Haidé Serrano

Hay un lugar especial en el “cielo” para las mujeres que van a las marchas el #8M. Esas mujeres que llegaron a ese espacio colectivo después de transitar por la injusticia, la discriminación, la violación, el dolor, la trata, el secuestro. Las que sobrevivieron. Las resilientes. Las que aún están de luto por el feminicidio cercano. Las que ya comprendieron que no fue su culpa. Las que ya no quieren callar. Las que se arriesgan para que las próximas generaciones sí sean libres. Las que están hartas del odio de los hombres. Las que se dieron cuenta de que la sociedad machista valora más los monumentos que nuestras vidas. Las que ya no quieren ser discriminadas. Las que buscan justicia.

Cada 8 de marzo Día Internacional de la Mujer las mujeres tomamos las calles porque es nuestro derecho. Y las ocupamos como un solo cuerpo. Las calles, ese espacio público que también nos pertenece, y que el patriarcado, los hombres, también nos han negado con la violencia y la inseguridad.

Las exigencias este 8 de marzo son cada año las mismas y aumentan según la situación en las que las mujeres se encuentren, su contexto y su tiempo. Pero una, esencial, es el derecho que tenemos a la seguridad y esta va de mal en peor.

El 2022, fue uno de los años más violentos en contra de las mujeres en México. Según cifras oficiales, el año pasado se registraron récords de violencia e inseguridad en todo el país. Las llamadas al 911 por violencia familiar apuntaron a máximos históricos.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESSNP), fueron cinco delitos los que más crecieron en contra de las mujeres: violencia de género, corrupción de menores, homicidio culposo, lesiones y extorsión. Además de las “cifras negras” o todos los delitos que no se reportan, ni llegan a las fiscalías y mucho menos a las cifras oficiales. Como es el caso de la cifra negra de la violencia sexual, que de acuerdo con México Evalúa, tan solo en el 2021, el 99.7% de los casos no se denunciaron.

Hay muchos motivos para salir a las calles este #8M. Seguiremos marchando hasta que cese el genocidio en contra de las mujeres. Hasta que seamos dueñas de nuestras decisiones, de nuestros cuerpos. Hasta que gocemos de igualdad de derechos. Hasta que compartamos el mundo en igualdad. Hasta que vivamos en paz. Hasta que no quede ninguna vacante en el “cielo”, en ese lugar especial que está reservado para las mujeres que vamos a las marchas el #8M.

@HaideSerrano dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo, una plataforma sobre feminismo, perspectiva de género, igualdad, derechos humanos y paz. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Es licenciada en Comunicación y maestra en Género, Derecho y Proceso Penal.