Rubén Aguilar Valenzuela


Ageo, es uno de los profetas menores. No hay datos sobre su vida. El libro contiene solo dos capítulos. El contexto en que el profeta predica y escribe es cuando los israelitas regresan a su patria del exilio en Babilonia (536 a.C.).

De inmediato inician la reedificación del Templo y la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. Pronto dejan las obras porque los habitantes de la zona se muestran hostiles ante los recién llegados y también porque hay pocos recursos para financiarlas.

La situación política internacional es inestable. El rey Dario es coronado en Persia. En 527 a.C. sus ejércitos invaden Egipto. En Israel se vive con inquietud el dominio creciente del imperio en la región.

El profeta analiza e interpreta la situación. El pueblo debe renovar la fe en Dios e iniciar la reedificación del Templo, que debe ser digno de él. Eso es lo que el Señor espera de ellos. Ese espacio es el símbolo visible de la presencia de Dios entre el pueblo.

El libro consta de cuatro pronunciamientos proféticos, cada uno encabezado por la fecha en que fue dirigido:

- Primero (1,1.2). Se sitúa en el primer día del sexto mes (agosto) del segundo año del reinado de Darío. Apremia a los judíos a reanudar la obra de levantar el Templo. La sequía es un castigo divino por su pasada negligencia. Tres semanas después comienzan los trabajos.

- Segundo (2,1-9). Se sitúa el día veinte del mismo mes. El profeta predice que la nueva casa, que ahora aparece tan pobre comparada con el antiguo Templo de Salomón, un día será todavía mejor.

- Tercero (2,11-20). Se sitúa en el vigésimo cuarto día del noveno mes (noviembre-diciembre). El profeta declara que  mientras la Casa de Dios no sea reconstruida, la vida de los judíos será maldita, pero al término de la reedificación del Templo la bendición divina va a recompensar sus trabajos.

- Cuarto (2,20-23). Se sitúa en el mismo día que el anterior. El profeta dice que en el próximo derrocamiento de las naciones paganas, el Señor concederá su favor a Zorobabel, el nuevo representante de la casa de David.

Los especialistas coinciden en señalar que el estilo literario del texto es sencillo y directo. Piensan que la época de su redacción corresponde al siglo VI a.C. en el momento que se hacen los pronunciamientos.

En la redacción hay armonía y es altamente probable que el autor sea solo uno. El texto original ha tenido pocas variaciones que se deben a errores cuando se ha transcrito.

El mensaje teológico que pretende transmitir el profeta es que cuando se reedifique el Templo, el pueblo verá el futuro con más confianza y certidumbre y Dios lo llenará de bendiciones. La esperanza mesiánica debe actuar como un motor que mueva al pueblo apático y desesperanzado.    
 
Ageo              
Biblia de América
PPC Editorial
Madrid, 2013