Como parte de su estrategia de comunicación política, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, decidió aprovechar la fecha en que se cumple el primer año de su triunfo electoral, para celebrarlo mediante un informe de actividades en el Zócalo de la Ciudad de México.
Comunicar es gobernar, dice el clásico, y López Obrador trata de comunicar a diario, a través de sus conferencias mañaneras y en cada acto que asiste en el transcurso del día. Tal vez como ningún otro Presidente, diariamente se propone explicar sus decisiones y los motivos que le llevaron a tomarlas.
Su intención es siempre convencer a la ciudadanía de que cada uno de sus actos de gobierno son los necesarios y adecuados y que han sido producto del análisis y la reflexión, aunque algunos de ellos parecieran contradictorios con sus propuestas y promesas de campaña.
Pero López Obrador, igualmente como ningún otro Presidente, enfrenta una revisión diaria de su actuar, por parte de sus opositores, quienes le cuestionan cada uno de sus dichos y actos de gobierno. En los mismos medios de comunicación diariamente se ven los cuestionamientos y críticas a su gobierno, lo que implica que López Obrador redoble esfuerzos en su afán de contrarrestar. De ahí su disponibilidad para exponerse a medios cotidianamente.
Pero lo importante, en todo caso, es que de este ejercicio el ganador sea el ciudadano; que el país madure y crezca en pluralismo y diversidad; en diálogo y tolerancia; en respeto institucional y, sobretodo, en cohesión social.
Que el gobierno de López Obrador, entre otras cosas, responda ante los ciudadanos, dando cuentas de su gestión con transparencia; respete tanto a medios de comunicación como a la oposición política y preserve los equilibrios institucionales, la autonomía de los poderes del Estado y los órganos reguladores, así como la de las entidades federativas.
José Vega Bautista
@Pepevegasicilia
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