Rubén Aguilar Valenzuela
La antropóloga regiomontana María Cristina Padilla Dieste escribe El Tío Federico (Samsara Editorial, 2021). Es resultado de un trabajo de investigación de años en torno a la figura de su tío abuelo Federico Padilla Gutiérrez (1880-1915), que murió en el hundimiento del transatlántico Lusitania.

El trabajo parte de una inquietud personal de conocer quién era este personaje del cuál ella y su familia, los Padilla y los Gutiérrez, poco sabían. Su primer círculo de lectores es su familia. A ellos va dirigido. Se trata de construir la memoria familiar y recordar, para no olvidar.

La autora dice que el relato se articula a partir de lo que se cuenta en su familia, pero también de lecturas sobre la Revolución Mexicana, la Primera Guerra Mundial y el desarrollo de la industria del norte del país, en particular Monterrey, a finales del siglo XIX y principios del XX.

Utiliza también de fuente los expedientes que arrojan información del tío como Cónsul General de México en el Reino Unido e Irlanda y de lo que se ha escrito y sostiene sobre las razones del hundimiento del Lusitania.

Padilla Dieste, de manera ingeniosa, recurre al relato de dos voces, la de ella y su tío, para abordar temas de la historia, como su relación con su novia, o el porqué de la decisión de ya arriba de un bote de salvamento, volver a su camarote. En estas reconstrucciones utiliza información sólida a la que pudo acceder, pero hay un espacio que imagina lo que realmente sucedió y lo que estaba en la cabeza del personaje.

Es una historia de familia, pero forma parte de una más grande que se construye a partir de los relatos personales. De la visión de los hechos desde la cotidianidad y no el gran horizonte. La relación de Padilla Gutiérrez con el presidente Madero, que es quien lo envía por primera vez de Cónsul a la Gran Bretaña e Irlanda, muestra, por ejemplo, la forma en la que se tomaban las decisiones.

Los proyectos empresariales, exitosos y fracasados, del tío Federico ofrecen también una mirada del desarrollo, a partir de una persona en lo particular, de la industria y el comercio en el norte de México. De manera muy particular en Monterrey. La Revolución Mexicana y la Primera Guerra Mundial están de telón de fondo. Establecen las condiciones donde se desarrollan las vidas personales, las biografías de las mujeres y los hombres que vivieron en tiempos de esos grandes sucesos.

Resulta particularmente interesante el acercamiento al hundimiento del trasatlántico de pasajeros Lusitania, de la empresa naviera inglesa Cunard. La ruta era de Nueva York a Liverpool. El 7 de mayo de 1915, el barco recibe el impacto de un torpedo lanzado desde un submarino alemán. La descarga de éste no explica las explosiones al interior del barco y su rápido hundimiento. En solo 18 minutos.

A bordo había 2,605 personas. En Nueva York pasajeros y tripulación habían hecho un simulacro ante un posible hundimiento. Los botes de salvamento alcanzaban para todos los que viajaban en el barco. Lo que no sabían los pasajeros es que este barco civil transportaba armas y municiones. Las explosiones se deben precisamente a que esta estalla. Cuando el trasatlántico es alcanzado estaba a solo 14 kilómetros de las costas irlandesas. Hoy Federico Padilla Gutiérrez sigue enterrado en un panteón irlandés.

El tío Federico
María Cristina Padilla Dieste
Samsara Editorial
México, 2021
pp. 84