero está relacionado con la cantidad de mercancías que se pueden comprar. Por ello imprimir dinero por imprimir no es la solución a la pobreza, de hecho provocaría más y mayor pobreza.

Cargador USB - C

Francisco Tobías

En la Unión Europea acaba de entrar en vigor una nueva ley referente a los cargadores de teléfonos móviles, cámaras, audífonos, tabletas y otros dispositivos para que todos utilicen puerto USB C para su carga de energía. Incluso para el 28 de abril del 2026 todas las laptops que se vendan en el viejo mundo tendrán que con este tipo de puerto para su carga y recarga.

Pareciera en primera instancia que lo más importante de esta legislatura es el evitar tanto cablerío para los usuarios, sin embargo, no es así, de hecho, existen otras repercusiones, por cierto, positivas tanto para el medio ambiente como para la economía.

Se estima que las familias europeas tendrán un ahorro anual por 250 millones de euros, algo así como 500 mil millones de pesos, ya que la ley europea sostiene que los nuevos dispositivos al ser vendidos pueden ser adquiridos sin cargador. Además de generar una apertura al mercado y mayor libertad al consumidor, pues se elimina la obligatoriedad de comprar un cargador específico de una sola marca.

Definitivamente el impacto al medio ambiente será mayor, tal vez dando un respiro a la naturaleza, pues se estima que se dejarán de “producir” 11 mil toneladas de desecho electrónico al año. Colaborando también al desarrollo de la economía circular, mediante la cual se busca aumentar el empleo, la productividad y el crecimiento económico.

Esta acción europea debe de marcar un parteaguas en el mundo para cuidar del planeta y nuestros bolsillos, pues se lograría evitar la generación de más de 60 mil toneladas de basura electrónica y miles de millones de dólares en consumo expreso de cargadores.

Las leyes tienden a ser reformadas con los cambios sociales, económicos, políticos y hasta ambientales, como sucedió en la Unión Europea con los cargadores de aparatos electrónicos. Definitivamente, “los cambios para que sean grandes deben de suministrarse en pequeñas dosis”.

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