Las salas del museo están diseñadas para divulgar la ciencia y la tecnología. Hay una clara intención de que lo que se expone y dice lo pueden comprender niños, jóvenes y adultos.
A pesar del esfuerzo de simplificar y hacer las cosas lo más sencillo posible en algunas salas es mucha la información que se propone y también es difícil entender lo que se dice. Lo que se presenta en sí mismo es complicado.
Por lo mismo en algunas de las salas se requiere de sucesivas visitas, para entender todo lo que se presenta y asimilar la información. Hay otra que son más visuales y de lo que se trata es de ver.
La museografía es buena, el mantenimiento del conjunto de las salas puede mejorar. El museo ha cumplido 30 años y en ese tiempo ha recibido 14 500 000 visitantes, un promedio de 500 000 al año. Ha recibido a 250 000 grupos escolares.
Esta vez la visita la hicimos con Luciano, que tiene cinco años, y hubo salas que no le llamaron la atención. El recorrido lo hicimos siguiendo su interés. Había muchas familias. Fue imposible conseguir boletos para las exhibiciones del planetario.