Rubén Aguilar Valenzuela 
En los planes, ya muy avanzados, del presidente López Obrador está que 16 órganos del Estado descentralizados y desconcentrados sean adscritos a secretarías u otras dependencias del gobierno federal.

La iniciativa de ley, que seguramente será aprobado con el voto de la mayoría de Morena y sus aliados, contempla que desaparezca la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).

El Consejo Nacional para la Prevenir la Discriminación (CONAPRED), pasa a ser un área de la Secretaría de Gobernación. A la Secretaría de Bienestar se trasladan el Instituto Nacional de las personas Adultas (INAPAM); el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONADIS) y el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES).

La Secretaría de Trabajo asume al Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE). A la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) pasa el Instituto Nacional y Cambio Climático (INECC).

Ahora en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se inscribe el Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar. Y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) se traslada a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), que es una desconcentrada de la SEMARNAT.

La Secretaría General del Consejo Nacional de Población (CONAPO) se incorpora al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). A Instituto Nacional de Migración (INM) pasa la Coordinación General de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).

A la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) va ahora la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID). El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) y el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) van a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).

La Secretaría de Energía (SE) absorbe la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas (CNSNS) y la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE). El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) se hace de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).

No se ha hecho pública, dudo que existe, una evaluación del funcionamiento de cada una de estas estructuras y el por qué resulta mejor que pierdan su carácter de organismos unos descentralizados y otros desconcentrados.

¿Cuál es la lógica de estas fusiones? ¿Ahorro? No habrá tal ya que en principio las dependencias se trasladan con todo su personal e infraestructura a las secretarías que las absorben, pero existe la posibilidad, aunque no lo han dicho, de que despidan personal.

¿Mayor efectividad? Estos organismos fueron descentralizados y desconcentrados, precisamente para darles mayor espacio en la toma de decisiones y evitar el peso de las estructuras burocráticas reconocidamente ineficaces e ineficientes a las que ahora se incorporan.

Todo apunta a que se trata de un paso más en el proceso de concentración del poder en las estructuras centrales del Ejecutivo federal, que implica también incrementar el poder bajo un solo mando; el presidente. Es muy probable que la trayectoria de instituciones como el IMTA, la CONAPO, la COMAR y el CONAPRED se ven truncadas y pierdan el sentido y la fuerza que antes tuvieron.