Oscar Ramírez

Con un talento nato para las finanzas y la administración: Gustavo A. Madero viajo en su juventud junto con su hermano mayor Francisco I Madero, al extranjero para realizar estudios académicos en la ciudad de Baltimore y en el país de Francia, estaban siendo preparados para continuar con el legado empresarial familiar e iniciado por Don Evaristo Madero, a su regreso del extranjero, Adolfo se dedicó a actividades agrícolas e industriales de manera muy prospera; Cuando su hermano mayor Francisco comenzó sus actividades políticas, no dudo en respaldarlo incondicionalmente, financiando a periódicos de la época opuestos a Porfirio Díaz: como el Antirreeleccionista y el Demócrata, de hecho fue el administrador del primer periodo de la revolución, viajo a Washington para negociar un crédito para comprar armas y extender la insurrección por todo el territorio nacional. 

A la caída de Porfirio Díaz y al arribo de su hermano Francisco a la presidencia de la república, en las elecciones más limpias que haya tenido México hasta hoy, era el candidato que encuadraba para dirigir la Secretaría de Hacienda, no obstante, él se opuso a desempeñar un cargo administrativo en la presidencia de su hermano, sin embargo, acepto en el año de 1912 ser parte de la cámara de diputados.

De mente clara, comprendió muy pronto los entresijos de la política, y alerto en su momento a su hermano sobre la traición que se estaba gestando por parte de Victoriano Huerta, en un titubeo de Gustavo, al aceptar asistir a una invitación a comer por parte de Huerta, fue traicionado, desarmando, hecho prisionero y trasladado al cuartel conocido como la ciudadela: ahí encontró el martirio y la muerte, por parte de la soldadesca que se había levantado en contra del gobierno que encabezaba su hermano; contemplaba su tortura y asesinato, con una sonrisa diabólica; el chacal, Manuel Mondragón.