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Carlos Abascal Carranza, un cristiano en la vida pública

Rubén Aguilar Valenzuela
De la historiadora María Luisa Aspe Armella es Un cristiano en la vida pública: Carlos Abascal Carranza (Editorial Carlos María Abascal Carranza, 2016).
 
Es una biografía de Carlos María Abascal Carranza (1949 – 2008), que fue secretario del Trabajo y de Gobernación, en el gobierno de la alternancia que encabezó el presidente Vicente Fox.
 
Aspe Armella, para realizar su trabajo recurre a entrevistas con su esposa, hijos, amigos, colaboradores y personas que lo trataron. Accede al archivo personal del personaje que tiene cartas, reflexiones, conferencias y discursos.
 
La autora, especialista en la historia contemporánea de la Iglesia en México, aclara que la investigación es en buena medida autorreferencial porque "se genera a partir de las fuentes y tanto el archivo, como buena parte de las entrevistas realizadas, con notables excepciones, se sitúan en un horizonte de comprensión".
 
En el primer capítulo, La cuna Abascal, se aborda las raíces cristeras de su abuelo y la historia de su padre, Salvador Abascal, un católico integrista fundador del Sinarquismo, que influyó decisivamente en la manera de ser de Abascal Carranza.
 
El segundo capítulo, Una familia en el amor de Cristo, trata sobre su matrimonio y el inicio de su vida familiar, la muerte de su hijo, su manera de entender y vivir la familia y ejercer su papel como esposo y padre y su relación con sus hermanos y su padre.
 
Sobre su vida profesional en el sector privado habla el tercer capítulo, La Afianzadora Insurgentes: El después de su carrera. Desde muy joven ingresa a esa institución en la que permanece hasta su jubilación.
 
El hombre público, el cuarto capítulo, da cuenta de su ingreso al servicio público como secretario de la Secretaría de Trabajo y luego de la Secretaría de Gobernación. Se destaca su capacidad como hombre de diálogo y eficaz negociador.
 
En Postrimerías de su vida, el quinto capítulo, se habla de su enfermedad, de su legado y de su manera de vivir la fe y la política. En el sexto capítulo, A manera de reflexión final, la autora hace una síntesis de la vida de Abascal Carranza desde su propia mirada.
 
Aspe Armella, en la Introducción plantea: "la vida de Carlos Abascal en sus distintas etapas y facetas - de joven que ve y juzga la realidad desde el modelo paterno, seminarista, estudiante de la Libre de Derecho, hombre de familia, líder empresarial y secretario de Estado - trascurrió en la encrucijada de un católico decidido por un lado ser fiel a Dios, a su conciencia y a la Iglesia, por el otro, a cumplir con sus deberes ciudadanos que le impone el amor a su patria".
 
Coincidí con Carlos Abascal Carranza en el gobierno del presidente Fox, y lo empecé a tratar cuando fue nombrado secretario de Gobernación. Con él, por razones de trabajo, hablaba con frecuencia. A partir de 2006, cuando terminó el gobierno, nos seguimos viendo, comíamos en algún restaurante del sur de la ciudad o lo visitaba en su oficina en el PAN. En los asuntos públicos tenía una visión de hombre de Estado.
 
Un cristiano en la vida pública: Carlos Abascal Carranza
María Luisa Aspe Armella
Editorial Carlos María Abascal Carranza
México, 2016
pp. 145


Argentina 1985, el golpe a los dictadores

Rubén Aguilar Valenzuela 
Argentina 1985 (Argentina-Estados Unidos, 2022) del director Santiago Mitre relata el caso real e histórico del fiscal Julio César Strassera y su equipo, en el célebre Juicio a las Juntas militares que gobernaron de 1976 a 1983.
 
El juicio ocurre cuando un tribunal civil apoyado por un gobierno democrático, recién establecido, el de Raúl Alfonsín, enjuicia a nueve de los diez máximos mandos militares de las tres primeras juntas militares.
 
No se contempló enjuiciar a los integrantes de la última junta que gobernó luego de la Guerra de Malvinas, que tiene lugar en 1982 y es a la que tocó dejar el poder y dar lugar al gobierno civil.
 
Los hechos ocurren entre 1984 y 1985, cuando por una decisión judicial se envía la causa al fiscal Strassera, al que solo se le conceden cuatro meses para preparar la acusación y presentar el caso en juicio. Luis Moreno Ocampo es nombrado como fiscal adjunto.
 
El cuerpo de funcionarios judiciales, de una u otra manera relacionados con la dictadura, se niegan a colaborar con los fiscales quienes deciden reunir a un equipo de jóvenes estudiantes para realizar la investigación sobre la sistemática violación a los derechos humanos por la dictadura militar.
 
De manera que era difícil de prever, la investigación avanza y se obtienen datos demoledores sobre la participación directa de los militares en la tortura, desapariciones y asesinatos de líderes políticos y sociales, pero también de la población en general.
 
Strassera y Moreno, a pesar de todos los obstáculos, con el extraordinario e invaluable apoyo del equipo de jóvenes, en 1985, en tiempo y forma, tienen lista la acusación, para presentarla en el juicio.
 
Inicia el 22 de abril de 1985 y las audiencias se prolongan hasta agosto. En 530 horas de audiencias declararon 839 testigos, la mayoría sobrevivientes de los centros clandestinos de detención instalados para torturar y exterminar a los detenidos. También se presentaron pruebas documentales y periciales.
 
La Cámara Federal dictó sentencia el 9 de diciembre de 1985, condenando a cinco de los militares acusados y absolviendo a cuatro. A Jorge Rafael Videla y Emilio Massera se les condena a reclusión perpetua; Roberto Eduardo Viola a 17 años de prisión; Armando Lambruschini a ocho años de prisión, y Orlando Ramón Agosti a cuatro años y seis meses.
 
En 1989 y 1990, por decisión del presidente Carlos Menem, fueron indultados, los cinco condenados en el Juicio a las Juntas y también los represores no alcanzados por la Ley de Obediencia.
 
Ya bajo la presidencia de Néstor Kirchner, en 2003, se anularon las leyes de impunidad y fueron detenidos los condenados en 1985 que aún se encontraban vivos y se reabrieron las causas cerradas.
 
Hasta 2022 en Argentina habían sido condenados por crímenes de lesa humanidad 1088 personas, 1072 personas se encontraban acusados sin haber sido aún juzgadas y 1023 personas murieron sin llegar a ser juzgadas.
 
La película ofrece una reconstrucción rigurosa de la investigación y de la realización del juicio. Lo hace con objetividad. Deja que los testimonios, de uno y otro lado, hablen. Ricardo Darín (Julio César Strassera) y Peter Lanzani, (Luis Moreno Ocampo) realizan un gran trabajo actoral.
 
El público en Argentina recibió muy bien la película, pero ciertos actores políticos criticaron que no se destacara suficientemente el trabajo de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y el papel del presidente Raúl Alfonsín.
 
La película me hizo recordar ese momento trágico de la historia de Argentina y de América Latina; las dictaduras militares y las decenas de miles de víctimas torturadas, desaparecidas y asesinadas.
 
En 2022, la película ganó en el Festival Internacional de Venecia: Premio FIPRESCI; Mención especial SIGNIS y Premio del público. En ese mismo año en otros festivales obtuvo premios del público y de la libertad de expresión.
 
Ya en 2023 el Premio Globo de Oro, como mejor película de habla no inglesa; Premio Goya a mejor película Latinoamericana; Premios Condor de Plata donde de las 20 nominaciones ganó en 16, entre ellas como mejor película y dirección.
 
Se puede ver en Prime Video
 


Argentina 1985
Titulo original: Argentina 1985
Producción: Argentina. Estados Unidos, 2022
Dirección: Santiago Mitre
Guion: Santiago Mitre y Matiano Linás
Fotografía: Javier Julia
Música: Pedro Osuna
Actuación: Ricardo Darín; Peter Lanzani; Alejandra Flechner; Gina Mastronicola; Santiago Armas; Norman Briski; Laura Paredes; Carlos Portaluppi; Susana Pampín; Claudio da Passano (...)

Dos vías. Una historia, De Tere Metta y Agustín Castro en el Museo Taller Luis Nishizawa

Rubén Aguilar Valenzuela 

Toluca, Estado de México
 

Exposición

 
Se presentan 15 obras elaboradas en conjunto entre los artistas Tere Metta y Agustín Castro.
 
Castro dice que, "el interés de trabajar con mi colega Tere, pintar lo que es el concepto alimón, surgió dado que ella es de la comunidad judía, le dije que desarrolláramos la idea sobre cómo llegó a México su comunidad. Esta historia se presta para trabajar la pintura desde los colores sepia hasta llegar a una pintura más contemporánea".
 
Y ella plantea que "la idea fue de Agustín, que hiciéramos la historia de la comunidad judía, que es mi comunidad, vista desde la salida de sus ciudades de origen, mostrando cómo debían salir como refugiados, hasta la llegada a México. Así fue como empecé a investigar la historia, de dónde salieron, cómo llegaron y empezamos a colocarlo en cuadros. Es la historia de llegar, desarraigarse de su hogar, de su idioma, de su cultura y llegar aquí sin entender nada".


 
Los cuadros hablan de esa historia del viaje, del desarraigo, de la llegada y el asentamiento de la comunidad judía en México. Un historia que se construye en la simplicidad de la cotidianidad y al mismo tiempo en la complejidad de cada biografía.  
 
Estas obras, elaboradas por dos artistas, que trabajan en el mismo lienzo, integran dos estilos y dos maneras de ver la pintura, para construir un solo mensaje.


 
Los artistas
 
- Agustín Castro
 
Agustín Castro es un artista visual con más de 40 años de trayectoria, egresado de la "Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, La Esmeralda", ha realizado 50 Exposiciones Individuales y varios murales en la Ciudad de México, cuenta con más de 100 exposiciones colectivas tanto en su país originario como en el extranjero.
 
Nació en la Ciudad de México en 1958, Miembro Artístico del Sistema Nacional de Creadores de Arte, entre sus logros se encuentran: Premio de Adquisición de Pintura en el Salón Nacional de Artes Plásticas sección Pintura, Becario de Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Programa de Intercambio de Residencias en el Extranjero, Mención Honorífica en la Sexta Bienal Rufino Tamayo, invitado a las tres selecciones de Premio Marco Monterrey, Premiado en la Bienal Pascual de Pintura, Mención Honorífica en el Salón Nacional de Pintura sección Dibujo, ha participado en más de cien subastas y donaciones.
 
Agustín Castro se encuentra en colecciones privadas y en museos como el Museo de Arte Moderno, Museo Carrillo Gil, Museo Marco de Monterrey, Museo del Arzobispado, Colección Andrés Blastein, Colección Pinturerías de Arte Taurino, MAM, Ciudad de México en la que obtuvo una mención especial y además tiene diversas publicaciones de libros y catálogos.
 
Su trabajo podría ubicarse dentro del neoexpresionismo figurativo destacado por su dominio del dibujo y de la técnica pictórica mixta, rica en su composición y argumentación de sus temas que van de lo alegórico neofigurativo a una pintura de crítica y narrativa social. Becario 2014/2017 y actualmente es Becario para el Sistema Nacional de Creadores de Arte, CONACULTA, FONCA para el ciclo 2021-2024. (Ficha en la exposición)
 
- Tere Metta
 
Nació en la Ciudad de México. Tras su primera exposición individual, en 1978 en el Centro Deportivo Israelita de la Ciudad de México, a la fecha ha sumado más de 120 exposiciones tanto individuales como colectivas en diversos museos y galerías en México, Estados Unidos y Sudamérica. Reconocida con varios premios y distinciones, su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas. Ha destacado en el panorama artístico a lo largo de más de cuatro décadas por su extraordinaria y prolífica obra pictórica y escultórica.
 
Desde los inicios de su actividad artística, participó en numerosos cursos de dibujo, pintura y escultura en la capital del país, destacando los talleres del maestro Eduardo Cohen, Enrique Jolly, Luis Gutiérrez y Gilberto Aceves Navarro, además de seminarios relativos a la plástica en Miami, Chicago y otras ciudades de los Estados Unidos. Una de las características principales de Tere Metta, dentro de los expresionistas abstractos gestuales, es que no ha perdido su toque figurativo de este género fantástico.
 
Comentario
 

 
Erik Castillo, el curador de la exposición dice: "En el nivel artístico hay una confluencia, estamos hablando de arte producido por Tere Metta y Agustín Castro, dos artistas a cuatro manos como se dice coloquialmente: aquí ya hay un compromiso de integración entre dos personas que tienen una trayectoria especial y que además tienen una coincidencia muy interesante, ambos pertenecen de alguna forma a la genealogía del expresionismo internacional, una vanguardia de movimiento en la escena artística que desde los años entre la Primera y Segunda Guerra Mundial se convirtió en un lugar crítico, en un lugar para el ensueño y es un estilo que le dio a muchas sociedades una herramienta de arte moderno para poder rescatar lo originario, repensar el futuro y censurar todo lo destructivo".
 

 
Y añade que "el hecho de que Tere tenga una procedencia y Agustín también, en este compendio internacional nos presenta una primera escena de confluencia en el nivel artístico y por supuesto en el nivel formal hay mucho que decir, aquí hay un juego entre lo que está a color y lo que está en blanco y negro, hay un juego entre el pasado, presente y futuro, hay retrato pero también paisaje, el paisaje no solo es naturaleza sino también estructura, hay edificios, crepúsculos, interior y exterior, una ambivalencia como un acto de libertad, hay un tiempo sin tiempo en un multiespacio, por otro lado existe una alusión por los momentos fundacionales del cine en México, en conclusión las imágenes de la exposición Dos Vías. Una Historia nos evocan y, están montadas en una especie de one pictórico".
 
La exposición me impactó, cada uno de los cuadros es una obra de arte, buena pintura, que trasmiten un poderoso mensaje. Son complejos retratos de familia, que hablan de una historia compartida. Del viaje de un lugar del mundo a otro. De un continente a otro. De una cultura a otra. El tránsito, el desarraigo, la pérdida y la llegada. El tono de los colores y el uso del blanco y el negro da fuerza a las imágenes. Es una exposición que sorprende y merece la visita.
     
Se puede ver hasta julio

El Porfirio Muñoz Ledo, al que siempre voy a recordar

Rubén Aguilar Valenzuela
El 9 de julio falleció Porfirio Muñoz Ledo a pocos días de cumplir 90 años. Se han escrito muchos artículos sobre su vida, su intensa actividad a lo largo de su trayectoria y de la importancia de su legado.
 
En esos textos se subraya su contribución a la transición democrática en el país. Se le reconoce como uno de sus más relevantes constructores.
 
La primera vez que vi a Porfirio fue al inicio de los años noventa del siglo pasado y después de 30 años recuerdo con muchos detalles ese encuentro.
 
Fue en una cena a la que invitó el muy querido Adolfo Aguilar Zinser (1949-2005), en casa de sus papás en Coyoacán. Estaban también Jorge G. Castañeda y mi papá, Rubén Aguilar Monteverde.
 
Porfirio habló tres o cuatro horas, lo hizo, así lo recuerdo, prácticamente sin parar. Me impresionó mucho como desarrollaba los temas que trataba fueran de política exterior, educación o energía.
 
En la estructura de su brillante conversación, hice después una nota, recurría a cuatro elementos: La concepción del tema (teoría); su práctica profesional relacionada con este; su relación y amistad con personajes de la comunidad internacional que tenían que ver con el tema.
 
Y lo que en México se debería hacer, para avanzar de manera decisiva en el tema. Se requería de un nuevo gobierno, para poder hacerlo. El PRI ya no era la alternativa. Se necesitaba una reforma profunda del Estado.
 
Pasaron después años sin vernos, pero luego se dieron condiciones donde nos encontramos con cierta frecuencia. Siempre en esas ocasiones, de una u otra manera, hacía mención de que yo había sido jesuita. A él le llamaba la atención y pienso le parecía algo relevante.
 
En el programa de televisión que conducía, "Bitácora mexicana", que trasmitía el canal 34 de la Televisión Mexiquense, estuve en cinco o seis ocasiones. Se grababa en la biblioteca de su casa. Siempre había un espacio, para platicar de la política, de libros y de amigos.
 
De mis encuentros con Porfirio, el que más disfruté, lo recuerdo con mucho cariño, es una invitación a comer en su casa. La comida fue japonesa. Platicamos de la situación del país, pero sobre todo de arte.
 
Esa tarde hablamos de los museos que habíamos visitado, me enseñó sus libros de arte, sus cuadros. Me contó como los había adquirido.
 
Con detalle me platicó que estando en Nueva York, como embajador de la ONU, compró unos cuadros, en una circunstancia larga de contar, que luego vendió y fue un capital inicial importante, para comprar la casa en la que vivía.
 
Voy a extrañar las conversaciones con él, su inteligencia, su enorme cultura, su ironía y la agudeza de su crítica. México pierde a uno de los políticos más relevante de su historia moderna.
 

La Iglesia conservadora contra el papa

Rubén Aguilar Valenzuela
El pasado 1 de julio, el papa Francisco anunció el nombramiento del nuevo responsable del Dicasterio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, responsabilidad que recae en Victor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, en Argentina.
 
Luis Ladaria (79), cardenal y jesuita español, actual responsable, termina su mandato de cinco años, el próximo septiembre. Fernández, conocido como Tucho, tiene 61 años y en 2013 fue ordenado obispo por el actual papa.
 
Es conocido que entre el papa y el arzobispo hay una gran amistad y coincidencias en sus posiciones progresistas en torno a la necesidad de transformación de la Iglesia.
 
Se convierte en el primer prelado argentino que el papa lleva al Vaticano. El nombramiento ha sorprendido a muchos en la Iglesia de manera particular al sector más conservador.
 
En la carta de nombramiento, el papa dice a Fernández que en su nueva responsabilidad: "Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan".
 
La importancia de lo que antes tristemente fue el Santo Oficio, es conocido en la Iglesia y fuera de ella. El papa pone a Fernández en ese cargo, para que lo ayude en el proceso de transformación de la Iglesia. Su misión es clara.
 
Ante este nombramiento era de esperar que los sectores más conservadores de la Iglesia reaccionaran en contra. El primero en hacerlo ha sido el teólogo y cardenal alemán, Gerhard Ludwig Müller, que fue muy cercano al fallecido Benedicto XVI.

Quien lo nombra responsable de la Congregación para la Doctrina de la fe, cargo que en el pontificado de Juan Pablo II ocupó el papa alemán, Joseph Ratiznger. Hasta ahora este Dicasterio siempre había estado en manos de conservadores, unos más ilustrados que otros.
 
Müller, en una entrevista con Michael Hayenes, de Life Site News, hace fuertes críticas de manera directa en contra de Fernández. Ya antes ha criticado al papa Francisco por haber abierto a la Iglesia a "doctrinas progresistas".
 
De acuerdo al cardenal, Fernández resulta un peligro por su posición de lo que llama "modernizar la fe", y añade que "nosotros, los hombres, no podemos completar, corregir o modernizar la palabra de Dios".
 
La decisión del papa de nombrar a Fernández es estratégica en el proceso de cambio de la Santa Sede y de la Iglesia toda. Es muy probable que en las próximas semanas los sectores más conservadores lancen una ofensiva contra el papa.
 
Las líneas de ataque están trazadas en la entrevista al cardenal Müller. Menciono algunas: "Solo un loco podría hablar de una nueva primavera de la Iglesia"; (La Iglesia) "no necesita de nuevos fundamentos o de modernizaciones como si estuviera en ruinas y como si hombres flacos pudieran sustituir al constructor divino".

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