Susana Cepeda Islas
Hace unos días a llegado estuve pensando de manera recurrente y hoy quiero compartir con usted querido lector, la pregunta: ¿qué es el espacio?, usted y yo, todos ocupamos un espacio en este universo, de hecho, este concepto en el diccionario aparece como la extensión que contiene toda la materia existente, es esa parte del espacio donde se encuentra ubicado cada objeto material. Se puede identificar como universo, atmósfera, cosmos, éter, vacío, infinito, firmamento o cielo. Algo importante es que el espacio que ocupa un objeto no puede ser ocupado por ningún otro.
Para el filósofo griego Platón, el espacio es una realidad vacía e infinita. Kant define también el concepto, pero lo relaciona con el tiempo, explica que son condiciones a priori de toda experiencia, a la vez que aparece comprometerse con la naturaleza euclidiana del espacio y la simultaneidad absoluta. También Albert Einstein define el espacio, dice que el espacio absoluto, tomado en su naturaleza, sin relación a nada externo, permanece siempre similar e inmóvil, está en eterno descanso y no se modifica, actúa por sí mismo y sobre el cual no se puede actuar.
En la arquitectura el espacio es la dimensión tridimensional donde se desarrolla la vida humana. Físicamente podemos encontrar espacios iluminados, abiertos, con colores agradables o lugares oscuros, cerrados, con poca ventilación, tétricos. El espacio indudablemente puede provocar alegría, bienestar o todo lo contrario miedo, angustia tristeza, es decir, puede causar tanto sensaciones agradables como repugnantes, nos pueden dar paz o causar nerviosismo. Los seres humanos tenemos la capacidad de crear espacios sagrados o diabólicos según nuestras creencias. Desde la psicología se comenta que el espacio se refiere a la distancia física entre dos personas que interactúan, esto permite comprender los ambientes que habitan los individuos cómo influyen en sus pensamientos y por ende en el comportamiento, que puede ser negativo o positivo para él o su entorno.
El espacio interior es cerrado, tiene límites, en él nos podemos sentir refugiados, protegidos, resguardados, o ¡no!, desde la espiritualidad se entiende como la dimensión más profunda del ser humano, ese espacio en el interior que le da sentido a la vida, sin importar creencias, cultura, situación económica o social, es decir, cada individuo construye su espacio interior dependiendo de cómo interpreta sus vivencias en la realidad. Utilizamos espacios exteriores donde interactuamos con la naturaleza, con diversos objetos materiales construidos por el hombre, con otros seres humanos, las acciones que desarrollemos con el mundo exterior van a depender de nuestra particular manera de percibir ese entorno.
También existen espacios internos en las personas, poseemos un cuerpo que ocupa un espacio y en su interior estamos biológicamente constituidos por diferentes sistemas como lo es el circulatorio, el digestivo, respiratorio, y la conciencia, es decir, lo que somos realmente, nuestra esencia. Lo que nos caracteriza como personas es el alma espiritual, Stein en su obra “El castillo interior” la define como el centro de todo ese edificio físico-psíquico-espiritual que nos define como seres humanos, el alma es la imagen del espíritu divino Dios, es única, individual e inmortal. Indica un YO consciente y libre de virtud que tiene una gran cualidad, dependiendo de la actitud con que apreciemos el espacio puede abrir o cerrar puertas.
Los espacios que tienen presencia en esta dimensión para que puedan tener una vida larga es necesario darles mantenimiento, éstas son las operaciones y cuidados necesarios para que puedan seguir funcionando en excelentes condiciones, dando un rendimiento óptimo. Podemos hacer un mantenimiento preventivo, como la inspección, la limpieza y la revisión, se puede realizar diariamente, mensualmente, usted decide el periodo en el que se va a realizar. También puede hacer un mantenimiento correctivo, llevar a cabo las acciones necesarias para hacer funcionar de manera óptima lo que se ha averiado, y el mejor mantenimiento el preventivo que es construir un programa periódico, planificado para evitar situaciones graves en un futuro. El mantenimiento se debe hacer en cualquier tipo de espacios ya sea en los físicos o en el interior de las personas.
¿Verdad que es importante estar conscientes de los espacios? Realmente nosotros somos los responsables de la creación de ellos, tanto en el exterior de nosotros como en nuestro interior, esto depende del interés y propósito que tengamos en la vida. Ahora bien, para hacerlo correctamente, es necesario estar presentes, saber observar, escuchar, corregir, no perder vista nuestro objetivo, estar alertas para corregir cualquier alteración que suceda en el espacio que habitamos, y así, concentrarnos en la búsqueda de acciones adecuadas que den soluciones oportunas para lograr el resultado óptimo. Lo invito estimado lector a que: ¡Cuidemos los espacios!