Rubén Aguilar Valenzuela

Las prioridades de un gobierno se reflejan en el lugar que ocupan en su plan de desarrollo y en el monto que se les asigna en el presupuesto. Lo demás son discursos más o menos bien intencionados.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 del gobierno del presidente López Obrador no da ninguna importancia a la actividad científica, tecnológica y a la innovación. En eso, como en otras muchas cosas, es igual que los anteriores gobiernos e incluso peor.

La comunidad científica participó en muchos eventos de consulta donde se hicieron un gran número de propuestas al nuevo gobierno, en el que tenían muchas esperanzas de cambio, pero en el PND no se ve reflejado nada de esas iniciativas.

En el PND con relación a la ciencia y la tecnología solo viene un párrafo: "El gobierno federal promoverá la investigación científica y tecnológica. Apoyará a estudiantes y académicos con becas y otros estímulos en bien del conocimiento. El Conacyt coordinará el Plan Nacional para la Innovación en beneficio de la sociedad y del desarrollo nacional con la participación de las universidades, pueblos, científicos y empresas".

Los científicos y tecnólogos han reaccionado con sorpresa y enojo y han realizado algunas marchas de protesta contra el PND y el gobierno. Integrantes de la Academia Mexicana de Ciencia han dicho que el PND, en los hechos, deja fuera a la ciencia, la tecnología y la innovación que no merecieron más de seis reglones.

Y añaden que en el PND no hay nada que diga qué papel juega la ciencia en el desarrollo del país y cómo se le va a apoyar. Los científicos y tecnólogos no entienden que pasó y el por qué el desprecio del nuevo gobierno a la ciencia y la tecnología.

En agosto de 2018, el presidente se reunió con la comunidad científica y se comprometió a incluir sus propuestas en el PND, pero eso no ocurrió. Los científicos están preocupados y sorprendidos sobre la actitud del nuevo gobierno.

Las prioridades del presidente están en los programas sociales de corte clientelar que entregan recursos a su nombre en busca de hacerse del apoyo de una gran base social. Él ha dicho que ya son 14 millones los mexicanos que de manera directa reciben recursos de su gobierno.

En la lógica política -paternalista, corporativa y clientelar- del presidente, la comunidad científica es un sector muy pequeño que no le representa nada. En su lógica la ciencia, la tecnología y la innovación no tienen rentabilidad política. Él todo lo ve desde ese ángulo.

Twitter: @RubenAguilar