Rubén Aguilar Valenzuela
En el periodo 2014-2020 América Latina tendrá el crecimiento del PIB más bajo de los últimos 40 años, sostiene la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), dirigida por la mexicana Alicia Bárcena.

A partir de la primera mitad de 2019, con excepción de Colombia y Guatemala, todas las economías de la región se desaceleraron.

El crecimiento en 2019 fue de 0.7 % cuando del 2001 al 2018 el promedio anual se mantuvo en el 2.6 %. En 2020 se espera un aumento marginal, pero como en los últimos siete años por debajo de las economías desarrolladas.

Ahora están presentes riesgos significativos que pueden impedir que hagan realidad incluso las expectativas del bajo crecimiento para este año.

De acuerdo a BBVA tres son los factores que explican la situación:

1) La desaceleración global afecta a todos los países incluyendo a México que es el "más expuesto a la moderación del ciclo de las manufacturas en EE UU".

2) El mantenimiento de precios moderados de las materias primas, "lo que no devolverá los vientos de cola a América del Sur".

3) La incertidumbre sobre la política económica en algunos de los grandes países de la región. Esto trae impactos negativos en la inversión privada y el empleo.

El potencial crecimiento de la región está ahí, pero la mayoría de los países no ha logrado dinamizar la inversión privada. Ésta se requiere, para poder impulsar el conjunto de la economía y el aumento del PIB.

La inversión privada es el motor del crecimiento en todos los países. La pública solo es complemento de la primera. Y en la medida que los empresarios no se decidan a invertir la región permanecerá estancada.

En todos los países hay un amplio espacio, para el desarrollo de la infraestructura. Que debe acompañarse de un aumento en la productividad y la competitividad, para poder catalizar la inversión privada.

Si las tensiones comerciales internacionales se mantienen, asegura BBVA, el crecimiento mundial se va a seguir resistiendo. Y América Latina está amenazada por la incertidumbre y la falta de inversión.

La CEPAL afirma que ante este escenario hay una tendencia al deterioro de las principales variables del mercado del trabajo. En 2019, el desempleo termina con 8.2 % y en 2020 se espera que sea del 8.4 %.

La caída del crecimiento en los últimos cinco años ha afectado el promedio del ingreso por habitante que ha disminuido, sobre todo, por la caída del 60 % en Venezuela, 8 % en Brasil y 6 % en Argentina.

En 2019 el crecimiento de la economía en América Latina fue del 0.7 % y en 2020 se espera crezca, a lo más, en 1.3 %. En 2019 México creció en -0.2 % y en 2020 ya hay bancos que estiman será entre 0.6 y 0.8 %.

El 2020 en materia económica no va a ser un buen año, para América Latina y tampoco para México, que tendrá un nivel de crecimiento abajo de la media regional con las implicaciones que tiene en el empleo y los niveles de vida de la población.