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CAPITALES: Como mitigar los riesgos a partir de la reactivación económica

Francisco Treviño Aguirre

Es prematuro aún predecir cuáles serán los impactos económicos de la pandemia, pero, ¿Será la recuperación un retorno relativamente a corto plazo a los negocios habituales, o la pandemia provocará una recesión global? A medida que la situación continúa evolucionando, y los planes de continuidad de sectores específicos para la prevención y la respuesta se implementan cada vez más, es vital que los directivos empresariales desvíen un poco la atención ahora sobre cómo volverán a su capacidad total.

Para cualquier operación, el recurso más importante es la gente; por lo tanto, debería ser la primera prioridad. Durante la fase de reinicio, las empresas deben establecer un canal de comunicación sólido y frecuente con todos los empleados, donde se incluya un mecanismo de monitoreo para comprender si los empleados o sus familias han sido infectados por el virus. Cuando se planee la fase de recuperación, desarrolle protocolos que aseguren que los empleados estén saludables antes de regresar a su lugar de trabajo, así como proporcionar un ambiente de trabajo seguro y sanitario cuando regresen. Todas las estaciones de trabajo y equipos deben esterilizarse para garantizar que no sea posible realizar más transmisiones. Una de las primeras prioridades para la planificación de la recuperación es tener un modelo que priorice la toma rápida de decisiones. Esto es particularmente importante para empresas más grandes con una gran cantidad de procesos. Por lo anterior, se sugiere crear un Comité Ejecutivo de Recuperación para la empresa, que identifique los planes de acción tanto preventivos como correctivos, y donde se incluya para su análisis a las autoridades de salud locales.

Dada la incertidumbre inherente a esta pandemia, por ejemplo, la transmisión y estacionalidad, es fundamental que las empresas vuelvan a realizar cualquier evaluación de riesgos que tengan en su lugar. La pandemia ha causado estragos en las cadenas de suministro de muchas empresas, y a medida que más compañías tomen medidas para contener la propagación en la comunidad, la escasez de suministros será más pronunciada y de mayor alcance. Como tal, es fundamental que las empresas obtengan información realista de los insumos que pueden esperar de los proveedores existentes así como planear los picos de demanda. Al mismo tiempo, las empresas también deben proporcionar proyecciones realistas a sus clientes, y no prometer demasiado. Es natural que las compañías quieran tranquilizar a sus clientes, pero tendrán que hacerlo en base a proyecciones conservadoras. Puede haber escasez de personal, en caso de que el personal aún esté en cuarentena o bien se esté recuperando de cualquier enfermedad o asuntos familiares relacionados con la enfermedad. En la fase de recuperación, la atención se centra en reanudar funciones operativas críticas rápidamente y minimizar la pérdida de clientes. Es fundamental que las empresas se centren ampliamente en la planificación de la recuperación y conviertan el riesgo en oportunidad al estar preparados y ser proactivos.

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CAPITALES: Cuando aprendimos a darle un respiro al Planeta

Francisco Treviño Aguirre

Son las 8:45 am de un día cualquiera. El recorrido hacia mi oficina empieza. 15 minutos con poco tráfico, un traslado de 4 kilómetros. ¿Qué es ese olor? Es la empresa de fundición a 800 metros de mi casa. Normal, tiene más de 65 años en ese mismo lugar, mucho antes de que yo naciera ya se fabricaban insumos para el sector automotriz. Las noticias nacionales en la radio anuncian que tanto en la Ciudad de México y Monterrey la calidad del aire es mala En Australia y en Los Ángeles California los incendios forestales acaban con miles de hectáreas de áreas boscosas y amenazan con llegar a zonas residenciales. La contaminación en los mares y océanos llega a un punto en donde algunas especies se están extinguiendo. En China se declara contingencia ambiental por el alto índice de contaminación. ¿Qué esta pasando? ¿Cuándo decidimos declararle la guerra al planeta donde vivimos? Nos estamos tardando mucho en transmutar de una revolución industrial a una EVOLUCIÓN industrial. El cronograma de la vida en el planeta marcará un hito, antes y después del covid-19. La pandemia actual es un aspecto de la crisis en el planeta provocada por el hombre que ha sido definida por los expertos como Antropoceno; el cual es una nueva etapa plasmada por la huella del hombre, donde el cambio climático fuera de control y la pérdida de biodiversidad están conectados, iniciando así una nueva era. El covid-19 nos confronta con una crisis de civilización tan inmediata y tan severa, que la única estrategia real será la que podamos desarrollar para impactar de manera positiva y subsanar la red de la vida y todas sus subredes. La crisis del covid-19 significa una era de la civilización que está muriendo, pero también, muestra un surgimiento de concientización. Cada crisis es una oportunidad. La pregunta clave es cómo rehacer nuestra economía y política de una manera que se respete los límites ecológicos y funcione para toda la humanidad. La respuesta debe ir más allá de las soluciones políticas y tecnológicas superficiales hacia las transformaciones sistémicas profundas que pueden impactar en las injusticias estructurales, la insostenibilidad ambiental y el futuro de las actuales y nuevas generaciones. Necesitamos un cambio dramático hacia una geopolítica genuina, donde los gobernantes puedan desarrollar estrategias conjuntas con todos los sectores involucrados, para favorecer una política de desarrollo industrial en armonía con el medio ambiente. Hoy por hoy, el planeta nos ha puesto un alto en lo que considerábamos el desarrollo industrial para permitirnos redirigir las acciones hacia un nuevo modelo más estructurado con un enfoque sostenible. No podemos “volver a la normalidad” cuando la pandemia acabe, eso significaría hacer lo mismo que nos ha llevado a crear un impacto negativo en la salud y una crisis ambiental. Debemos de impulsar alternativas de desarrollo hacia nuevos modelos de balance ecológico. Se nos ha dado una nueva oportunidad de redirigir el desarrollo industrial en el planeta hacia esquemas que favorezcan la armonía entre el crecimiento económico y el desarrollo sostenible. La solución no es cambiar, hay que evolucionar.    

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CAPITALES: Después de la pandemia ¿iremos hacia una recuperación ecológica?  

Francisco Treviño Aguirre

Entre las acciones que llevan a cabo los gobiernos y quienes nos representan, existen una serie de objetivos: el crecimiento económico, la inclusión social y la preservación del medio ambiente. La pandemia de COVID-19 ha tenido un fuerte impacto negativo en los frentes económico y social en las cuales se incluyen el deterioro de la salud, la reducción de ingresos y pérdida de empleos. Por el contrario, la situación ambiental está mejorando irónicamente, ya que las emisiones de carbono y el uso de materiales disminuyen debido a la reducción de la producción y el transporte durante los esta situación de emergencia sanitaria. Sin embargo, es probable que los niveles de degradación ambiental anteriores a la crisis vuelvan cuando se levante la cuarentena y se reanude el dinamismo económico. Pero no tiene por qué ser así. Los gobiernos, en particular en Europa con el Acuerdo Verde, han estado trabajando en la transición energética en el mediano plazo. Al otorgar condiciones ecológicas mediante apoyos de gobierno y garantías durante la crisis de COVID-19, los gobiernos podrían presionar a las empresas para que aceleren la adopción de tecnologías bajas en carbono una vez que la crisis haya terminado, y así aspirar a una recuperación ecológica.

Tanto la viabilidad económica como la ambiental son importantes para la supervivencia de las empresas a largo plazo. Las condiciones ecológicas para las empresas que reciben apoyo del gobierno cambiarán sus modelos de negocio y también afectará los resultados del mercado. Para permitir el buen funcionamiento del mercado interior, es importante diseñar y supervisar las condiciones ecológicas como parte de un marco temporal para medidas de ayuda gubernamental durante la pandemia de COVID-19, tal y como se lleva a cabo en algunos países de Europa. Algunas empresas y sectores con altas emisiones de carbono pueden tener dificultades para adaptarse al nuevo entorno bajo en carbono. En este sentido, los gobiernos no deben proporcionar ayuda o garantías a sectores que no sean viables económica o ambientalmente en el mediano plazo. En estos casos, los gobiernos deben usar sus recursos para volver a capacitar a los trabajadores.

Si bien la reacción instintiva de los gobiernos a menudo es ayudar a las empresas que están en problemas y/o proteger los trabajos involucrados, es mejor centrarse en ayudar a las personas (volver a capacitarse y encontrar nuevo empleo) y cambiar el sistema. Para acelerar la recuperación después de la crisis financiera mundial, varios países acortaron los procedimientos de planificación para avanzar en grandes proyectos de construcción e infraestructura. En consecuencia, los gobiernos pueden acelerar la planificación y ejecución de proyectos de energías renovables. En este nuevo reordenamiento económico mundial, se deberán de tomar medidas estrictas para impulsar el desarrollo de empresas que favorezcan la inclusión de nuevas energías no contaminantes y crear condiciones para un cambio de tecnología hacia nuevos formas de desarrollo sustentable.     

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CAPITALES: ¿Cuánto tiempo tardará la economía de América Latina en recuperarse?

Francisco Treviño Aguirre

A raíz del surgimiento del coronavirus en todo el mundo, en América Latina, se han dado más del 30 por ciento de los casos de contagios a nivel mundial Si bien las acciones que los gobiernos han implementado para obligar de cierta manera al confinamiento, esto ha ocasionado llegar a una etapa de desaceleración en la actividad económica. En las siguientes semanas y meses, la pandemia impactará de manera importante otros frentes. Dicha inactividad se extiende hacia los sectores industriales, comerciales, turismo y al mismo sistema financiero. Los efectos que se perciben serán de gran magnitud impulsados por una desaceleración económica mundial sin precedentes. Dicha desaceleración es consecuencia del alto grado de incertidumbre, lo que hace casi imposible realizar diagnósticos y previsiones a futuro. Las tres economías regionales más grandes sufrirán importantes impactos.

Goldman Sachs proyecta que Brasil se contraerá 3.4 por ciento, México 4.3 por ciento y Argentina 5.4 por ciento. Es importante señalar que las acciones llevadas a cabo por los gobiernos para abatir la pandemia también han puesto en pausa las protestas sociales, pero en el corto plazo se prevé una falta de ingresos debido al desempleo obligado, lo que pueda ocasionar situaciones de riesgo, reacciones violentas y un incremento en las tensiones políticas. Debido a lo anterior es posible que una vez que la pandemia haya sida superada en gran medida, las reacciones sociales puedan volver e inclusive incrementarse de manera dramática. Es aquí donde la sociedad demandará un estado con capacidad de reacción en temas de seguridad, crecimiento económico y servicios que garanticen un estado de derecho con mayores oportunidades. Los gobiernos deberán de transparentar la rendición de cuentas, donde se unan esfuerzos con el sector privado y educativo para desarrollar estrategias que permitan ir avanzado de forma rápida hacia un modelo que impulse servicios públicos de calidad, factibilidad financiera y servicios educativos más innovadores. En este último tema, la cuarentena a la que los estudiantes de diversos niveles educativos fueron obligados, dio muestras de que muchas instituciones educativas no estaban preparadas para desarrollar el concepto de educación a distancia.

Hoy por hoy esta pandemia ha causado sufrimiento, demostrando cuan vulnerable es el ser humano ante una situación de riesgo en la salud, pero también permitirá evaluar que en situaciones como esta es cuando se deben de promover las reformas que permitan una mayor participación ciudadana y el dialogo con la comunidad para solventar situaciones de desigualdad y crear nuevas formas de crecimiento económico, impulsando la innovación y la educación para volver a crear condiciones de desarrollo económico y social. Es también importante señalar que se crearan los mecanismos transformadores para alcanzar una democracia de nueva generación, sin caer en autoritarismos y falsos líderes populistas y demagogos que solamente le hacen daño a la sociedad. Sin duda saldremos de esta situación más fortalecidos, con una gobernanza democrática y una mayor capacidad de recuperación. Por ti, por mí, por México.

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CAPITALES: ¿Cuánto depende Estados Unidos de la industria automotriz de México?

Francisco Treviño Aguirre

El sector automotriz en México ocupa más de 900 mil empleos y genera el 20.8 por ciento del Producto Interno Bruto manufacturero del país. A nivel internacional destacamos por ser el séptimo productor de vehículos en todo el mundo, con una tendencia a la alza. Son muchos los factores que inciden en esta realidad: la mano de obra calificada, la cercanía con el mercado más grande del mundo y los acuerdos comerciales que tenemos con otros países, que fiscalmente benefician las exportaciones de este sector. ¿Por qué esta tan importante la industria automotriz mexicana en Estados Unidos? Simplemente porque cada vehículo que circula en el vecino país del norte si no está hecho en México, cuenta con componentes fabricados en nuestro país. De ese tamaño es la dependencia del sector. México es, por mucho, la mayor fuente extranjera de autopartes utilizadas por la industria. Según un estudio del Centro de Investigación Automotriz, alrededor del 16 por ciento de todas las piezas de automóviles utilizadas por las plantas de ensamble de Estados Unidos provienen de México. De hecho, Estados Unidos importa más de lo que exporta a México para todas las industrias menos una, el estampado de metal para automóviles. Sin embargo, la relación comercial tiene sentido cuando se contabilizan los costos laborales y se examina el tamaño relativo de las economías. Sin embargo, lo que destaca más allá del valor comercial es que tan importante es México para el comercio de los Estados Unidos para estas industrias. Tanto las importaciones como las exportaciones de México ocupan una gran parte del comercio de casi todas las industrias automotrices en los Estados Unidos. Esto indica la dependencia de los operadores en cada nivel de la cadena de suministro para el comercio de piezas y componentes que producen el vehículo final. Cuando se analiza la demanda interna a nivel de la industria (ingresos menos exportaciones más importaciones), la relación entre los Estados Unidos y sus socios comerciales de América del Norte se vuelve aún más clara. La producción estadounidense sigue siendo la mayor parte de la demanda interna en cada industria. Sin embargo, el desglose diferente en cada industria sugiere cómo se desarrolla la producción y cómo los operadores de la industria se unen para el ensamble final. En particular, el ensamble final de vehículos es donde los operadores estadounidenses enfrentan la competencia más dura y es principalmente de países fuera de América del Norte. Solo el 53.4 por ciento ​​de la demanda interna es obtenida por los productores norteamericanos para la industria de fabricación de automóviles. Por otro lado, si bien las exportaciones de productos a Canadá son esenciales para el comercio en este sector, las importaciones tienden a ser menos esenciales para satisfacer la demanda interna. La relación diferente entre los niveles de fabricación debería dar como resultado una forma de negociaciones completamente separada. Es por esto, que el acuerdo comercial T-MEC antes NAFTA, se negoció de forma individual.

        

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