Rubén Aguilar Valenzuela
El primer ministro de la Gran Bretaña, Boris Johnson (Nueva York, 1964), ocupa el cargo desde 2019. Periodista influyente y luego alcalde de Londres (2008-2014) es un político conservador polémico e imprevisible.

Antes de ser primer ministro fue integrante de la Cámara de los Comunes por el Partido Conservador. Su comunicación política se caracteriza por ser espontánea, llena de humor y también de salidas extravagantes.

Boris, como familiarmente le llaman sus paisanos, en ocasiones deja que aflore su talante elitista de ex alumno de Eton College y en otra muestra apertura hacia los migrantes y la comunidad LGBT.

Encabezó el movimiento conservador para que el Reino Unido saliera de la Unión Europea (UE) cosa que sucedió en el histórico referéndum del Brexit en 2016. Lo hizo con un discurso nacionalista a ultranza con el que se identificó un sector amplió de la sociedad británica.

Con ese objetivo desplegó una retórica chovinista en contra de lo que planteó como la "colonización" y la "absorción" del Reino Unido por una UE a la que llegó a comparar con el imperio nazi de Hitler. El discurso que articuló a propósito del Brexit se mantiene en lo esencial como primer ministro.

Habla de un "glorioso" futuro, para la Gran Bretaña fuera de la UE, por ahora lo que se ven son solo problemas que vende como oportunidades. Estudió en la Universidad de Oxford la carrera Literae Humaniores centrada en el estudio de los Clásicos de Grecia y Roma.

Alguno de sus críticos dice que su verdadera filosofía es la de "estos son mis principios y si no te gustan... bueno, tengo otros". Todo le ha valido para alcanzar el poder. A lo largo de su vida, desde estudiante, ha acomodado sus posiciones a lo que es conducente, para obtener lo que quiere.

Johnson es un populista pragmático que como primer ministro, también lo hizo como alcalde, se ha rodeado de un potente equipo de asesores. Los que lo conocen dicen que le gusta discutir con aquellos que discrepan de su argumento y que sabe escuchar, pero es finalmente quien decide.

Él siempre pone la cara al público y se encarga de la comunicación. Es quien de manera directa se relaciona con sus simpatizantes, para plantear sus ideas y argumentos. Es consciente del impacto que causa en ellos.

Se ha propuesto reformar la política británica, de pies a cabeza. Quiere cambiar por completo las reglas y se ha propuesto remodelar el cuerpo de funcionarios públicos de carrera.

El primer ministro antes de la pandemia mostró poco interés en ayudar a quienes dependen de las ayudas sociales y se negó a descongelar el subsidio de vivienda local, lo que ha llevado a muchas familias a quedarse sin hogar ni alojamiento temporal.

Bajo su liderazgo el Partido Conservador se ha convertido en un partido nacionalista inglés. Fue electo con un mandato de derecha por los simpatizantes del Brexit. En su pragmatismo pasa de posiciones liberales a otras conservadoras. Eso en ocasiones desconcierta a sus simpatizantes.

Johnson, con su gran carisma y capacidad de comunicación, pretende construir una nueva hegemonía política que mantenga a los conservadores en el poder por muchos años más. Y se ha propuesto que sectores tradicionales del  laborismo transiten a sus propuestas.

Alguien que lo conoce de cerca dice sobre el primer ministro inglés: "¿Populista? Yo diría que es popular y sabe cómo jugar ante el público. Tan simple como eso". Johnson, con su figura y estilo desparpajado e irreverente, tiene una habilidad extraordinaria, para despertar simpatía y adhesión entre los suyos.