Rubén Aguilar Valenzuela

La propuesta de revocación de mandato aprobada por la Cámara de Diputados, con los puntos que quería el presidente, era un instrumento político para que éste lo utilizara a su antojo y en la promoción de su imagen.

El pasado jueves en las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos se modificó la minuta enviada por la Cámara Baja que está bajo el control de Morena y sus aliados.

En la propuesta de los diputados el presidente podría convocar a la consulta de revocación de mandato, el Congreso de la Unión y los ciudadanos mediante las firmas de por lo menos del 3 % de la Lista Nominal de electores.

Ahora queda que solo puede ser solicitada por los ciudadanos, como se planeta en otros países donde existe esta figura, con el mismo porcentaje de firmas que habían propuesto los diputados.

Y se añade que las firmas deben provenir por lo menos de 17 de los estados y que éstas tienen que alcanzar por lo menos el 3 % de la Lista Nominal de los electores en esas entidades.

Se estipula también que en la votación de revocación de mandato solo será aprobada en el caso de que la mitad más uno de los votantes hayan sufragado en el sentido de quitar al presidente de su cargo.

Los diputados, para cumplir con una de las mayores exigencias del presidente, planteaban que la consulta de revocación de mandato se haría el mismo día de la jornada electoral "donde solo se eligen a los diputados federales". Así éste se metía en la boleta electoral y jalaba a los candidatos de su partido.

En la nueva versión se plantea que la consulta para revocación de mandato se puede realizar a partir del tercer año de gobierno del presidente, pero nunca podrá coincidir con las elecciones federales y locales.

La propuesta señala que una vez que se apruebe la consulta de revocación de mandato será el Instituto Nacional Electoral (INE) quien organiza la votación y cuente los votos.

Queda por discutir y aprobarse el tiempo en el que debe ser convocada esa consulta y cómo aplica para el caso de los gobernadores. Y también si en el caso de que el presidente deba ser removido es el secretario de Gobernación quien se queda en su lugar.

En la propuesta del Senado queda muy claro que no se podrá convocar a consultas populares, para prolongar el mandato presidencial o de los gobernadores.

El presidente en tono de amenaza ha dicho que si el Poder Legislativo no aprueba el mecanismo de revocación de mandato él hará una consulta popular para ver si lo aprueban o lo rechazan. De hacerse ésta no tendría ningún valor jurídico.

Está previsto que al dictamen de las comisiones unidas se le de lectura en la sesión ordinaria de este martes y luego sea discutida por el pleno en la sesión del jueves.

 @RubenAguilar