Rubén Aguilar Valenzuela

Historia

 

Es una fundación de la Orden de Frailes Menores (OFM) de 1531 y es cuando se inicia la construcción del convento, bajo las órdenes de fray Alonso de Santiago. Hay indicios de que se termina en 1539. Un temblor la destruye en 1546 y se comienza la edificación de un nuevo conjunto conventual que se termina en 1556.

 

A partir de este conjunto conventual se traza el plano urbanístico de la ciudad. Ante de 1572 el convento fue saqueado e incendiado por indígenas rebeldes. En 1580 fue reconstruido con paredes de mampostería y adornos de piedra. La iglesia era de una sola nave. Fray Alonso Ponce en su vista lo califica como "antiguo".

 

Gage que estuvo en el convento en 1625 observa que se "componía de una gran iglesia y una capilla inferior, ambas pertenecientes al claustro de los frailes franciscanos ... y que no pasaban de media docena donde veinte podían ser sostenidos en abundancia".

 

En el siglo XVII, el convento tuvo su mayor auge y es cuando vive mejoras importantes. En los siglos XVII y XVIII, en la zona sur del edificio, se acondicionó un hospital, para atender a la población. A un lado estaba el convento con sus distintas áreas.

 

En 1824 en el convento se realizó el primer congreso constituyente, que dio origen al Estado de Veracruz, y aquí se nombra al primer gobernador del estado, Miguel Barragán. En 1847, durante la intervención norteamericana, el convento fue utilizado por las tropas invasoras.

 

El edificio se abandona y sufre daños, producto del descuido. A partir de las Leyes de Reforma, el edificio pasa a formar parte del patrimonio del Ayuntamiento de la ciudad. Las autoridades inician una discusión para decidir el futuro del edificio.

 

Ante el mal estado del inmueble se decide su demolición, que empieza en 1888 y termina en 1890. En un principio se quería hacer un mercado, pero la idea no prospera. En 1892, el general Juan de la Luz Enrique, gobernador del estado, en el espacio donde estuvo el convento construye el Parque Benito Juárez.

 

Los retablos

 

De la iglesia, antes de su demolición, sacerdotes rescataron algunos elementos. Los más valiosos tres altares barrocos del siglo XVIII. Dos se alojan en la iglesia de El Calvario y el otro en la capilla de Santiago.

 

El retablo más antiguo se encuentra en la capilla de Santiago. Se inicia en 1650 y concluye en 1740. El estilo es barroco salomónico. El altar está en buenas condiciones porque fue restaurado como parte del programa "Adopte una obra de arte".

 

Los otros dos altares están en la iglesia de El Calvario y no están en buenas condiciones. La planta es de cruz latina. En el ala derecha está el altar dedicado a san Francisco de Asís. Su construcción inicia en 1740 y termina en 1790. Es barroco churriguera. El retablo localizado en el ala izquierda está dedicado a san Juan Nepomuceno. Es del siglo XVIII y también del estilo barroco churriguera.

 

Comentario

 

Las crónicas de la época señalan que el convento de la Natividad de Nuestra Señora de Xalapa era el más grande de los edificios de la Orden de Frailes Menores (OFM) después del que tenían en la Ciudad de México.

 

Este, como el convento de Mérida, Toluca y Durango, entre otros, fue destruido a finales del siglo XIX. El país se perdió de un monumento patrimonial de enorme valor arquitectónico y artístico.

 

Antes de que la iglesia fuera derruida se pudieron rescatar tres altares barrocos del siglo XVIII. El más antiguo y mejor conservado está en la capilla de Santiago y los otros dos en la iglesia de El Calvario.

 

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- Fuentes consultadas

 

• Notas de las visitas.

• Kubler, George, Arquitectura Mexicana del Siglo XVI, FCE, México, 1983.

• Castillo Hernández, Estela, La presencia colonial en Xalapa: los retablos del monasterio de San Francisco, Universidad Veracruzana, Xalapa, 2008 -https://cdigital.uv.mx>bitstream>handle

 

Rubén Aguilar Valenzuela

Exposición

 

La muestra se realiza en conmemoración de los 200 años del estreno de la ópera Parsifal de Richard Wagner. Es una sala y todas las obras expuestas son de Rogelio de Egusquiza.

 

El pintor, con una perseverancia obsesiva, estudió en dibujos, grabados y lienzos a los protagonistas de Parfisal, la última creación operística de Richard Wagner concebida como una gran alegoría de la salvación humana.

 

Su obra causó, en su tiempo, gran reconocimiento entre los pocos intelectuales y artistas españoles reunidos en torno a la Asociación Wagneriana de Madrid. Es cuando alcanza su mayor consagración como pintor.

 

La afectación de cada uno de los personajes, bañados por la luz sobrenatural que irradia de la bondad redentora del Santo Grial, definió la estética de estas obras wagnerianas de Egusquiza.

 

Para subrayar su comunión espiritual se concentra radicalmente en la expresión alucinada de las figuras, imbuidas siempre de un estilo declamatorio y teatral, de una gestualidad extrema, que corresponde a su propia naturaleza escénica y que trasmite la extraordinaria profundidad del drama interior de sus personajes.

 

Comentario

 

El folleto de la exposición dice de Rogelio de Egusquiza, que era ya un artista importante cuando en 1879 conoció a Richard Wagner, al que admiraba y seguía.

Es el único artista español que mantuvo una verdadera relación, aunque esporádica y respetuosa, con el compositor. Ese acercamiento transformó sus intereses artísticos y desde entonces se concentró en la iconografía de las creaciones musicales del maestro alemán.

 

No conocía al autor. La obra se enmarca en el clasicismo de finales del siglo XIX y principios del XX. Destacan los óleos Kundy (1906) y Parsifal (1910). Esta también un bronce con la figura de Wagner (1892). Hay trabajos en carboncillo y aguafuerte.

 

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Vi esta exposición el 22 de septiembre de 2014.

 

 

Historia

El museo se inauguró en 1993. La población donó piezas, para construir la colección.

Edificio

En 1906 se termina el edificio, para albergar una cárcel bajo el régimen sin puertas. La obra estuvo a cargo del general Agustín Sanginés Calvillo, entonces jefe político del distrito de Baja California.

Era una cárcel para hombres y mujeres. Los reos más peligrosos permanecían en encierro, pero los otros podían salir todos los días a trabajar por su cuenta o como peones. Se dedicaban a la pesca y la agricultura y también a oficios como la carpintería, la herrería y la albañilería.

Estaban fuera de la cárcel de las 6.00 a las 18.00 que era cuando sonaba una caracola y los presos deberían regresar. Algunos cuando terminó su encarcelamiento se quedaron en el lugar y se casaron con mujeres de la localidad. La cárcel cerró en 1970 y el edificio quedó abandonado.

La cárcel estaba sobre una elevación.

En la entrada del edificio estaban las celdas para las mujeres. En una de ellas hay un dibujo de la Virgen de Guadalupe realizado por una de las internas.

Luego vienen 69 celdas abiertas. Fuera de la cárcel algunos de los presos convivían con sus familias. Al fondo están 26 celdas que albergaban a los presos más peligrosos, que pertenecían en encierro.

Exhibición

Se muestran fósiles, piezas arqueológicas, instrumentos de los antiguos pobladores y objetos de las distintas etapas que dan cuenta de la historia de la comunidad de Mulegé. Hay información sobre la defensa de la ciudad durante la invasión de Estados Unidos a México en 1847.

Comentario

La colección es pobre y el museo está descuidado. Lo más interesante es el edificio. Construcción carcelaria de inicios del siglo XX. Es interesante la obra arquitectónica y el concepto de cárcel sin puertas.