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Peligrosas medidas en salud pública

Susana Cepeda Islas

El actual gobierno federal ha desarrollado una sorprendente habilidad para mentir y destruir al país, es inconcebible las contradicciones que se manifiestan diariamente en las acciones de sus funcionarios, empezando por el presidente quién toma como estandarte y grita a los cuatro vientos con orgullo: “primero los pobres”; según su brillante mentalidad; en sus decisiones demuestra lo contrario, por un lado, dando dádivas a los grupos más desprotegidos de la sociedad. ¿Para qué preocuparse por generar empleos para ese sector?, ¡no! Eso no es redituable. ¡Ha! Pero, por otro lado, está tomando una serie de medidas para destruir de tajo lo que ha costado años de lucha obtener a los mexicanos, como es el beneficio transcendental: el derecho a la salud pública.

Le comento, existe la Norma Oficial Mexicana que es una regulación técnica de observancia obligatoria, expedida por las dependencias competentes con el propósito de instaurar las características de los procesos o servicios, cuando estos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana. Las normas son obligatorias y abarcan muy variadas enfermedades. A principios de este mes salió la publicación en algunos medios de comunicación, que la Secretaría de Economía modificó el 28 de febrero del año en curso, el Programa Nacional de Infraestructura de Calidad 2023. Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) y 3 proyectos de NOM de la Secretaría de Salud.

El controvertido subsecretario Hugo López-Gatell, quien preside el Comité de Normalización de la Secretaría de Salud anuncio con bombos y platillos la gran decisión de cancelar 35 NOMs, fundamentado que: “no se necesitan”. Yo lo cuestiono ¿no se necesita diagnosticar y atender el cáncer de mama, el cervicouterino, cáncer de próstata?; tampoco son importantes el fomento, protección y apoyo a la lactancia materna; la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica, las dislipidemias, entre otros padecimientos en los cuales el sector salud dejará a su suerte la prevención, atención y diagnóstico de calidad. Estas normas son indispensables, ya que definen los criterios y procedimientos para prevenir, detectar, diagnosticar y tratar enfermedades consideradas como problemas de salud pública. Recuerde usted que no hay medicamentos, menos aún vacunas e insumos, y para rematar se acaban con las normas oficiales.

Después de la pandemia del COVID-19 académicos y expertos en salud de Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington concluyeron que los problemas de salud se deben a: salud mental; Impacto del cambio climático; enfermedades cardiovasculares; Infecciones de las vías respiratorias; pobreza en la salud; mayor fortalecimiento de los sistemas de salud; diabetes; lesiones en carretera; demencia; y, finalmente envejecimiento de la población. Le pregunto estimado lector ¿qué acciones ha tomado el gobierno federal para combatir estos males? Es correcta su respuesta ¡ninguna!, al contrario, se trata de incrementar estos problemas y quedarse con los brazos cruzado observando como la sociedad mexicana sufre y muere lentamente a su suerte.

Aunque el presupuesto del sector salud para el 2023 tuvo un aparente incremento global de 4.2% comparado con el año pasado es insuficiente. Pareciera que no recuerdan nuestros brillantes políticos que las principales enfermedades que sufre la sociedad mexicana son: enfermedades del corazón, la diabetes mellitus, los tumores malignos, la Covid-19 y las enfermedades del hígado. Según datos arrogados por el INEGI, las tres principales causas de muerte a nivel nacional son: enfermedades del corazón (141 873, 20.8%), COVID-195 (108 658, 15.9%) y diabetes mellitus (99 733, 14.6%). Con estos datos surgen varias preguntas: usted cree que en nuestro país la Política Nacional de Salud ¿es una estrategia enfocada a prevenir enfermedades, promover la salud y procurar el bienestar de las familias mexicanas? El artículo 4° constitucional dice “toda persona tiene derecho a la protección de la salud” con las decisiones que toma el gobierno federal ¿cumple con este mandato?

Los ciudadanos no tenemos información sobre nuestros derechos a la salud y cómo funciona este sector, nos concentramos sólo en la atención que nos dan en el sector salud público, sólo exigimos una buena atención hospitalaria. Pero si, este sector está cada vez más desprotegido por el gobierno federal, carece de los medios económicos; insumos; personal médico, enfermeras y demás personal de estructura; medicinas, vacunas; y sigue la lista en aumento, cómo es posible que este en posibilidades de dar una buena atención.

Es claro que a nuestras autoridades federales no les interesa el bienestar de la población, que es fundamental en cualquier Estado. El bienestar social y el económico son un derecho, porque permite a todo individuo estar nutrido, tener buena salud, poseer una vivienda digna y demás derechos, el estado de bienestar se da cuando se cubren las necesidades humanas básicas, permitiendo a los ciudadanos convivir en un ambiente de paz y con oportunidades de progreso.

En Coahuila ¡Echados pa’ delante!

Susana Cepeda Islas

El pasado domingo 4 de junio del presente año los habitantes de este gran Estado Coahuila de Zaragoza, salimos a votar para elegir al Gobernador y a los diputados que nos representarán en el futuro inmediato, participaron por la gobernatura 4 candidatos con los siguientes porcentajes de acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP): Lenin Pérez 5.8%; Ricardo Mejía con 13.30%; Armando Guadiana con 21.48%; y finalmente, Manolo Jiménez con  el 56.93%, es decir, 741 mil 242 votos fue el ganador. Los 16 distritos electorales para diputados locales fueron para la alianza ciudadana por la seguridad conformada por el PRI, PAN y PRD.

Fue una votación histórica por la participación ciudadana, tranquila y en paz, no cabe la menor duda que triunfamos los Coahuilenses. Haber obtenido más del 56% del total de la votación fue un éxito radical. El reto para el futuro gobernador es recuperar la confianza de los ciudadanos, instrumentando políticas públicas eficientes para cubrir las necesidades políticamente definidas en la sociedad coahuilense, tan necesarias para cambiar nuestra cultura política. Lamentablemente la mayoría de los políticos se han olvidado de lo que significa ser político “servir al pueblo”, y “no servirse del pueblo”.

Manolo Jiménez fue elegido con dos elementos fundamentales en cualquier elección: la legalidad y la legitimidad. La primera hace referencia al sometimiento de una determinada conducta que dictan las leyes; y, la legitimidad hace referencia a la aceptación y reconocimiento de la sociedad. Por ello, la tarea a realizar es ardua, afortunadamente él cuenta con varias cualidades que no debe desperdiciar cuando ejerza el poder. En primer lugar, su juventud y carisma, después su entusiasmo, su fuerza y ganas de trabajar, su preocupación por los coahuilenses. Algo que me agrada del próximo gobernador es que siempre ha vivido en el estado, por lo que, conoce sus necesidades, carencias, así como sus fortalezas. Esto es producto de su iniciación en la política del estado que fue desde abajo, su primera actividad en este ámbito es con la ciudadanía; en el 2008 es representante de la Colonia Brisas Poniente de Saltillo, y va en ascenso poco a poco, esto le otorga una gran ventaja porque conoce perfectamente las entrañas del estado, sumando una experiencia de 15 años.

El reto para gobernar el estado es magnánimo, estoy convencida que lo logrará con programas que realmente velen por las necesidades prioritarias de la ciudadanía, los coahuilenses somos merecedores de tener mejores servicios públicos y atención de sus funcionarios. Afortunadamente el actual gobernador Miguel Ángel Riquelme hizo bien su trabajo, tenemos un estado donde se vive bien, es un estado seguro, con empleo, servicios educativos, de salud, recreativos, y es considerada a nivel nacional una de las ciudades más seguras para vivir. El gobernador Riquelme le deja a su sucesor Manolo Jiménez, un estado en crecimiento, desarrollo y en paz, resultado de un buen gobierno.

Para Manolo Jiménez en su ejercicio político está el futuro de las familias coahuilenses, la confianza que tiene la ciudadanía en él, es resultado de sus acciones en favor de sus habitantes. Se ha caracterizado porque en cada puesto que ha ocupado, demostró que es disciplinado, comprometido, y lo más importante da resultados, lo vivimos cuando fue presidente Municipal de Saltillo y secretario de Inclusión y Desarrollo Social, es un hombre de hechos no de palabras.

El futuro gobernador debe asegurar el éxito en la instrumentación de su Plan Ejecutivo, realizando un buen diagnóstico del estado, posteriormente integrando un equipo de trabajo con personas que compartan sus valores, sus ideales, con experiencia, capacitadas, con compromiso, con espíritu de servicio, además, de ser honestas y leales. En el campo administrativo logrando la incorporación de nuevas técnicas administrativas que permitan lograr la eficacia de la administración pública y cumplir así con los compromisos de campaña. No hay que olvidar que la política y la administración van de la mano.

Una de sus propuestas que más impacto tuvo en la que escribe, fue el anuncio que dejará lo que funciona y mejorará lo que sea necesario, la continuidad es un elemento importante en la administración pública, estoy segura de que todo lo propuesto se logra con una sola palabra “voluntad” que es la capacidad de poder decidir y organizar nuestra conducta. Nuestro próximo gobernador tiene toda la casta para lograrlo, sé que no defraudará a los coahuilenses que somos ¡Echados pa’ delante!

Atento aviso al abstencionismo y a los indecisos

Susana Cepeda Islas

Se llegó la hora de votar por el próximo gobernador de nuestro estado Coahuila de Zaragoza, la fecha es este 4 de junio. Donde cuatro personajes están inscritos en la contienda electoral, estos actores políticos decidirán el futuro de nuestras familias. Recordemos que todos somos responsables de nuestro destino. Es momento de estar alertas para elegir al mejor, ¿cómo se logra? Es fácil, con un poco de responsabilidad y dedicación de parte de los ciudadanos, no se deje llevar por el “canto de las sirenas” ese que adormecía a los marinos para llevarlos al fondo del mar.  A que me refiero, a que analice la trayectoria de cada uno de ellos, investigue, documéntense, vea las evaluaciones de sus programas, su experiencia, su compromiso, y lo más importante los resultados de su gestión. Una vez hecha esta tarea ya puede decidir su voto.

Es importante que usted este consciente que existen dos enemigos de la democracia cuando hay elecciones: el abstencionismo y la indecisión. Ellos son los triunfadores en las contiendas electorales, los dos son nocivos en una elección, en el abstencionismo el ciudadano con derecho a votar, decide no hacerlo, y el indeciso le da igual votar por cualquier candidato. El Instituto Electoral de Coahuila (IEC), informo que 2 262 000 de personas con posibilidad de votar en las elecciones de 2021, acudieron a votar sólo el 57.58 del listado nominal, es muy alto el número de personas que no desean ejercer su derecho de votar, las causas son muy variadas para no hacerlo, están hartas de que los gobernantes no cumplan con sus promesas de campaña, los partidos no cuentan con la aprobación social. Se ve una clara desilusión de los ciudadanos para que ir a votar sí “siempre es lo mismo”. Esta creencia debe cambiar.

La indecisión es otro de los problemas en una democracia en el momento votar, estamos viviendo las consecuencias de ignorar a quién le otorgamos nuestra preferencia electoral, los ciudadanos no debemos ser indiferentes a los problemas sociales y por ende a los políticos. Lo peligroso es que, sin información, se puede decidir votar por cualquier partido sin razonarlo. El indeciso no sabe lo que quiere, por lo tanto, le da igual cualquier cosa, cuando elegimos mal, entonces culpamos a los demás de nuestra decisión, cuando sé es el único responsable de haber elegido sin pensar entre las opciones existentes.

Carpizo describe perfectamente lo que representa la democracia: Mi punto de vista es que la democracia en América Latina tiene retos inmensos, que los peligros son reales, que lo más importante se encuentra en avanzar cuanto sea posible y a buena velocidad, en ir asegurando la democracia social, justicia social o Estado de bienestar, como se le quiera denominar. El principal enemigo de la democracia es la pobreza y, en muchos casos, miseria, y los enormes rezagos sociales y culturales que sufre aproximadamente la mitad de la población. Actualmente no hemos avanzado, el actual gobierno federal está empeñado en que la población se empobrezca más, evitando a toda costa el progreso.

Por favor querido lector, ¡no piense eso! Ejerza su voto y diga ¡No al abstencionismo! ¡No a la renuncia de su derecho a emitir el voto! ya que si lo hace sería el descuido voluntario de no participar, evadir una responsabilidad cívica. Equivocadamente representa una inconformidad social, porque se quiere manifestar con esta actitud una desaprobación por el comportamiento de los políticos en función y las consecuencias son graves, porque permitimos que personas sin escrúpulos, motivados por la ambición lleguen fácilmente al poder.

Actualmente, nuestro sistema de partidos está sufriendo una gran crisis, pues todos ellos han defraudado a la ciudadanía, sus dirigentes tienen conductas que dejan mucho que desear, por ello, le recomiendo en esta ocasión no ver el partido, sino la calidad de los candidatos. Vivimos en una democracia y los aspirantes a gobernar se ven obligados a lanzar su candidatura por un partido para lograr gobernar.

El estado tiene que mejorar, progresar, avanzar, prosperar, para lograrlo, lo debe dirigir una persona con una mentalidad innovadora, con experiencia, con energía, con pasión, que conoce los principales problemas del estado porque ha vivido aquí, que desea conservar la paz, que tiene visión a futuro, que se preocupe por traer mayor inversión, crear infraestructura, que tiene programas de cultura, salud y educación, que desea trabajar en equipo con la sociedad civil para resolver sus problemas, en fin, que se preocupe por mejorar la calidad de vida de los coahuilenses con hechos no con palabras.  Este es un atento aviso: lo exhorto respetuosamente a ejercer su derecho al voto y no botar su voto.

El despertar de la sociedad mexicana

Susana Cepeda Islas

El inquilino del Palacio Nacional con su larga lista de decisiones erradas y que van en aumento, está provocando afortunadamente que la sociedad mexicana despierte del letargo que le provocó apatía ante los sucesos de la política, salir a las calles a defender a las instituciones es un acto valeroso de la sociedad. El presidente esta decidido a acabar con las instituciones que se crearon con el propósito de que los ciudadanos puedan monitorear, evaluar, pero sobre todo exigir cuentas a las autoridades y funcionarios gubernamentales sobre su gestión.

El único objetivo del actual gobierno es cambiar de régimen, vamos hacia el autoritarismo, empezando por otorgar a los militares mayor control en las actividades que deben realizar la población civil, lo que provocaría, un retroceso en la sociedad al vulnerar los derechos humanos. Es vergonzoso como últimamente se ha lanzado en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, en especial de la ministra presidente Norma Lucía Piña Hernández.

Lo que originó que un grupo reducido de personas comandadas obviamente por el inquilino de Palacio Nacional y el partido en el poder, se instalarán en la entrada principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para exigir la renuncia de su presidenta, colocaron lonas, pancartas, mantas con mensajes insultantes, groseros, con frases como: “parásitos” “vende patrias” “fuera narco ministros” entre otras que omito mencionar. Las razones de los reclamos se debieron a que la Suprema Corte invalidó la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, argumentando que esta acción era una traición a la patria ¡hágame usted el favor!

Esto es producto de las terribles declaraciones del presidente en su conferencia mañanera, donde se ha dedicado a desprestigiar a la Suprema Corte de Justicia afirmando: “la persistente corrupción de jueces y magistrados a quienes acusó de servir a los intereses creados e ignorar a los que menos tienen”. “Es protegernos hasta de la Corte porque no le tenemos confianza. Hay una acción deliberada, de mala fe, antipopular, concertada, en la cual está coludida la Corte”. En fin, la lista de descalificativos al poder Judicial es larga, repugnante y fuera de contexto.

La fuerza ciudadana salió a las calles el pasado 28 de mayo, nuevamente la sociedad se movilizó en contra de los ataques que el presidente de la República realiza sobre los ministros de Justicia de la Nación, sus voces retumbaron en las paredes de Palacio: “La ley es la ley” y “La corte no se toca”, todos ellos vestidos de blanco.  Es un acto cívico manifestar el apoyo a la ministra presidente, gritando a todas voces “Norma Piña, no estas sola”.

En este evento los ciudadanos expulsaron con gritos de “¡fuera, fuera, fuera!” al pequeño número de manifestantes a los cuales la policía resguardo inmediatamente, los asistentes a la manifestación demostraron que son correctos, se comportaron respetuosamente en ningún momento los agredieron físicamente, como los simpatizantes del partido en el poder acostumbran a hacerlo, quitaron los carteles ofensivos y los echaron fuera, liberaron la puerta del Tribunal, así es como también se va a liberar el país de un gran tirano. Con estas acciones los mexicanos exigiremos al gobierno: salud, educación, seguridad, empleo entre otras, que tenemos derecho y así evitar que este gobierno se empeñe en destruir instituciones, en aumentar la pobreza, adoctrinar a los niños con una educación enajenante, a no dar medicamentos, mucho menos atención médica, entre otras atrocidades que ha realizado este nefasto gobierno.

La sociedad esta despertado, se reconoce como una fuerza social que si se organiza puede conseguir el bien común, puede tener influencia en las decisiones de nuestros políticos, exigir que se trabaje para alcanzar el desarrollo social y económico que merece una persona que vive en un régimen democrático. Una sociedad organizada no permite que se violen sus derechos, recordemos que las leyes son útiles en una sociedad porque regulan su comportamiento, y nos obligan a respetarla sin excepción. Con ellas logramos una convivencia armoniosa entre los individuos.

Todos los mexicanos estamos obligados a cuidar nuestras leyes, porque con ellas se refuerzan los valores sociales como son: la justicia, el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, la gratitud, el amor al prójimo, entre otros. Yo le pregunto querido lector ¿esto lo hace nuestro presidente? Por supuesto ¡que no! Su propósito es dividirnos, yo creo que no le quedaron claras las clases de Ciencia Política, cuando veíamos a Maquiavelo, él aconseja “divide y vencerás” pero al enemigo no al pueblo. Entendamos que unidos los ciudadanos podemos exigir a nuestro máximo gobernante que velé por los intereses de todos y no por los suyos. Espero que los coahuilenses demostremos nuestro amor a la patria y también gritemos ¡fuera, fuera, fuera el partido en el poder! Y que triunfe la democracia.

La peor mentira: acabar con la corrupción

Susana Cepeda Islas

En este momento, la corrupción es una de las palabras más manoseada por las altas esferas de la política, se utiliza de bandera para acarrear una gran cantidad de incrédulos, que creen que por “obra y gracia del espíritu santo” una persona con sólo desearlo, por decreto acabará con ella. Esta es una de las mentiras infames que se pueden utilizar. No olvidemos que lamentablemente la corrupción está en todos los ámbitos de la sociedad mexicana, tanto en los sectores público como en el privado, también en la mayoría de las personas, todos los días en nuestras acciones está presente la corrupción.   

Algunos historiadores aseguran que desde que llegaron a estas tierras los españoles a conquistarnos, trajeron con ellos la práctica de la corrupción, y es creíble, pues nos conquistaron la peor lacra de la sociedad española, ladrones, asesinos, gente que no tenía ni el más mínimo respeto por sí mismos, menos por el prójimo, se dice que en el primer virreinato del país, los españoles se daban a la tarea de vender los puestos públicos al mejor postor, esto se debía a que los compradores recuperaban rápidamente su inversión debido a la corrupción.

La corrupción para la mayoría de los estudiosos es la actividad por la cual se altera se trastoca la forma y el objeto de una cosa, de un procedimiento o de una relación, a cambio de la promesa de obtener beneficios recíprocos entre sus protagonistas, sobornar a autoridades, dar dádivas para obtener a cambio algo, como dice textual el diccionario de la Real Academia Española “oler mal”. En este acto siempre hay dos sujetos implicados, el que corrompe y el corrompido. La corrupción por ende no existe sola, la ambición de ambas partes es tierra fértil para que de frutos.

Actualmente la corrupción es más visible en el gobierno, debido a los avances de la tecnología en los medios de comunicación, por ello, la vigilancia y control de la corrupción en el sector público es uno de los mayores retos para nuestro país, así como para los países del mundo. La corrupción la podemos entender, en este sentido, como todo abuso del poder público con el objeto de obtener gratificaciones de índole privado o beneficios políticos, con único propósito de hacerse de percepciones jugosas por medio de favores. Obviamente no importa el bien común, sino sólo el bien individual.

En nuestro país existen estas instituciones Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción. Secretaría de la Función Pública. Consejo de la Judicatura. Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción Anticorrupción. Auditoría Superior de la Federación. Con todas estas instituciones la corrupción no disminuye, aunque el actual gobierno se esmeré en decir lo contrario asegurando que no hay corrupción, argumenta que “no son iguales a los corruptos de antes” en eso tiene razón no son iguales porque son peores.

La transparencia Internacional y Transparencia Mexicana en el 2022 del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) donde se registra la situación que guarda la corrupción en 180 países, en donde nuestro país ocupa la estelar posición 126. Usted cree estimado lector que se ha acabado con la corrupción en el país, por supuesto ¡que no! la corrupción sigue latente, por ello, en una democracia es grave desaparecer instituciones que cuidan la transparencia de las operaciones que realiza el gobierno. Si lo hace es porque tiene intenciones perversas de enriquecerse a costa de la población que es activamente productiva.

La única verdad es que: una sola persona no puede acabar con ella, es necesario que todos los mexicanos cambiemos nuestra cultura no hacer efectivo el refrán “el que no tranza no avanza”, todos contribuimos con la corrupción de una u otra manera, reflexione un momento por favor. No es posible que la corrupción se erradique cuando la fomentamos día tras día con nuestras acciones con nuestros semejantes, ¡ah, pero eso sí! pedimos, exigimos, solicitamos, demandamos, pedimos que los gobiernos sean honestos, le echamos esa responsabilidad a los poderosos.

No vemos las verdaderas consecuencias, cuando alguien llega a decirnos que es un ser supremo que acabará con la corrupción, que hará las cosas diferentes, que será mejor, que proveerá de los necesario, que velará por nuestros intereses, que cuidará de todos, ahí vamos a “aventarnos como el borras” ese personaje caricaturesco que hacía las cosas de manera precipitada sin pensar en las consecuencias. Los que actúan de esta manera son falsos mesías que se aprovechan de los deseos de las personas. Yo tengo una filosofía de vida que le comparto con mucho gusto: “que tus acciones hablen más que tus palabras porque cualquiera habla, muy pocos actúan”. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.  

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