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La naranja mecánica

Francisco Tobías

El 8 de abril de 1959 se fundó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución que se ha convertido en la principal fuente de financiamiento para el desarrollo sostenible, social, económico e institucional para los países de Latinoamérica y el Caribe.

El BID de manera anual realiza seminarios en los cuales se analiza la situación económica de la región y de forma paralela se busca dar propuestas para el desarrollo de los países Latinoamericanos y del Caribe que integran dicha institución internacional. En el 2013 durante la conferencia del BID se presentó un libro llamado “economía naranja”, cuyos autores son Iván Duque y Felipe Buitrago, quienes trataron el tema de la economía cultural como la puerta a la “oportunidad infinita”.

Sinceramente la primera vez que leí el titulo me imagine que trataba sobre el clásico de ciencia ficción del cine angloestadounidense llamado “La naranja mecánica”, y a pesar de que se puede relacionar con el llamado 7mo arte, nada tiene que ver con la película, pero sí con la cultura.

La idea de la economía naranja es impulsar aquellas actividades económicas que están relacionadas con la cultura, el arte, el diseño de modas, la gastronomía, el turismo, el entretenimiento, las actividades culturales y de creación, así como la educación, informática, robótica, la investigación y nanotecnología. Sectores en los cuales las antes llamadas economías del tercer mundo tienen un gran atraso, buscando que por medio de políticas públicas de la economía naranja ese rezago se convierta en una gran oportunidad para la generación de empleo, logrando el crecimiento y desarrollo económico.

A nivel global las actividades que conforman la economía naranja representan el 3% del PIB, por su parte en América Latina y el Caribe el porcentaje es de 3.5% según la CEPAL. Para la UNESCO, las industrias culturales y creativas generan 2.25 billones de dólares alrededor del planeta y el sector cultural emplea a 30 millones de personas en el mundo.

México tiene una gran oportunidad con el desarrollo de su economía naranja, con el uso de la tecnología y las comunicaciones, aprovechando nuestras raíces, nuestras tradiciones, cultura e incluso ubicación geográfica somos un gran prospecto para convertirnos en la gran potencia en este tipo de economía. Sin embargo, se tienen que desarrollar y aplicar políticas públicas para el desarrollo de la economía naranja en nuestro país, como también ocasionar su descentralización pues dos terceras partes de las actividades de la economía naranja se realizan en la Ciudad de México.

Definitivamente la economía naranja es la puerta hacia la “oportunidad infinita” pero la combinación para abrir esa puerta debe de incluir vueltas a la derecha con innovación, giros a la izquierda dentro de un marco jurídico y un picaporte de políticas públicas que permitan no sólo la apertura de la puerta sino que el desarrollo económico llegue a los países de América Latina y el Caribe.

Pero que tiene que ver

Diez años después

El 8 de abril de 1959 se fundó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución que se ha convertido en la principal fuente de financiamiento para el desarrollo sostenible, social, económico e institucional para los países de Latinoamérica y el Caribe.

El BID de manera anual realiza seminarios en los cuales se analiza la situación económica de la región y de forma paralela se busca dar propuestas para el desarrollo de los países Latinoamericanos y del Caribe que integran dicha institución internacional. En el 2013 durante la conferencia del BID se presentó un libro llamado “economía naranja”, cuyos autores son Iván Duque y Felipe Buitrago, quienes trataron el tema de la economía cultural como la puerta a la “oportunidad infinita”.

Sinceramente la primera vez que leí el titulo me imagine que trataba sobre el clásico de ciencia ficción del cine angloestadounidense llamado “La naranja mecánica”, y a pesar de que se puede relacionar con el llamado 7mo arte, nada tiene que ver con la película, pero sí con la cultura.

La idea de la economía naranja es impulsar aquellas actividades económicas que están relacionadas con la cultura, el arte, el diseño de modas, la gastronomía, el turismo, el entretenimiento, las actividades culturales y de creación, así como la educación, informática, robótica, la investigación y nanotecnología. Sectores en los cuales las antes llamadas economías del tercer mundo tienen un gran atraso, buscando que por medio de políticas públicas de la economía naranja ese rezago se convierta en una gran oportunidad para la generación de empleo, logrando el crecimiento y desarrollo económico.

A nivel global las actividades que conforman la economía naranja representan el 3% del PIB, por su parte en América Latina y el Caribe el porcentaje es de 3.5% según la CEPAL. Para la UNESCO, las industrias culturales y creativas generan 2.25 billones de dólares alrededor del planeta y el sector cultural emplea a 30 millones de personas en el mundo.

México tiene una gran oportunidad con el desarrollo de su economía naranja, con el uso de la tecnología y las comunicaciones, aprovechando nuestras raíces, nuestras tradiciones, cultura e incluso ubicación geográfica somos un gran prospecto para convertirnos en la gran potencia en este tipo de economía. Sin embargo, se tienen que desarrollar y aplicar políticas públicas para el desarrollo de la economía naranja en nuestro país, como también ocasionar su descentralización pues dos terceras partes de las actividades de la economía naranja se realizan en la Ciudad de México.

Definitivamente la economía naranja es la puerta hacia la “oportunidad infinita” pero la combinación para abrir esa puerta debe de incluir vueltas a la derecha con innovación, giros a la izquierda dentro de un marco jurídico y un picaporte de políticas públicas que permitan no sólo la apertura de la puerta sino que el desarrollo económico llegue a los países de América Latina y el Caribe.

Pero que tiene que ver

Diez años después

Así como los Boneless pero sin monedas ni billetes

Francisco Tobías

Todo cambia, todo evoluciona, nada es permanente salvo el cambio. Y los instrumentos que utilizamos en nuestras vidas de manera cotidiana, poco a poco sin darnos cuenta van cambiando, como ha sucedido con el dinero, desde su aparición aproximadamente en el año 640 a.C., pero no sólo ha cambiado su forma, o su respaldo sino hasta la manera en como lo usamos.

Gracias a la tecnología y al internet los pagos en efectivo se empezaron a reducir, incluso el uso de monedas y billetes cada vez será menor, ocasionando no únicamente que las transacciones sean más rápidas y eficientes, sino que además el desuso del efectivo logrará incrementar la productividad de una economía. Pero iniciemos con la explicación de lo que se conoce como el cashless, el cual es definido como un método de pago sin uso de efectivo, ya sea por medio de chips, tarjetas de crédito o debido, teléfonos inteligentes, transferencias electrónicas o dinero digital.

Entre los argumentos a favor del cashless podemos mencionar que, al evitar el uso de monedas y billetes, es más fácil llevar un control de los gastos, además de lograr que las transacciones sean inmediatas y más rápidas que los pagos en efectivo, también se debe de considerar que con un sistema de cero efectivo -o menos efectivo- para pagos la criminalidad se reduce, pero lo más interesante es el aumento en la productividad de los entes integrantes de un sistema económico.

Además con el cashless se lograría que la autoridad monetaria, el Banco de México, para nosotros logre tener un mayor control sobre el dinero que hay circulación en una economía, sin olvidar que se eliminaría el pánico por falta de dinero en los bancos que provoca la quiebra de estas instituciones, como sucedió este mismo año con el Silicon Valley Bank en California, sin embargo no todo es miel sobre hojuelas pues también existen efectos negativos como la posible aplicación de tasa de interés negativas, y lo más doloroso es que podría incrementarse la desigualdad social así como la pobreza, debido a la falta de acceso a este tipo de pagos, ocasionando un círculo vicioso.

El proceso de llegar a una sociedad chasless ha iniciado, incluso desde hace décadas, sin darnos cuenta, de hecho, Dinamarca y Suecia han reducido la cantidad de monedas y billetes en sus economías para así fomentar el pago sin efectivo; otros gobiernos han establecido limites en los pagos en efectivo como Francia, donde desde el 2015 sus habitantes no puedes realizar pagos mayores de mil euros en efectivo.

Definitivamente la razón es del escritor de ciencia ficción, historia y divulgación científica, Isaac Asimov quien afirmó: “Es el cambio, el cambio continuo, el cambio inevitable, el factor dominante de la sociedad actual” y la manera de usar el dinero está cambiando.

Finanzas y tecnología

Francisco Tobías

La tecnología, las comunicaciones, en si la globalización ha provocado muchos cambios en los ámbitos sociales, políticos, culturales, por supuesto en la economía y hasta en el deporte. Hace años, pocos en realidad, hubiera sido imposible pensar en participar en el desarrollo de una empresa, en el desarrollo de un producto nuevo, en el financiamiento de algún bien material como por ejemplo una vivienda, o bien financiar a terceras personas para saldar sus deudas. Sin embargo, desde hace poco tiempo esto es posible y legal, con inversiones, tal vez muy pequeñas, es posible y legar financiar a empresas o personas con un proyecto, por medio del crowdfunding, el cual se puede explicar como un financiamiento colectivo.

Por medio de plataformas digitales los interesados en obtener algún financiamiento lo solicitan, por supuesto cumpliendo requisitos y otras personas, cuales si fueran un banco o una institución financiera realizan prestamos al interesados, en una acción en donde todos ganan, quien solicita el crédito, lo obtiene a una tasa menor que las ofrecidas por los bancos y los prestamistas obtienen un interés, pago, mayor que el ofrecido por tener una cuenta de inversión bancaria.

Por medio de este financiamiento colectivo, las personas o empresas pueden obtener préstamos o crédito de una manera más rápida y sencilla, mientras se pueden realizar inversiones pequeñas, casi casi irrisibles.

Este “fenómeno” ha alcanzado magnitudes inimaginables, el Banco Mundial tenía calculado que en el 2020 este tipo de inversiones en el mundo era de un total de 90 mil millones de dólares y el cálculo para el 2025 es que se llegará a 150 billones de dólares.

Todo un cambio estamos viviendo en las finanzas, con el desarrollo del FinTech el cual utiliza la informática y la tecnología para revolucionar los sistemas financieros, el crowdfunding es un ejemplo de ellos.

¡Bara, bara!

Francisco Tobías

Desde hace algunas semanas el peso mexicano se ha fortalecido frente al dólar norteamericano, lo que se conoce como una apreciación. De hecho, se ha ubicado en niveles que teníamos en el diciembre del 2015, cuando el tipo de cambio era de 17 pesos con 58 centavos tal y como se comercializó el 17 de mayo de este año.

El tipo de cambio nominal es el monto de una moneda local, en nuestro caso el peso mexicano que se requiere para cambiarla por una unidad de alguna divisa, como lo es el dólar norteamericano. Analizando el histórico del tipo de cambio, desde el 19 de abril de 1954, el peso nunca había experimentado una apreciación tan fuerte, equivalente al 5.35%, al comparar el tipo de cambio del 15 de marzo con el del 19 de mayo, ambos del 2023.

Hay, de manera indiscutible, mucha información que analizar, como lo son los beneficios, las desventajas, las consecuencias, pero podemos iniciar con la explicación de como el peso tiene un valor de cambio nominal semejante al de hace casi 8 años.

El tipo de cambio en nuestro país se establece de acuerdo, al mercado, donde la oferta, que no es otra cosa más que la entrada de dólares a nuestra economía, junto con la demanda, es decir los requerimientos de esa moneda por parte de los mexicanos, de las empresas que están en México y de los propios gobiernos, llegan a un “acuerdo” para establecer un precio de compra-venta, lo que es el tipo de cambio, tal y como sucede en cualquier otro mercado.

Cualquier moneda, como cualquier mercancía, cuando abunda en el mercado su precio disminuye, vuelvo al ejemplo, que doy en clase y que llega a ser hasta sarcástico pero muy explícito. Las piedras del monte no tienen valor, ¿el motivo? Son abundantes, al sólo caminar por algún monte o sierra podemos recogerlas sin necesidad de algún esfuerzo, salvo de agacharse para recogerla, en cambio el oro tiene un valor altísimo, ¿por qué?, es escaso, y para obtenerlo hay que realizar una serie de trabajos. Pues bien, lo mismo sucede con el dólar, cuando entran muchos dólares a la economía mexicana y quienes vivimos en ella, seamos individuos, gobiernos o empresas, no requerimos tantos como entran, su precio disminuye. Es decir, hay un exceso de oferta de dólares, lo que ocasiona que el tipo de cambio se aprecie a favor del peso mexicano.

Lo que ha ocasionado la entrada “masiva” de dólares a la economía mexicana van desde las remesas que los mexicanos envían a sus familias, monto que ha alcanzado una cifra histórica en dólares, casi 58 mil 500 millones de dólares en el 2022, en ese mismo año ingresaron a nuestro país poco más de 26 mil millones de dólares por turismo, desafortunadamente la comercialización (exportación) del fentanilo ha colaborado para la fortaleza del peso, pues se calcula que en el 2022 la venta de esa droga de México hacia los EUA fue de casi 52 mil millones dólares, los 31 mil millones de dólares por la venta de petróleo también contribuyen a la fortaleza del peso y el capital golondrino. Este último es el dinero, que entra en dólares a México, para ser invertido de manera financiera, hoy México tiene la segunda mejor tasa real de interés en el mundo, con la cual las inversiones, gracias a las altas tasas de interés y la inflación más baja, se convierte en un paraíso para este tipo de inversiones, que sólo dan fortaleza al peso, sin generar ningún empleo. Pues los inversionistas, de manera racional, buscan que su riqueza aumente en términos reales.

Nuestra economía está en la segunda posición más ventajosa para la inversión financiera, pues logra tener una tasa de interés positiva del 6%, ya con la reducción de la inflación, mientras países como Dinamarca ofrecen una perdida del 4% a los inversionistas por su inversión financiera en ese país.

Es cierto que el dólar esta barato, pero también es cierto que no sabemos hasta cuándo estará en estos niveles, pues no es una cuestión de deseo o de decreto gubernamental, sino del propio mercado, el cual no podemos olvidarnos que es altanero y peligroso, sólo basta recordar la devaluación que sufrió el peso en diciembre del 94, cuando en un santiamén los capitales golondrinos volaron. Aún más triste es saber que casi casi ingresan lo doble de dólares a México por la venta de fentanilo que por la venta de petróleo. 

No sólo se trata de dinero

Francisco Tobías

El mayor reto de la economía es el combate a la pobreza, entendiendo que esta es la falta de posibilidades para satisfacer las necesidades básicas, tanto materiales como psicológicas de los individuos que integran una sociedad.

 

Al referirnos a la pobreza, de manera errónea, se piensa que existe cuando una persona no tiene el dinero necesario para adquirir ciertos bienes y servicios para vivir, sin embargo, la pobreza engloba, desafortunadamente, más carencias. Un individuo vive en pobreza cuando sufre de hambre, falta de salud, no cuenta con una vivienda digna, no tiene acceso a la educación, además no tienen acceso a servicios básicos e indispensables como agua, drenaje y energía eléctrica.

 

Los economistas han desarrollado el índice de pobreza multidimensional, en el cual con 3 dimensiones: salud, educación y estándar de vida, se evalúa si una persona vive en situación de pobreza.

 

Estas tres dimensiones, tienen 10 indicadores, 2 de salud siendo la nutrición y mortalidad infantil, en la dimensión de educación se consideran otros 2 indicadores, asistencia a la escuela y escolaridad, mientras el estándar de vida tiene 6 indicadores, electricidad, agua potable, combustible para cocinar, servicios de saneamiento, materiales de vivienda y activos.

 

El IPM desarrollado por la Universidad de Oxford, para el año 2022, ubica a México en la posición 49 de 111 países analizados, con un porcentaje de 7.39 habitantes en situación de pobreza.

 

Por su parte según el Banco Mundial una persona vive en pobreza extrema cuando no recibe ingresos anuales superiores a 1 dólar con 90 centavos por día, es decir alrededor de 32 pesos con 40 centavos, y se calculó en el 2022, que 198 millones de habitantes del mundo estaban en esta situación. Bajo esta óptica de medición en México el 10.95% de sus habitantes se encuentran en pobreza extrema.

 

Para combatir la pobreza se requieren de políticas públicas dirigidas a la generación de ingresos para quienes se encuentran en dicha situación, sin duda se ha demostrado que el reparto o entrega de dinero no ha generado una reducción significativa en la pobreza. Incluso se deben de desarrollar políticas de salud y de educación que nos permitan como país vencer el mayor de los problemas económicos, la pobreza.

 

Mientras se destine dinero y recursos tanto humanos como materiales a obras faraónicas, sin ser estas productivas, con visión, de manera casi imposible se podrá reducir la pobreza, por ello es necesario una reorganización o replanteamiento de las políticas del gobierno federal donde se logré ayudarle a quien lo necesite para generar sus propios ingresos, sin olvidar que aquellas políticas gubernamentales generalizadas sólo provocan mayor desigualdad económica, política y social pues tratar a los desiguales de una forma igua

l es desigual.

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