Rubén Aguilar Valenzuela 
Los estudios de la Biblia concluyen que el libro de Zacarías reúne dos obras distintas escritas por diferentes autores. La primera parte del texto ocurre entre el segundo y cuarto año del reinado de Darío en Babilonia (520 y 522 a.C.). Y la segunda hacia finales del reinado de Darío o al inicio del de Jerjes (485 a.C.).

- Primer Zacarías (Zac 1-8). Los israelitas al regresar del destierro en Babilonia (536 a.C.) al llegar a Jerusalén encuentran en Templo abandonado y las murallas destruidas. Reconstruir la ciudad y reedificar el Templo exige la conversión y la renovación en la fe. Se requiere también recuperar la identidad nacional que se ha perdido en el exilio.

El primer Zacarías utiliza un lenguaje apocalíptico lleno de visiones y oráculos. El profeta promueve en el pueblo la fe y la esperanza en Dios. Invita a la reconstrucción del Templo y anuncia la intervención futura del Señor.

Jerusalén es la ciudad nueva donde el Señor se va a manifestar al pueblo de Israel y a través de él a todos los pueblos de la tierra. Del capítulo uno al seis se presentan ocho visiones:

Primera: Los jinetes (Zac 1, 7-17). Judá se encuentra en una situación penosa. Al ángel que intercede por Jerusalén el Señor responde prometiendo una inmediata reconstrucción de la ciudad y del templo.

Segunda: Los cuernos y los herreros (Zac 2, 1-4). El profeta anuncia que en adelante no habrá más opresión y que será la presencia del Señor y no las murallas lo que defenderán a Jerusalén.

Tercera: La cuerda para medir (Zac 2, 5-17). Al igual que la anterior el profeta anuncia que en adelante no habrá más opresión y que será la presencia del Señor y no las murallas lo que defenderá a Jerusalén. Se transmite un mensaje consolador en tono de alegría.

Cuarta: Investidura del sumo sacerdote (Zac 3, 1-10). Tiene como protagonista a dos personajes importantes de los primeros años del regreso del exilio: Josué y Zorobabel.

Quinta: El candelabro y los dos olivos (Zac 4, 1-14). Son dos mesías, uno sacerdotal y el otro laico que simbolizan la perfecta armonía entre el poder civil y religioso.

Sexta: El libro (Zac 5, 1-4). El contenido de esta visión significa que el pecado y la maldad van a ser extirpados de Judá.

Séptima: El tonel (Zac 5, 5-11). Igual que la anterior el  contenido de esta visión significa que el pecado y la maldad van a ser extirpados de Judá.

Octava: Los carros (Zac 6, 1-15). Se señala el poder de Dios que se simboliza por cuatro carros y sus respectivos caballos. Su fuerza se ejerce contra Babilonia. Se evoca la restauración de la dinastía davídica mediante una acción simbólica (6,11-12) que recuerda a los protagonistas de la tercera y cuarta visión.

El profeta con estas ocho visiones pretende infundir ánimo al pueblo que acaba de regresar del destierro y tiene que hacer frente a nuevas y difíciles condiciones.

En los capítulos siete y ocho se ofrecen una serie de oráculos. Hay un oráculo de restauración con los que el profeta se inserta en la corriente profética de crítica al culto y las prácticas religiosas puramente externas sin conexión con la vida (Zac 7, 1-14). En otros diez oráculos se subraya la nueva actitud del Señor dispuesto a tratar bien a Jerusalén y a Judá (8, 1-23)

- Segundo Zacarías (Zac 9-14). Las acciones se sitúan a finales del siglo IV a.C. y principios del III a.C. El tema central es la descripción de la apropiación del Mesías, que se presenta como un rey y también como un pastor y un siervo del Señor.

El texto se divide en dos partes. La primera: Israel entre las naciones (9-11). Se anuncia la llegada de un nuevo pastor -el rey mesías- encargado de llevar a cabo el proyecto divino de salvar definitivamente a Israel. Los jefes y responsables del pueblo, descritos como pastores necios y egoístas, siguen haciendo difícil la realización del proyecto de Dios.

La segunda: Salvación y gloria de Jerusalén (12-14). El profeta pone en boca del Señor el anuncio de la restauración definitiva de Jerusalén. En un futuro las naciones no podrán hacer nada en contra de ella. El pueblo recibirá un espíritu nuevo y pactará con Dios una nueva alianza y quedará definitivamente establecido el reino exclusivo de Dios.

Zacarías
Biblia de América
PPC Editorial
Madrid, 2013