Rubén Aguilar Valenzuela 
El 20 de mayo, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, en un espacio de la comparecencia mañanera del presidente, afirmó que los homicidios dolosos habían disminuido en abril si se comparaba con marzo, aunque de manera marginal.

Una vez más, Durazo ofrece una información equivocada. Esto ya se ha hecho costumbre. En marzo, con 31 días, se acumularon 3,000 homicidios dolosos un promedio de 95.8 al día.

La cifra que el secretario dio para abril, con 30 días, fue de 2,950 homicidios dolosos que son 98.2 al día. Esto es 2.4 crímenes más al día de un mes al otro.

Para poder hacer una comparación exacta se debe utilizar el promedio de homicidios diarios por mes. El dato es que estos aumentaron en abril.

Si se compara abril de 2019 con abril de 2020, que es otro comparativo posible, los homicidios crecieron de un año a otro en ocho por ciento.

Durazo, que fuera secretario particular del presidente Fox, al comentar los homicidios dolosos de marzo afirmó: "El mes pasado tuvimos un ligero incremento que llega a tres mil; no obstante, podemos decir que estamos prácticamente en la línea de contención".

Hace esa afirmación cuando ese mes fue el más violento de la actual administración. El secretario se autoengaña o quiere engañar a la sociedad al hacer malabares con el número de los homicidios dolosos.

Alejandro Hope, en diversos artículos, ha demostrado como desde mediados del último año del gobierno del presidente Peña Nieto (2012-2018), hasta el día de hoy, el número de los asesinatos dolosos ronda, mes a mes, en torno a los 3,000.

El presidente López Obrador (2018-2024) ha reconocido que no han podido resolver el problema de la seguridad, pero también en diversas ocasiones ha dicho que han disminuido los crímenes, cosa que no es cierta. Lo que sí se puede afirmar es que han crecido, aunque de manera marginal.

Los índices de homicidios dolosos no han disminuido porque las bandas del crimen organizado siguen activas y, en la pandemia han intensificado su disputa por los territorios, pese al despliegue de Guardia Nacional, el Ejército y la Marina.

El presidente en el proceso de militarización con el que está comprometido y ha reconocido de manera pública, por la vía de un decreto decidió que el Ejército realice tareas policiales hasta 2024, su último año de su gestión.

El Ejército está en las calles desde el gobierno del presidente Calderón Hinojosa (2006-2012), siguió con el presidente Peña Nieto y continúa y se incrementa con el presidente López Obrador.

La estrategia no ha cambiado y es la responsable de la muerte de más de 200,000 personas en los 13 años de su aplicación. El presidente en campaña se había comprometido a modificarla, pero ya en el cargo optó por la misma.