Rubén Aguilar 

 

II Macabeos
Biblia de América
PPC Editorial
Madrid, 2013

 


El segundo libro de los Macabeos no es una continuación del primero. El anterior es una narración de la historia del pueblo judío en su lucha contra la helenización forzada y éste ofrece una reflexión profunda sobre el Templo, la muerte de los justos y la resurrección.

Todo indica que se escribió en griego. El autor es desconocido, pero no es el mismo del primero. Se trata de un judío de Alejandría o de otro sitio, pero influido por la cultura helenística. El texto es un resumen de cinco volúmenes escritos por el historiador judío Jasón de Cirene poco después de 160 a.C. Se sabe muy poco de él. Quien redactó la síntesis debió hacerlo hacia el 124 a.C.

El texto se incluye en la versión de la Septuaginta, pero es considerado como un texto apócrifo por sectores del judaísmo y por las iglesias protestantes. Es el libro 21 del Antiguo Testamento acaptado por la Iglesia católica y las iglesias ortodoxas.

Se sabe de la existencia de cuatro libros de los Macabeos. Los libros I y II que se incorporan como textos canónicos desde el siglo IV d.C.  La Iglesia católica considera a los libros III y IV como apócrifos, pero las iglesias ortodoxas y orientales los consideran como parte del canon bíblico. Los hechos que narra el libro II se ubican al inicio de la persecución de Antíoco IV (175 a.C.) y la victoria de Judas Nicanor (160 a.C.).

Inicia con dos cartas de los judíos de Palestina a los de Egipto, que hablan sobre la fiesta de la Dedicación del Templo. En el Prólogo, que sigue a las cartas, el autor señala que el texto es un compendio de los cinco libros de Jasón de Cirene (caps. 1-2). La primera parte trae el castigo al sacrílego Heliodoro, la historia de los Sumos Sacerdotes Onías, Jasón y Menelao, el martirio de Eleázaro y de la madre de los llamados Macabeos con sus siete hijos (caps. 3-7). El resto está dedicado exclusivamente a Judas Macabeo, cuya historia se narra hasta la victoria sobre Nicanor (caps. 8-15).

El templo es el centro de la narración. Su profaación es la causa de la revuelta y su purificación es la que logra restaurar los pilares de la fe del pueblo de Israel: la santidad de Dios, la ley, el culto y el sumo sacerdocio. La intención teológica es reflexionar sobre la fe en la resurrección de los muertos que es una aportación particular del texto. Y también sobre el martirio de los justos en la persecución y el valor de la oración en su favor.

@RubenAguilar