Oscar Ramírez

En meses anteriores platicamos en este espacio como; Eugenio María Giuseppe Giovanni Paccelli, mejor conocido como el Papa Pio XII, en sus intentos por detener los horrores que acontecían durante la segunda guerra mundial como: detención, internamiento, exterminio de judíos en campos de concentración, bombardeo inmisericorde de ciudades y poblaciones, la elaboración y  uso de bombas atómicas; que al final de la conflagración costó la vida de más sesenta millones de seres humanos y la destrucción de  una gran parte del continente europeo y otra del asiático; pues bien el papa Pio XII trato de frenar al responsable del inicio de esta barbarie, Adolfo Hitler, a quien consideraba una persona poseída por un ente demoniaco; Giovanni Pacelli, asistido por sus más cercanos colaboradores entre los que se encontraba Sor Pascaline, su fiel secretaria, el pontífice realizo en su capilla privada y en varias ocasiones, el rito del exorcismo a distancia sobre el líder nazi; no se sabe a bien si estas prácticas surtieron efecto, pero lo que es sabido por todos; es que la Alemania nazi perdió la guerra, y Hitler termino suicidándose.

Durante los juicios de Nuremberg los historiadores coinciden que el general Alfrd Jodl, jefe estado mayor del ejército de Hitler, en una de sus declaraciones comento que Hitler era un gran hombre; pero un gran hombre infernal, con ansias descomunales de dominio.

Famosa es la revelación de la mística y estigmatizada de origen francés Martha Robin, quien manifestó que el líder nazi, tenía pacto con el demonio; que incluía el arreglo de que el maligno le daría poder, a cambio de la exterminación del pueblo judío; recuérdese que durante el nazismo fueron asesinados más de seis millones de hebreos; y su liquidación se llevó a cabo por diferentes métodos, fusilamiento, inanición, envenenamiento en cámaras de gas, etc. Llama poderosamente la atención que aun y cuando los nazis alemanes se encontraban en la etapa final de perder la guerra, los crímenes contra la población judía no cesaron, por el contrario, estos aceleraron su genocidio.

Aunque existen menos testimonios, sobre la practica de los rituales descritos anteriormente sobre la persona de Yosef Stalin, político soviético comunista, igual o mayor genocida que Hitler; del cual su hija Svetlana expresaba, “mi padre estaba poseído por un terrible demonio”, para el la bondad y la misericordia eran peor, que el más grave delito. El padre Gabriele Amorth Exorcista del vaticano, en cierta ocasión comento: Stalin y Hitler, sin duda estaban al servicio del ángel del mal, no existe otra justificación, para todas las infamias que cometieron.