Rubén Aguilar Valenzuela
En el reinado de Manasés (693-643 a.C.) Judá fue invadida por las costumbres y los cultos extranjeros. La decadencia religiosa es manifiesta. En ese ambiente llega a reinar Josías (640-609 a.C.) que inicia una reforma religiosa.

El profeta Sofonías con su prédica colabora en la reforma religiosa que se ha propuesto el nuevo rey. En 622 a.C., el descubrimiento del libro de la ley es un momento decisivo en ese proceso.

En esta época las tierras del Oriente Medio están siendo arrasadas por los extranjeros que habían llegado con las migraciones escitas en la última década del siglo VII a.C., y Jerusalén está a unos años de su destrucción (586 a.C.).

El libro tiene tres capítulos y el esquema es el siguiente:
 
a) El juicio del Señor va a descender sobre Judá y Jerusalén como castigo por la degeneración de la vida religiosa. Se va a manifestar como una catástrofe que caerá sobre todo el pueblo. Por eso exhorta a la penitencia y a la búsqueda del Señor (1,2 - 2, 3).

b) La mano del Señor se extenderá no sólo sobre Jerusalén, sino sobre el mundo entero: hacia el oeste sobre los filisteos, hacia el este sobre los moabitas y amonitas, hacia el sur sobre los etíopes y hacia el norte sobre los asirios y los ninivitas (2, 4-15).

c) Jerusalén no escuchó nunca la llamada, no aceptó la corrección. El profeta amonesta con fuerza a los aristócratas, administradores de la Ley, a los profetas y sacerdotes (3,1-8).

d) Una profecía de consolación donde el mundo entero, unido en una fe y un culto, se volverá al Dios, y será posible disfrutar de las riquezas del reino mesiánico (3,9-20).
 
El menaje teológico es que el día del Señor se está siendo presente. Los pecados e injusticias de los poderosos y la infidelidad del pueblo llenan el país. La situación es insostenible y por ello la ruina irremediable. Solo los pobres que permanecen fieles a Dios alcanzarán la salvación.

Sofonías
Biblia de América
PPC Editorial
Madrid, 2013