Rubén Aguilar Valenzuela

 
En 2018, la asistencia a los cines de México fue de 320 millones, casi tres veces el número de los habitantes que tiene el país.

De esos 30.3 millones, el 10 %, vieron películas mexicanas, de acuerdo al Anuario 2018 publicado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

Se estrenaron 499 películas y de éstas 115 fueron de producción nacional lo que representa el 23 % del total.

En 2018, se produjeron 186 largometrajes, pero 71 no pudieron ser estrenados en ese mismo año, por carencia de espacios para proyectarlas.

Las pantallas que existen en México son 7,024 ubicadas en 886 conjuntos de exhibición con un crecimiento de 391 pantallas con relación a 2017, de acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).

La taquilla generó ingresos por 16,000 millones de pesos y de esos, 1,420 millones de pesos, el 9 %, fueron producto de las películas mexicanas.

Por géneros, la producción nacional que más público llevó a las salas fue la comedia con 19 millones de espectadores, seguida de la animación 4 millones, el drama un millón 800 mil y la comedia romántica un millón 700 mil, de acuerdo al Imcine.

Del total de las películas mexicanas exhibidas cuatro obtuvieron el 41 % de la asistencia (12 millones) y generaron 562 millones de pesos, poco más de la tercera parte de la recaudación total de la producción nacional.
 
Estas películas son: Ya veremos, dirigida por Pedro Pablo Ibarra (4.1 millones de espectadores); La boda de Valentina, dirigida por Marco Polo Constandse (3.3 millones); La leyenda del Charro Negro, dirigida por Alberto Rodríguez (2.4 millones), y Una mujer sin filtro, dirigida por Luis Eduardo Reyes (2.2 millones).

Las cuatro obtuvieron ingresos superiores a los cien millones de pesos y contaron con el apoyo de una gran distribución y exhibición en casi todas las salas del país. En muy buena medida su éxito de taquilla se explica precisamente por esto.

La calidad de la producción, el interés de los temas tratados y el problema estructural de la distribución de las películas nacionales son tres de los grandes retos que ahora tiene la industria y las autoridades cinematográficas del país.

@RubenAguilar