Back to Top

contacto@nuestrarevista.com.mx

headerfacebook headertwitter
 

La guerra

Francisco Tobías

De manera reciente hemos escuchado sobre una guerra comercial entre nuestro país vs nuestro mayor y mejor socio comercial, los Estados Unidos de América, pero, que significa esto.

Cual si se tratará de una guerra, pues en realidad lo es, existen armas que se utilizan con el fin de proteger la economía local, es decir México con sus armas, poderosas o no, intenta cuidar su economía. Lo mismo sucede con nuestros vecinos del norte. Las herramientas económicas que se utilizan, son tanto barreras jurídicas como económicas. Ambas se utilizan para proteger la economía e intentar detonarla desde su interior. De hecho, desde 1938 hasta 1982, México aplicó un sistema económico llamado “crecimiento desde adentro”, con el cual se incentivó la producción de mercancías que se importaban, ocasionando por un lado inversión y generación de empleos. La estrategia era sencilla, altos aranceles a las importaciones de productos que producíamos o pudiéramos producir en territorio nacional.

Con el intento de la guerra comercial de América del Norte -pues los tres países estamos involucrados- las consecuencias serían catastróficas desafortunadamente como cualquier guerra, pues el meter “reversa” al proceso de globalización o internacionalización de la producción, de tres economías tan ligadas, lo único que se lograría es inflación, pérdida de inversiones y aumento en la tasa de desempleo.

Si el Presidente Trump llegará imponer aranceles a las importaciones que realizan en su país desde México, ese impuesto al final de la cadena de pagos la pagará el consumidor final. A esta acción norteamericana la reacción menos conveniente para nuestro país sería reaccionar la misma manera pues los precios en México aumentarías, de hecho, esta situación no exime que con sólo los aranceles de Estados Unidos los precios en nuestro país aumenten, pues bastaría mencionar que mientras nosotros les exportamos petróleo crudo se los volvemos a importar ya refinado es decir en forma de gasolina.

La guerra comercial por supuesto que no es la ruta a seguir para lograr desarrollo y crecimiento económica, pues la tendencia de la historia universal es la globalización, fenómeno que se desarrolla de manera cada vez más rápida, fenómeno intrínseco del sistema económico.

Definitivamente a nadie le conviene una guerra comercial.

Oro

Francisco Tobías

Las joyas de oro son más caras que las joyas de plata y aunque lo dude no se debe a su brillo.

Muchas veces vivimos situaciones, teorías, modelos o hasta fenómenos económicos y debido a que desde muy pequeños han sucedido de esa manera lo llegamos a considerar algo que la misma naturaleza da, y no me refiero a la escuela fisiócrata, la cual sostiene que la riqueza de las naciones depende únicamente del uso de las tierras, sino a la consideración tan natural que tomamos como lo es el precio del oro.

Más allá de analizar el cambio del precio del oro, precio que al largo plazo siempre va en aumento, es interesante analizar el motivo de porqué el precio del oro es más alto que el de la plata.

La ciencia económica estudia como los entes, ya sean empresas, individuos o hasta los gobiernos, buscan satisfacer sus necesidades que son ilimitadas con recursos limitados, es decir que si todos los recursos fueran ilimitado la ciencia económica no existiera como tal pero, al estudiar la escasez de los recurso los científicos sociales, es decir los economistas, se han dado cuenta que cuando un bien se vuelve escaso su precio, más no su valor, aumenta y cuando se comparan dos productos distintos el de mayor escasez tiene un precio más alto.

El precio más alto del oro que el de otros metales se debe al principio de la escasez el cual sostiene que el precio de un bien aumenta cuando ese bien se vuelve más difícil de obtener o conseguir.

También existe la teoría del valor, bajo esta óptica el precio del oro es más alto que el de la plata debido a que es más difícil y por lo tanto se requiere más trabajo obtener oro que plata.

Bajo ambas teorías también podemos concluir el motivo o los motivos por el cual el bronce es más barato que la plata y por qué el cobre tiene un precio más bajo que el del bronce.

Por ello no debe de extrañarnos que, en tiempo de guerra, en épocas de crisis la gente prefiera resguardar su riqueza en oro que en otro tipo de metales o divisas.

Bien lo dijo el banquero y empresario norteamericano John Pierpont Morgan Sr, “el oro es dinero, todo lo demás es crédito”

Todo por un abrigo

Francisco Tobías

Denis Diderot fue un escritor y filósofo francés, quien vivió en el siglo XVIII época de la ilustración, sus aportes fueron en distintas áreas, abarcando desde el teatro, la filosofía y hasta en la economía, de hecho, platico sobre este intelectual precisamente por un fenómeno llamado “efecto Diderot”.

En cierta ocasión al ser invitado a una tertulia, donde hubo bebidas, naipes y camaradería, Denis Diderot llegó con un abrigo viejo, anticuado para la época y desgastado, uno de los asistentes al convivio le obsequió un abrigo nuevo, según la moda y de gran calidad. Al día siguiente cuando decidió estrenar su abrigo, el filósofo se dio cuenta que necesitaba comprar pantalón, camisa y hasta zapatos para que el abrigo que le habían obsequiado luciera. Después de comprar el pantalón, zapatos y camisa, se dio cuenta de su comportamiento del consumo, pues una propiedad, en este caso el abrigo, ocasionó una espiral de consumo.

Al comportamiento que se genera cuando una compra te arrastra a otras compras se le conoce como el efecto Diderot. Fenómeno que se sigue presentado en nuestros días y seguramente con mayor fuerza pues, cuantas veces hemos comprado un pantalón y de manera casi inmediata buscamos una camisa para “que combine”, o bien al adquirir un teléfono inteligente, empieza una espiral de compras, como un cable más largo, una batería externa, una funda y hasta un tripié para las fotografías. Incluso hasta la adquisición de servicios nos puede ocasionar una espiral de consumo, como lo es el ingreso a un gimnasio, ya que tendremos que comprar calzado, ropa adecuados, así como algunos accesorios como el termo para el agua.

Existen dos grandes ramas de la economía, una que se encarga de estudiar a los agregados, la cual se llama macroeconomía y la microeconomía se encarga de estudiar como los entes individuales, ya sean empresas o individuos, satisfaces sus necesidades.

Cuando Denis Diderot encontró el fenómeno que lleva su nombre, no dimensionaba la importancia de su aportación en la ciencia económica, pues tanto la oferta como la demanda pueden verse afectadas por dicho fenómeno.

De parte las oferta, quienes venden, utilizan el fenómeno Diderot para aumentar sus ventas y ganancias, los consumidores, es decir la demanda, debe de conocer bien este fenómeno y el comportamiento que ocasiona para no terminar como Deni Diderot, quien murió en la pobreza.

Del meme a la criptomoneda

Francisco Tobías 

Así como la sociedad ha evolucionado también lo ha hecho la forma en que nos comunicamos, el modo en que comercializamos, la economía y hasta el dinero.

Con el uso masivo, democratización le llaman, del internet la comunicación se ha transformado, incorporando cada vez nuevas formas de interactuar, ya sea escrito, verbal o hasta por símbolos, un ejemplo de esto último son los famosos memes, que bien podríamos definir como una imagen o video que se utiliza de manera de caricatura para reírnos o burlarnos de ciertos hechos o acontecimientos.

Por medio de la tecnología el dinero se ha transformado para empezar a utilizarse dinero digital o criptomoneda, la cual cada vez es más aceptada para realizar transacciones, para utilizarlo como unidad de cuenta y depósito de valor, por supuesto que la primer criptomoneda fue el famoso Bitcoin, sin embargo han surgido cada vez más monedas digitales de distintas índoles o características, todas ellas con el objetivo de ir sustituyendo el dinero físico, es decir las monedas y billetes, como lo conocemos hoy en día.

Hace 12 años un ex trabajador de IBM desarrollo la Dogecoin en referencia a un meme, que sigue siendo sumamente famoso, que utiliza un perro shina inu. Dicha mememoneda en su inicio tuvo un precio en el mercado por 0.00054 dólares, de decir ni siquiera alcanzaba el valor de un centavo de dólar norteamericano, sin embargo, gracias a su aceptación en el mercado de las criptomonedas, después en mercado en línea y de manera más reciente en transacciones “regulares”, el valor máximo que ha alcanzado esta moneda, que surgió de una burla, ha sido de 0.68 dólares, es decir que ha logrado un aumento de más del 125 mil por ciento de su valor inicial.

Esta criptomoneda a pesar de tener su origen en un meme cuenta con un sistema de bloques muy parecido a la del Bitcoin de hecho se puede fabricar un Dogecoin 10 veces más rápido que un Bitcoin

En distintas ocasiones el empresario sudafricano Elon Musk ha mencionado que gusta de invertir en esta moneda digital, que es la más famosa de los memecoins, incluso con el Dogecoin puedes comprar un vehículo Tesla. De hecho, ya se pueden adquirir tarjetas de regalo en Amazon y Walmart por medio de esta moneda digital.

Las criptomonedas van ganando espacio en la economía y el ahorro o la inversión en ellas es una gran oportunidad, aunque parezca un meme. ¿Y Usted ya empezó a ahorrar en dinero digital?, hágalo que no es broma.

Preparen, apunten, aranceles

Francisco Tobías

El presidente Trump ha impuesto un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones que realizan en Estados Unidos desde México y Canadá, más allá de analizar las consecuencias del aumento en los precios que al final pagaran los consumidores norteamericanos o la supuesta contracción en las economías canadiense y mexicana, es interesante advertir que estamos entrando a una guerra comercial, en la cual participaremos los integrantes de la mayor zona económica de mundo.

Con la medida impositiva que decretó el gobierno de los Estados Unidos, hacía México y Canadá, podrán llegar otras acciones similares por parte de los otros 2 integrantes del T-MEC, ocasionando así una escalada de impuestos y restricciones erosionando no sólo el comercio, sino las relaciones políticas y diplomáticas. Entrando así a una guerra comercial, en la cual al final todos saldremos perdiendo.

Las guerras comerciales se generan para debilitar una economía, poniendo barreras, es decir impuestos a las importaciones, y así buscar influir en la economía de otros países, aplicando así una política proteccionista, procurando cuidar el mercado propio además de perjudicar a otro país. Como ejemplo muy actual son los aranceles que Trump acaba de imponer a los productos de México, Canadá y China. Más allá de la justificación de Washington, al asegurar que los aranceles son en consecuencia de la migración ilegal, así como el tráfico desmedido de fentanilo hacia ese país, las consecuencias pueden ser desastrosas para los tres socios comerciales de América del Norte. Pues mientras los norteamericanos tendrán que pagar más en el precio final, Canadá y México sufrirán de contracciones, es decir una reducción en su PIB ocasionando desempleo y desinversión.

Bien valdría la pena recordar las palabras del político e inventor norteamericano, Benjamín Franklin, considerado como uno de los padres de los Estados Unidos de América quien dijo: “Nunca existió una buena guerra ni una mala paz”, frase que el primer estadunidense se refería a la guerra armada y que bien puede aplicarse a la guerra comercial.

Sólo como forma de finalizar mi comentario: los precios aquí en México también van aumentar.

Página 1 de 26