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CAPITALES: Innovación global: las economías que están redefiniendo el futuro tecnológico

Francisco Treviño Aguirre

El Índice Mundial de Innovación de 2023 (IMI 2023) revela la evolución constante y diversa de la innovación a nivel global, destacando tendencias clave que abarcan desde el progreso tecnológico hasta la eficiencia en la conversión de inversión en resultados tangibles. A lo largo del último año, pese a la incertidumbre económica y los desafíos geopolíticos, se observa cómo ciertas economías han prosperado y otras han mantenido su posición de liderazgo, resaltando la importancia de la inversión en investigación y desarrollo aunados a la adopción tecnológica.

En términos generales, las economías más desarrolladas continúan dominando el índice, con Suiza encabezando el ranking por decimotercer año consecutivo, seguida de Suecia y Estados Unidos. Estos países se destacan por sus sólidos ecosistemas de innovación que se reflejan en su capacidad de generar productos creativos y avances tecnológicos con rapidez. No obstante, es notable que economías como China y Turquía, han avanzado significativamente en los últimos años, consolidándose entre los primeros 40.

La innovación no es uniforme y esto es evidente en las discrepancias regionales y de ingresos. Mientras que las economías de América del Norte y Europa siguen destacando en cuanto a infraestructura, capital humano e investigación, las economías de Asia y África muestran mejoras significativas en áreas clave, como la adopción de nuevas tecnologías y la expansión de la conectividad. Estos progresos sugieren una creciente competencia global por liderar en sectores estratégicos, como las energías renovables, la biotecnología y la inteligencia artificial.

Un punto central es la inversión en investigación y desarrollo. Aunque las inversiones totales han crecido, las tasas de crecimiento fueron menores en comparación con el auge post-pandémico de 2021. Sin embargo, es importante destacar que ciertas economías, como Estados Unidos y Singapur, siguen liderando la inversión en sectores tecnológicos de vanguardia, incluyendo la inteligencia artificial, la biotecnología y la energía verde. La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad clave, reflejada en la rápida disminución de los costos de la energía solar y eólica, que están alcanzando niveles récord de adopción.

La conectividad global ha experimentado un crecimiento significativo, con un aumento en la banda ancha móvil y fija, lo que facilita la expansión de tecnologías como el internet de las cosas y los vehículos autónomos. Sin embargo, la adopción de tecnologías como la radioterapia para el tratamiento del cáncer aún es insuficiente en muchas regiones, lo que señala una disparidad significativa en la equidad de acceso a las innovaciones.

Es importante mencionar que existe una desaceleración en la productividad laboral global y una disminución en la esperanza de vida, lo que contrasta con los avances tecnológicos. Estas tendencias reflejan cómo, a pesar de las mejoras en infraestructura y capital humano, la innovación no se ha traducido completamente en beneficios socioeconómicos directos en muchas economías. A corto plazo, el COVID-19 y la inestabilidad política mundial siguen afectando el impacto positivo de la innovación, y los próximos años presentan una incertidumbre sobre cómo estos factores influirán en la financiación de la innovación y la adopción tecnológica. Por otro lado, el costo de tecnologías clave, como la secuenciación del genoma y las baterías eléctricas, sigue disminuyendo a largo plazo, lo que apunta a una mayor accesibilidad en sectores que definirán el futuro de la ciencia y la tecnología.

El reporte destaca cómo ciertas economías de ingresos medios y bajos han obtenido resultados superiores a los esperados en relación con su nivel de desarrollo. Países como India, Vietnam y Marruecos han demostrado una eficiencia notable al convertir inversiones en resultados de innovación tangible, especialmente en sectores como la manufactura avanzada y los servicios tecnológicos. En América Latina, Brasil ha logrado posicionarse como la economía más innovadora de la región, superando a Chile y México.

Hoy por hoy, es importante subrayar el papel de la innovación para enfrentar los desafíos contemporáneos, desde la crisis climática hasta la recuperación económica post-pandemia. Aunque las economías líderes como Suiza, Suecia y Estados Unidos continúan dominando, el avance de economías emergentes como China, India y Brasil es un testimonio del potencial transformador de la inversión estratégica en investigación y desarrollo. Aunque el progreso tecnológico está avanzando rápidamente, su impacto socioeconómico sigue siendo limitado en muchos aspectos. Para maximizar los beneficios de la innovación, es esencial que los países combinen las inversiones tecnológicas con políticas inclusivas que promuevan el acceso equitativo y la adopción masiva de nuevas tecnologías. Las economías que logran traducir eficazmente las inversiones en resultados concretos están mejor posicionadas para liderar en un entorno global cada vez más competitivo.

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CAPITALES. De mi biblioteca: “Elon Musk: el empresario que anticipa el futuro”.

Francisco Treviño Aguirre

El libro " Elon Musk: el empresario que anticipa el futuro ", escrito por Ashlee Vance, ofrece un análisis exhaustivo de la vida y trayectoria de Elon Musk, un empresario visionario que ha transformado industrias clave como el transporte, la energía renovable y la exploración espacial. A través de una narrativa detallada, Vance nos presenta a Musk como un individuo con una ambición desmesurada y una ética de trabajo implacable, cuyo objetivo es cambiar el curso de la humanidad.

Nacido en Pretoria, Sudáfrica, en 1971, Musk mostró desde joven una fascinación por la tecnología y la ciencia ficción. Vance describe cómo una infancia difícil, marcada por episodios de bullying, moldeó su carácter resiliente y su capacidad para sumergirse en sus intereses, como la informática. A los 17 años, Musk dejó Sudáfrica y se trasladó primero a Canadá y luego a los Estados Unidos, buscando mejores oportunidades. Esta decisión, según el libro, fue estratégica, ya que Musk veía a los Estados Unidos como el centro del progreso tecnológico. Su pragmatismo y su visión para el éxito lo llevaron a establecerse en el entorno ideal para desarrollar sus proyectos.

El primer gran éxito empresarial de Musk llegó con la fundación de Zip2, una empresa de software que proporcionaba guías de ciudades para periódicos. Aunque la empresa no alcanzó el impacto que Musk esperaba, su venta lo convirtió en millonario, permitiéndole financiar su siguiente aventura: X.com, que más tarde evolucionaría en PayPal. Esta plataforma revolucionó las transacciones en línea y se convirtió en un pilar del comercio digital moderno. Aunque Musk fue eventualmente apartado del liderazgo de la empresa, su rol fue crucial para su éxito y eventual venta a eBay por 1,500 millones de dólares. Este hito le dio a Musk los recursos y el impulso para embarcarse en proyectos aún más ambiciosos.

Uno de los principales enfoques del libro es SpaceX, la empresa aeroespacial que Musk fundó en 2002. Desde sus inicios, tenía como objetivo reducir significativamente los costos de los viajes espaciales y, a largo plazo, hacer posible la colonización de Marte. Vance narra los desafíos iniciales que Musk enfrentó, incluyendo el escepticismo generalizado y varios fracasos en los primeros lanzamientos. No obstante, la persistencia de Musk fue fundamental, y en 2008, SpaceX se convirtió en la primera empresa privada en enviar un cohete a la órbita terrestre, el Falcon 1. Este logro marcó un cambio en la industria aeroespacial, demostrando que las empresas privadas podían competir en un campo tradicionalmente dominado por gobiernos.

Otro de los pilares de la obra de Vance es Tesla, la empresa de vehículos eléctricos cofundada por Musk en 2004. Musk vio en Tesla una oportunidad para transformar la industria automotriz, creando autos eléctricos que no solo fueran sostenibles, sino también elegantes y de alto rendimiento. El desarrollo del primer modelo, el Tesla Roadster, fue un desafío enorme para la compañía, que estuvo al borde de la quiebra en varias ocasiones. Sin embargo, a través de una serie de decisiones estratégicas y el aseguramiento de inversiones clave, Musk consolidó a Tesla como líder en el sector de automóviles eléctricos. El éxito de Tesla simboliza no solo un avance en la tecnología, sino también un paso hacia la sostenibilidad ambiental.

A lo largo del libro, Vance no solo resalta los logros de Musk, sino también su personalidad compleja. Lo describe como un jefe extremadamente exigente, con una obsesión por la perfección y una tendencia a tomar decisiones drásticas. Algunos empleados lo ven como un líder visionario que los impulsa a alcanzar lo imposible, mientras que otros lo consideran implacable, capaz de despedir a alguien por errores mínimos. Este aspecto de su carácter plantea la cuestión de si su éxito se debe a su genio o a su naturaleza autoritaria. Vance no omite las dificultades personales de Musk, como su tendencia a trabajar hasta el agotamiento, lo que ha afectado sus relaciones personales y su salud. No obstante, el libro deja claro que esta intensidad ha sido esencial para que Musk logre sus metas.

En conclusión, el libro presenta una visión amplia de la vida y obra de Elon Musk, destacando su influencia en industrias clave y su impacto en el futuro de la humanidad. A través de SpaceX, Tesla y otros proyectos, Musk sigue impulsando innovaciones que podrían cambiar radicalmente la manera en que vivimos. Su obsesión con la supervivencia de la especie humana ya sea mediante la colonización de Marte o la transición a energías renovables, lo empuja a superar constantemente los límites de lo posible. El legado de Musk, como sugiere Vance, no solo radica en sus empresas, sino también en la inspiración que ofrece a una nueva generación de innovadores que, como él, están decididos a cambiar el mundo.

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CAPITALES:  La reforma al Poder Judicial: Un freno al nearshoring y la inversión extranjera

Francisco Treviño Aguirre

La aprobación de la reforma al Poder Judicial ha provocado no solo una ola de manifestaciones en las calles, sino también una serie de repercusiones en el ámbito económico. Según un reciente análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), publicado el 9 de septiembre de 2024, la economía mexicana ha entrado en una fase de mayor cautela, lo que podría tener implicaciones serias para su crecimiento y estabilidad.

El informe del CEESP, titulado “La economía se mantiene a la baja”, indica que el entorno económico se ha vuelto más cauteloso tras la aprobación de la reforma al Poder Judicial. Este aumento de la incertidumbre está debilitando el nivel de inversión, lo que disminuye las oportunidades de aprovechar el potencial del nearshoring, una estrategia que busca atraer empresas extranjeras para instalarse en México, aprovechando su cercanía con Estados Unidos.

El análisis del CEESP también muestra que la inversión fija bruta mensual cayó un 1% en junio de 2024, y aunque la inversión general creció un 0.7%, fue su menor avance desde marzo de 2021. Este debilitamiento en la inversión es preocupante, dado que es uno de los principales motores del crecimiento económico en el país. A pesar del repunte que se observó a partir de diciembre de 2022, la inversión parece estar perdiendo fuerza rápidamente. La incertidumbre política generada por la reforma judicial ha sido señalada como un factor clave en esta desaceleración. El panorama es aún más sombrío cuando se considera que la actividad productiva también ha mostrado una tendencia a la baja para los próximos meses, lo que limita las oportunidades de recuperación económica.

La reforma judicial ha creado inquietud entre los empresarios consultados, quienes han subrayado la importancia de contar con un entorno que fomente la inversión y garantice la seguridad jurídica. Sin embargo, la aprobación de la reforma parece ir en la dirección contraria, ya que los incentivos para la inversión se ven erosionados por la creciente incertidumbre política.

Esto es particularmente problemático en un momento en que México tiene la oportunidad de capitalizar el fenómeno del nearshoring, que podría impulsar la inversión extranjera directa y fortalecer sectores clave de la economía. Sin un entorno favorable para la inversión, es probable que el país pierda oportunidades cruciales para atraer empresas que buscan diversificar sus cadenas de suministro lejos de Asia y más cerca de Norteamérica.

El Reporte sobre las Economías Regionales del Banco de México para el segundo trimestre de 2024 refuerza este panorama sombrío. Aunque se espera que las economías regionales sigan expandiéndose a un ritmo moderado, el desempeño económico ha mostrado señales de debilitamiento, especialmente en el sector industrial y en los servicios. En particular, las manufacturas han seguido contrayéndose en el norte y el centro-norte del país, lo que sugiere que la actividad económica en estas regiones enfrenta un entorno desafiante. La incertidumbre derivada de la reforma judicial no ha hecho más que añadir una capa adicional de complejidad al panorama económico, que ya de por sí es incierto.

Con el debilitamiento de la inversión, el nearshoring en riesgo y un entorno político volátil, las perspectivas económicas para 2025 no son alentadoras. El crecimiento proyectado de solo 1.48% refleja una economía estancada que, aunque podría seguir creciendo a un ritmo lento, enfrenta desafíos estructurales que limitan su potencial a largo plazo. Es evidente que la aprobación de la reforma judicial no solo ha generado controversia en el ámbito político, sino que también ha tenido efectos adversos sobre la economía. Las expectativas de crecimiento han sido revisadas a la baja, y la falta de confianza en las instituciones sigue siendo un problema que México deberá enfrentar si quiere atraer más inversión y mantener su competitividad en el escenario internacional.

Hoy por hoy, la reforma al Poder Judicial, aunque promovida como una herramienta para mejorar la gobernanza en México, ha terminado por minar la confianza tanto de los empresarios como de los inversionistas. Irónicamente, lejos de fortalecer el estado de derecho, esta reforma podría consolidar aún más los problemas de corrupción e impunidad que han obstaculizado el desarrollo económico del país. En este contexto, es posible que el costo económico de esta reforma sea mucho más alto de lo que sus proponentes imaginaban, condenando a México a una nueva fase de estancamiento.

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CAPITALES: Las finanzas públicas que el próximo gobierno no puede ignorar

Francisco Treviño Aguirre

El panorama de las finanzas públicas en México enfrenta una serie de desafíos críticos, especialmente ante el contexto de la transición de un gobierno a otro. Las decisiones que tome el nuevo gobierno influirán en el rumbo económico del país, por lo que será esencial abordar cuestiones fundamentales como el crecimiento económico, la deuda pública, el gasto público y la reforma fiscal.

En los últimos años, México ha experimentado una desaceleración económica significativa. Este hecho es esencial para comprender las dificultades que enfrentará el próximo gobierno. Un bajo crecimiento tiene repercusiones negativas en la recaudación fiscal, lo que a su vez limita la capacidad del gobierno para destinar mayores recursos a áreas clave como infraestructura, educación, salud y programas sociales.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han ajustado sus previsiones de crecimiento para México a la baja, señalando que el crecimiento moderado será una tendencia que continuará tanto en el corto como en el mediano plazo. Esta perspectiva económica exigirá un manejo fiscal extremadamente prudente y eficiente. Con ingresos fiscales estancados, el próximo gobierno tendrá que encontrar maneras de equilibrar las finanzas públicas, garantizando que se destinen recursos suficientes a sectores estratégicos sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica.

El reto principal radica en impulsar un crecimiento sostenible en un contexto de incertidumbre global. Las tensiones comerciales entre grandes economías y las fluctuaciones en los precios de materias primas como el petróleo añaden complejidad al panorama. México depende en gran medida de sus exportaciones, especialmente hacia los Estados Unidos, y cualquier desaceleración en la economía global podría tener un impacto directo en su crecimiento. Así, el próximo gobierno tendrá que diseñar políticas que fomenten la diversificación económica, reduciendo la dependencia del comercio exterior y fortaleciendo el mercado interno.

El nivel de deuda pública es otro aspecto fundamental en la ecuación de las finanzas públicas de México. En los últimos años, la deuda ha aumentado de manera significativa, generando preocupaciones sobre su sostenibilidad a largo plazo. El próximo gobierno heredará una deuda que supera el 50% del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel que, aunque no alarmante en comparación con otros países, representa un desafío. El servicio de la deuda, es decir, los pagos de intereses y capital, consume una parte importante del presupuesto anual, lo que limita el margen para aumentar el gasto en programas de inversión pública o en la ampliación de los programas sociales.

Una posible solución a este dilema sería implementar medidas de consolidación fiscal. Esto implica reducir el déficit presupuestario mediante un control más riguroso del gasto y una mayor eficiencia en la administración de los recursos. Asimismo, se podría considerar una reforma tributaria que incremente la recaudación, pero sin afectar negativamente a los sectores productivos ni a la clase media, que ya enfrenta una carga impositiva considerable.

El manejo del gasto público será otro de los grandes retos del próximo gobierno. Existe una creciente demanda de recursos en áreas como salud, educación, infraestructura y seguridad social, pero los recursos disponibles son limitados. El gasto en programas sociales ha crecido de manera considerable en los últimos años, y muchos de estos programas están protegidos por la ley, lo que otorga poca flexibilidad para hacer recortes. Esto obligará al gobierno a buscar un equilibrio entre la atención a las necesidades sociales y el mantenimiento de la disciplina fiscal.

El nuevo gobierno también deberá fomentar la confianza de los mercados y de los inversionistas. Para ello, será fundamental mantener políticas coherentes y predecibles que garanticen la estabilidad económica y el crecimiento a largo plazo. La atracción de inversión extranjera directa (IED) será un factor clave para impulsar el crecimiento y la creación de empleos, y esto requerirá un entorno económico estable y atractivo para los inversionistas internacionales.

Hoy por hoy, el próximo gobierno de México se enfrenta a un entorno financiero complicado, tanto a nivel interno como externo. Los desafíos en materia de crecimiento económico, deuda pública, gasto y reforma fiscal son significativos, pero no insuperables. Con un manejo fiscal prudente y eficiente, es posible estabilizar las finanzas públicas y sentar las bases para un crecimiento económico sostenible. En última instancia, la clave estará en la implementación de reformas estructurales que mejoren la eficiencia del gasto público, aumenten la recaudación fiscal y fomenten la confianza de los mercados. Si se logran estos objetivos, México estará en una posición más sólida para enfrentar los desafíos del futuro y garantizar el bienestar de su población. La transparencia, la responsabilidad fiscal y la adopción de políticas coherentes serán los pilares sobre los que se construirá el futuro económico del país.

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CAPITALES: El impacto de las nuevas Reglas de Origen del T-MEC en la competitividad de la industria automotriz

Francisco Treviño Aguirre

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha introducido cambios significativos en las reglas que rigen el comercio automotriz en la región de América del Norte, con un enfoque particular en las Reglas de Origen del sector. Estas reglas son fundamentales para determinar si un vehículo fabricado en la región califica para el libre comercio sin aranceles, proporcionando ventajas comerciales a las empresas que cumplan con los requisitos. Las modificaciones que el T-MEC implementa respecto al antiguo TLCAN plantean tanto oportunidades como desafíos para la industria automotriz, que debe adaptarse a condiciones más estrictas, pero con mecanismos que permiten cierta flexibilidad.

Bajo el TLCAN, las Reglas de Origen para la industria automotriz requerían un Valor de Contenido Regional (VCR) del 62.5% para automóviles, camiones ligeros, motores y transmisiones, mientras que otras partes automotrices y vehículos debían cumplir con un VCR del 60%. Sin embargo, el T-MEC ha endurecido estos requisitos, aumentando el VCR y ampliando las condiciones para la calificación de un vehículo como originario de la región. Para los automóviles ligeros, se incrementó a 75%, lo que implica que al menos tres cuartas partes del valor de un vehículo deben estar compuestas por insumos originarios de la región de América del Norte.

En este sentido, se introducen nuevas categorías de componentes con requisitos específicos de VCR: 1) Autopartes Esenciales: estas partes, que incluyen componentes clave como motores y transmisiones, deben cumplir individualmente con un VCR del 75%. 2) Autopartes Principales: Estas piezas, menos críticas que las esenciales, requieren un VCR del 70%. 3) Autopartes Complementarias: Son aquellas que contribuyen de manera secundaria al funcionamiento del vehículo, y su VCR es de 65%. El impacto de este cambio en el sector automotriz es profundo, ya que los fabricantes deben reevaluar sus cadenas de suministro para asegurar que los componentes cumplen con los nuevos umbrales de TMEC.

Otra condición introducida es el Valor de Contenido Laboral. Esta regla establece que entre el 40% y el 45% del valor de un vehículo debe ser producido por trabajadores que ganen al menos $16 USD por hora. Este requisito fue una respuesta a las presiones laborales en Estados Unidos y Canadá, que buscan evitar la relocalización de la producción a regiones con salarios más bajos, como México. Para las empresas automotrices mexicanas, este requisito plantea desafíos adicionales, ya que los costos de producción se elevan en comparación con la normativa anterior.

El T-MEC también establece que al menos el 70% del acero y aluminio utilizados en la producción de un vehículo debe ser originario de cualquier de los 3 países que conforman el Tratado. Esta regla busca fortalecer las industrias siderúrgicas y metalúrgicas de la región, limitando el uso de materiales importados de fuera de América del Norte. Este requerimiento tiene implicaciones logísticas y estratégicas importantes para los fabricantes, quienes ahora deben asegurar el abastecimiento de acero y aluminio desde fuentes regionales, lo que puede aumentar los costos si las capacidades de producción no son suficientes para satisfacer la demanda interna.

México, como una potencia en la producción automotriz de la región, ha sentido los efectos directos de las nuevas reglas del T-MEC. Por un lado, el endurecimiento de los requisitos de origen ha generado presión sobre los fabricantes para reorganizar sus cadenas de suministro y aumentar la producción de insumos originarios de la región. Al mismo tiempo, las reglas del valor de contenido laboral plantean un reto adicional, ya que los salarios en México son más bajos que en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, México también se beneficia de algunas de las flexibilidades introducidas por el T-MEC, como el mecanismo de Roll-Up y los periodos de implementación gradual. Además, la demanda de acero y aluminio de origen norteamericano puede fortalecer la industria siderúrgica mexicana, siempre y cuando las empresas puedan adaptarse a los nuevos requisitos.

Hoy por hoy, Las nuevas Reglas de Origen del sector automotriz bajo el T-MEC representan un cambio fundamental en la forma en que se estructuran las cadenas de suministro en América del Norte. Si bien los requisitos más estrictos en cuanto a contenido regional, laboral y de materiales han incrementado los costos y la complejidad de la producción, las flexibilidades ofrecidas por el tratado brindan cierto respiro a las empresas. No obstante, la controversia persiste. Algunos críticos argumentan que las nuevas reglas podrían disuadir a las empresas de invertir en México, donde los costos laborales más bajos han sido una ventaja competitiva. Otros sugieren que la modernización y mejora de las condiciones laborales y productivas en México podrían posicionar al país como un líder en la producción automotriz de alta calidad, atrayendo inversiones más sofisticadas a largo plazo. La pregunta es si los fabricantes podrán adaptarse a estas nuevas reglas sin sacrificar competitividad o si la industria automotriz en América del Norte se verá fragmentada por estas exigencias.

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