Rubén Aguilar Valenzuela 

El pasado miércoles 29 de noviembre en el Diario Oficial de la Federación, el Ejecutivo Federal hizo público la entrega de cuatro aeropuertos más a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

 

Son los aeropuertos que se ubican en Uruapan, Michoacán; Palenque, Chiapas; Puerto Escondido, Oaxaca, y Puebla, Puebla, para sumar nueve en total.

 

Los otros son el AIFA, Zumpango, Estado de México; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Campeche, Campeche; Ixtepec, Oaxaca; Chetumal, Quintana Roo; y Tulum, Quintana Roo.

 

A los nueve aeropuertos administrados por la Sedena se añaden los ocho en manos de la Secretaría de Marina-Armada de Mexico (Semar).

 

Que son ACIM, Ciudad de México; Toluca, Estado de México; Matamoros, Tamaulipas; Ciudad del Carmen, Campeche; Loreto, Baja California Sur; Guaymas, Sonora, Ciudad Obregón, Sonora, y Colima, Colima.

 

En el proceso de militarización de la administración aeroportuaria, las Fuerzas Armadas se hacen cargo de 17 aeropuertos con la empresa Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-México (GAFSACOMM), creada en 2022.

 

El 99 por ciento de las acciones de esta empresa son de la Sedena y el 1.0 por ciento está en manos del Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjercito).

 

Antes la gran mayoría de estos aeropuertos estaban administrados por la empresa pública Aeropuerto y Servicios Auxiliares (ASA), organismo descentralizado del gobierno federal creado en 1965, para diseñar, construir y operar aeropuertos.

 

Esas responsabilidades, antes en manos de civiles, han sido transferidas a los militares. Las Fuerzas Armadas ahora tienen la mayor operadora aeroportuaria del país.

 

Las empresas privadas Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA), administra 13 aeropuertos; Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), 12, y Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), 10.

 

En el país hay 62 aeropuertos, y entre los cuatro grupos más grandes, el de las Fuerzas Armadas, el mayor, administran 52 de los mismos.

 

Todo indica, que antes de que termine el actual gobierno, para consolidar la militarización, se otorguen a las Fuerzas Armadas por lo menos la administración de otros tres aeropuertos.

 

Se habla del aeropuerto de Nogales, Sonora; Ciudad Victoria, Tamaulipas, y uno en Monterrey, Nuevo León, para llegar a 20, bajo la administración de (GAFSACOMM), la empresa de los militares.

 

En principio, para operar en 2024, GAFSACOMM ha solicitado 15 172 millones de pesos y en 2023, recibió también recursos públicos a pesar de que no estaba dada de alta en el presupuesto federal de 2023.

 

Por decisión del comandante en jefe, con anuencia de los altos mandos del Ejército y la Marina, la militarización de la administración pública avanza de manera sostenida.

 

Esto a pesar de que el 53% de la población no aprueba que los militares y marinos administren empresas del gobierno como aerolíneas, la CFE o Pemex, el 29% sí lo aprueba y 15% solo en casos excepcionales (Nexos, 10.11.23).

 

La militarización de los servicios aeroportuarios no es bien vista por la mayoría de la población y genera un frente de crítica al Ejército y la Armada al cual no deberían estar sujetos en razón de sus tares sustantivas.

 

 

 

@RubenAguilar