Haidé Serrano

¡Si tocan a una, nos tocan a todas!

Las manifestaciones de millones de mujeres este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, exigieron un alto a la violencia en contra de niñas, adolescentes y mujeres, entre otras demandas. Pero en al menos ocho estados de la República, —Colima, Zacatecas, Nuevo León, Ciudad de México, San Luis Potosí, Puebla, Michoacán y Tlaxcala—, diversas organizaciones feministas documentaron represiones del gobierno con encapsulamientos, detenciones arbitrarias, tortura, uso de gases lacrimógenos, gas pimienta, polvo extintor, uso excesivo de la fuerza policiaca municipal y estatal.

Además de una práctica muy común en los gobiernos, la infiltración de personas que se hacen pasar por manifestantes para agredir, instigar y provocar enfrentamientos. Y las campañas en redes sociales y medios de comunicación de estigmatización contra las manifestaciones públicas de mujeres.

Los gobiernos son omisos y criminales al no erradicar la violencia que, en lugar de disminuir, aumenta.  Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2023 “registró 848 víctimas de feminicidio y 2,591 homicidios dolosos. En total fueron 3,439 mujeres víctimas de feminicidios y homicidios dolosos.” Además de la cifra negra, que al menos duplica las cifras oficiales.

En Zacatecas, ya se presentaron denuncias por abuso de autoridad, lesiones y detenciones arbitrarias. Además, en la Cámara de Diputados, las mujeres violentadas, acompañadas por diputadas de varios partidos, exigieron la destitución del secretario de Seguridad Pública Arturo Medina Mayoral.

Allí, al menos 15 mujeres fueron víctimas de tortura, golpes, hostigamiento y robo de sus pertenencias. Aseguran que en la represión utilizaron un grupo de élite policial para combatir delincuencia organizada.

El Congreso Zacatecas ya revocó la declaratoria “2024, Año de la Paz en Zacatecas”.

En Puebla, las fuerzas policiales reprimieron a las manifestantes frente al Ayuntamiento con gases y chorros de agua. Así como en otras ciudades, los edificios fueron protegidos por vallas metálicas y numerosos elementos de la policía.

En Oaxaca, gobernado por Salomón Jara Cruz, cuando el contingente de manifestantes llegó al Palacio de Gobierno, los policías detonaron bombas de gas lacrimógeno. La Red de Defensoras de Derechos Humanos, además documentó estas bombas en ocho estados.

México es país más peligroso para los periodistas en América Latina, según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras del 2023. Y este 8 de marzo, la violencia institucional también reprimió a las mujeres periodistas, al menos 19 fueron agredidas la Ciudad de México, San Luis Potosí, Puebla, Zacatecas, Michoacán y Tlaxcala.

Amnistía Internacional se pronunció y condenó “los actos de represión que se presentaron en algunas manifestaciones feministas el pasado 8M, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en diversos estados del país, ya que ha constatado cómo distintas autoridades en México respondieron a este derecho con uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y violencia sexual contra las manifestantes.”

“Las manifestaciones feministas están protegidas por el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica, reconocido desde 2020 por la Organización de las Naciones Unidas como un derecho humano fundamental”, recordó AI.

Las mujeres somos más de la mitad del padrón electoral. En junio, salgamos a votar a favor de candidatas, candidatos y candidates que se comprometan con políticas y recursos públicos a erradicar la violencia contra nosotras y a garantizar nuestro derecho a una libre expresión. Y votemos en contra de los gobiernos cobardes.