Rubén Aguilar Valenzuela

La Utopía Pervertida (Castellanos Editores, 2024) de Víctor Flores García es como una escultura en mármol que ha sido labrada a golpe de martillo y de cincel y luego pulida con mucho cuidado. He sido testigo de ese trabajo.

 

El libro lo empezó a escribir, a labrar, en 1997 cuando por primera vez entrevista al teniente coronel Hugo Chávez en la Ciudad de México, habían pasado dos años de su intento de golpe militar en Venezuela, y terminó su primera versión en 2013, meses después de la muerte de Chávez.

 

Sobre ese texto madre siguió trabajando, golpeando y puliendo. La muy difícil decisión de que sí se incorpora y que no a la versión final ha sido del propio Víctor. Me consta que le ha costado.

 

Siempre es complicado quitar lo que ya se ha escrito. Después de esa criba el libro tiene 618 páginas. Sin el recorte hubieran sumado más de mil. Hablan de un trabajo largo y cuidadoso.

 

Las páginas que no están acá son objeto de otro u otros libros. Tarea pendiente que ahora tiene Víctor. Son trabajos que no deben quedar en las gavetas del escritorio o en la memoria de la computadora.

 

El texto de Víctor es original y como lo señala Tulio Hernández en el Prólogo es "un intento inteligente y osado de combinar estrategias narrativas diversas, memorias personales, investigación documental, coberturas periodísticas, crónicas de viajes, entrevistas (...)".

 

Da cuenta precisa de cómo es Víctor, de la manera como articula su conversación y escribe. Es abrumador, pero siempre interesante y divertido. Está ahí el disciplinado estudiante universitario de la UCA de San Salvador, del Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, de la City University de Londres y de la Ibero.

 

Está también el guerrillero de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) Farabundo Martí, de El Salvador, el periodista de agencia, profesional riguroso, que vive de los hechos, de los datos, y no de la opinión.

 

Encontramos también su pasión por la política, por la historia y, sobre todo, por la filosofía. Alumno del jesuita Ignacio Ellacuría, asesinado con sus compañeros de la UCA por el ejército salvadoreño. Su libro El lugar que da verdad: la filosofía de la realidad histórica de Ignacio Ellacuría, de 1997.

 

El texto es producto de esa amplia formación intelectual en tres países y de su intensa experiencia de vida. Interviene también la mirada aguda de un observador meticuloso y profundo, que cada vez se afina y enfoca mejor. Es un trabajo de muchos años.

 

Del estilo de la escritura de Víctor, Hernández dice que "es un lenguaje preciso, ameno y fluido", yo digo que también es la pluma de un periodista profesional de agencia, que cuida la exactitud y claridad de cada línea. El texto atrae y engancha al lector. La retórica de los griegos, decir y escribir bien, de manera bella, lo que se pronuncia y redacta.

 

Victor se propone explicar una realidad compleja y muy particular de lo que fue Chávez y de lo que es la Venezuela del chavismo. Lo hace a partir de dar la palabra a muchos; al mismo Chávez, a funcionarios del régimen, a políticos, a historiadores, a académicos, a periodistas y también a la gente de la calle.

 

El suyo no es el análisis del académico que reclama la verdad de su investigación, sino la del periodista que observa y anota lo que ve y oye. Un periodista que, en razón de su formación académica y experiencia de vida, está dotado de una poderosa mirada.

 

Sigue la evolución física e ideológica de Chávez, desde la primera vez que lo vio al día de su muerte y el funeral que le sigue. Y el semidios o el pequeño dios que creó la propaganda oficial, todavía en vida, pero todavía más en los primeros años del gobierno de Nicolás Maduro.

 

El seguimiento de Chávez se hizo más cercano cuando Victor, con su familia, de 2002 a 2006 se traslada de México a Montevideo, Uruguay, como integrante de la mesa regional de América Latina de la Agencia France Press (AFP).

 

Y todavía más, en un trabajo de todos los días, de 2006 a 2009, cuando AFP lo traslada a Caracas, Venezuela, como jefe de redacción de la región Caribe.

 

Desde aquí viaja en coberturas periodísticas a Cuba, República Dominicana, Guayana, Aruba y Trinidad y Tobago, que le da nuevos elementos para entender el papel de la figura de Chávez en la región.

 

En 2009 Víctor y su familia regresan a México y desde aquí sigue a Chávez y al chavismo, ahora también a la diáspora, y no pierde sus estrechos contactos con Venezuela.

 

El libro se divide en cuatro partes y hay un Epílogo. En la primera se adentra en la concepción del proyecto utópico de Chávez, que reclama a Simón Bolívar, figura fundamental para la sociedad venezolana.

 

La segunda trata de la vida de Venezuela, desde la profundidad de su territorio, los llanos y la selva, y ahí el modelo del socialismo petrolero y la fascinación de Chávez, el líder carismático, por estar en los medios. Elemento central del populismo chavista.

 

En la tercera parte se hace un recorrido por el Chávez que quiere ser figura internacional, sustituir a Fidel Castro, y convertirse en el líder indiscutible de América Latina. Para eso paga con los programas de apoyo a gobiernos y partidos que se dicen de izquierda en la región.

 

La enfermedad y muerte de Chávez son objeto de la cuarta parte. Producto de una combinación de olfato periodístico e información privilegiada y única, que se hizo noticia mundial.

 

La travesía del seguimiento chavista termina con el Epílogo que es una reflexión histórica - filosófica en torno al subtítulo del libro: El germen de la división en América Latina.

 

El presidencialismo autoritario en nuestra región que fascina a tanta gente. El seguimiento sistemático de las mañaneras de López Obrador. Su liderazgo personalista como el de otros que hoy gobiernan y han gobernado en Latinoamérica.

 

Los caudillos de esta región del mundo que han pululado a lo largo de los siglos. No terminan de irse. Están aquí. Son parte de nuestra realidad. Liderazgos populares que siembran la división de la sociedad.

 

Víctor y yo nos conocemos desde 1983, han pasado 41 años. Esa relación y la que Sybille y yo hemos establecido con Víctor, Sandra, Elisa y Leo es tema a contar en otra ocasión y espacio.

 

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La utopía pervertida

El germen de la división en América Latina

Víctor Flores García

Castellanos Editores

México, 2024

pp. 618

@RubenAguilar