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IA

Franciso Tobías

Cada día que pasa la Inteligencia Artificial (IA) avanza, gana espacios, por supuesto que la primera idea es que cada vez es utilizada por más individuos, empresas, gobiernos, ONG´s e instituciones, pero también cada vez se utiliza más. Y es que al igual que sucedió con el televisor, está sucediendo con la IA, quien no conoce de distingos sociales, culturales, económicos, religioso ni de edad. Masificando su utilización.

Se podría pensar que el efecto económico de la IA se centra exclusivamente sobre su uso, ya sea en comunicación, comercio, educación, procesos de producción, salud, en el día a día, sin embargo, sus efectos en la economía son mucho mayores de los que se podría pensar. Para muestra la inversión estimada que se tiene para el 2025, en el mundo, cifra mayor a un millón de millones y medio de dólares, cifra que en español sería un billón y medio. El principal participante es la iniciativa privada, los EEUU liderean con casi un tercio de la inversión global, seguidos de China, Reino Unido y Canadá. Durante estos doce meses en México se invierten casi 33 mil millones de dólares en este rubro.

El caso de la inversión en la IA en la economía de nuestros vecinos del norte es interesante para realizar otro tipo de análisis económico. Los efectos en la generación de empleos, inversión, generando consumo, logrando un crecimiento en su economía.

En los EEUU los sectores económicos, tradicionales, han mostrado un estancamiento o retroceso mientras que la IA ha logrado generar inversiones históricas, absorbiendo los efectos negativos del resto de los sectores, convirtiéndose así en el mayor impulsor del crecimiento económico de ese país.

La inversión en IA esta logrando “jalar” a otros sectores “tradicionales” de la economía como a la industria cementera cuya asociación norteamericana estima que, en los próximos tres años, se consuman un millón de toneladas métricas de cemento para la construcción de centros de datos para la IA. Por supuesto ocasionando inversión y empleos, factores que contribuyen al crecimiento del PIB de la economía norteamericana. De hecho, las pérdidas económicas generadas como por las reducciones del turismo internacional en Las Vegas, la reducción del precio del petróleo de Dakota o hasta el cierre del gobierno han sido compensadas por la inversión en la IA.

Sin embargo, es importante realizar varias observaciones, o externalidades existentes, como lo es la escaza cantidad de empleos que generan los centros de datos para la IA, como también son los beneficios fiscales con lo que hoy cuenta este tipo de inversiones. Además del “consumo” al medio ambiente por la cantidad de energía eléctrica y agua que se utilizan en estos centros, los cuales generalmente de ubican en áreas rurales, por supuesto con sueldos más bajos.

Hace más de dos siglos y medio, en 1760, los integrantes de la economía global atravesaban un momento como el que atravesamos actualmente, hace 265 años con la revolución industrial se esperaba que la “tecnología” detonada por la máquina de vapor, generara el desplazamiento de los trabajadores, así como la explotación y la disrupción social. Hoy volvemos a tener esas mismas dudas, afortunadamente con el paso del tiempo y de acontecimientos los individuos, hemos sido capaces de lograr cambios sociales, económicos y políticos que generan, aunque no en la magnitud que quisiéramos, desarrollo.

De allá para acá y de acá para allá

Francisco Tobías

Las remesas durante muchos años han sido un factor favorable para la economía mexicana y por supuesto para los mexicanos, ese dinero que envían los connacionales que trabajan principalmente en los Estados Unidos, ha llegado a convertirse en la principal fuente de dólares para nuestro país, incluso más que el “tesoro” más preciado que tenemos, el petróleo.

Desde el arribo, por segunda ocasión, de Donald Trump a la presidencia de los EEUU, no es ningún secreto que se han aplicado políticas, severas, migratorias en aquel país, provocando que cada vez menos indocumentados tengan la posibilidad de conseguir un empleo en la Unión Americana ocasionando a la vez que las remesas hacia México disminuyan.

En el periodo de abril a septiembre, 6 meses, se ha registrado una baja mes a mes en el envío de las remesas, de hecho hay estudios los cuales señalan que después de la cifra récord de casi 65 mil millones de dólares que recibimos en el 2024 para este año se estima una reducción del 5.5 por ciento.

Un factor más que debemos de señalar es el tipo de cambio, el peso hoy se encuentra más apreciado, es decir vale más, frente al dólar norteamericano que hace un año, motivo por el cual, al convertir los dólares en pesos, son menos pesos que hace un año. Intentando ser más claro, cuando los trabajadores mexicanos nos envían dólares desde los EUA, al llegar a México esos dólares son convertidos en pesos, como hoy nos dan menos pesos por dólar que el año pasado, en términos reales y de pesos, recibimos menos.

Ambas situaciones, la reducción en las remesas y la apreciación del peso, han provocado una reducción en el consumo, ocasionando que la estimación del aumento en el PIB mexicano para el 2025 oscile entre el 0.5 y el 1 por ciento.

Pareciera que la economía es como cualquier moneda, de dos caras y el caso de las remesas no es la excepción, pues del 2020 al 2024 el envío de remesas desde México hacía Haití, Venezuela y Colombia han aumentado en un 141 por ciento.

Para frenar la caída en el consumo e inversión en nuestro país es importante aplicar políticas monetarias, fiscales y financieras que mantengan la baja inflación, una tasa de interés estable. Además del impulso a la generación de empleos estables y bien pagados, sin olvidar programas como los del empleo temporal, apoyo al primer empleo como al emprendimiento.

Más allá de culpar a Trump, por buscar aplicar sus leyes en su país, acá tenemos que volvernos en una economía, sociedad y personas más productivas, donde el trabajo en equipo, trabajadores, empresarios y gobierno genere frutos, para así lograr el crecimiento, desarrollo económico y el progreso de los mexicanos.,

Los precios de la Serie Mundial

Francisco Tobías

La serie mundial terminó, el último juego fue en Toronto, se fue a extra innings y el triunfo se los llevaron los Dodgers. Pero más allá de lo emocionante que se ha desarrollado este clásico de otoño es importante analizar los cambios, aumentos, del precio por butaca.

La ocasión anterior en la que los Blue Jays de Toronto ganaron la final de las ligas mayores fue en 1993, un asiento para asistir a alguno de los juegos 3 juegos que se jugaron en Canadá tenía un costo de 65 dólares canadienses en la zona 100, es decir en el primer bloque de asientos de estadio. Después de 32 años el Clásico de Otoño regresó al país del maple, incluso al mismo estadio el “Skydome” y un boleto en la zona 100 tiene este año un precio de 4,165 dólares canadienses.

Podríamos pensar en primer instante que el aumento del precio se debe a la inflación, sin embargo, al calcular la inflación acumulada que sufrió Canadá desde 1993 a la fecha, nos da un porcentaje de 233.8 por ciento, con este dato el precio del boleto en la zona A costaría 151.97 dólares canadienses, entonces, ¿de donde sale la diferencia de precios si no es de la inflación?

En el mercado actúan dos fuerzas, cada una independiente de la otra, la oferta y la demanda, sin embargo, ambas tienen que interactuar para llegar a un “acuerdo” y así establecer el precio y la cantidad de la compra-venta a este punto los economistas lo llamamos el punto de equilibrio.

La demanda, es decir la cantidad de mercancías que los consumidores están dispuestos a adquirir, se encuentra en función de otros factores además del precio. Sucediendo lo mismo con la cantidad que los vendedores están dispuestos a vender, a lo que le llamamos la oferta.

El precio de otros bienes, la moda, las expectativas, incluso los impuestos, la tecnología y hasta el ingreso de las personas afectan tanto a la demanda, mientras que otros factores como el costo de producción, la cantidad de vendedores, el precios de otros productos y hasta las legislaturas afectan a la oferta; afectando a la vez al equilibrio. Es decir, los compradores y vendedores consideran otros factores para llegar a un nuevo acuerdo y así poder realizar la compra-venta.

¿De 1993 al 2025 que ha sucedido además de la inflación? Pues otros factores han cambiado, por ejemplo, hoy se ha “democratizado”, yo le digo “masificado”, la oportunidad de viajar, no sólo dentro de Canadá, sino que hoy hay más personas con posibilidades económicas de todo el mundo que, a finales del siglo pasado, que pueden ir a ver un juego a Toronto. Ocasionando un aumento en la demanda provocando así una escasez que a su vez estimula el aumento de los precios.

De alguna manera en estos días hay más personas interesadas en el juego de béisbol o por lo menos en “shows” deportivos como este la serie mundial, la copa FIFA o el superbowl, ocasionando un cambio en la demanda y generando que el precio aumente.

Hoy la tecnología además juega un papel importante en el mercado, de manera indirecta, este factor a colaborado también en el aumento del precio, ya que es un detonante para el aumento de seguidores de este deporte o bien de la serie mundial.

Parece que el béisbol en la economía en ocasiones se comporta como lo dice Alex Lora y el Tri en la canción “Pobre soñador” cuando dice: Tú me haces sentir como en un juego de béisbol me ponchas o me haces batear de homerun.

El buen fin

Francisco Tobías

Del jueves 13 a domingo 17 de este mes tendremos la XV edición del Buen Fin, un proyecto comercial y por lo tanto económico que ha logrado posesionarse cada año de una manera más fuerte tanto entre los vendedores como entre los compradores.

En alguna ocasión me comentó el Ing. Jorge Dávila, Saltillense él quien fue presidente de la FECANACO e impulsor principal de esta gran idea, que al inicio del Buen Fin había mucha incertidumbre hacia el éxito de este proyecto y vaya que ha tenido éxito.

Como “tip” quiero compartirles que para esta edición “el fin de semana más barato del año”, cuenta con una app, la cual nos permite conocer y acceder a las ofertas, precios especiales y promociones, así como los negocios participantes.

En el primer “Buen Fin” logró ventas por un monto de 39 mil 800 millones de pesos, participando 40 mil empresas a lo largo y ancho de nuestro país. Para este año se estima que el monto sea más de 5 veces para alcanzar los 200 mil millones pesos en derrama económica, con la participación de más de 200 mil negocios participantes.

El éxito ha sido tal, de este proyecto comercial que, hasta el sistema tributario, SAT, ha decidido participar con un sorteo de 500 millones de pesos que ser repartirán a la suerte entre consumidores y vendedores. Incluso la Lotería Nacional emitirá un billete conmemorativo.

El consumo es el factor más importante del PIB, definiéndolo como el gasto total que realizamos todas las familias en la compra de bienes y servicios, de hecho, en el 2024 el consumo privado representó alrededor del 70 por ciento del total del PIB mexicano.

Con estas acciones en las cuales participamos una gran parte de la sociedad y del sistema económico, a iniciativa de un Saltillense, hoy en México tenemos un “Buen Fin” en el cual se busca y se ha logrado apoyar a la economía familiar, impulsar tanto el consumo como el comercio formal.

Como bien lo dijo el orador, político e intelectual romano Séneca: “Compra sólo lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario aunque cueste sólo un céntimo, es caro”.

Por favor antes de realizar una compra revise las letras chiquitas y evite comprar algo sólo por el descuento, es decir compre de manera responsable.

Ley de Gresham

Francisco Tobías

En economía existen muchas leyes, tal vez las más famosas son la ley de la demanda y de la oferta, sin embargo, hay muchas leyes más, las cuales son resultado de investigaciones científicas que describen patrones constantes y universales que son el resultado de la experimentación y la observación repetida. De aquí que los economistas seamos científicos sociales.

Existen teorías con fórmulas matemáticas, principalmente de cálculo diferencial o integral, que son tan complicadas que se requiere gran destreza matemática, algunas otras teorías son más sencillas de entender, incluso sin el uso de la ciencia exacta, pero hay otras teorías, sí científicas, que parecieran producto de alguna caricatura o de una broma, una estas teorías es la Ley de Gresham, que debe su nombre a Tudor Thomas Gresham, financiero inglés quien encontró esta ley, dos siglos antes de que la ciencia económica sugiera oficialmente.

La ley de Gresham sostiene que el dinero malo desplaza al dinero bueno, es decir que el dinero de mejor calidad es preferido para ser resguardado que el de mala calidad. Entendamos que hay dinero, principalmente monedas, que tienen valor intrínseco, es decir que valen por sí mismas, por el material con el cual están elaboradas. Supongamos en manera de ejemplo que hay dos tipos de monedas de 20 pesos circulando, una de ellas totalmente de cobre y la segunda con plata, por supuesto que de manera racional cada vez que llegue a nuestras manos una moneda de las que tiene plata la resguardaremos, dejando en circulación las de cobre.

Existen casos aún más “llamativos” como el de los billetes de 50 pesos que tienen la imagen del ajolote, el cual es un anfibio endémico de nuestro país, pues bien se tiene calculado que hay 12 millones pesos en esos billetes, que están fuera de circulación resguardados por particulares quienes no lo utilizan para la compra de alguna mercancía por considerar que esos billetes son “bonitos”.

Pareciera que hay cosas en la economía que funcionan al revés que el resto de las ciencias, actividades o quehaceres, como el caso de que en lugar de que las cosas buenas saquen a las malas, los billetes malos sacan a los buenos a pesar de que sirven para lo mismo y en ocasiones hasta valen lo mismo. ¿Acaso cuando tiene en la cartera dos billetes de la misma denominación y necesita hacer un pago, no utiliza el más maltratado?

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