Rubén Aguilar Valenzuela
La hija oscura (Lumen, 2018), que se publicó en 2006, es la tercera y última de las novelas de la trilogía Crónica del desamor de la italiana Elena Ferrante. La primera el Amor molesto (1992) y la segunda Los días del abandono (2002).
Leda es una profesora de literatura inglesa, divorciada hace mucho tiempo, dedicada a sus hijas y al trabajo. Éstas deciden emigrar a Canadá donde está su padre. De pronto se queda sola.
Se va lo que más quiere, que son sus hijas. La primera sensación es de libertad. Decide, entonces, tomarse unas vacaciones en un pequeño pueblo de la costa napolitana. Vive en Florencia.
En su estancia, en la playa, conoce a Nina y a su hija Elena, que son una familia napolitana tradicional donde el hombre tiene un papel central.
Elena tiene una muñeca que quiere mucho y de la que nunca se separa. Un día la pierde. Todos la buscan. La niña está desolada.
Leda la encuentra y de manera inexplicable decide quedarse con ella. Por las mañanas va a la playa y en las tardes-noches la pasa en el departamento.
En este espacio vive un proceso interior que le permite autodescubrirse. Siempre se ha considerado autosuficiente y capaz de hacerlo todo por su cuenta. Ahora se asume que está sola.
Ferrante hace un retrato de la sociedad italiana desde la mirada aguda de una mujer. Una crítica, con todo, que vale para cualquier realidad geográfica.
Su prosa, con pocos diálogos y párrafos enteros, es siempre atractiva por su claridad, concisión y también agilidad.
Construye personajes, en particular de mujeres, que parecen existir y tienen una personalidad clara y definida. Personas con las que uno se puede encontrar en la calle.
La hija oscura
Elena Ferrante
Editorial Lumen
España, 2018
pp. 152
Versión original. La figlia oscura, 1996. Traducción del italiano al español de Edgardo Dobr.