Como todo lo que se hace en este 4T, que no busca la mejora común dentro del concierto de las naciones, viviendo de manera atávica en un sistema que busca generar mucha más contaminación y que durará mientras dure este sexenio donde se están hinchando de dinero con base en la manipulación de la ignorancia de sus seguidores, se ha realizado una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.

De qué trata las reformas de la Ley de la Industria Eléctrica?

En primer lugar, busca que la CENACE (Centro Nacional de Control de Energía), opere dentro de un nuevo esquema de despacho de energía, eliminando la obligación de despachar la energía más barata en primer término, dando prioridad  a las plantas de la CFE “Hidroeléctricas”, en segundo término, las centrales que utilizan combustóleo y carbón, en tercer término a la energía solar y eólica que producen particulares  y en último lugar a las Centrales de ciclo combinado que utilizan gas y vapor, también de particulares.

En segundo lugar, desaparecer la obligación de comprar la electricidad a través de subastas para adquirir la más barata y así, adquirir la energía de cualquier fuente sin importar el precio dependiendo del nivel de prioridad y sin hacer subasta, esto obviamente se verá reflejado en el bolsillo de los usuarios.

En tercer lugar, con relación en los CEL (Certificados de Energía Limpia), estos serán otorgados a cualquiera que genere energía, sin que importe si las plantas que la generan son antiguas, por lo que no habrá motivos para actualizar esta plantas generadoras de energía o invertir en una nueva.

En cuarto lugar, permite revocar permisos otorgados con la Ley anterior a todos aquellos que generar energía para su autoabastecimiento o cogeneración, entendiendo que el  autoabastecimiento de energía eléctrica es la generación de ésta para destinarla a la satisfacción de necesidades propias de quien la produce, ya sea persona física o moral y la cogeneración es la producción de electricidad conjuntamente con vapor u otro tipo de energía térmica secundaria.

Sin duda alguna, estos cuatro puntos, violan garantías individuales, la competencia y la generación de energía limpia y barata para dar paso a un estado policía así como, a los negocios particulares de aquellos empresarios ligados a los políticos del 4T. La energía limpia, la cual se está convirtiendo en una prioridad alrededor del mundo, se verá cooptada al no tener incentivos que les permitan seguir invirtiendo.

 

De igual forma, estos cuatro puntos, que representan las principales reformas a la Ley de la Industria Eléctrica, podemos observar claramente que no hay ningún tipo de mejora o beneficio para el país, para los mexicanos o para la industria eléctrica.

Lo peor de esta reforme, es que de ninguna manera implementa impulsa mejoras para las energías limpias, de tal forma, que nuestros socios del norte, han manifestado su inconformidad, esta reforma es totalmente del siglo pasado.

El cambio climático, ahora cobra una importancia superior sobre cualquier otro tema de actualidad, ya que representa una amenaza creciente y nos solo para el medio ambiente sino también para la salud de todos los seres humanos, convirtiéndose en un tema de seguridad nacional para la mayoría de los países.

El presidente de los Estados Unidos Biden, es uno de los principales promotores, proponiendo un plan para una “Revolución de Energía Limpia y Justicia Ambiental”, de tal forma que la reforma a la ley de la industria eléctrica, se vuelve una amenaza que empieza a escalar internacionalmente, afectando la economía y desarrollo regional que representa el TLCAN.

Mientras la Republica, se encuentre gobernada por ineptos, sin educación y visión a largo plazo, sin intereses de enriquecerse lo más que se pueda en lo que resta del sexenio, el país ira decayendo cada vez más, hasta convertirse en un territorio que ofrece todas las características para su invasión en virtud del peligro en que se está convirtiendo debido al daño que le hace no solo a su población, sino a nuestros vecinos y socios comerciales del norte.