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Crear y mover pasiones

Rubén Aguilar Valenzuela

El presidente López Obrador tiene una extraordinaria capacidad para mover las pasiones de quienes simpatizan con él.

En su manera de entender y ejercer el poder siempre es necesario tener un enemigo al cual golpear.

Los enemigos cambian de acuerdo a circunstancias y momentos. Todo con relación a lo quiere obtener y hacer valer.

Para eso construye historias, algunas verdaderas, pero con mucha frecuencia francamente mentirosas.

El objetivo es dar nota y a través de ella llegar a sus audiencias que quieren oír precisamente esas narraciones.

Son historias que ubican con nombre y apellido al enemigo y polarizan siempre a la sociedad. De eso se trata.

La narrativa es sencilla y muy efectiva. Se articula a partir de dos binomios: bueno y malo y culpables e inocentes.
 
Los buenos e inocentes somos nosotros, dice el presidente, y los malos y culpables los otros, que son los enemigos.
 
En su comunicación no se ubica como el presidente y el jefe del Estado, sino como la cabeza de una fracción.
 
A él no le interesa gobernar para todos. Lo hace solo para los suyos. Solo para los que están de acuerdo con él.
 
Sabe que paga un precio, pero en su análisis de costo-beneficio le reditúa. Es la lógica del cálculo político. 
 
Sus historias y discursos están hechos para crear y promover pasiones. Las que quiere se despierten y operen.
 
La comunicación busca que sus simpatizantes estén siempre activados en apoyo a él y sus decisiones.
 
Dice, es parte del discurso, que no entra en provocaciones y enfrentamientos, pero los busca y provoca. Tirar la piedra y esconder la mano.

Así, el presidente incita, entre otras cosas, a que sus simpatizantes reaccionen con mucha violencia en las redes sociales.

No hay nada que indique que vaya a cambiar su manera de comunicarse y de actuar. Para él son muy rentables.

¿En la sociedad qué puede provocar seis años de pasiones creadas y movidas por el presidente?

En la medida que pase el tiempo lo sabremos.

@RubenAguilar

El gasto del gobierno en publicidad

Rubén Aguilar Valenzuela

Cuando era coordinador de Comunicación Social y portavoz de la Presidencia de la República propuse al presidente Fox (2000-2006) que se dejaran de utilizar los recursos públicos en la compra de publicidad a los medios.

En esa ocasión me dijo que, si yo convencía a los gobernadores, la gran mayoría del PRI, de no comprar publicidad discutiríamos mi propuesta. Le respondí que eso era imposible y las cosas se quedaron como estaban.

En las democracias más desarrolladas los gobiernos no gastan los recursos públicos en anunciarse y promoverse. El actual gobierno, con su legitimidad y mayoría en el Congreso, pudo haber decidido que se terminara para siempre esta práctica.

Cuando la relación del gobierno con los medios de comunicación está mediada por el dinero, por la compra directa de publicidad, siempre será perversa. No puede ser de otra manera.

La intención del presidente López Obrador (2018-2024) es gastar la mitad del presidente Peña Nieto (2012-2018), que es una reducción, pero que aún así es una cantidad enorme y el doble de lo que se gastó en el gobierno del presidente Fox.

En 2018, el gasto en publicidad fue de 8 mil 988 millones de pesos, un año electoral, la mitad son 4 mil 494 millones de pesos, pero el actual gobierno ya dijo que el gasto para 2019 será de 4 mil 711 millones que son 217 millones más.

A esto se añade que Jesús Ramírez, coordinador de Comunicación Social del gobierno, dice que para este año existen mil millones adicionales, por lo que el presupuesto podría alcanzar los 5 mil 800 millones de pesos, que sería solo el 35 por ciento menos que el último año de Peña Nieto.

En principio, el gasto del gobierno de López Obrador en publicidad, para el sexenio sería de 28 mil 626 y los 39 mil 800 millones de pesos que equivale a 4 mil 771 anuales, pero podría ser más. De hecho, ya es más.

Ramírez se comprometió a que en 2019 no habrá ampliaciones. Queda por verse si en los próximos años el presupuesto y el gasto se sujetan a lo dicho. En todos los años de Peña Nieto el gasto ejercido fue mayor al presupuestado.

La nueva política implica que el gasto en publicidad no rebase nunca el 0.1 por ciento del Presupuesto de Egresos. Con este límite, que es una medida acertada, todos los años el gasto en publicidad va a crecer en la medida que aumente el presupuesto, cosa que siempre ocurre.

El presidente, en el anuncio de la nueva Política de Comunicación Social, sostuvo que no se van a "utilizar los recursos públicos para premiar o castigar a ningún medio, que el presupuesto no sea un mecanismo de coerción, de castigo". Ya se verá cómo se distribuyen los recursos.

Ramírez anunció que para evitar la concentración del presupuesto en pocos medios "queda prohibido que un medio de comunicación concentre un porcentaje mayor al 25 por ciento de la pauta publicitaria".

El presidente al presentar la nueva política, que en lo sustantivo es la de siempre ya que el gobierno sigue con la compra directa de publicidad, dijo que "al final somos simplemente administradores de los dineros del pueblo".

Si esta administración quiere romper la relación perversa entre gobierno y medios de comunicación debe crear un órgano de Estado, no del gobierno en turno, que sea el que contrate la publicidad en los medios. Pienso, con todo, que el ideal es que el gobierno, por ley, no gaste en publicidad.

@RubenAguilar

Ejercicios Espirituales

Rubén Aguilar Valenzuela

Es una tradición que en Semana Santa algunos católicos, religiosas, religiosos y sacerdotes hagan Ejercicios Espirituales siguiendo el método diseñado por san Ignacio de Loyola (1491-1556), el fundador de la Compañía de Jesús.

En 1522, san Ignacio estuvo por diez meses en una cueva de Manresa, población muy cercana al monasterio de la Orden benedictina en Montserrat. En ese tiempo vivió una profunda experiencia espiritual que cambió su vida.


A partir de lo que experimenta escribe el libro de los Ejercicios Espirituales que se publica por primera vez en 1548. Los ejercicios son la base de la espiritualidad ignaciana que es la propia de los jesuitas.

El texto de los Ejercicios Espirituales ha marcado a los integrantes de la Compañía de Jesús, pero también a muchos católicos e integrantes de las estructuras institucionales de la Iglesia formados o guiados por los jesuitas.

En 2040 se cumplen los quinientos años de la fundación de la Orden de la Compañía de Jesús y en 2048 los quinientos años de la primera edición de los Ejercicios Espirituales.

Los jesuitas, como parte de su formación, hacen dos veces Ejercicios espirituales de un mes. En el noviciado y después de haberse ordenado sacerdotes en la etapa que llaman la tercera probación. Y a lo largo de su vida todos los años "toman" Ejercicios de ocho días.

San Ignacio a partir de su vivencia construye un método, para que el ejercitante, al que asume como un ser pensante con capacidad de decidir por su propia cuenta y de manera consciente y responsable, se enfrente a profundidad, primero a sí mismo y después a Dios.

En las cuatro etapas o semanas en las que están estructurados los Ejercicios, el ejercitante, así lo propone el método, se pregunta sobre quién es, qué quiere ser y cuál es su misión en este mundo.

Y también se pregunta sobre Dios y la relación del hombre con él. La idea central es conocer qué pide Dios al ejercitante y qué, entonces, éste tiene que hacer, para encontrar su lugar en el mundo y ser feliz.

Al ejercitante no se le pide la sumisión irracional y dogmática a la supuesta voluntad de Dios. El encuentro, el descubrimiento, de lo que debe de hacer es el resultado del trabajo profundo del ejercitante sobre sí mismo.

No se puede elegir un proyecto de vida si la persona no es consciente de sí misma. De sus posibilidades y limitaciones. Solo desde ahí está en condiciones de poder escuchar, en la soledad y el silencio, la voz de Dios.

El texto de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola ha tenido una enorme influencia en la Iglesia y la cultura occidental. Son muchos y muy diversos los estudiosos del texto.

La influencia no se ha dado por la lectura del texto, sino por quienes han experimentado a partir de un método, desde la originalidad única de cada persona, la vivencia que tuvo el fundador de los jesuitas en la cueva de Manresa.

@RubenAguilar

El nuevo papel de Notimex

Rubén Aguilar Valenzuela

La directora de Notimex, Sanjuana Martínez, dio una entrevista exclusiva a la agencia rusa Sputnik donde plantea cual será el nuevo papel de la agencia de prensa del gobierno de México.

Para ella es central "el peligro que enfrentan en este momento Venezuela y Cuba, en particular con nuestro país vecino, EEUU, y este presidente que tienen ahora, Donald Trump, es para nosotros una gran preocupación".

Con respecto de Cuba, "la semana pasada tuvimos una reunión ministerial que fue muy fructífera para incrementar nuestra presencia en la isla que nos necesita igual que Venezuela, y vamos a estar allí porque somos hermanos", afirmó.

Martínez dice que Notimex quiere convertirse "en un contrapeso de todas las informaciones más relacionadas con la ideología estadounidense, con una posición más plural y sobre todo con una intención más abierta en términos informativos y noticiosos, que cubra todo lo que otros medios de comunicación con visión estadounidense no cubren".

"En este momento otra prioridad es Brasil, que está viviendo un momento crucial con el presidente Bolsonaro", asegura Martínez y añade que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) "cumplió un año en la cárcel en un contexto de violencia, y su política doméstica nos interesa en términos de crear contrapesos".

El propósito de Notimex, asegura Martínez, es "convertirla en la más grande agencia de habla hispana en nuestro mundo latinoamericano" y añade que "ha tenido épocas de oro, queremos rescatar y reforzar esa tradición latinoamericanista que comparativamente es mayor", respecto de otras agencias europeas y estadounidenses.

En la versión de la directora de Notimex ahora México vive "una transformación profunda que no es la continuidad de gobiernos, sino un cambio de régimen". En ese nuevo régimen, dice Martínez, Notimex se está abriendo "a todos los grupos políticos, estamos dirigiendo una agencia del Estado, no del Gobierno, con toda la libertad y el compromiso social de defensa del derecho de información de los mexicanos".

Esta agencia del Estado no partidista, Martínez fue nombrada por el presidente, "la idea es que los mexicanos tengan acceso a la información de la agencia porque nuestro principal objetivo es velar por garantizar el derecho a la información que a ellos les corresponde, y nosotros debemos defender".

Llama la atención de que una de las prioridades de Notimex en el gobierno de López Obrador sea la defensa de Cuba y Venezuela. Esto supone, así se debe de entender, que la agencia mexicana se pone del lado de los actuales gobiernos de esos países y en su cobertura noticiosa no serán objeto de la crítica pero sí los opositores a esos regímenes.

Resulta también novedosa la visión de lo que Martínez llama "la ideología estadounidense" y la posición que la agencia quiere jugar con relación al Brasil de Boslonaro. De las declaraciones de la nueva directora de Notimex, la agencia del gobierno de México, se deriva que hay un proyecto ideológico muy semejante al proyecto chavista de TELESUR. Ya veremos.

@RubenAguilar

Ambición vicaria

Rubén Aguilar Valenzuela

El presidente López Obrador y su familia vive una vida sencilla y él en ejercicio de su cargo ha decidido prescindir de una serie de perrogativas e instrumentos de trabajo que considera superfluos e impropios de lo que piensa debe ser una presidencia austera.

Desde su punto de vista, la austeridad republicana a la que con frecuencia menciona en los discursos y hace realidad en la vida de todos los días se propone poner fin a los excesos de quienes lo antecedieron en la presidencia.

Su austeridad personal y familiar habla de alguien que asume como un gran valor la vida sencilla que ha decidido poner un alto a cualquier privilegio personal que pueda derivarse de su cargo.

Ese mismo personaje sencillo y austero en la vida personal en la vida como presidente todos los días miente sin el menor recato, engaña, traiciona acuerdos y acusa en público a sus adversarios sin tener pruebas.

Y también utiliza el privilegio de la tribuna presidencial, para insultar y descalificar a los que no piensan como él. El único pensamiento y proyecto que vale es el suyo.

El hombre sencillo y austero de la vida personal en la vida pública se convierte en un personaje autoritario que se ha propuesto controlar a los otros poderes del Estado y se pone por encima de la ley.

Al inglés Aldous Huxley (1894-1963) le impresionó la vida profundamente contradictoria del sacerdote capuchino  François Leclerc du Tremblay (1577-1638), que en su congregación se le conocía como el padre José de París.

El padre José fue el brazo derecho del cardenal Richelieu que fue primer ministro del rey de Francia. El capuchino, dice Huxley, en su vida privada es un hombre "apasionadamente preocupado por conocer a Dios, familiarizado con las más altas formas de la gnosis cristiana, que ha pasado por lo menos por los estados preliminares de la unión mística".

Y ese mismo personaje es capaz de todo, por convicción patriótica, para que se prolongue lo más que se pueda la terrible Guerra de los Treinta años, con un propósito preciso: destruir el poderío de los Habsburgo, para engrandecer a Francia. La guerra provocó la aniquilación de un tercio de la población de la Europa central.

En 1941, Huxley escribe Eminencia gris, donde se adentra en su esfuerzo por entender la psicología del padre José. Nos presenta a un individuo de enorme complejidad y con rasgos de esquizofrenia. En él viven dos hombres, de un lado, el monje humilde y austero, y del otro, el político y diplomático implacable.

Huxley explica lo que ocurre al padre José con lo que llama la "ambición vicaria". Para las personas que están en esta situación el fin justifica los medios siempre que no se usen a favor de su persona, pero sí para la gloria y el poder de un Estado, de una institución o una idea.

Los ambiciosos vicarios suelen ser grandes idealistas, en cuanto a los propósitos, e implacables realistas en cuanto a los medios que se debe de utilizar, para obtener el fin que persiguen. En todo caso es una ambición más sutil, más refinada y al mismo tiempo más perversa.

@RubenAguilar
 

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