Rubén Aguilar Valenzuela 
El Índice de Mujeres, Paz y Seguridad 2019-2020, publicado por el Instituto Georgetown, de Washington, en el trato a las mujeres, sitúa a México en el lugar 103 de 167 países a partir de las tres dimensiones que considera.

La primera es inclusión (económica, social y política), la segunda justicia (leyes y discriminación) y la tercera seguridad (familia, comunidad y espacios sociales).

En el US News & World Report de 2019, México cayó al puesto 60 de los 80 países considerados. El estudio contempla temas como igualdad de género, derechos humanos, ingresos, progreso y seguridad de las mujeres.

La Comisión Económica para América Latina y del Caribe (CEPAL), a través del Observatorio de la Igualdad de Género (OIG), señala que en los últimos años ha aumentado el feminicidio. En 2017 fueron 760 y en 2018 de 898.

ONU-Mujeres señala que en México en el caso de las mujeres "hay una brecha de implementación entre lo que se establece en las leyes, planes, programas y presupuestos sobre los derechos de la población femenil y la implementación práctica y el cumplimiento en la vida diaria".

La OCDE asegura que en México "las mujeres siguen recibiendo un trato menos justo que los hombres (...) Se enfrentan a más obstáculos, para realizar trabajos, sufren un alto grado de acoso y ganan una media de 14 % inferior a los hombres".

El OIG plantea que en México de 2000 a 2018 se ha reducido el número de mujeres en áreas urbanas sin ingreso propio al pasar del 49.8 % en 2000 al 25.8 % en 2018 y en el caso de las mujeres en áreas rurales sin ingreso propio, de 15 años o más, bajó del 47.5 % en 2000 al 24.4 % en 2018, pero en ambos casos la diferencia sigue siendo todavía muy alta con relación a los hombres.

De acuerdo al Observatorio de Mortalidad Materna (México) existen grandes diferencias con relación a la mortalidad materna entre los estados del norte y sur del país. Y esto mismo sucede entre las zonas urbanas y rurales.

Y que "la inaccesibilidad geográfica, cultural, económica y social constituyen las principales razones de la desigualdad. No es suficiente que los servicios de salud estén disponibles, sino que la atención que brinden sea de buena calidad y apropiada, de acuerdo con los patrones culturales y sociales de la población".

El Paro Nacional de las Mujeres del pasado lunes nueve de marzo marca un antes y un después de la lucha de las mujeres, por elevar los niveles de seguridad y alcanzar la igualdad en todos los campos. (Con información de Ángel Santamaría, José Meléndez e Irma Bugarín, El Universal, 02.23.20)