Rubén Aguilar Valenzuela 
El relato pertenece a un autor del siglo V a.C. En él se hace referencia a un profeta llamado Jonás que vivió en el siglo VIII a.C. en el reino del norte gobernado por Jeroboán II. El profeta está reconocido como tal en la Tanaj judía, el Antiguo Testamento cristiano y el Corán musulmán.

Es una historia ficticia, una especie de pequeña novela, que se propone comunicar pedagógicamente una serie de enseñanzas religiosas. El libro se integra con cuatro capítulos.

En el primero, el Señor envía a Jonás, para que predique en Nínive, es la capital del reino de Asiria y símbolo de la opresión. A Jonás, el mandato le parece absurdo, una verdadera locura, y por eso huye hacia Tarsis. En alta mar se viene una terrible tormenta. Los marineros claman a sus dioses por ayuda y arrojaron objetos para aligerar la nave.

Jonás duerme mientras eso sucede. El capitán lo despierta, para que invoque a su Dios. Los marineros echan suerte para determinar quién es el que ha originado la tormenta. Esta cae en Jonás quien confiesa que ha sido infiel al encargo de Dios. La tripulación hace todo lo posible para volver a tierra, pero no lo consiguen. Jonás les dice que lo tiren al mar y entonces vendrá la calma. Así sucede.

El capítulo dos narra que Jonás, por disposición de Yahveh, es devorado por un gran pez. En su vientre estuvo tres días. Desde ahí invoca a Dios y se compromete a realizar su mandato. El pez, entonces, vomita al profeta en tierra firme.

En el capítulo tres, el Señor vuelve a enviar a Jonás para que predique en Nínive. Profetiza que la ciudad en cuarenta días será destruida. Todos los habitantes, incluyendo al rey, se convierten al Dios de Jonás y se ponen en ayuno. Yahveh se compadece y no manda su castigo.

Jonás, en el capítulo cuatro, se molesta con Dios porque no ha destruido a Nínive. Le pide que le quite la vida. Yahveh le reclama su enojo. Sale de la ciudad y se hace una cabaña, para ahí vivir. De manera milagrosa crece una planta que le da sombra. El profeta se regocija, pero al día siguiente un gusano la seca. El sol agobia al profeta y pide morir. Dios le dice que si él sentía lástima por una planta y como él no iba a tener compasión de Nínive y sus habitantes.

El mensaje teológico es que Dios es bondadoso y misericordioso con todas las personas, no importa que sean extranjeras y paganas. Jonás representa a los creyentes judíos, rígidos y excluyentes, que no admiten la posibilidad de que Dios acoja a aquellos que sinceramente se convierten. En la época de la escritura del texto estaba extendida esta última posición.

Una antigua tradición situaba la tumba del profeta Jonás en la ciudad iraquí de Mosul, en la provincia de Nínive, donde supuestamente el profeta vivió y cumplió su mandato divino. El sitio era un lugar sagrado para judíos, cristianos y musulmanes, pero fue destruido el 24 de julio del 2014 por el Estado Islámico.

Jonás
Biblia de América
PPC Editorial
Madrid, 2013