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Un nuevo peldaño en la lucha por la paridad

Flor Rentería

Amigas y amigos, ha sido un largo camino en la construcción de la paridad de género en nuestro país, empezando desde aquel 12 de febrero de 1947, en el que se publico el decreto en el Diario Oficial de la Federación que garantizara la igualdad entre hombres y mujeres en las elecciones municipales.

La ciudadanía plena, no obstante, solo se alcanzaría en la práctica hasta 1955, en la que las mujeres pudieron emitir su voto por primera vez en una elección federal, después de la reforma de 1953 promulgada por el Presidente Adolfo Ruíz Cortines. A partir de este momento se tenía la igualdad al menos en lo jurídico, pero sus resultados tangibles tardarían mucho en verse reflejados.

La primera gobernadora fue electa apenas en 1979, cuando Griselda Álvarez fue ganadora de la contienda en el estado de Colima, y a partir de este techo de cristal, no obstante que las 32 gubernaturas se renuevan cuando menos una vez cada 6 años, (es decir, estadísticamente se han renovado casi 200 gubernaturas), apenas hemos tenido ocho gobernadoras en nuestra historia. 

La lucha por la igualdad no solamente consiste en asignar la posibilidad a ser votadas o a ser electas, pues esto sería considerar que ambos vienen de una posición equivalente, y que no han existido décadas en nuestra historia en las que la mujer ha ocupado un segundo plano de la vida política; entendiendo este criterio, es que hemos pasado de la igualdad a la equidad, y de la equidad a la paridad.

El camino no ha sido fácil, y siempre encontraremos resistencias. Todavía en 2009, no obstante que estamos hablando del nuevo milenio, México generó el caso famoso de las Juanitas, diputadas plurinominales que, a la primer sesión del Congreso de la Unión, pidieron licencia a su cargo para que este fuera ocupado por sus suplentes, todos varones. 

En el 2018, hace apenas dos años, en Chiapas ocurrió el fenómeno de las “Manuelitas”, en donde casi 50 funcionarias, entre diputadas y regidoras del Partido Verde, fueron presionadas para renunciar y dejar su lugar a un hombre. Afortunadamente, los mecanismos de protección a la legalidad fueron más eficientes en esta ocasión, y la autoridad electoral dispuso que los lugares dejados por mujeres tuvieran que ser ocupados por otra mujer.

Amigas y amigos, aún nos falta mucho camino por recorrer, y casos como el de 2018 nos muestra que el problema no es jurídico, es cultural. Ese problema es arcaico, y así como las mujeres y los hombres vanguardistas luchan por alcanzar condiciones de auténtica equidad, aún hay quienes luchan por reforzar los viejos paradigmas obsoletos.

Es en momentos como estos, que las definiciones cuentan, y definitivamente cuentan mucho, y por eso aplaudo la determinación que fue aprobada por el Instituto Nacional Electoral esta semana, a través de la cual se ha dispuesto que las candidaturas a gobernaturas de los Estados por parte de los partidos políticos deban de hacerse en condiciones de paridad, es decir, la mitad para mujeres y la mitad para hombres.

Las voces del pasado, algunas dentro del mismo Consejo General del INE, manifestaron que las gubernaturas son cargos unipersonales, y por eso hablar de paridad a esos niveles resultaba inviable. Opiniones que lamentablemente buscan ocultar sus fobias en argumentos aparentemente jurídicos, pero aberrantemente alejados de la realidad. Seguramente esta disposición será combatida, pero tengo confianza que se sostenga, y en las elecciones del próximo año, que serán las más grandes de la historia de México, tengamos una gran cantidad de candidatas, y mejor aún, una gran cantidad de gobernadoras electas.

Ha sido una larga lucha, y hoy hemos alcanzado un nuevo peldaño. Es merecido reconocer, pero necesario continuar y defender lo ganado, que no ha sido dádiva, sino el reconocimiento de derechos fundamentales. La paridad no es caridad, y punto.

Un día de muertos para la historia

Flor Rentería

Queridos amigos, esta semana conmemoramos una vez más el Día de Muertos, festividad típica de nuestra cultura, que es considerada patrimonio intangible de la humanidad y ha sido objeto de estudio y análisis desde sus inicios hasta el día moderno.

Las festividades para conmemorar a los muertos, sin duda alguna, son algo característico en nuestras tradiciones, aunque como ha sido la constante este año, nada ha sido tradicional; el COVID-19 se ha encargado de mostrarnos la fragilidad de nuestra sociedad, y como todo puede cambiar de un momento a otro.

Este día de muertos ha sido particularmente triste. Si bien esta tradición ha servido para honrar a quienes se nos han adelantado en el camino, este año que tantos seres queridos han fallecido prematuramente, mitiga cualquier consuelo. 

Este año, nuestros panteones lucieron desiertos, pero nuestros altares lucieron desgarradoramente llenos. La vida es así, pasajera, prestada, y por eso debemos vivirla con alegría, con pasión, y con un auténtico deseo de ayudar a la gente, porque al final del camino, lo único que nos llevamos es el cariño, y lo único que dejamos, es el recuerdo.

Si algo ha caracterizado al Día de Muertos, es su capacidad para adaptarse a todo. Se adaptó al cristianismo, se adaptó al Halloween, se adaptó a Hollywood, y este año se adaptó a la nueva realidad, pues las mexicanas y los mexicanos honramos a nuestros difuntos no solo un día, sino todos los días del año.

Estimados lectores, les mando un abrazo en la distancia. Sigamos cuidándonos y acatando las medidas sanitarias, para que pronto podamos visitar a nuestros fieles difuntos, y les cantemos, les hagamos una ofrenda, y recordemos con alegría y melancolía tiempos pasados.

Ganó la democracia en Coahuila

Flor Rentería

Queridos amigos, el domingo pasado, vivimos una jornada histórica: nunca en México habíamos celebrado una elección así, en pandemia, y no obstante eso, los resultados superaron todas las expectativas.

Siempre me he considerado una demócrata, se ganar, y sobre todo se perder. Cada proceso electoral es único, y refleja el sentir del momento de la ciudadanía y su perspectiva para el futuro. En el 2018, la ciudadanía dio un mensaje que las y los priistas escuchamos fuerte y claro, y hoy, en 2020, los resultados del trabajo y del aprendizaje se han cristalizado en un triunfo atronador.

Que no se confunda este resultado con ninguna otra cuestión: el triunfo del Revolucionario Institucional, obedece únicamente al trabajo constante que ha encabezado desde el inicio de su gobierno el Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís.

El Gobernador del Estado se encuentra ubicado como uno de los Gobernadores mejor calificados del país por su entidad y por la población mexicana en general, y no es para menos: ha demostrado que la lucha y el trabajo se hace desde los cauces de la institucionalidad, siempre viendo los intereses de las y los coahuilenses, haciendo equipo cuando es posible, y pidiendo justicia cuando es necesario.

No debe de olvidarse, queridos lectores, que el slogan de campaña para gobernador de Miguel Riquelme, hace ya más de tres años, era “A Coahuila lo que le corresponde”, y esa ha sido la brújula del trabajo institucional. Hoy en Coahuila el trabajo del Gobernador se nota, y por eso las y los coahuilenses salieron a votar, aún en pandemia, y votaron en un sentido que no deja lugar a dudas ni interpretaciones.

En particular, me siento particularmente feliz del reacercamiento del gremio magisterial al Partido Revolucionario Institucional. A través de la Estructura Magisterial Priista, las y los maestros reencausaron su participación en la que antaño fue su casa y hoy, nuevamente lo es. El PRI es el partido de las causas sociales, y los maestros, son los eminentes gestores de la transformación social. Juntos, fue posible este triunfo sin igual.

Estimados lectores, los demócratas deben de ser demócratas cuando ganan, pero también cuando pierden. Todo mi respeto a quienes tienen una visión ideológica distinta al PRI, pero hoy la campaña termino, y debemos de dejar de lado la camiseta del partido y ponernos la del Estado. La pandemia sigue, y el escenario futuro reclama de todas y todos su compromiso y su trabajo por Coahuila.

Mi felicitación y mi sincero reconocimiento a las y los 16 hombres y mujeres que obtuvieron el triunfo en las urnas. Ustedes, junto con los 9 legisladores plurinominales que se designarán en fechas próximas, tendrán a cargo el llevar las voces de las y los coahuilenses al Congreso.

Lo más importante de este escenario es que sí, aún en pandemia, la gente salió a votar. Esta es la tierra de Madero y de Carranza, la tierra de la democracia, y hoy dimos muestra mundial de que, en Coahuila, la participación ciudadana no se detiene.

Queridos amigos, sigamos trabajando todas y todos, desde nuestras trincheras, para que cada proceso electoral signifique un nuevo nivel de democratización, de justicia social, y de consecución a las causas que nos unen. Juntos, todo es posible.

Cerrando Filas

Flor Rentería

Estimados lectores, este lunes tuvo lugar en la capital del Estado un evento denominado “Cerrando Filas por Coahuila”, a través del cual, el Gobierno del Estado marcó claramente su posición respecto al tratamiento que se ha venido dando por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Coahuila.

Dicho evento cobra valor por haber congregado a prácticamente todos los sectores sociales, y en el se dieron cita diputados locales entrantes y salientes, legisladores federales, representantes empresariales, obreros, de instituciones educativas, integrantes del Poder Judicial, y como anfitrión, el Gobernador del Estado, Miguel Ángel Riquelme Solís.

Amigas y amigos, el desdén con el que el gobierno central ha decidido tratar a nuestro Estado no es nuevo. Desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, ha amenazado con prácticamente clausurar la cuenca lechera, ha cancelado obras compartidas con la región Laguna de Durango, ha incumplido constantemente con la compra de carbón de la región carbonífera, ha generado un caos en la región centro al atacar a una de sus empresas más importantes, y ese desdén no ha ido más que en aumento conforme pasan los años.

La distribución de recursos a través del Pacto Federal siempre ha sido relativamente injusta, pero ante la mal empleada austeridad de la autoridad central, se ha podido apreciar que el espíritu del Presidente pareciera no tanto el “no gastar”, sino el gastar solo donde políticamente le conviene. Coahuila es una de las entidades más afectadas en el Proyecto de Presupuesto de Egresos, no obstante, de ser una de las que más genera recursos.

Hoy, es necesario que todas y todos hagamos precisamente eso, cerrar filas por nuestro Estado, porque no se trata de partidos, de funcionarios o de elecciones; se trata precisamente de institucionalidad, y de que no por ser de distintos partidos, se de prioridad en la obra pública y en la asignación de recursos a unas Entidades y a otras no.

El llamado a cerrar filas, cabe agregar, no es exclusivo de Coahuila, ya que los 10 gobernadores integrantes de la Alianza Federalista han realizado eventos homólogos en sus Estados, y se han declarado dispuestos a recurrir a cualquier recurso disponible para defender el Estado de Derecho y los intereses de sus gobernados.

A través de estas líneas, manifiesto todo el respaldo a nuestro Gobernador, e invito a todas y a todos a hacer lo que se pueda desde cada una de nuestras trincheras, para reclamar lo que a Coahuila por derecho le corresponde.

Hoy en Coahuila tenemos la obligación de demostrar que estamos dispuestos a luchar por lo que nos corresponde. Nadie está suplicando ni pidiendo nada extraordinario, simplemente, una asignación justa, equitativa, en consideración a la realidad de cada entidad y sus aportaciones. Hoy, estamos obligados a cerrar filas por Coahuila.

El enemigo sin rostro

Flor Rentería

Queridos amigos, escribo esta columna con una profunda consternación. Creo que, como seguramente muchos de ustedes, nunca imagine que este tema de la pandemia sanitaria producto del COVID-19 duraría tanto, y nos costaría tanto tiempo, tanto trabajo, tantas penas, y tantas vidas.

Lo único que nos queda en estos momentos, es la esperanza. Es el desear que las y los doctores que día a día atienden pacientes, sigan trabajando incansablemente, en la primera línea de combate. Es desear que los laboratorios que en todo el mundo se encuentran desarrollando una vacuna, alcancen con éxito el tan anhelado medicamento. Es esperar que las personas dimensionen que el virus sigue ahí, y que no podemos bajar la guardia. Es creer que, eventualmente, el gobierno federal asumirá su responsabilidad, y tratará de asumir un rol activo en la lucha contra el coronavirus.

Estimados lectores, no podemos naturalizar la muerte. Cada día, miles y miles de personas pierden la vida por esta enfermedad, y el peor error que podríamos cometer, es el de asumirlas como números. Hoy, nuestras autoridades se conforman con decir “hay menos muertos” “hay más camas vacías”, cuando lo importante es, que cada dígito en las estadísticas, es una familia que no volverá a estar junta, y que podría haber evitado esta tragedia.

Esta época histórica, simplemente nos deja más preguntas que respuestas. Ante tanta incertidumbre, por favor, no nos rindamos. Sigamos usando el cubrebocas, sigamos guardando la distancia, y sigamos cuidando nuestra salud y alimentación. Hagámoslo con la esperanza de que pronto volveremos a abrazarnos.

Descansa en paz, amigo Ramón Betancourt. Una de las plumas más sagaces de la Laguna. Tu partida es muy prematura. Mi abrazo fraterno a su familia y amigos.

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